VALENCIA (HUERTA DE)

delicioso y fértil t e r r . del ant. reino, y actual provincia de su nombre SIT. en la mediania y hacia el estremo oriental de la misma; comprende una estension de terreno de mas de 3 leg. de á 8,000 varas, de N. á S. desde Puzol, del partido deMurviedro, hasta Catarr o j a , del de Torrente, y 1/4 de E. á O. desde Villamarc h a n t e , pueblo del partido judicial de Liria, hasta el mar Medit e r r á n e o , que ciñe el terF. por el E . ; al N. y O. corre una serie de altos cerros ó montes, con algunas interrupciones, terminados hacia el Oriente, por lomas que forman los Una.

occidentales los montes del valle de Jesús, que son los mas setentrionales, se unen con los de la Calderona y lomas de Bétera; siguen luego los de Villamarchante, Cheste y Chiva hacia el O . , que cierran el llano de Cuarte , y por iln corren hacia T u r i s , Montroy y Niñerola , dejando entre este arco y el mar cuanto riega el Turia. Todos estos cerros son por lo general calizos, y sus raices se esconden en la tierra á 40 y mas pies de profundidad, encontrándose en su interior vestigios y estampas de animales que vivieron en las aguas la playa sin la menor roca es de finas arenas, cuyo espesor, difícil de calcularse, se prolonga hacia los montes, cubierto de greda, sobre la que carga la tierra, cuya capa aumenta de fondo, según se aparta del mar, y es de naturaleza margásea, por lo común arcillosa, bien que en muchas partes arenisca, no solo en las cercanías de aquel sino también en la de algunos montes; inmediato al mar, y aun hasta 1/2 hora dist. de él, se observan varios manantiales, tanto mas copiosos cuanto mas apartados se hallan del cauce del r . , los cuales humedecen el suelo y lo convierten en partes, en pantanos y marjales, cuyas aguas salen al mar por los azarbes que se han abierto todo este terreno es llano, esceptuando algunas pequeñas colinas, donde se asientan el Puig, Burjasot, Moneada, Castillo de P a t e r n a , Torrente y Cuarte. El benigno CLIMA que se disfruta en este recinto , su atmósfera tan risueña, aun en la mas cruda estación del invierno; la continua animación de los campos siempre poblados de industriosos labradores; la verdura de los sembrados y de los árboles; la abundancia y variedad de las p r o d . ; todo, todo ha contribuido á hacerle uno de los mejores t e r r . , no solo de España sino aun de Europa; habiéndose conquistado un renombre que despierta la curiosidad y el interés del viajero. Sin embargo, por la reseña física del suelo, que antes hemos h e c h o , se comprenderá que es de suyo poco feraz; pero lo que la naturaleza le ha negado han sabido adquirirlo aquellos infatigables labradores, con la asiduidad é inteligencia del t r a bajo, que se conserva todavía de generación en generación, como un precioso legado de los árabes, sus antecesores, ha fertilidad de este suelo privilegiado alimenta á la inmensa población que ocupa los 62 pueblos, alq., barracas y arrabales que cercan la c a p . , en número de 72,209 almas, sin contar los que habitan intramuros de e s t a , que situado casi en el cent ro de este hermoso vergel, parece hallarse defendida por innumerables baluartes, pues tales parecen los campanarios que la circundan por todas partes. Todos aquellos pueblos pertenecen á los partido judicial de Murviedro, Moneada, Valencia y Torrente, asombrando en verdad que en tan corta estehsion de terreno pueda mantenerse una población sobradamente crecida, y que cada día va consiguiendo un aumento progresivo y demasiado notable. Lo mas admirable en la huerta de Valencia es la economía, distribución, orden y gobierno de su ant. sistema de riego, por medio d e s ú s 8 grandes acequias, cuya construcción data desde época muy remota. El rey D. Jaime I de Aragón halló ya concluidas en 1238 las grandes obras de esta hermosa canalización, que deben sin duda atribuirse al gobierno de los árabes Abderrahman Anisir Ledinala, y Alhakem Almostansir Bilah, su hijo, por los años 911 al 976. El rey aragonés hizo donación á los hab. de Valencia de todas las acequias de la h u e r t a , reservándose la de Moneada , qu e denominó Real; mas en 1268 la vendió también á los propietarios de las tierras de sus riberas por la cantidad de 5.000 sueldos valencianos. Para gobierno de la acequia de Moneada existe una junta que se compone de 12 síndicos, á saber; de los 10 pueblos primeros, su regidor decano y 2 por turno de los demás. Esta acequia en los años de e s casez , debe socorrer á las de Mestalla, Bascaña, Favara y Godella, con la mitad ó cuarta parte de sus aguas, según fueren las necesidades, conforme á lo dispuesto por el rey D. Jaime II en mayo de 1321; tiene dicha acequia su acequiero particular, nombrado por los 12 síndicos, y se gobierna con independencia de las demás. La citada junta conoce privativamente de todos los a s u n t o s , relativos á r i e g o , que ocurren en los 23 pueblos de su t e r r . Cuando hay alguna dificultad en la división en grande de las aguas, conoce de ella la autoridad civil de la provincia El gobierno de las otras 7 acequias, que son las de Tormos, Mestalla, Bascaña, Cuart, Míslata, Favara y Rovella, si bien corresponde al a y u n t . , tienen cada una un síndico nombrado por el común de regantes, y reunidos componen el tribunal , llamado de las Aguas, que se junta los jueves de cada semana en la plaza de la Constitución ó de la Seo; por un privilegio, cuyo origen es desconocido, tiene su asiento en la puerta de Ja Catedral, donde comparecen los interesados á producir sus quejas sobre las a g u a s , sin que medien letrados ni escribanos, y el fallo de este tribunal se lleva, sin apelación, á puro y debido efecto. El síndico de cuya acequiase ha producido la queja, no tiene voto en aquel fallo. En tiempo de escasez, las 7 acequias disfrutan el privilegio del agua de las v. de Pedralva, Villamarchante, Benaguacil y Ribarroja, por 4 días con sus noches, ó bien repartidas según sorteo, con arreglo a l o dispuesto por el citado rey D. Jaime II en 8 de junio de 1320. La de Moneada debe dar dos días con sus noches la mitad ó cuarta parte de sus aguas , por la almenara tandera á las de Mestalla, Favara, Rascaña y Bovella, en los lunes y martes de cada semana, mientrasdura la escasez y necesidad, la cual es reconocida por el acequiero, quien debe dispensar el tandeo; y cuando no lo hiciere, los interesados en el riego de las 4 acequias , recurren al baile general para que falle sobre la queja, sin que medien escritos ni formas judiciales. La acequia de Bovella tiene por principal obj e t o la limpieza y salubridad de la cap. Discurre por la parte mas alta de e l l a , y soltando el agúalos sábados por cuatro puntos distintos y durante 24 horas, arrastra las inmundicias de los valladares mayores, donde desaguan las acequias madres é inferiores s u b t e r r á n e a s ; da impulso también á las lab. de lana, seda, curtidos y azulejos; á 3 molinos h a r i n e r o s , y riega los huertos y j a r d i n e s ; sale después de la c . , y va á fertilizar la contigua huerta de Ruzafa, que es su objeto secundario. Por estas dos atenciones imp o r t a n t e s , nunca le puede faltar una muela de agua, por grande que sea la escasez de la del r . ; disfrutando igualmente del privilegio de la mitad ó cuarta parte de la de Moneada. Para esto concedió á la ciudad el rey D. Jaime I, en 12ot y 1269, la propiedad de las fortificaciones, fosos, torces y valladares, acequias, puentes y caminos, con el cargo de repararlos y conservarlos.

Las 8 acequias principales que riegan la Huerta de Valencia, reciben del Turia 138 filas (*) de agua , y benefician 21,069 cahizadas, 2 hanegadas y 3 cuartones de tierra (**).

Toman sucesivamente las aguas por otras tantas presas, y dividiéndose después en infinitas acequias ó canales mas angostos, facilitan el riego cada 15 d i a s , y cada 8 ó 9 en ciertas épocas del verano. El agua que debe traer el Turia para acudir á todas las necesidades de la huerta , en la distancia de 24 l e g . , es de 471 filas y 8 plumas; cuando por razón de la sequía, disminuye este volumen, hay escasez y penuria.

como se observa algunos años, en que salva las cosechas la grande industria y mayor economía establecida en el riego; si se aumenta pasa el agua sobrante al mar por el cauce formado al efecto al N. de la c a p . , y junto á sus murallas , donde existen 5 puentes magníficos, de sólida y escelente construcción, de 600 pies de long. y 40 de lat. cada uno. Un malecón de cantería con andenes y pretil de sillares cuadrados, desde Místala hasta Monte-Oli vete en la dist. de cerca de una leg., defiende á la ciudad de los estragos que pudieran causar lasgrandes avenidas; y otro malecón igual desde Campanar hasta San Juan de la Ribera, poneá cubierto los arrabales , huertas, alquerías y barracas donde viven infinitos labriegos. Siendo la población agricultura de 72,209 almas, y 3 2/5 las leg. cuadradas que riegan las 8 acequias, resulta que v i ven en cada leg. 21,364 individuos, número verdaderamente asombroso, si se compara con los puntos mas poblados que existen en la Península asi es que no toca mas t i e r ra en e s ta huerta á cada individuo que 1 3/4 hanegada, ó sean 1,772 varas cuadradas valencianas, ó 2,079 1/2 de Castilla ; y á cada familia de 5 personas, una cahizada, 3 hanegadas y 3 cuartones. Entre este considerable número de cultivadores hay muy pocos propietarios ; son por lo general colonos ó arrendadores; pero toda la población se. halla en continua acción y movimiento; todos tienen ocupación desde el niño hasta el anciano, sin que falte esta al otro sexo , que contribuye con sus brazos á la trabajosa cosecha de la s e d a , á las faenas domésticas, y á la venta de los frutos que también está á su cargo. Los abonos ó estiércoles son muy buscados, pues sin ellos no podria conseguirse t an rápida rotación de cosechas, que se suceden u n a s á o t r a s , y en muchos campos, antes de llegar el fruto á su madurez, ya está sembrado ó plantado el que debe reemplazarle , pues la tierra en esta vega jamas descansa, no faltando el agua. Las prod. de e s ta huerta son granos, frutas y hortalizas de todas especies; legumbres, maiz , algarrobas, seda, alfalfa y vino, todo en abundancia estraordinaria, como es de presumir de tan activo y esmerado cultivo y regadío. En los estados números 1, 2 y 3 que insertamos á continuación, se demuestra el número de c a h i zadas que cada acequia riega; dist. de sus azudes á la cap.; filas de agua que recibe cada una; pueblos que participan del riego, y numero de molinos y artefactos que impulsan estas aguas.

(Continua en el original)