VELEZ DE LA GOMERA (ó EL PEÑÓN DE)

uno de los presidios menores ó ¡puntos fortificados que la nación cuenta en el litoral de África y pais perteneciente al reino de Fez en el imperio de Marruecos, dependiente de la capitanía general creada nuevamente en África cuya cap. es Ceuta.

SITUACIÓN. Sit. en un islote de la costa setentrional de aquella parte del globo á 34° 40′ lat. N. y á 30» 36″ loug. E. del meridiano de Málaga , de donde dist. 35 l e g . , 75 de Oran , 25 de Melilla y 8 de Alhucemas. Por la parte del E. está 20 de Tetuan, por la del O. 25 de Ceuta (*) y 37 de Mequinez, corte del emperador de Marruecos. FIGURA DE LA ISLA. La figura de la roca en que está asentada la plaza de la Gomera es en su totalidad , próximamente, la de un rectángulo cuyo lado mayor en dirección del ONO. al del ESE. tieue 270 v a r a s , y el menor 130 , y después se prolonga al E. por un istmo de rocas de 50 varas de largo á otra peña que se llama la Isleto, de unas 125 varas de largo y 50 de ancho en la parte que m a s una y otra son mas altas y escarpadas por la parte del N. , siendo la altura del pico mas elevado de la plaza , donde está situado

una batería llamada de la Corona, de 92 varas sobre el nivel del mar. Inferior á este picacho hay otro que se prolonga de O. á SE. como unas 200 varas, teniendo por la estremídad mas elevada que e s la del O. 67 á_68 varas sobre el mar, y por la que lo es menos al SE. 65 varas. En el primer e s tremo hay una balería llamada San Julián, y en el segundo otra titulada San Miguel, entre las cuales se proyectó una cortina, pero que no^se ha llevado á efecto. Todo el resto del terreno e s t á , en g e n e r a l , pendiente hacia SO. La isleta tiene eu su parle mas elevada, que es la del E , 26 á 27 varas sobre el m a r , yendo el terreno en pendiente hasta la orilla de él.

FORTIFICACIONES. Dada una idea general de la naturaleza y configuración del territorio, entraremos en el examen de las fortificaciones y defensas. La irregularidad del Peñón, su e s t r e c h e z , la poca gradación de sus diferentes dominaciones , y mas que todo, el haberse ido añadiendo obras sucesivamente , ha ocasionado que no presenten las foitiíicaciones de esta plaza un aspecto de orden para la defensa.

Todas las baterías dirigen sus fuegos al campo , á la playa enemiga y á varias parles del mar. La de San Juan puede batir la principal entrada del baradero viejo , y parece que recientemente se ha cerrado su gola con un foso y puente levadizo , proporcionando ademas fuegos de fuseleria sobre la rampa que sale desde Carboneras, cerrándose su avenida con un rastrillo. Tomado este y pasando al segundo rastrillo del espresado baradero , dentro del cual los buques no recibirían gran daño, la defensa se reduce á irse replegando las fuerzas de una en otra, de varias puertas y rastrillos d e fendidos por a s p i l l e r a s , á saber , la del cuartel de Marina, la del torreón de Caslelltullit, la que desde la calle Nueva da paso po- delante del puerto de la Marina y la de San Antonio.

Antes de llegar a la puerta de Castelltullit puede volarse el terreno ocupado por el enemigo, por una mina que tiene una de las entradas por el cuartel de Marina, y la otra por medio de un paso subterráneo que empieza en el Charcon y va á desembocar frente al mismo cuartel. Las obras de fortificación tienen un grueso variable ; la muralla que corre á lo largo de los intervalos en que no hay casas, sigue el curso irregular de los edificios. La batería mas dominant e es la de la Corona , con disposición para 7 cañones , 2 morteros y un obús. Con una de estas piezas se bale la punta del Gomerano y mar del O., con otra la punta de la Haba y entrada por el E. y las restantes pueden barrer el terreno intermedio, que es toda la falda del cerro del Cautil y la playa, escepto un recodo encubierto por la Puntilla. Puede b a t i r también el fuerte de S’a. Orosia , y parte del terreno de la isleta. A la anterior batería sigue la de Son Julián con 4 cañones y un mortero tiene fuegos al sitio llamado el ataque (*). La de San Sebastian dispuesta para 2 cañones y un mortero, bale la costa enemiga bajo del Cautil. La de San Miguel de 5 cañones y 3 morteros, bate con sus fuegos toda la playa y campo enemigo hasta la inmediaciou de la Puntilla.

La de San Antonio de Pádua enfila con la pieza que tiene la calle que baja á la Mai ina, pudiendo batir ademascon otras piezas la comunicación con la isleta , disparando á la vez contra la playa enemiga. La de San Francisco tieue 3 cañones y uno de ellos flanquea el Fredo por ser sus fuegos muy rasantes. La de San José está situado entre las dos a n t e riores dentro del recinto de la maestranza ; tiene 3 cañones y sus fuegos son de la mayor utilidad para batir la isleta en caso de perderse. Por último, la batería de San Juan puede tener 6 cañones, 3 de los cuales baten con sus fuegos rasantes la entrada del Baradero y el Fredo hasta las inmediaciones de la isleta. Los otros tres baten la parte del O. y el frente

ISLETA. Esta porción de t e r r . que se halla separada del cuerpo principal de la plaza, con la que comunica por un puente levadizo , se halla actualmente cerrada en la parte superior por un muro aspillerado , desde su estremo inmediato al Charcon hasta el pequeño foso del fuerte de Santa Orosia. La comunicación de este recinto superior, que d e s ciende hasta el mar, está cerrada con un rastrillo y defendida con los fuegos que se han propoi clonado desde un cuerpo de guardia que existía en aquel punto. Las demás avenidas se han cerrado, dejando solo é independiente dicho recinto superior , cuya parte está en el dia casi indefensa, habiéndose arruinado un muro de piedra que cubría á la altura de los hombros. El fuerte puede guarecerse con 5 c a ñones y un mortero; sus fuegos se dirigen á la plaza e n e miga y Puntilla , y flanquear perfectamente el muro construido» recientemente, batiendo ademas el sitio en que se coloca el reten y la entrada y comunicación de la plaza á la isleta.

BARADERO VIEJO. Esta es la entrada principaldela plaza.

Delante del rastrillo que la cierra hay una playa para barar los b o t e s ; siguiendo después una escollera de piedra hasta debajo de la batería de San J u a n , y á lo largo de ella una estacada, eu cuya mitad se halla un cuerpo de guardia, para cuyos fuegos se han abierto varias aspilleras que flanquean por dicho lado toda la estacada. Forma segunda linea de dicha estacada un muro aspillerado, cerrando su entrada otro rastrillo con puente levadizo y 2 fosos; á seguida va una rampa hasta el cuartel de Marina , encima del cual hay una ladronera ó matacán; el edificio tiene aspilleras en todo su frente y en las azoteas, cayendo una parte de aquellas sobre la puerta que da á la isleta. Tiene ademas troneras para cañones pedreros, los cuales pueden barrer todo el puente y comunicación con la isleta.

BARADERO DE SAN JUAN. Esta es otra entrada de la plaza, y sirve para las descargas de víveres y agua. Se cierra la entrada por un rastrillo, y corre á lo largo de las escolleras una estacada que no se flanquea por fuego alguno, si bien se han proyectado algunas obras con este o b | e t o , y pasado un pequeño foso se encuentra una puerta que se c o munica con la balería de San Juan y el cuerpo de guardia de la Marina.

TORREÓN DE CASTELLFULL.IT. Este paso, cerrado con d o ble puerta , es bastante inieresjnte por ser el p r i m e r o que se encuentra después de pasado el puente levadizo de la i s l e t a , pues forzado por el enemigo el pequeño foso, le sería ya muy fácil entrar en la plaza, siendo entonces casi inútil la defensa de la puerta y cuerpo de guardia de la Marina, al estremo de la calle Nueva y de la puerta y batería de San Antonio. Dicho torreón tiene abiertas varias aspilleras en lo mas alto del cuerpo del edificio, al que se sube por las azoteas de las casas inmediatas. Por la estrechez del sitio y disposición del t e r r . es aquel de poca amplitud.

PUENTE y FUERTE ASPILLERADO DEL CARACOL. Pasada la puerta de San Antonio , se llega al puente levadizo que da paso sobre un foso de 3 varas de ancbo, se eutra en el fuerte del Caracol con varias aspilleras y unos matacanes sobre el puente, pero todo él muy reducido, sin fuegos de flancos.

CUARTELES. Hay 2 para la guarnición esti aordinaria; el de S.into Domingo con 2 cuadras capaces de contener 100 hombres, y el de San Francisco que se halla por bajo de la calle de San Antonio, con igual capacidad que el anterior.

Para los confinados hay otros 2 cuarteles el inmediato á San Francisco, donde se encierran la mayor p a r t e , tiene 3 cuadras y puede contener 130 á 200 hombres; y el de Carboneras, j u n t o al baradero de San Juan, capaz para 70 hombres.

Para la artillería se ha habilitado una cueva de l,.s practicadas en la roca. La compañía fija tiene uno muy r e ducido en la calle Nueva, y el llamado de la Marina , que tiene una cuadra para 20 plazas y otra para almacén de p e r trechos.

ALMACENES. Apenas habrá uno que haya sido construido con este objeto; asi es que la mayor parte están en las c u e vas abiertas en las piedras. Los efectos y materiales de fortificación tienen que estar repartidos en 4 localidades d i s t i n t a s.

ni se halla á prueba de bomba , estando situado inmediato al pico mas elevado , lo cual le espone á los riesgos de la e l e c tricidad.

HOSPITAL. Puede contener unas 50 c a m a s , no siendo desventajosa su posición, pues está á un estremo de la plaz a , sobre el escarpado de Santiago.

CISTERNAS. En el cuerpo de la plaza hay 5 que contienen unas 60,500 arrobas de agua, y en la isleta 2 capaces de 4,000; ademas se recogen aguas en los fosos de los barader o s , en una pequeña poza abierta en Castellfullit y en una alberca situado en Santiago. El gasto diario del agua se reputa en 480 a . , que hacen al año unas 65,000, cantidad que se recoge en la piaza; mas á pesar de e s t o , se llevan de España diferentes remesas.

GUARNICIÓN. En tiempos normales se compone de un destacamento que debe constar de un capitán, un teniente, un s u b t e n i e n t e , 3 sargentos segundos, 8 cabos primeros, 5 segundos y 420 soldados. Del destacamento de la compañía de los presidios menores, fuerte de 30 hombres. De 50 fusileros sacados de los confinados que tienen condenas limpias y buena conducta. Está afecto al destacamento de veteranos el pelotón de fuerza de mar de 2o soldados marineros.

Para el servicio de la artillería hay un sargento , 6 soldados y 30 agregados de la clase de confinados. Esta guarnición es muy reducida, tanto para cubrir el servicio de la p l a z a , como para cuidar de los confinados, cuyo número, no debiendo de esceder de 250, llega muchas veces hasta el de 400.

COSTE QUE TIENE LA PLAZA A LA NACIÓN. En los sueldos del E. M. de la plaza, Ministerio de Hacienda, iglesia , hospit a l , compañía fija, marinería y maestranza, se gastan anualmente cerca de 750,000 r s . , añadiendo á estos los correspondientes á la guarnición estraordiuaria , que llegan á 300,000; el de los oficiales de ingenieros de artillería; el surtido del hospital; coste de las estancias; botica , lo que se consume en obras de fortificación, conducción de confinados y otros objetos, puede regularse el gasto en unos 75 á 80,000 duros anuales.

FONDEADERO. Entre la plaza y el campo enemigo hay un canal que se llama Fredo, que tiene entrada por el E. y O. Es sitio en el que actualmente fondean los buques por unas 5 brazas de fondo de arena limpia. El Fredo se ha cegado con las arenas del riach. que desemboca en la playa de enfrente.

Es peligroso el surgidero con los vientos del 4.° cuad r a n t e , con los que recala mucha mar, estando ademas descubierto el puerto por aquella p a r t e , en que solo avanza una pequeña punta del cerro del Cebollero , que forma con la playa la entrada del O . , de 600 varas de 45 á 20 brazas de fondo. Por el E. está mas abrigada á causa de la mucha salida de la punta de Baba; pero pueden recalar los vientos del primer cuadrante, aunque son poco frecuentes.

HISTORIA. En 4 508 mandaron los reyes Católicos al conde Pedro Navarro, que con la armada de su cargo y las galeras de Saboya, con tropas españolas ó italianas, saliese á castigar los corsarios del P e ñ ó n , que infestaban las costas del reino de Granada; y habiendo llegado á su vista, intentó hacer un desembarco contra la ciudad de Velez de la Gomera, que entonces se computaba de 7,000 veciudad Luego que los africanos advirtieron la maniobra del desembarco , abandonaron el Peñón 200 hombres que habia en un c a s t . , por lo que se apoderaron de él las tropas españolas. Desde este punto se empezó á batir la c . ; y aunque los moros intentaron reconquistar el Peñón, no pudieron conseguirlo por e n tonces por la buena defensa que hizo su alcaide Juan de Villalobos. Mas á pesar de ella se perdió el punto en 1522 {>or traición, según se d i c e , del mismo Villalobos, quedando a plaza en poder de Muley Mahomet, señor de la Gomera.

En 4525 salió de Málaga el marqués de Mondéjar con una regular flota con intento de asaltar de noche por sorpresa la plaza, y no habiéndolo conseguido regresó á aquel puerto.

A poco tiempo cayó el Peñón en poder del bey de Argel, quien se lo quitó a Muley, estando 38 años bajo la dominación de los argelinos. En julio de 1563 salió de Málaga don Sancho de Leyba con 24 galeras y 5,000 hombres de desembarco, y después de varios choques con los moros , tuvo que reembarcar su gente y volver á Málaga sin haber sacado üingun fruto de su espedicion. En las Cortes celebradas eMonzón en 4564, se pidió á Felipe II se espugnasen las costas de Berbería por los incalculables daños que causaban á las de España los muchos corsarios que las infestaban , por lo cual se deputó al virey de Cataluña, D. Garcia de Toledo, para que tomase el mando do la espedicion , compuesta de soldados españoles, piamonteses, napolitanos, sicilianos, alemanes y portugueses, y varias galeras de todos los p r i n cipes de la cristiandad. La armada salió de Málaga en agosto del citado año 564, y después de varias maniobras , escaramuzas y fuertes ataques, llegaron á apoderarse las tropas aliadas t a n t o del Peñón como de la ciudad de Velez de la Gomera, que después fue abandonada por lo costosa que era su conservación y la mucha gente que se p e r d í a , quedando reducidos los conquistadores á solo el Peñón, que fue fortificado y bien presidiado. En 1662 se sufrió una escasez de víveres tan estremada, que llegó el caso de abrir su gobernador las puertas para que saliera el que quisiera. En 1680 sitiaron 10,000 moros al Peñón; pero habiendo sido socorrido á tiempo, tuvieron aquellos que retirarse. En 1702 mandó el emperador de Marruecos á su hijo con un ejército considerable para que unido á la gente de la comarca tomasen la plaza, que pensaban sorprender. Después de varios ataques se apoderaron los moros del fuerte que habia en el campo, y habiéndolo reconquistado los españoles lo echaron á tierra para que, en caso de perderse , en lo sucesivo no pudieran desde él hostilizar la plaza. Posteriormente ha sufrido diferentes a t a q u e s , en los cuales siempre han sido rechazados los agresores, poniendo en mas de una ocasión en grande aprieto á la guarnición. En 1743 se padeció en el Peñón una p e s t e , y en 4821 la epidemia de la fiebre amarilla , traida á dicho punto desde Alhucemas; diezmó considerablemente la guarnición. Esta en diversas épocas ha sufrido hambres terribles, hasta el punto de que en 4 842 se echaron al campo del moro 450 presidiarios para aligerar de gente á la que encerraba el Peñón.