ALMERÍA

Intendencia d¿ nueva creación, compuesta de las población indicadas en el art. anterior, correspondientes antes de la división de 30 de noviembre de 1833 al terr. que comprendía el ant. reino de Granada. Las mismas dificultades que se han presentado para trazar el cuadro administrativo y económico de las provincia de Alicante y Albacete, aparecen ahora, y si se quiere mayores, para presentar en todos sus pormenores y en sus distintas y variadas fases la historia del movimiento de la riqueza pública de esta provincia Figurando los pueblos de ella, como queda dicho, en el terreno que abrazaba el reino de Granalla, no en uno, sino en muchos documentos ant. y modernos, aparecen confundidos los datos y englobadas las noticias de este con el dcJaen. Nuevas dificultades, al parecer insuperables, nacen de esta confusión, y si bien hemos procurado con celo y con constancia el vencerlas, acaso nuestros esfuerzos no hayan tenido el resultado que nos prometíamos .-‘sin embargo , en la población, en la riqueza, en los impuestos, á los datos precederán óseguirán las razones, para que al menos pueda conocerse que hemos estudiado la materia y presentado observaciones, por nadie, no vacilamos el decirlo, ofrecidas hasta el di.’. Persuadidos de que el método forma muy principalmente el mérito de esta clase de trabajos, principiaremos como en los demás art. de esta materia, por examinarla población de los pueblos de la actual provincia de Almería en ¿pocas ant. y recientes, ya confundidos en el in

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1.» 1595 115,896

2.» 1787 165,242

3.’ 1797 177,217

4.» 1826 270,677

5.» 1828 250,906

6.» 1831 221,058

7.» 1832 222,502

8.* 1833. 234,789

9.» 1836 227,200

10.. 1837 . 234,789

11 1811 232,645

12 1842 252,292

13 1843 297,975

14 1844 , 228,993

Primera población. Cuando docunientos oficiales del siglo XVI, hoy conservados en el archivo de Simancas, señalaban á España 1.641,358 veciudad y 8.206..791 hab., figuraba el terr. del reino de Cranada con 359,520 hab., y el de Jaén con 228,785, cuyas dos sumas forman la de 588,305 individuos. ¿Es posible conocer hoy la población que tenian enlomes los pueblos comprendidos en la actual provincia de Almería? Nuestros lectores comprenderán las graves dificultades que esta investigación ha de ofrecer naturalmente en un pais que ha sufrido tantas vicisitudes, en guerras en que ha campeado la idea de religión con el espíritu de independencia. Pudiera ciertamente presentarse un dato bastante exacto de la población del ob. de Almería, porque como es sabido, antes del año de 1787 las investigaciones se hacían generalmente con intervención y auxilio de los prelados y corporaciones eclesiásticas; pero como dcsgraciadamente.ha sido y es la demarcación civil distinta de la religiosa, los datos de esta nada sirven , ni para conocer el número de hab., ni para averiguar las riquezas de las ant. ni de las modernas provincia Ha sido, pues necesario apelar á la reunión de distintos datos, de rernota y reciente época, y á buscar en unos y en otros la proporción entre los pueblos que, perteneciendo antes á un mismo reino, hoy forman distintas provincia Esto examen, este estudio, nos ha permitido reconocer y admitir el 19′ 70 pg de la población de los ant. reinos de Granada y Jaén para los pueblos que forman hoy la provincia de Almería. Por esta razón, y refiriéndonos al siglo XVI, hemos señalado al pais cuyo examen nos ocupa, 115,896 hab.

Segunda población. Ya en otros art. hemos demostrado que existen razones muy poderosas para creer que los datos reunidos en los siglos XV , XVI y principios del XVII, contenían grandes ocultaciones, tanto si facilitaban las noticias los prelados ecl., como si las daban los empleados del Gobierno. Los que han creido que la población de España en 1723 era de 7.995,000 hab.; los que han asegurado que en el año de 1777, solo comprendía nuestro pais 9.307,000 Iiab. suponiendo que en un espacio de 100 años se ha duplicado la población española, han cometido gravísimos errores, porque han admitido como verdaderos, datos estadísticos que eran solo la espresion del engaño y del fraude. Al quo asegure magistralmente, como se nace con sobrada ligereza, que la España á principios del siglo XV11I solo tenia 7.925,000 individuos, y sostenga que en 1834 tenia 14.660,000, le debe ser permitido creer que en esc periodo , se ha doblado el número de habitantes en nuestro pais. Aun estrechando las distancias y reduciendo las épocas, el que admita la población referida del año 1834 y aseguro que apenas contaba la España en 1803 10.000,000 de individuos, habrá de creer en una mayor rapidez del aumento de individuos en nuestros dias. Cierto que la población se ha aumentado ; cierto que se ha observado un fenómeno que merece un estudio detenido , á saber, (pía el número de hab. ha crecido después de nuestros mayores desastres; pero no lo es menos que los datos ant, no representan la verdadera población, y que por consiguiente falla un término de comparación en que apoyar los cálculos y las observaciones. No debe , pues, causar estrañeza, que la polil. ilc 115,895 bah. correspondientes al año de 1594 aparezca elevada ya en los pueblos de la provincia de Almería en 1187 á 165,243 individuos: efectivamente, en los trabajos dispuestos por el conde de Floridablanca en 7 de junio do 1780 , que dieron por resultado el censo conocido con el nombre del año 1787, ya resulta que en las operaciones practicadas por las provincia» ó intendencias se señalaron á Es-‘ paña i. 100,075 hab. sobre el numero que habían presentado las relaciones remitidas por los oí). En los dalos de esto,s últimos figuraba la población española por 9.309,804 individuos y en los del Gobierno por 10.400,87’,), y es bien seguro que si la segunda operación se hubiera hecho con mas escrupulosidad, con mas fiscalización, mayor hubiera sido la diferencia. Va en aquella época (1787) los pueblos de .laen y de Granada contaban, según datos oficiales, 838,797 hab. correspondiendo de ellos 105,243 á los pueblos de la actual provincia de Almería.

Tercera población. En el censo del año de. 1797 lo mismo (pie en el de 1787 campean los errores hasta en la sencilla operación de sumar dos simples partidas: la comparación que se hizo de cstus dos trabajos marcando la diferencia ú el aumento de población no es admisible, porque las dependencias del Gobierno no incluyeron en las respectivas provincia á reinos á los eel. de todas clases; limitándose á presentar el resultado de las seis casillas que figuran en los estados, de solteros, casados y viudos de ambos sexos. Hecha esta aclaración deberemos decir, que los hab. de los reinos de Granada y Jaén, siempre con referencia á datos oficiales, en 1797 eran 899,731, figurando por 177,217 los pueblos hoy de la provincia (pie describimos, número que también presenta el censo de 1799 en que se trató , como es bien sabido, mas de conocer la riqueza, que la población de las respectivas localidades.

Cuarta población. En nuestra opinión el trabajo mas iraportante sobre esta materia que se ha hecho en esle siglo, es el de la policía en el año 1820, en que se elevó la población de España á 13.939,235 hab. Ya al hablar de esta época en el art. intendencia de Alicante pág. 634, dijimos, que á muy poco tiempo la misma policía había destruido su obra, porque ,i los pocos años redujo considerablemente el número’de hab. (pie anteriormente había señalado. Como quiera que sea, existe un hecho de gravedad, á saber, (pie en una época cu que los pueblos obedecían ciegamente de grado ó por fuerza alas mas ligeras indicaciones de los empleados de policía, estos, que .tenían montadas sus oficinas, que investigaban la población, que la clasificaban en diferentes categorías y estados, lijaban á sus respectivos terr. bajo la responsabilidad de sus firmas, un número de hab. el mayor que arrojan los documentos oficiales deant. y reciente fecha. En la época á que aludimos se señalaba al terr. que comprendíanlos ant. reinos de.Iaen y Granada 1.373.998 hab. de Iosquc2G0,0U7 pertenecían á la actual provincia de Almería.

Quinta población. Por aquellos tiempos y para publicar en 1828 su Diccionario gcográfico-histórico, reunía Miñano noticias sobre población, resgistrahdo, según nos ha dicho, los archivos del Gobierno. Con referencia, pues, á datos de 1826, bien (pie publicados después, señala esle escritor á España 13.098,029 hab. y á los pueblos que forman hoy la provincia de Almería en sus respectivos art. 250,900. De todos modos aparece que el Gobierno de aquella época tenia en sus dependencias dalos que justificaban por las relaciones de los mismos interesados, que la España tenía cerca de 14 millones de habitantes.

Scsta población. Asi sorprende, y lo hemos dicho ya en otro lugar, que la misma policía (pie tantos resultados ofreció en sus investigaciones catastrales de 1820, solo señalase á la España de 1831 11.207,087 hab. eslo es, 2.731,516 menos que los que había designados en los trabajos que en 1826 había presentado. Siguiendo casi la misma proporción se vé, que al paso que en 1826 á los reinos de Granada y Jaén se señalaban 1.373,998 individuos, en el año de 1831 se les designaba 1.122,122 conla’rebajacnlrcuna y otra época de 251,876; de modo (pie los pueblos de la provincia de Almería que tenían en 1820, según la policía, 270,677, en 1831, según las mismas oficinas, solo tenían 221,058 habitantes.

Sétima población. Aun hubo de parecerá la policía esce

sivo el núm. de individuos que señaló en sus trabajos de 1831, puesto que en los datos remitidos en el año 1832, solo aparece España con 11,158,274, eslo es,, 49,305 almas menos que en 1831, y 2.780,901 menos que en 1820, según aparece de. la simple comparación de las sumas. Pero si la población general de España resulta menor en 1832 que en 1831, la correspondiente al reino de Granada, ó sea la de las provincia do este mismo nombre, Almería, Jaén y Málaga aparece mayor en la época á quj en este instante nos referimos. En 1831 la población de este terr, era, como hemos dicho, de 1.122,122 , y la señalada en 1832 era de 1.129,452, diferencia de mas 7,330 hab. En la misma proporción, figurando Almería en 1831 con 221,058 individuos , aparece en 1832 con 222,502, aumentada su población en 1,444 almas.

Octava población. Se presenta por primera vez la división terr. tal como hoy es conocida, con escasísimas variaciones C), en el decreto de 30 de noviembre de 1833 en que se hizo en España la correspendienle demarcación de provincia, y en ella figura la de Almería con 234,789 hab. Con solo indicar la procedencia del dato que señalaba á España 11.962,707 hab., creemos bastante esplícacion, porque ya no es desdo esta fecha necesario examinar el número de hab. de la provincia de Almería con relación al de los pueb. de Jaén, Granada y Málaga.

Novena población. Reunía en el año 1836 el ministerio de la Gobernación dalos de alguna importancia para publicar una guia de sus propias dependencias; primero, y por desgracia último trabajo de esta clase. Defectuosos fueron sin duda los datos remitidos, pero cada año pudieron rectificarse las noticias y publicándose con oportunidad , las equivocaciones hubieran llegado á subsanarse paulatinamente. En estos trabajos aparece una población de 11.800,413, esto es, 162,354 menos que en el año 1833, presentándose Almería con 227,209 hab., rebajada su población desde el último censo en 7,589.

Décima población. En el año siguiente ya aparece España con 12.262,872 hab. en el censo que acompaña á la ley electoral de las Cortes constituyentes de 1837, correspondiendo A la provincia de Almería la misma población que le fue designada en 1833, que es la de 234,789 habitantes.

Vndécima población. Reuniéronse en la cap. de Almería en 8 de mayo de 1841 las autoridades , los diputados provinciales y otras personas notables, con muchas de las que nos unen lazos de amistad y de reconocimiento, para presentar la población y riqueza de la provincia de Almería en virtud del decreto de la Regencia provisional del reino de 7 de febrero de 1841: tenemos á la vista copia de estos trabajos, que analizaremos detenidamente al hablar de la riqueza, limitándonos por ahora á decir que personas interesadas en disminuir el número do los hab. del pais, hubieron de señalar á esla provincia 57,011 vec, y 232,645 hab. •

Duodécima población. Apremiaba por aquellos tiempos la pública opinión, ó al menos el senlir ele los hombres ¡lustrados, que ansian para su país un Gobierno que administre con acierto, no que camine ciegamente á espensas de su reputación y de los intereses nacionales, para que se reunieran dalos estadísticos, se examinaran y cotejasen , á fin do dar impulso á unos trabajos do perentoria necesidad para esle pais, si ha de promoverse con seguridad de acierto la riqueza pública en sus distintas clases, en sus variadas combinaciones. En el año de 1842, siendo ministro el Sr. Calatrava (D. Ramón), los intendentes, auxiliados por oíros empleados y algunos particulares, remitieron noticias que aunque inexactas, á no dudarlo, son útiles y curiosas. La población de toda España en los trabajos de las intendencias del año á que nos referimos, es de 12.051,008 hab., y los de la provincia de Almería de 252,292: ó sean 19,647 mas que los designados por la junta de 1841, de que hemos hecho mérito anteriormente. Y ya que se señala una población de alguna importancia, consideramos oportuno y conveniente indicar la procedencia y el apoyo de los trabajos remitidos por la intendencia. Valióse ésta de las relaciones de los mismos ayuntamiento enviadas para formar las matrículas de

(*) No hemos querido hacer mérito de la segunda época constitucional de 1S20 al 1823, porque la división terr. genéricamente hablando, no es la misma: nos limitamos, pues, i decir que la población oficial entonces mas acreditada, era de 11.661,865 hab. , de ellos 195,505 correspondientes i los pueblos que formaba:, entonces la provincia de Almería.

Riqueza. Aunque en terreno bastante quebrado y con frecuencia escaso de aguas en algunos puntos, puede decirse que el suelo do la provincia de Almería es en otros bastante fértil, bastante rico. Ya en el art. anterior hemos manifestado las pro4l. del país . ipic admite toda clase de frutos , indígenas y no pocos exóticos, ¡i pesar de que la agricultura pudiera <?star mejor dirigida y ilar por consiguiente mayores resultados. No cabe desconocerse que la riqueza pecuaria tiene algún valor, que el comercio ofrece .algún movimiento, que la navegación del catatase es de bastante interés , y (pie la minería tiene ocupados muchos brazos y no escasos capitales. Bien es cierto, y esto no es posible dudarlo, que al ver el país lanzado fon entusiasmo en los descubrimientos mineros, mas de una vez se ha visto abandonada y hasta despreciada la agricultura, creyendo que los tesoros metálicos que pueda entrañar la tierra son capaces de compensar las prod. ordinarias del suelo; asi, no en una, sino en varias provincia, y particularmente en Almería, han dejado ciertos hombres, obcecados sin duda, el cultivo de los campos, para recibir después de no escasos desembolsos, terribles y amargos desengaños.

Como conocerán nuestros lectores, no es posible presentar la riqueza de la provincia de Almería, remontándonos á época muy ant., porque ningún dalo poseen ni los particulares ni las autoridades, ni el Gobierno mismo, en el que en comparación con otros pueblos del ant. reino de Jaén y Granada, figuren los de la provincia que estamos describiendo.

Censo de 1799. Pertenecen según se ha dicho, los pueblos de la provincia de Almería al terr. que abraza el reino de Granada; pero como á la vez aparecen confundidas en ant. datos las relaciones de este reino con el de Jaén, hemos creído conveniente al hablar de época remota, estender nuestras observaciones y presentar nuestros cálculos sobre el resultado de las relaciones dadas por los ayuntamiento de los pueblos que forman hoy las provincia de Málaga, Almería, Jaén y Granada. Hecha esta esplícacion, debemos ante todo presentaren un cuadro ligero v desde luego sin ninguna complicación, el resumen ile la población y riqueza que tenían, según documentos oficíales, con referencia á declaraciones de los mismos interesados, los reinos de Granada y Jaén: este trabajo, que Comprende desdo luego el valor de diferentes clases de prod., se ve en el siguiente:

Estado de la población clasificada por familias y por habitantes, y del Taler total, 6 sin deducción alguna de los productos comerciales y fabriles, comprendiendo en los primeros» los reinos vegetal y mineral que presentan la riqueza que tenían los antiguos reinos de Granada y Jaén , al formarse el censo de 1« 1)9.

Volvemos á repetir, porque no queremos incurrir en un error de trascendental consecuencia, que el estado que acabamos de publicar, igual al que figura en la pág. 266 del tomo i.°, ni representa ni puede representar la verdadera riqueza iinp. de las provincia que antes estaban comprendidas en el terr. délos reinos de Jaén y Granada. Este dato, como todos los que en el siglo pasado se reunieron para conocer la riqueza del pais, rio representa la verdadera materia imp.; representará á lo mas el valor de las prod. de los diferentes reinos, según los precios de la época y las declaraciones de los interesados. Pero confundir este dato con la riqueza que debe servir de tipo para imponer las contr., es cometer uno de los mas graves errores económicos y administrativos, causando asi grave perjuicio á los pueblos. Estamos muy lejos de creer que el inmenso terr. que abrazaban los reinos de Granada y Jaén, á Unes del siglo pasado, con el valor que tenían entonces los frutos, solo representarán una riqueza bruta de 5U.9i5,243reales Las mismas personas que teman á la vista las relaciones de las intendencias hechas después de examinar los datos enviados por los ayuntamiento, hubieron de confosar que los esfuerzos de los hombres interesados en disminuir la riqueza por no verse perjudicados en la exacción de nuevos impuestos, lucron mas poderosos que la intervención de los dependientes del Gobierno, encargados particularmente de este trabajo. Es, pues, nuestra opinión , que era mucho mayor entonces el valor total de las producciones ; pero que debió ser rebajado considerablemente para presentarle por riqueza imp. ¿Cómo creer nosdtros que un terr. tan estenso, de prod. tan variadas, rico, genéricamente hablando, solo ofreciera el reino vegetal, elemento principal de vida para aquellos pueblos, 303 reales por hab. al año , ó lo que es lo mismo 28 mreales diarios? Si se tratara de un pais miserable, de un terreno de Ínfima clase, de un terr. sin riego, de unos reinos sin comunicaciones, sin movimiento, sin vida; de una de esas provincia centrales de España en que los r. son escasos, las prod. poco variadas, y aun estas sin salida por falta de mercados, ó por los precios exorbitantes del trasporte, pudiera decirse entonces que la riqueza no fue disminuida en las relaciones de los ayuntamiento dirigidas á las intendencias para reunir los materiales que dieron por resultado el censo dicho de 1799. Pero tratándose de un pais (pie comprende la provincia de Granada, con tantos elementos de prosperidad en aquellos tiempos, hoy tal vez en decadencia ; con un suelo generalmente fértil por naturaleza y por las buenas prácticas agrarias, conservadas religiosamente por tradición des de el tiempo de la dominación de los árabes; de un pais que abraza la provincia de Málaga, cuyo terr., aunque áspero y desigual (siempre generalmente hablando), ofrece lemperaturas propias para obtener variedad de frutos, no solo europeos , sino ecuatoriales; cuyos vinos , cuyas pasas , cuyas almendras, cuyos limones figuran en las mesas délos hombres mas poderosos de España y del estrangero; y que por

consiguiente , bajo concepto alguno, puede ser considerado como pais esclusivamente agrícola, puesto que tiene importancia mercantil, y por fortuna hoy también ind., merced á los esfuerzos de hombres eminentes, de ciudadanos distinguidos : el buen juicio no permite admitir la idea de que sea exagerada, por esecsiva , la riquezi presentada en el documento oficial que estamos examinando. Sabido es, por otra parto, que en las provincia que cuentan población importantes, donde sin ofensa alguna puede decirse, que no hay tanta sencillez, tanto candor , como en las pequeñas ald., como en los pueblos miserables ; las ocultaciones son mayores, porque los nombres de previsión, dirigidos á no dudarlo, por un interés mal entendido, causa principal de los vicios que la adm. pública presenta, disminuyen la riqueza délos contribuyentes, tomando todas aquellas medidas que puedan cohonestar el fraude cometido, y hasta cierto punto salvar la responsabilidad de los mismos que firman las relaciones de los ayuntamiento Con solo leer dos relaciones, una de ald. y otra de cap., es muy fácil convencerse, que son en.aquella mucho menores las ocultaciones que en ésta, prescindiendo de dos consideraciones muy importantes: primera, que la riqueza agrícola ó terr. en pequeño , siempre al alcance, siempre á la vista del fisco, sujeta á la prueba en un tiempo terrible del noveno y el diezmo, no se oculta tan fácilmente como el cultivo eslenso que á la vez presenta una población importante: segunda, que en las grandes ciudades, ademas de la riqueza agrícola, existe la industrial, no siempre de fácil averiguación; la comercial que se presta á toda clase de ocultaciones y fraudes, la urbana, que no ha sido fiscalizada cual correspondía. Todas estas consideraciones demuestran nuestra primera proposición, reducida á que no es posible disminuir ni un solo maravedí del valor del prod. bruto de los diferentes reinos que presentan los trabajos reunidos al terminar el siglo XVIII. A la ilustración de nuestros lectores no puede ocultarse que de esa suma que señala el prod. bruto de la tierra, hay que descontarse , no solo los desembolsos que representan las operaciones de la la branza desde la siembra hasta la recolección , sin olvidar el valor de la simiente; sino las cantidades que gravitan sobre estas sumas por los diferentes conductos con que para impuestos generales, provincia y locales tiene que contribuir el labrador, antes que pueda apreciar la renta líquida que la tierra le ofrece. Presentadas estas indicaciones, que sirven solo para apreciar la importancia que merece el dato que hemos publicado, vamos á contraernos á los pueblos que forman la actual provincia de Almería en la misma época á que nos referimos. Repartida con igual proporción la riqueza que resulta en los trabajos oficiales de 1799, entre todos los pueblos de la compren • sion de lo» reinos de Jaén y Granada, aplicando á la provincia de Almería el.19’70 por ciento, que proporcionalmente le corresponde, obtendremos el resultado que aparece del

IHíSUMKX de la riqueza territorial, pecuaria , mineral y fabril.

El Estado que acabamos de presentar señala á los pueblos de la provincia de Almería un prod. bruto de 53.702,628 en el reino vegetal, de 41.756,369 en el animal, 492,467, en el mineral y 11.360,829 á las fáb., artes y oficios, cuyas cantidades reunidas componen un total de 107.312,293 reales vn. Natural es que esta suma parezca exagerada á los bombres influyentes de la provincia de Almería, y muy particularmente á los que tuvieron parte en los trabajos estadísticos en los años de 1811 y 1842. Esto no impido que nosotros manifestemos que la prod. señalada á la provincia de Almería en el censo de 1799 es á no dudarlo, proporción guardada, menor que las de Álava, Albacete y Alicante; observándose que en datos recientes, á pesar de las ocultaciones , se fija mayor riqueza imponible al pais que describimos. No debe perderse de vista ante todo el modo como se formó el censo de 1799: la adm. central se dirigió á los intendentes, estos reclamaron la relación de los pueblos, quienes interesados en disminuir la riqueza, presentaron las relaciones alteradas, como se reconoce en la advertencia que figura al frente de estos trabajos. Entrando desde luego en el examen del cuadro de riqueza que acabamos de presentar, no vacilamos en decir que podrían darse por muy satisfechos los hab. de la provincia de Almería, sí admitiésemos hoy como cosecha del pais las mismas cantidades que figuran en el documento que tienen nuestros lectores á la vista. Aun suponiendo que la cosecha del trigo no escediera de las 478,238 fan. y sin descontar la parte forzosamente reservable para la simiente , aparece, que sobre la Í)obl. de 1842 correspondoria á cada hab. 1 fan., 10 ceemines y 2 cuartillos. Ahora bien , ¿ es posible pueda sostenerse una provincia que no tiene ningún art. importante de esportacion, donde la ind. es escasa y el comercio poco activo , cuándo se vé obligada á importar inmensa cantidad de cereales para su consumo? A la vista tenemos trabajos curiosísimos de las cosechas anuales pueblo por pueblo, de las principales prod. de la agricultura é ind. pecuaria por el prod. del diezmo en el término medio que ofrecen los tres trienios de 1801 á 1803 , de 1815 á 1817 de 1884 á 1826; trabajo costosísimo sacado de los importantes documentos que se conservan en el Tribunal Mayor de Cuentas. No es nuestro ánimo presentar para cada pueblo el re sultado obtenido; pero si ofreceremos á la consideración de nuestro lectores el resumen de la valoración de las cosechas en el estado siguiente:

PRODUCTOS AGRÍCOLAS.

Tierras blancas.

/Trigo fan. 321,095 á 32 10.275,040

[Cebada id. 259,457 191/2 5.059,41117

I Centeno id. 57,952 27 1.504,704

Cereales. < Maíz id. 115,051 27 3.106,377

I Garbanzos id. 3,195 61 194,895

[Habich.’yhabasid. 5,400 12 ‘ 64,800

U’cros id. 762 16 12,192

Seda lib. 1,460 46 1/2 67,890

Hortaliza y grangeria de

todas clases valor. • 13.512,170

Aumento de 1/30 parte por los pro-
ductos del Escusado 940,486

Plantíos.

Olivares. Aceite…. Arrobas. 56,436 á 421/2 2,398,530 Aumento de 1/36 por los productos del Escusado 66,625

Viñedos. vino Arrobas 14,665 á 11 161,315

Aumento de 1/36 parte por los
productos del Escusado 4,481

PRODUCTOS DE LA INDUSTRIA PECUARIA.

Lana Arrobas 9,992 á45 449,640

Corderos Número 32,060á 8 250,480

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Conviene ante todo tener presente que el término medio de los 9 años, cuyos datos hemos examinado, comprende una época en que se diezmaba con alguna religiosidad, otra en que se observaba ya bastante tendencia á disminuir los pagos, y otra en lin en que la resistencia rayaba en el escándalo. No debe tampoco perderse de vista quo no se hallan comprendidas en el estado las fincas del clero que no estaban sujetas al noveno, ni los terrenos comunales pertenecientes á los propios de los pueblos. Es útil también advertir que en la ind. pecuaria, las liquidaciones del noveno solo se refieren á los prod. del ganado lanar obligados al diezmo, sin incluir los de la parte destinada al consumo de carnes y pieles, ni los del ccrdal, caballar y vacuno, especialmente el número reservado para la cria que debe figurar en las utilidades de esta industria.

Que la agricultura no se ha estacionado en la provincia de Almería , es un hecho que nadie puede poner en duda, por que seria ofensivo al carácter de los hab. de aquel pais, el decir que no han contribuido al movimiento progresivo que se ha observado en España y al desarrollo constante para aumentar sus prod. No ya de los tres trienios á que nos hemos referido, sino de un quinquenio posterior á la guerra de la Independencia, cuyo dato lo debemos ala amistad de una persona cuyo nombre no estamos autorizados á revelar, y cuya residencia ordinaria es Madrid, aparece que la riqueza que representa lo que pagaron por noveno los pueblos de la provincia de Almería solo en la parte de prod. rústicos es de 57.732,425 reales sin hacer deducción alguna. ¿Pudo ser este el prod. del año de 1799 ó mejor dicho el último decenio del siglo XVII, época á que sujetamos nuestras últimas observaciones? Con solo recordar que el prod. bruto del reino vegetal asciende á 53.702,628 reales, se verá bastante uniformidad entre el trabajo oficial del censo de 1799 y el documento particular de que nacemos mérito, correspondiente á la época de 1814 á 1820. Todavia adelantamos mas nuestras observaciones, con el objeto siempre de justificar, que si bien en el censode 1799, y téngase muy presente esúi impostante declaración, podemos señalar á laprovincia de Almería una prod. mayor en alguna especie, porque esto no es posible evitarlo cuando se Dusca la proporción rigorosa entre pueblos de un terr. con terrenos diferentes, sujetos á distintas influencias atmosféricas, en la cantidad total lejos de haber alguna exageración por abultada, puede haberla por diminuta. La cosecha que se señala 4 la provincia de Almería en los art. del reino vegetal, sujetos al diezmo calculada álos precios del quinquenio presentado importa 49.735,560 reales. y su diezmo hubiera sido entonces 4.973,556; pero como también existían prod. del reino animal sujetas á la decimacíon, aumentándose por este concepto 6.166,260 reales aparece un total prod. de 55.901,820 reales, correspondiendo por ellos un diezmo de 5.590,182 reales y un medio diezmo de 2.795,091 reales Ahora bien, para conocer que esla cifra se halla muy lejos de representar el verdadero valor de la época á que nos referimos, séanos permitido comparar este ant. dato con otro mas reciente de épocas por cierto bien distintas, que una y otra representan ideas bien opuestas sobre el origen, naturaleza y obligación del pago de este impuesto. Hemos visto que al terminar el siglo XVIII la materia sujeta á diezmo presentaba un valor de 55.901,820 reales; hemos manifestado que por dalos oficiales de los tres trienios indicados, el prod. bruto por el mismo concepto, bien que faltando algunas sumas de importancia, era de 38.135,036 reales; hemos presentado la riqueza que el noveno señala en un dato irrecusable referente álos años del 14 al 20, y ahoracorresponde por su orden cotejar estos resultados con los que presentan los documentos mas recientes sobre diezmos. Du rantela última guerra civil era tal la resistencia al pago de diezmos, que en no pocos puntos las .autoridades se encontraban sin fuerza moral para realizar el pago de este tributo. No es esta ocasión oportuna de díscrlar sobre las ventajas ó desventajas de este impuesto: conocidas son las opiniones del autor de esta obra sobre esta materia: por eso como estadistas nos limitamos á manifestar un hecho ele importante aplicación ‘, reducido á que aun antes de la época constitucional de 1834 se pagaba por diezmos la menor cantidad posible. Durante la lucha y cuando el pueblo español estaba agobiado por el peso de las contr. que exigían uno y otro gobierno para sufragar los inmensos gastos do una guerra de funestos re

cuerdos, el diezmo se pagaba muy mal, como saben nuestros lectores. Suponemos que no querrán las provincia de Andalucía que hagamos una escepeíon de sus hab., puesto que la his toria nos enseña que en el mediodía de España se ha combalido siempre el impuesto decimal, pagando para este objeto lo menos que podia la clase labradora. Sin embargo, el importe del diezmo en la provincia de Almería en 1837 , fué, según la matrícula catastral de 1842, de 2.425,390 reales y 18 mreales Hemos dicho según la matricula, porque en otro dato oficial que tenemos a la vista, aparece qué el importe del medio diezmo en el mismo año fue de 2.317,799 reales, ó sea un diezmo de 4.695,598. Ahora bien, ¿puedo suponerse que la riqueza ha permanecido estacionaria en la provincia de Almería , cuando tal es el resultado de la prod. decimal en una época en que apenas se pagaba? Para que nuestros lectores formen una idea de lo que significa el prod. del diezmo en las provincia de Andalucía, presentamos á continuación el valor de los art. diezmados en el arz. de Granada en las tres épocas siguientes:

Año común del sexenio de

1831a 183fi 6.352,218 30

1837 3.981,080 26

1838 2.247,,>74

Con estas simples sumas se conoce la baja considerable que el prod. del diezmo tenia, desde que los pueblos hubieron de creer que esta era entre todas las instituciones laque mas próxima ruina amenazaba. Otra prueba de la proporción descendente con que caminaba el valor de los impuestos sobre los prod. déla tierra, aparece del cs’ado que sigue, deducido también de los datos oficiales, estado que manifiesta el prod. que ha tenido el noveno decimal en la díóc ‘ » los quinquenios do

1802 á 1806 416,797

1815 á 1819 378,354

1816 á 1830 219,999

siendo de advertir para mejor comprender las diferencias de prod. que el primer año, estoes, el de 1802, importó el noveno 51 i,923, y el último, esto es, el 1830, presentó única mente la suma de 161,111. Nuestros lectores podrán conocer que si en esta proporción disminuían los prod. hasta el año 1830, mayor, estraordinariaracnto mayor seria la dismU nucion del prod. del diezmo, no solo en el sexenio de 1831 á 1836, sino en el resultado de los años siguientes hasta su completa supresión. Con estos datos podrá comprenderse la importancia de la suma de 2.425,390 reales 18 mreales, importe del diezmo en 1837 , según la intendencia. Compárese la partida de 6.352,248 reales 30 mrs, prod. en Granada por el sexenio’de 1831 á 1836, con la de 2.247,571 reales, cantidad obtenida :n 1838 para apreciar el resultado que arroja el diezmo de la provincia de Almería. Y téngase en cuenta que el sexenio de 1831 á 1836 representa una disminución considerable sobre el prod. de 1830 , y éste, como ya hemos visto sobre las cantidades obtenidas á principios de este «i glo. Si nueslras observaciones no tuvieran una fuerza incontestable , la adquirirían con solo examinar la riqueza, ó mejor dicho, la prod. bruta que presentaría toda España. Calculando exacto el dato de la intendencia, el diezmo de toda España seria 115.576,065, y la riqueza imponible bruta, sujeta á decimacion , 1,155.766,650. Cuando, pues, por la relación do los mismos ayuntamiento aparece que la materia imponible sujeta á diezmo en el año 1799 era de 3,726.468,770 i puede creerse, quo hoy que el dominio agrícola se ha estendido , que los cereales lejos de escasear abundan, que nuestro afán no es como era entonces el divisar desde nuestros puertos las velas que nos trajeran los granos que necesitáKimos, sino el de ambicionar mercados estraños á donde llevar nuestros fruto» sobrantes, no llamándonos la atención la abundancia de los cereales berberiscos, sino el hambre de los ingleses, han bajado nuestras producciones hasta el punto de representar una tercera pártemenos que á fines del siglo pasado? Dupliquese , tripliqúese, lo decimos con entera confianza , la cantidad que se señala como materia imponible, cuando se busca por tipo el prod. decimal, y asi se hace un servicio á la patria, no presentándola abatida y humillada como la mas pobre de todas las naciones europeas. ¿ Qué idea formarán de la España las naciones estrangeras, y particularmente los hombres estudiosos que se dedican á conocer el movimiento de prosperidad ó decadencia en que se encuentran

desarrollo que se supone con fundamento han tenido los intereses materiales de nuestra patria ? ¿Cómo podrán conciliar la depreciación do los valores de toda clase de prod. con la idea, generalmente admitida en Europa , do que España no necesita importar ningún articulo de primera necesidad para le decorosa subsistencia de sus habitantes? No está muy lejana todavía la época en que el pueblo español sufría grandes escaseces, y hasta padecía el terrible azote do la miseria pública ; no está muy lejana la época en que los hombres de gobierno , después de oir á corporaciones ilustradas, después de escuchar el dictamen de personas entendidas, proponían y obtenían del monarca medidas saludables para evitar las funestas consecuencias do la escasez que pudieran esperímentar los mercados públicos. Pero esta época , por fortuna, pertenece á la historia: las carestías extraordinarias de otros tiempos no son hoy de temer; el cui’tivo limitado todavía á fines del siglo XVIII , se ha esteniido considerablemente desde que los españoles se han convencido que el suelo do su pais encierra tesoros mas reales y positivos que los ficticios y seductores que ofreció el terr. americano á la codicia de nuestros mayores. La España después de la guerra de la Independencia, después de la ludia de 1820 á 1823, tuvo la satisfacción de enviar parte de sus cereales sobrantes á la isla de Cuba, y de presentar parte de el’,os en los mercados de Inglaterra y de Francia. Siendo eí.te un hecho cierto, y resultando por otra parto que hoy nuestro afán, como ya se ha dicho, es buscar mercados estraños para llevar á ellos nueslras prod., existiendo co’.no existe, en el pais una opinión muy arraigada de r¡ue una serio de buenas de Almería en 1 cosechas perjudica á los mismos labradores ¿cómo hemos’ de presentar por riqueza imponible la que aparece del dato da diezmo que examinan ios? ¿Cómo hemos de decir que los valores de nuestros prod . se han rebajado del modo estraordinario que resulta de lací >mparacion del censodo 1799, aun prescindiendo de sus equi vocaciones y de sus errores con los resultados que ofrecer i los trabajos jsobre la prod. decimal á qué nos referimos? ‘Sépase, pues, que «cuantos argumentos quieran hacerse, a’ loyados en la ¡cantidad que ha producido el diezmo en este s ¡glo, muy ¡particularmente desde 1814, no pueden destruir i m hecho cierto y constante, á saber, la mayor prod. obteni da en nuestro suelo. En la categoría de las naciones agricol as, para ser España la mas feliz del mundo, no necesita mas que caminos y canales. Queda, pues, demostrado que el d; ilo de 1799, cuando la’España á pesar de las grandes ocultac iones en todos los frutos, ganados y primeras materias de las e .rtes por declaración de las mismas municipalidades, presenta! ia una suma’ de 5,143.938,355 reales, no es bajo ningún concepto exajerado al hablarse de Almería, proposición que hemos qu< :rido justificar con datos oficiales de ant. y recientes fechas.

Junta de 1841. Las v icisitudcs del pais no han permitido en este siglo erapre nder la marcha¡ trazada por alguno de los ministros de los monarcas Carlos III y Carlos IV, celosos por adquirir not ¡cías importantes para conocer la población y riqueza de la nación española. .Comenzó el siglo por una serie no interrun ipida de bastardas intrigas: siguió una guerra en que solo s e trató de salvar, con el honor del nombre español, la ind ependencia do la patria. Sucedió al triunfo de la causa legiti roa, una época de persecuciones que escandalizaron á la Eu r< >pa. La guerra civil fue la consecuencia del alzamiento <iel partido liberal en 1820. El restablecimiento del gobiciudadno absoluto, y la paz que gozó el pais por espacio de < liez años, no sirvió para emprender trabajos de <jgta esp ecie. En la última lucha por tantos años prolongad*., ni me :ncion siquiera se hizo de esta clase de trabajos, üespr.es del c< mvenio de Vergara se reconoció por hombres instruidos la r lecesidad do rendir datos para apreciar el movimier.to de núes tras riquezas; y sin duda bajo las influencias d’j estas ideas-se dispuso en 7 de febrero de 1841, una operador, Cn que se consx leró equivocadamente que existía la fiscalización necesaria par. a neutralizar los esfuerzos de los tpic ‘^dieran combinarse,. i fin de disminuir las riquezas de sus respectivas localidades. En la provinciade Almería reuniéronse personas notables, de pati ‘iotismo, conocimiento cn el’pais, sesun hemos dicho; pero qu e llegaban á la cap. resueltas por esta terrible preocupación qu e nos aniquila y nos anonada, a disminuir la materia imp. de todos los partido jad. Solo asi se

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los pueblos civilizados (VER MÁS EN ORIGINAL)

ALMAGRERA

cuevas de Almagre asi llamadas en la provincia de Toledo, partido judicial de Navahermosa, término de Navalucillos. .» i 4¿L_

filón del Jaroso, causa principal del impulso tan eslraordinario que ha tomado la minería en aquella parte de España, y que se va estendiendo al resto de la Península.

Las muchas cscavaciones ant. , y los diferentes escoriales que se encuentran en Sierra Almagrera , habían llamado la atención de los aficionados á mineria de aquel pais; pero todos sus afanes é investigaciones fueron siempre infructuo sos y sin ningún resultado positivo. En 1838 un pobre labrador de Cuevas de Vera , llamado Andrés López , alias el Perdigón, tropezó en el barranco del Jaroso con una pequeña veta de galena, que empezó á esplotar paulatinamente por su cuenta , sin mas prod. en venta que el pequeño consumo de algunas alfarerías de aquellas inmediaciones. Cuevas de Vera era uno de los pueblos menos civilizados y me nos ricos de la provincia de Almería : sus habit. dependían esclusivamente de la agricultura, con un clima ardoroso, insoportable en el verano, no solo por el escesivo calor que reflejan aquellos arenales, sino también por la mala calidad de las aguas y su escasez en aquella estación. En este pueblo semi-africano había una familia López (distinta de la del Perdigón), uno de ellos maestro de escuela con 3 ó 3 reales diarios de dotación , que fué el amparo y el arrimo á donde vino á refugiarse su hermano Julián López tlespues de las convulsiones políticas de 1808 á 1814. Este Julián Lo pez , tuvo noticia del pequeño comercio que hacia el Sr. Perdigón ; y como estuviese siempre anhelando el modo de no ser gravoso á su familia y salir del estado precario en que se hallaba , le ocurrió decir que aquella veta que beneficiaba Perdigón daba las mayores esperanzas, y que era preciso formar una compañía para utilizar las inmensas riquezas que alli se presentaban. La gente sensata del pueblo no hizo caso de D. Julián ; pero no faltó una docena de labriegos que prestaron fe á sus pronósticos, y organizaron una sociedad á cuyo frente le pusieron como director facultativo, señalándole 10 reales diarios. También hubo alguna señora que cnlró en la sociedad , mas con el objeto de dar una limosna á un desgraciado, que no con el de aumentar su caudal, como lo ha verificado. De este modo quedó constituida la empresa de la mina del Carmen en el barranco Jaroso , la primera y fundadora dal gran desarrollo que ha tomado después alli la mineria. Sin embargo, los socios estaban poco animados, y algunos de ellos vendieron su acción por poco dinero: solo D. Julián era el que animaba y escilabaá que se continuasen las labores. Estas empezaron á producir mineral ferruginoso, que en realidad no era de valor, y fué causa de que se despreciase igualmente el cobre gris que con él salió mezclado después. Otros aficionados de aquellos pueblos organizaron dos compañías: la una, formada de gente de Vera, pidió su registro al mediodía del Carmen, y se tituló la Observación , para manifestar que estaban observando los resultados de la primera y obrar en consecuencia: la otra, constituida en gran parle por ecl., se colocó al norte , y se tituló la Esperanza ; porque sus socios tenían confianza de que la empresa había de dar buenos resultados. También suelen llamar á la mina del Carmen, la mina de Soler ; á la Observación , la mina de Orozco , y á la Esperanza , la mina do los Curas, A fines de 1839 subió la Inspección de Adra á Sierra Almagrera para dar posesión á varías demarcaciones , y entre ellas cinco en el barranco Jaroso, las tres dichas y otras dos cuyas compañías había organizado D. Julián, pero que había colocado sin conocimiento do causa fuera del filón. Muchas son las vicisitudes que ha tenido este mineral en la opinión del público con respecto á »u valor : los unos decían que cuasi era plata pura , otro» que no la contenía absolutamente ; y aun cuando en el dia todos están acordes en que es un mineral rico, varían mucho en el valor que le asignan. Como quiera que sea, los poseedores de las 30 acciones del Carmen han creado fortuna» considerables, puesto que cada acción vale de 40 á 50 mil duros, y los socios de las tres minas que eran ya hacendados, han adquirido capitales inmensos, y construido casas y palacios magníficos. (‘) Pero en medio de esta prosperidad general délos ac

(*) Supónese por algunos que la famosa y ant. c de Vrei, centro de la mineria en tiempo de los romanos, debió estar situado en la eosta , junto á la desembocadura del r. Almazora , en lo que hoy se llama Villaricos , por las grandes esoavaciones de aquel tiempo , que se ven en toda aquella parte del litoral del Mediterráneo : y que volviéndose á reedificar , puede decirte, dicha

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eiuniitai. base dicho, que soto el pobre Andre* Lopez á quien ¡e ha atribuido el descubrimiento de tanta riqueza, se ha quedado poco ma« ó menos como antes estaba, sin dejar de llamarse tio Perdigón ; pues aunque á él y á su compañero Pedro Bravo Perez, les ofrecieron media acción á cada uno, libre de gastos, ó costeada, como dicen en el pais, parece que al tiempo de formalizar la escritura, que se verificó cuando el mineral era ya conocido, solo les dieron un cuarto de acción lin costear, de cuya parte tuvo que deshacerse el pobre Perdigón por valor de unos 900 reales El Pedro Bravo quiso deshacerse también de su parte; pero le disuadió un hijo suyo, y á esta circunstancia puede decirse que debe la fortuna con que hoy cuenta.

Posteriormente se ha asegurado, y asi lo manifiesta el señor Ezquerra en su obra, que en realidad á quien se debe el descubrimiento del filon Jaroso, es á la constancia y á la .ilición minera del respetable D.Miguel Soler, antiguo y rico propietario da la v. de Cuevas, que nunca desmayo en sus investigaciones , ni se arredró por los desengaños que esperimentaba, ni por las dificultades que á cada paso encontraba para llevar su afición adelante. Que él fue quien hizo trabajar aillo Perdigón, quien buscó como científico al otro Lopez, quien escitó a la formación de la primera empresa ó compañía, y en una palabra quien tenia mas afición y mas dinero entre todos los que entonces se dedicaban á minas en aquel pais. Y la suerte ha sido justa con l). Miguel Soler, que ha visto plenamente recompensados sus afanes, con la propiedad de varias acciones de las 30 de que consta la empresa del Carmen (‘) cuya mina por esta razón la suelen llamar como hemos dicho, mina de los Soleves. En muestras de agradecimiento ala Divina Providencia , D. Miguel Soler hace celebrar á su costa todos los años una función solemne de iglesia á Nuestra Señora del Carmen, el dia de su festividad, concluida la cual pasan á su rasa los convidados, que lo son todas las personas algo visibles del pueblo, á disfrutar de un magnífico refresco, que concluye con la diversion que permiten los escasos reeursos del pais. Estas demostraciones, y la general aquiescencia á ellas, ев la mayor prueba de que D. Miguel Soler es el verdadero descubridor de aquellas minas, enemigo por su carácter y fortuna de solicitar distinciones ni condecoraciones del Gobierno.

Desarrollado el frenesí minero en aquel pais, en vista de los »eductores ejemplos que acabamos de referir, acudían las gentes con sus labores á remover los escombros con que los antiguos rellenaron los huecos que resultaban de los minerales que ellos estraian; y cuando conseguían desatorar un caño, admiraban las cuatro paredes que hatean resillado limpias, y con esto cobraban nuevos ánimos para seguir gastando dinero, sin otro resultado satisfactorio. Por eso algunas compañías, desnues de haber hecho crecidos desembolsos para profundizar las labores en algunas minas, han tenido que suspenderlas á las lío. leo

с, porgue el pais se halla en las mismas circunstancia» que entonces , i saber, movimiento próspero en las minos de Sierra Almagrera , cuando decaiga esle movimiento volverá probablemente a desaparecer la pool., porque aquel sitio es muy tercianario , sobre todo en veranos algo húmedos. En la nueva Villa— ricos se han construido tres suntuosas fáb. de fundición, sin contar alguna otra subalterna , y las casas accesorias que exige el servicio de ellas: ademas varios de los minores residentes en Cuevas han edificado allí magni6cas casas de recreo, para pasar la temporada de baños , huyendo del calor insoportable de su pueblo , en lugar de guarecerse en unas miserables barracas provisionales , copio antes lo hacían. Para la construcción de todos estos edificios se ba empleado la piedra estraida de los cimientos dn la ciudad romana ; pero à pesar de esto, y de haberse encontrado algunos trozos de columnas de mármol , alguna inscripción, ánforas v utensilios, no parecen por si solos bastinte poderosos estos indicios para asegurar fuese aquella una с ie mucha consideración , pues no hav restos de un templo, ni aquellos magniiieos mosaicos de que los romanos gustaban tanto para el ornato de sns pavimentos. Probablemente seria una gran población de operarios mineros y de fundición ,»sin mas gente de categoría quilos capataces, administradores y personas de gobierno. Kn aquella época po había accionistas de minas como hay ahora; toda la riqueza era para el dominador del país. En nuestro art. do Águilas (San Juan de lot), nos hemos ocupado de Oct, para referir dicha población á esta ant. e.

П La mina de las Animas que también etta en prod, с« de la misma compañía.

y hasta 170 vara«, por no encontrar otra cosa que escombros, resultado de escavacíones ant., alguna galería, y á lo mas algún macizo ó llavo de mineral dejado de esprofeso para fortificación ó por estéril, cuando se beneficiaron aquellas minas en época muy remota. Entre las innumerables escavacíones ant. é inmensos vaciaderos que frecuentemente se descubren en la sierra, son notables los de los sitios llamados barranco Piñalbo y del Francés que demuestran lo mucho que alli se trabajó, especialmente en tiempo de los romanos, a que se refieren las monedas y candiles encontrados en ellos y en los inmensos escoriales esparcidos por aquellas inmediaciones : viniendo estos efectos á demostrar lo que se lee en los escritos de Plinio y de otros autores antiguos acerca de las grandes riquezas que los romanos estraían de las entrañas do .la tierra en el suelo de nuestra península. Entre otros objetos curiosos encontrados en las escavacíones, se halló una figura de cobre de siete pulgadas de altura, perfectamente modelada del Hércules de barnesio. Sobretodo, la antigua mina de la .Sima, situada en el punto que comprende el barranco del mismo nombre, la majada del Aire y la rambla del Arleal, es uno de los vestigios mas notables do explotaciones encontrados en sierra Almagrera. Se entra á dicha mina por un espacioso socavón ó galería horizontal, cuya boca está al NO. de la sierra en la mencionada rambla del Arteal; sigue en dirección S, iO» E. atravesando las demarcaciones modernas nombradas Virgen del Pilar. Por si acaso, y Nuestra Señora de »Nieva, y á las ili varas de long, se comunica con el pozo de San Ramon de (joña que sale á la su peril cíe con 116 varas de altura. El citado socavón, que es digno de observarse por sus dimensiones de 3 1/i varas de alto y 3 de ancho, por la esmerada igualdad del corte do sus paredes y cielo y por la linea de pequeños nichos que tiene alo largo (fe lodo el hastial derecho, sin duda para colocar en ellos las lámparas ó candiles con que se alumbraban en aquella época los trabajadores, continua todavía en la long, de otras 4o varas, subdividiéndose después en diferentes galerías, una de. las cuales está llena en sus dos orillas de escrementos humanos que conservan perfectamente la forma, presentando una sustancia seca muy ligera y bastante consistente. Otra de las galerías sigue la marcha de un lilon, que sin duda fue el principal que disfrutaron, cuya dirección es próximamente N.18*0.; su inclinación de 60″ á 65° E. y su potencia variable de 1 á 1/8 vara. Se sigue esta galería de disfrute caminando sobre cseoíihros y horas de pozos inclinados que denotan haber continuado las labores á una profundidad mayor. En algunos pnntosse encuentran empalizadas y oirás fortificaciones defectuosas y de poca importancia hechas’con maderas, de pequeñas dimensiones , de los arbustos llamados artos ó espinos, carrascas, etciudad Esta galería se prolonga sobre el mismo lilon como unas 800 varas hasta el pozo de la Sima, que es circular, de mas de 3 varas de diámetro y Î06 de profundidad. Las escavacíones sobre el filon continúan hacia el S. hasta una distancia que no se conoce aun por hallarse rellenas de escombros , lo mismo que sucede en profundidad. De los pocos hundimientos que alli se advierten, el mas considerable está no lejos de la entrada, ó sea en el primer tercio del socavón , donde se desplomó el pequeño intermedio que le dividía de una galería irregular que caminaba sobre él. En varios puntos del filon esplolado, se ven llaves que solo presentan Olido de hierro y sulfato de barita, con muy escasas pintas de mineral argentífero , bastante análogo al del Jaroso , y se conoce que dichas llaves se dejaron mas bien por estériles que para servirde fortificación. En el pendiente del rriadero y entre las zafras alli depositadas , salen algunos pedazos pequeños de galena асе rada muy argentífera. Hay una galena sumamente’inclinada, uueva desde el barranco de la Sima n desembocar ala mitad del pozo de los Cuatro Mudos. Entre los escombros de las escavacíones se han encontrado algunos huesos humanos, utensilios , herramientas, candiles romanos de barro , una especie de sandalias ó calzado grosero de esparto parecido al que en las Alpujarras llaman agovias , y en un pequeño nicho en la galería de los escrementos una moneda en mediano bronce del reinado del emperador Crispo (‘), la cual comprueba basta cierto punto las noticias históricas que atribuyen principalmente ¿lo* romanos e¡ beneficio de las inmensas riquezas

(‘) Coaterva «tamoneda el ingeniero í.», profesor de laboreo de minas y mecánica aplicada alas mismas D. Ramon Pellico,

metálicas que tanta celebridad dieron entonces á nuestro suelo.

El Filón del Jaroso, conocido ya casi umversalmente por su inmensa riqueza, pues en los cuatro primeros años de su heneficio, es decir hasta fines de 1813 üa producido próximamente cinco millones de a. de mineral, es una notabilidad en sudase, es un fenómeno tan singular como el de Almadén, tan notable como el de Guadalcanal, y tal vez específicamente mas rico que Veta Grande en Zacatecas (América). Su dirección determinada con exactitud por un plano trazado por el mencionado profesor, el Sr. Pellico, resulta ser de N. a S. de la brújula, con un pequeño desvio de 6″ hacia el NE. aun que, como después veremos, ha manifestado algunas ondulaciones que han alarmado ;i los dueños de las minas vecinas y á los especuladores (‘). Su inclinación, aunque en algunos puntos ha sufrido incidentes considerables, se conserva término medio á los 65-70″ al E.: su potencia es por lo regular de tres varas y media á cuatro, aunque haya pasado de ocho en algunos sitios; y su estension la que mas adelante espresaremos. La masa del filón está compuesta de una porción de sustancias diferentes, algunas de ellas metalíferas, y otras que no lo son , conteniendo también grandes trozos del mismo esquisto que constituye la caja del criadero. Las sustancias metalíferas son galena hojosa en palmas, galena de grano fino cuasi compacta, cobre gris, óxidos de hierro y de manganeso , arseniuros de plata y de plomo, y otras varias combinaciones de todos estos metales, que exigirían análisis muy delicados para determinarlas, con el debido acierto. En el distrito de la Observación se ha encontrado también un poco de cobre nativo en hojas, y uuas piulas insignificantes de plata vitrea. Las sustancias no metalíferas son la barita y el yeso. Todas estas sustancias se presentan formaudo fajas ó zonas mas ó menos anchas, siguiendo la inclinación del filón , es decir, paralelamente á sus salbandas, las cuales en general están constituidas por los óxidos de hierro. Por el medio del filón corro cuasi sin interrupción un soplado ó grieta irregular, en cuyas caras ó labios no se han visto hasta ahora mas cristalizaciones que de barita de yeso y de manganeso. La galena , tanto la hojosa como la compacta y el cobre gris, son esencialmente argentíferos. Ensayando trozos escogidos de estas tres clases de mineral, han dado, según dicen, un gran contenido de plata hasta el 1 1/2 por 100 en la galena compacta; pero en los ensa vos hechos al soplete por el Sr. Ezquerra , solo ha obtenido de la galena hojosa 6 á 7 onzas de plata por q. de miperal, de la compacta 12 onzas, y del cobre gris, ó por mejor decir, del mineral veteado 14 onzas. Pero bien se deja conocer que ninguno de estos ensayos puede absolutamente servir de tipo ni de base para dar valor al mineral estraido de la mina, en el cual, prescindiendo de las impurezas ó parte estéril, salen por lo general tan mezcladas unas con otras las tres clases de mena, que es imposible obtenerlas por separado , ni hacer el cálculo de la respectiva proporción de cada una de ellas. Por consiguiente, para que los mineros del filón del Jaroso pudiesen saber á ciencia cierta el valor de su mineral, debían molerlo basta reducirlo á polvo, bien haciendo esta operación con toda la mena conforme sale de la mina, ó bien haciendo las clasificaciones ó separaciones que mejor les conviniera; después de lo cual los ensayos darían el termino medio del contenido en plata, y los mineros sabrían á punto fijo la riqueza de que eran dueños. Y todavía seria mas ventajoso que después de molido el mineral, lo lavasen para obtener el eschlig. Pero aquellos mineros lo que quieren es que á la vista se les tase el mineral en el almacén , donde se halla todo revuelto v ademas sucio y lleno de polvo.de lo que resulta que algusas veces los fundidores han salido perjudicados en la compra del mineral, y otras veces entre los fundidores y los comerciantes intermediarios

nudican á los mineros. En uu ensayo hecho de orden de o Inspector, sobre 8 a. de mineral molido , dio por resultado á razón de ocho onzas de plata porq., y aun le

3uedó el recelo de que aquel mineral fue demasiado escogio entre lo bueno.

Desarrollada la ind. minera en la sierra de que nos ocupamos , ea el año de 1839, en el siguiente se contaban ya mas de

O En la mina de 1* Observación so ha reparado basta 21° de •ala direccie».

t¿SSJSS¡T abÍert°? eD e«aCOn el norabrc de minas, situados unos tan cerca de otros, que cuando se trató después de darles las demarcaciones , no se pudo verificar en algunos casos reuniendo tres agujeros; pero’no por eso dejaban eslas gazaperas de tener su verdadero valor, pues se lo daba a ignorancia en o arte de minería , y la codicia de enconar ínflales, haciendo de ellas un objeto de comercio muy lucrativo aunque no el mas honrado, pues se fundaba enaucunárá los crédulos y a los ignorantes. Asi es que, cuando se ha abierto un agujero , siquiera de dos varas’, y pedido su registro y designación de pertenencia, aunque no se demarque nunca, todo el mundo lo respeta y no abre otro en sus inmediaciones, por uua costumbre que tiene allí mas fuerza que la ley; y estos agujeros adquieren un valor que sube ó naja según las circunstancias. Únicamente se hallaban en prod. en el año i8io las espresadas minas del Carmen la 06servaoon y h esperanza, tomadas sus demarcaciones, según el echado o inclinación del filón; pero después han particí pado también de este rico filón la’s de la ¿trolla £scalada, Animas, y alguna otra. Son de notar las inflexiones que aquel esperimenta en su líenule dirección: siguiendo con algunas variaciones el rumbo

aira ¿ «I o .»„» uT- EsPeranza ‘, Carrae» y Observación, gira JO al O. en las Animas, que se halla al N. de las anteriores, tomando sobre io» al B. desde la Rescatada v la Estrella Mt. al S. de las mismas.- siguiendo al N. desde ef Carmen sé observa que cada vez se entierra mas este criadero; por manera que en las Animas se ve su cabeza 130 varas ba oaouel nivel, siendo probable que aun en esla línea descendente forme sus ondulaciones. La inclinación de 65» al E es cuasi

modificación?10 eUa EStrdla‘ *»»»«»» «»■*«> —das

u hlnlr JarT enlel mes de febrero del ano P«»*> de 18» se hallaba ya descubierto en una long. de cerca do 650 varas

lmfam s°aneWT° T* aN» <lel »,ozo de las «C hasta mas al a del Trágala, y en una profundidad de 210 val

SeVTM?-TM^^etrhos))co.n,a.iasde«’eclniveldela boca del pozo de San Jtaft, hasta la ultima profundidad en la mina la Esperanza. El pozo de la Constancia ha dado en agua á las 78 varas y como su boca está mas baja que las de todos los pozos

ni ieVr m«laV MeSU«a (,Ue 6l mVH 1>r0bal,le d0 laS < ?»aS

subterráneas se halla a 260 varas de la boca del pozo de San José. Las ullimaslaborcs de la Esperanza en dicha época, esTaban unas ¿8 varas sobre dicho nivel de agua; las del Carmen v Observación 62 varas; las de la Rescatada y la de la Estrella contando el pozo de su mejora que es el mas profundo , sobro unas 98 varas Por la relación de estas medidas se deja desde uego conocer la necesidad que hav de emprender ci.ahto antas la apertura de un caño general de desagüe, para disminu ir I., altura a que as maquinas que se establezcan hayan de subir el agua. Lna disminución de 200 varas de altura, como seguramente resultara para algunas minas, es una economía ¡me cubre muy cumplidamente los réditos del capital emplea lo en

«tfe^ °S Urgente S» eiecuteE1 SrKzWrra opina que esla debería en su caso practicarse hacia el N. para que el socavón de desagüe desembocase en la rambla del Taral v no hacia el S. yendo á parar al mar. aun cuando por anuí so ganaría mas profundidad, por las razones siguientes Fn orí. merlugar, dice, el punto de partida del sScavon debe ser desde la mayor profundidad de las labores actuales , porque allí es donde naturalmente han de acudir las aguas de todas las minas en actividad. La mayor profundidad, como hemos vislo, esta en el pozo de la Constancia, el cual disla mucho menos de la rambla que del mar, y por consiguiente el socavón sera de la menor long En segundo luga?, desde el p£o de la Constancia, hacia el S., todavía sube muchísimo e ter reno hasla el p.co de Tenerife; y como que de allí en adélan e no hay minas que tengan grandes labores, los po7oí míe habría que abrir para la ventilación del socavón tenrlriTM que ser de gran profundidad, y por consiguiente muv costosos Por la parte del N. el terreno , ademas de ir siempre bajando, tiene muchas quebradas y barrancos subalternos nue pueden aprovecharse para la apertura de pozos auxiliares los cuales llegarían hasta el socavón sin mucho coste ¿> tanVbien hay por allí una porción de minas que tienen pozos profundos, y que algunos de ellos se podrían utilizar parata apertura del socavón, del cual recibirían al mismo tiemno grandes ventajas estas minas. El socavón por el N. no de»

Piojo, San Sebastian, Jesus Nazareno, el Carmen de los tres y la Trinidad. La Piedad de los Anchurones es una mina esplotada de tiempo inmemorial. La constancia de la empresa luchando con los obstáculos que presenta la restauración de cscavaciones antiguas, ha principiado á recoger su fruto merecido, habiendo descubierto á las 130 varas de profundidad un frente que presenta un filon de una vara de potencia de barita, pirita de hierro y galena argentífera, que ofrecerá utilidades en su disfrute. En la Torre se están csplotando veinte y una mina que se titulan el Zapo, el Vapor, San Roque, la Merced, la Regla, San Gerónimo, el Pilar, la Pastora, el Boletín, San Isidro, la Violeta, el Sol, la Cruz de Carayaca, antes Independencia, las Maravillas, San Ginés, la Luna, la Suerte del Hombre, Carmen de Vinagre, los Amigos, el Mundo, y San Francisco. Existen abiertas en el Barranco Francos doce denominadas los Desamparados de Huercal, Vénus, los Santos, San Ginés, San Isidro Labrador, Sta. Isabel, Suerte Vista, Itineraria, Desamparados de Cuevas, San Juan, San Fernando y Ja Eloisa. En el de las Palomas hay cinco que se nombran los Cuatro Mundos, San Ramon, los Tres Amigos, San Máximo, y Palaces. Todas las minas que se abrieron en el de la Morcilla están abandonadas, como las del de Largo Pino, escepto la Instancia y otra. El barranco de la Raja contiene siete minas tituladas, San Jaime, las Angustias (de que luego se hablará), la Culehra, San Miguel, la Mosca, la Cabeza y la Cuna. En el del Hospital del Mar hay once abiertas que se llaman Carmen de Granada, la Suerte, San Antonio, Animas de Vera, San Juan Bautista, los Contrabandistas, Ótelo, el Juan ó Relámpago, Venus, San Canuto, y Sla. Baluña. La Cala del Cristal contiene abiertas treinta y siete minas y son la del Niño Dios, San José, Santa Rila, Once mil Vírgenes, Virgen del Saliente, StaIsabel,San Joaquin, Jesus y Maria, San Pedro Alcántara, San Joaquin cl Alto, el A tenor, San Gabriel del Real, San Miguel, el Guirigay, las Huertas, Santa Ana, el Espíritu Santo, San Felipe, Esperanza de Madrid, San Laureano, Carmen de Giménez, San Juan, Animas de Mojacar, la Victoria, San Canuto, San Bartolomé, Sta. Marta, Impensada, Fortuna, Santo Cristo de la Luz, el Rosario, la Candelaria, San Cleofas, la Samaritain, el Progreso, la Riqueza Positiva, y Como Quieras. En el Pinalbo del Mar existen abiertas diez minas que se denominan Sta. Maria del Chive, el Trueno, San Ginés, anlcs el Ruso, la Juanita, el Terrible, la Revolución , San Francisco el Vulcano, General Mina, y el Progreso. En el barranco del Sombrerko se hallan las nombradas Niño Jesus, Atrevimiento, y Virgen del Mar de Almeria. En el de la Tierra Hoya solo la Primavera, y en el de las Yeguas las de Señor de la Misericordia , la Virgen de Tisca, el Lucero, San Juan de los Terreros , y la Sierpe.

En los espresadns barrancas donde se cuentan 167 minas continuando sus labores, existen abiertas sobre i,500 , unas en absoluto abandono, y otras suspensos sus trabajos, bien por falla de fondos en las sociedades empresarias ó por otras causas.

Barranco Jaroso. Este barranco contiene 38 minas sobre un filon secundario, sin haber roto aun en metales, y son el Desengaño, los Alpes, Alemano, la Templanza , el Pico de Tenerife, el Sultan, San Gabriel de Almeria, la Cabeza, la Cruz, San Ildefonso, San Antonio A’oad , la Union de Albaladejo, el Águila, San Diego, San Ildefonso de Cuevas, San Agustín, la Union Sevillana, el Convenio de Vergara, Union de Aquino, San Vicente, San Cayetano, San Antonio do Paula, Union l., Socorro, las Niñas, la Rafaela, la Pura, la Fama, Santa Rita, Sta. Isabel, San Juan Evangelista, San Buenaventura, Constancia, los Niños, las Damas, Española, Rescatado, antes San Luis, y San Adrian: esta última mina parece que romperá muy en breve en metales según la demostración que presenta. En el mismo barranco se abandonaron por haber dado en agua, las minas San Bartolomé , el Arabe. la Reina de los Angeles, la Teodora, la Pregonera, Maldonado, Bonita, y otras muchas; y corresponden al filon principal, hallándose por tanto abiertas, las siguientes:

La que lleva el título de la Estrella como última al S. sobre el filon rico, produce diariamente de mineral 8 qq. de grueso, 35 qq. garbillo de primeras, 12 qq. de últimas: su profundidad es de lio varas, y confina con las llamadas Union 1.*, la Union de Albaladejo, San Cayetano, y Rescatada, te observa en ella que el criadero se ha dividido al S. en dos

ramas, dirigiéndosela una en toda la profundidad algo al levante: el filon ha presentado en partes, con las diferentes ramas estériles y productivas, un grueso de IT varas de frente ó de anchura.

La mina Rescatada, ó mejora de estaca, linda con la Estrella, la Corona, la Union de Aquino, la Observación y la Diosa; produce diariamente 10 qq. de grueso, 35 id. de garbillo de primeras, y 26 garbillo de últimas ; tiene de profundidad 130 varas.

La Diosa, linda con la anterior, con la Observación, la del Carmen, Virgen del Mar, y Union 1.* : se estraen diariamente 8 qq. de grueso, 65 de garbillo primeras, y 15 id. de últimas. Esta mina esplota la parte superior del filon de la Observación y Rescatada, y de consiguiente su laboreo llega á una profundidad de 65 varas. También se esplota en ella el filon secundario que lleva su rumbo de SO. á NO., y su inclinación á NE. de ti». Es productivo en esta mina y sus labores están paralizadas: tiene de profundidad 110 varas.

La mina Observación, confina con la Rescatada, San Vicente, Carmen, y Diosa; y su profundidad 175 varas. En el año pasado de 1844 se estrajeron de esta mina 464,411 a. de mineral, en esta forma: 63.258 de recio, 181,168 de garbillos de primera, y 219,988 de últimas. El prod, total en venia ha sido, reales v. 4.188,704: que viene á resultar un precio mediode 9 reales y 61/10 de maravedí la a. ,,pues es claro que cada una de las tres clases de mineral tiene un precio diferente, que suele variar■fti el mercado. Ademas han vendido los accionistas 54,000 qq, del polvo ó tierras, resultantes de los an t. garbi Hos, y que estaban abandonados en los terrenos, hasta que el ano pasado han aprendido á fundirlos, y por consiguiente han tomado valor. Se han vendido á 7 reales el qq.; de modo que han sacado de ellos 378,000 reales, ron lo cual han tenido para cubrir los gastos de esplotacion durante el año. Ajustando una cuenta muy sencilla, se vé que los gastos de esplotaGion y adm. apenas pasan del 8 pg de los prod.: resultando sumamente ventajoso , y de que se ven pocos ejemplos en otras minas.

La famosa mina del Carmen linda con la Observación, San Vicente, Esperanza, v la Pura, yes de cuantas encierra el filon Jaroso la que se halla en estado mas floreciente: baste de cir, que ha habido meses en que se han estraido de ella mas de 100,000 a. de mineral, (pie son mas de 900,000 r»., al precio propuesto. Su profundidad es de 175 varas.

La mina Esoeranza confina con la del Carmen, la Constancia, las Animas, Sta. Rita, y la Pura ; su profundidad es de 165 varas. Han estraido en 1844; 40.238 a. de recio, 300,762 a. de garbillos de primeras, y 98,704 de últimas: total 439,704 a. de mineral. La proporción del recio es menor que en la Observación; asi es que el prod, en venta no ha sido mas que 3.456,996 reales, que no llega á 8 reales la a. , término medio. En este mineral no está incluido el que han vendido por separado para atender á los gastos de estraccion: también han vendido polvos y tierras á 7 reales el qq.

La mina de las Animas, situado como se dijo en el barranco do la Raja, linda con la Constancia, San Adrian, San Buenaventura, Sta. Rita, y la Esperanza, prod, diariamente 14 qq. de grueso, 60 id. de garbillo de primeras, y 45 id. de últimas; la profundidad de su taladro es de 160 varas y continúanse sus labores al N. hacia la de San Adrian , con el desvio de 25 á 30″ 1/2 al O., donde ya han avanzado 60 varas. Disfruta de uh filon que tiene desde media vara á tres cuartas de potencia, y se compone de galera argentífera, pirita y óxido de hierro, con inclinación de 45° E., siguiendo la estratificación de la pizarra arcillosa de transición. Sus’principales labores de disfrute Consisten en cuatro galerías de dirección

3ue se comunican entre sí por medio de varios pozos inclinaos escalonados {Trancadas) : se ve en estas labores la constancia del filon, el cual continúa en los frentes ó remates do las cuatro galerías citadas. Su mineral produce de 33 á 34 pg de plomo, y de 5 á 6 onzas de plata purqq. de mineral.

El riquísimo filon del Jaroso, donde seballan las espresadas minas, está produciendo cerca de 8,000 a. diarias de mineral, que representan uña riqueza de mas de 12.000 duros diarios (*) para mineros y fundidores, y trabajadores. Ya se dijo

(*) Prueba el Sr. Ezquerra este aserto del modo siguiente. En los Vrabajot de las minas , dice , no hay la interrupción de los días festivos, pero hay varadas, que tiene á sor le »isoio: de modo que

gadas de ancho al nivel de la tobera , los cuales funden de 400 á 500 a. diarias , y al parecer con muy buenos resultados. Como los dos métodos de copelación son exactamente, el inglés tal cual se practica en Alstonmoor , y el alemán usado en Freiberg, ambos bastante conocidos, no creemos necesario detenernos á hablar de ninguno de ellos. La mezcla adoptada generalmente en aquel país, para formar el suelo ó plaza de las copelas alemanas se compone en volumen de dos y medio de marga terciaria cruda , dos de la misma marga calcinada, y una y media de cal viva. Esta mezcla es poco costosa y damuy buenos resultados. El reflno de la plata de copela se hace, ó bien en forjas muy sencillas , ó en pequeños hornos de reverbero á la sílesiaña ; ambos métodos son tan fáciles como conocidos , para que nos detengamos en su descripción.

A continuación vamos á tratar con algún detenimiento de las principales fáb. de fundición que se hallan en la Sierra Almagrera.

Fabricas De Fundición. Se han construido siete fáb. de esta clase: como principales cuatro para el fundido y estraccion de metales que producen las minas de toda la Sierra Almagrera, y son: una en el si lio de Garrucha, titulada: San Ramón; otra en el llamado Palomares, con el nombre de Madrileña; y dos en el de Villaricos, denominadas Esperanza y Carmelita. Como de menos entidad ó inferiores, hay otras tres fáb. que se hallan dentro de la misma Sierra, en los sitios Boca de Mairena, Tomillar, Taraal.

La fáb. de San Ramón, sil. en Garrucha de Vera, fue erigida en el año 1841 cou objeto de beneficiar minerales de Sierra Almagrera, y especialmente los pertenecientes á sus interesados, que componían la mitad da los socios de la mina Observación, entre ellos, como mas principal, el Sr. D. Ramón Orozco. Dicho establecimiento ha ido pasando sucesivamente bajo la dirección de facultativos ú operarios nacionales y estrangeros, hasta que á fines del año 1842, viendo sus dueños que no habían aun llegado á tocar los benclicios que se habían propuesto, determinaron suspender todas las operaciones y trabajos, tratando de enagenar, si fuese posible, la misma fáb., asi como la considerable existencia de mineral que se habia ido acumulando. Consiguieron en efecto verificar el traspaso de la fáb., y sus existencias fueron vendidas en enero de 1843. Mas en octubre del mismo año volvieron á comprarla y fue puesta bajo el esclusivo cuidado de director y operarios ingleses, siendo aquel el bien conocido profesor D. Diego Michell. Esta fáb. consiste: primero, en 15 hornos de calcinar, que pueden hacerlo de 18,000 qq. cada mes: segundo, en 7 hornos do manga, y 3 de copelar: tercero, » hornos de reverbero; uno para limpiar el piorno, antes de copelarse, y otro para volver el litargirio á plomo. Los hornos de manga reciban el aire por medio de una máquina de vapor, de fuerza de 14 caballos, siendo la cantidad de mineral que han fundido hasta ahora con 4 hornos, lo mas á la vez unos 20,000 qq. mensuales en un mes con otro. La cantidad de mineral fundida desde 1 ° de diciembre de 1843 á 3 de junio de 1844(20 semanas) fue 118,276 qq., que seguu los ensayos del director, se calculó producirían en globo , á razón de 2 2/5 onza de plata por qq., ó sea un total de 286,085 onzas; y resultaron efectivamente de su fundición 285,008 onzas; o sea á razón de 47,501 onzas por mes , uno con otro. Produjo ademas la dicha partida 7,600 qq. de plomo. El consumo del combustible y otras materias , fue como sigue :

Carbón calcinado, ó sea coke, qq. 42,146.

Id. de piedra 20,334.

Leña 1.700.

Tierra refractaria 3,604.

Fundente 4,808.

Los gastos de fundición de cada qq. de mineral salen :

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Hueso en polvo 3

Trabajo manual, ó sea salario de opera-
rios y otros gastos 2 25

Total 10 6

Este establecimiento está en el dia recibiendo un aumento considerable á fin de que quede en disposición de fundir 40,000 qq. de mineral cada mes; y ya para este efecto aprovechaba poco há con el mejor éxito la chimenea subterránea que tiene para condensar los humos plomizos; cuyo conductor hecho á bóveda, es de sieto pies de ancho y ocho de alto, con una chimenea á su estremo, de 72 pies de alto , llegando la long. de aquel á 500 varas. Ocupa la fábrica un cuadrilongo de 170 varas de longitud y 105 de latitud. Tiene tres patios con destino á poner los minerales fundentes; hor nos de calcinación y lavadores de minerales; un laboratorio con dos oficinas ; otra de contaduría , portería, diferentes habitaciones para la de 18 operarios ingleses; un almacén para el hierro y demás útiles de la fáb.; carpintería y fragua; otro almacén que ocupa los plomos pobres; y otras tres oñcinas bastante espaciosas, con las respectivas capacidades para las copelas y hornos de reverbero. Los operarios que se emplean diariamente, en las faenas de esta fábrica, inclusos los ya citados ingleses son 250.

La fáb. de fundición de minerales argentíferos, titulada Madrileña es de la sociedad de los herederos de Rodas y Compañía de Madrid: está ‘,situado en Palomares, término de la v. de Cuevas, provincia de Almería: se halla díst. dos horas de dicha v., 1/* del r. Almanzora, á la orilla del mar y 2 horas al SO. de las minas del Jaroso. El edilicío, sil. en un llano de bastante ostensión, es de los mas grandiosos y notables de todas las inmediaciones: tiene de largo 200 varas, y de ancho 130; su cuerpo principal se compone de dos pisos; en el bajo hay varias habitaciones destinadas para despacho, portería, alojamiento de capataces y demás obreros; y el piso alto está dividido en 5 habitaciones grandes y cómodas para los empleados y socios de la empresa, formando todas un conjunto de 17 balcones de fachada y por el lado opuesto una galería de toda esta ostensión. En el gran patio hay 5 almacenes para minerales, combustibles, efectos y materiales: en los costados del misrao é independientes de la cerca, 2 edificios que contienen 5 hornos de manga, 3 reverberos, 2 hornos de copela inglesa, y 2 de alemana, con dos cámaras de condensación para el aprovechamiento de los que desembocan en dos costados de una chimenea de 80 pies de altura. En la parte inferior de la cerca de poniente hay 16 hornos de calcinación por el sistema inglés, 3 pilas grandes por el alemán y un horno para la calcinación de huesos, y las oficinas para la fragua, carpintería , caballerizas, cochera etciudad En la parte opuesta á poniente existe un horno reverbero de ensayos, una copela para el servicio del mismo, asi como los hornillos suficientes para el reflno de la plata en crisoles, y un laboratorio provisto de todo lo necesario para conocer las operaciones y sus resultados. En el centro del patio existe una bomba hidráulica que surte de aguas abundantes y buenas á todo el establecimiento, y á su frente un puente bascula para carruages de 4 ruedas, pudiendo pesar de una vez en él 1,000 y 1,200 a. En el estenor del edificio hay grandes pedazos de terreno de su propiedad , cultivados y provistos de agua de una noria de mucha ‘abundancia. Los hornos que están constantemente en marcha son 4 de manga que reciben el viento por 4 fuelles de gran magnitud, conocidos bajo el nombre de pavas, movidos por hombres, fundiéndose por lo común 350 quintales de mineral cada 24 horas, cuyos prod. son variables por la clase de él; pero aproximadamente dan de 40 á 50 quintales de plomo-plata ó de obra, de lo que pueden resultar al mes de 30 á 40 a. de plata y algunos plomos de comercio procedentes de los litargirios. Los minerales que se funden son generalmente de las minas Esperanza , Carmen , Diosa, Mejora y Animas. El número de operarios que se emplean diariamente en todas sus labores es de 80 á 90 hombres.

La fáb. Esperanza, construida en 1842, está situado en Villaricos, término jurisd. de la v. de Cuevas, al SO. del barranco Jaroso. Es cuadrado el sitio que ocupa de 130 varas de long. id. de lat. : dentro del edificio hay casas para el director facultativo y contador, 12 habitaciones para los operarios, almacén para (VER MÁS EN ORIGINAL)

ALMADÉN (minas De)

 (‘): Las minas de azogue do Almaden , la de cobro de Rio-Tinto, las de plomo de Linares y

(*) Las principales noticias de este articulo, que no atribuimos á otras personas, están tomadas de una interesante memoria formada por el ilustrado y digno Director actual de minas D. Rafael Cabanillas, que con la amabilidad que le caracteriza se ha prestado gustoso á facilitaruos ademas cuantos datos y noticias hemos creído necesario suplicarlo para que este art. reúna el mayor numero posible de antecedentes.

Falsel, la do calamina de Alcaraz, las de azufre do UeU’m y Benamaurel, y las de grafito ó lapiz-plomode .Marbclla , estan reservadas á la Hacienda pública en virtud del art. 32 del Real decreto de 4 de julio de 1825 (‘). Para poner en ejecución esle decreto, se dio la instrucción provisional de 8 de diciembre del misino aiio, cuya disposición 2.’, establecí1 en Almadén un inspector de diste, minero. El terr. que comprende esta inspección , titulada de la Mancha , se estiende á los punios que hemos indicado al principio de este art., siendo inspector el ingeniero en gefe del establecimiento de las minas de Almadén. Hay en él lo que se llama Ramo de tuinas y Cerco de destilación: el primero tiene los empleados siguientes: l’n oficial 1.» de mina; un |.» 2.» id. id., un 1.» 3.°, un 1.» i.°; un oficial 2.» l.»do mina; un 2.° 2.» id. id., i.» 3.», 8.° 4.», 2.° 5/ y otro 2.° 6.° también de mina : un oficial 3.» 1.» de id. y dos 3.05 2.°’: 17 ayudantes oficiales de mina; un ayudante 1.» de obras; dos ayudantes de obras; un maestro de los talleres de herrería, y otro de los de carpintería. En el Cerco de destilación, hay un maestro de fundición: un oficial l.»del mismo Cerco; dos segundos de id.; uno 3.» y 6 ayudantes de idem. Estos empleados son , como se observa , del ramo práclico ; pues correspondientes al ramo facultativo se cuentan, ademas del inspector y director de las minas mencionado , que es de la clase de ingenieros segundos, un ayudante 2.» al servicio del establecimiento é inspección de Almadén , y profesor de la escuela de capataces ; otro ayudante 2.» al servicio de su clase según reglamento; un aspirante 2.», profesor de la misma escuela, y otros dos al servicio de reglamento.

El establecimiento de minas depende en cuanto á los prod. de estas del ministerio de Hacienda, y por la parte directiva al de la Gobernación : la adm. y contabilidad es en lo personal del primero, y la esplotacion y beneficio del segundo. La adm. está dividida en 4 secciones , dotada cada una con un gefe, un oficial, y un escribiente, con los sueldos que se espresan en el presupuesto que mas adelante presentamos. Los caudales y cuentas de pagaduría generales y de adm., están á cargo de una ¿e las secciones; otra cuida de las eseavaciones, sus consecuencias, jornales y destilación, hospital y factoría ; otra cuida délos almacenes, de los sueldos, y del archivo, y la cuarta del pequeño departamento de Almadenejos.

En el distr. minero de Almadén, se hallan muchos y abundantes criaderos metalíferos, beneficiados algunos en lo ant. como lo demuestra los grandes escoriales que existen en varios puntos de Sierra Morena: y aunque en el año de 1839 estaban paralizados los pocos trabajos que se habían emprendido antes de la guerra civil, después han vuelto á reanimarse. En un radio de mas de 1/2 leg. alrededor de Almadén, («) el relieve del suelo está formado por cuatro cadenas absolutamente rectilíneas; hallándose marcada la linea de dirección de cada una de ellas por las cuestas de cuarcita que tienen la misma dirección que la cadena central de que forman, por decirlo asi, la armadura. Los dos flancos ó vertien

(‘) Por Real resolución de 31 de mayo de 1800, se declaró libre el laborío de los criaderos de azogue que se descubriesen en los domas lerr. del reino , con la condición de entregar el azogue en los reales almacenes a precio aproximado al de su ospendínon. Esle precio se fijó en la Real orden de 27 de marzo de 1842, (jue dispone : 1.» La Hacienda pública pagará en adelante cada cpunlal de azogue á los particulares que lo esplolen a setenta por cíenlo del precio á que venda los de la mina de Almadén. 2.» Como este mineral lo tiene estancado la Hacienda, los particulares remitirán á sus espensas a las adm. de provincia y de parí, que se les designe, cuanto beneficien en sus minas, que se les pagará t>in exigirles el derecho de aduanas , de puertas , ni ningún otro Real ni municipal, y sin que puedan disponer libremente de parle alguna de sus prod. 3.» La Hacienda cobrará de los particulares por el mineral hen«ficiado que entreguen , el cinco por iento, con arreglo «ljprecio establecido en el arl. primero. 4.» Se facilitará en Almadén á los particulares los fraseos de hierro que necesiten para envasar los azogues, pagándolos al eosle que le tengan á la Hacienda, cuyo valor se les entregará al tiempo que entrcgiicu con ellos los azogues á las adm.

(‘) Descripción [geognóstica de Estremadura y Norte de Andalucia escrita en francos por el ingeniero de minas y profesor M. F. Le Play y traducida por D. Fernando Culoli y Lagoanere ayudante 1.» del cuerpo de Ingenieros de minas, y del laboratorio de metalurgia de la escuela espeoial del ramo.

era parecido al que eu Casulla llamaban bermellón, trató de ensayarlo y halló que encerraba azogue. Aunque en marzo de 1676 se reconoció la mina de los Reyes, descubierta cu 1666 en lajurisd.de Chilapa, ensayando los minerales que contenia, el resultado manifestó su poca utilidad , reducida á menos de 1 por ciento ; habiendo tenido aun peor efecto los reconocimientos practicados on 1740 por D. Felipe Cayetano de Menina, en los cerros del Carro y Picbaco, cuyos minerales fue preciso abandonar por su collísimo prod., y los que en Temascallepequc hizo D. Tedio Malo Villavícencio, cuyos resultados se conocen por el hecho de haber abandonado los trabajos indagatorios, emprendidos sobre las muestras de mineral que motivaron su establecimiento. No bastaron estos desengaños, pues se creyó, según asegura Ulloa (*), que en el Perú eran las minas de azogue tan comunes como las de plata ; y con el objeto de no perjudicar al Estado en los derechos que le correspondían , se prohibió el que se trabajase en busca de dicho mineral, en aquellos sitios, en que se presumía haber muestras de él. Decayeron las minas de Guancavclica, y la necesidad obligó a practicar las vivas diligencias que exigía un asunto de tanta importancia; mas pronto manifestó la esperiencia , después de haberse hecho prolijos ensayos, que lo (pie por su color suponia la ignorancia ser mercurio sulfurado, era óxido de hierro, todo lo cual produjo el convencimiento de que no existía cinabrio en la América , por mas que otra cosa diga el baron de Humboldt en su ensayo político sobre el reino de Nueva España (*’). Habiendo, pues, sido vanas todas las tentativas hechas en América, en busca de minerales de azogue ; destruidas las minas de Guancavclica ylasdeldria, se deduce la singularidad é importancia de las de Almadén , mucho mayor desde que se llegó á conocer que con el azogue se beneficiaba toda clase de minerales de plata, por medio de la amalgamación, la cual introducida en Méjico en el año de 1566 por D. Pedro Fernandez Velasco («‘), al paso que aumentó el trabajo de las minas , proporcionando el beneficio de las que por contener minerales pobres estaban abandonadas, hizo crecerlas utilidades del Estado («») en el derecho que este exigía cobrando ya el quinto , ya últimamente el décimo (por las reiteradas representaciones de los mineros) de la plata beneficiada : al mismo tiempo que facilitó también grandes economías á los dueños de las minas , siendo de las mas notables la diferencia de precio de los azogues, pues que usando de los que se conducían de Idria y aun de Guancavclica, subieron en quintal, según asegura Gamboa en su comentario á las ordenanzas de minas , desde 82 pesos y un quebrado á 120 pesos. De aqui se deduce el escesivo aumento de gasto que resultaba á los mineros, para cuyo alivio fijó el Gobierno en el año 1679 el precio del quintal vendido en Méjico en 82 pesos, proporcionando álosdueúos de las minas el considerable ahorro de 38 pesos en quintal, por efecto de los prod, de las de Almadén, que acudiendo al beneficio de los minerales de plata en América , evitaron

(*) Noliciudad amcriciudad ó entrelenim. físico-históricos, fol. 231 y 232.

(«*) Asegura este célebre viajero, que el mercurio se encuentra en varios puntos en el reino do Méjico ; pero aunque él viese indicios de einabrio en los puntos que señala , si en ellos se hubiesen establecido cscavaciones, probablemente habrían producido el resu’lado de las que hemos citado ; pues no es creíble que lus americanos , con necesidad de azogues para el beneficio de ¿us minerales de plata, hubiesen dejado de aprovechar los que le ofrecía su país, pagando à un subido precio el de Almadén.

[«‘ ) Esta es la opinion de Air. Born, que se halla recibida con bastante generalidad. Barba en su arle de los metales asegura, que la amalgamación fue establecida en Potosi en el ano de 1574 ; y Sarria en su ensayo de Metalurgia dice que fue introducida en >’ueva España en 1557 por Bartolomé de Medina , y en Potosi por Fernandez Velazco en 1671. A pesar de todo, la amalgamación debe ser mas ant., según una cédula espedida en Valladolid por la Princesa Gobernadora , en 4 de marzo de 1552 , la cual dice asi : Habiendo visto lo que vosotros y el nuestro Yisorey de esa tierra nos habéis escrito , acerca de la necesidad grande que hay de que se envié ti ella cantidad de azogue para beneficiar la plata, etciudad

(«») Gamboa en su comentario á las ordenanzas de minas asegura que en cada uno de los años .interiores 41761 se acuñaron en Méjico d« 13 á 11 millones de pesos.

que el estrangero, valiéndose de la necesidad , obligase á usar de los suyos á un escesivo precio.

En vista de lo que hemos manifestado, y por la particular atención con que siempre fueron miradas las minas de Almaden , debía esperarse (pie nuestros mayores , sin olvidar su historia , nos hubieran transmitido noticias exactas de ellas , capaces de demostrar el orden de sus labores , respectivo estado de sus frutos, calidad de ellos y demás que podía dirigimos al conocimiento délos filones que antiguamente se disfrutaron ; mas por desgracia no tenemos ni aun la mas mínima idea de estas interesantes particularidades , que nos conducirían al hallazgo de los minerales que aquellos dejaron; y únicamente sabemos (como queda indicado en la Historia) que las escavarou los romanos y los árabes , según aparece de las monedas que de una y otra nación se han encontrado en el seguimiento de varios trabajos; no pudiemlo asegurar que las disfrutaron los Fenicios, como algunos pretenden, por carecer de pruebas para acreditarlo. Asi es, que nada puede decirse relativo á tiempos ant., que pase de! grado de probabilidad , y aun respecto de los mas modernos escasean los datos precisos para la exacta historia de las minas de Almaden. Sin embargo, es indudable que este pueblo, como ya se indicó , fue creado v. en el año de 1*17, desde el cual hasta el de 1512 , se ignora los filones que se disfrutaron , método observado en sus labores, y prod, que rindieron ; sabiéndose únicamente que manejadas por la Real Hacienda desde el citado año de 1512 hasta el de 1525 , tan solo produgeron 500 quintales de azogue ; mas en dicho año, sin duda por lo poco que rendían, y por el enorme crédito que contra el Estado tenian los alemanes Marco y Cristóbal Fuggars ó Fúcares, hermanos , les fueron dadas en arrendamiento con los maestrazgos de Santiago, Calatrava y Alcántara , renovándose el contrato frecuentemente bajo diferentes condiciones. Esto duró hasta 1563, en que continuando con la adm. de las minas los mismos Fúcares, se encargaron de poner en Sevilla cada año, mil, dos mil, y hasta cuatro mil quintales de azogue, pagándolo el Gobierno á diversos precios , según variaban las circunstancias, constando que en el principio del contrato, se les abonaban por cada quintal 11,120 mreales , siendo el menor precio que percibieron 11,000 mreales En fin del año 1645 dejaron los citados Fúcares las minas, ignorándose la causa que para ello habria y los quintales de azogue que sacaron en los primeros 38 años; solóse sabe que en los restantes beneficiaron 188,667 quintales, y que la Real Hacienda se encargó de ellas en 1.» de enero de 1646.

Retirados los Fúcares de la adm. délas minas, bien porque se advirtiera aunque tarde, que obraban como diestros arrendatarios, sin cuidarse de la conservación de aquellas, bien por otras causas, se echaron menos sus conocimientos mineros, su dinero y los brazos de que disponían. Para sustituir los primeros, se buscaron mineros de Alemania que vendían bien caros sus servicios: pues ademasdeun crecido sueldo ó jornal, según su clase, se les concedían costosas recompensas pecuniarias , fijadas en contratos celebrados al efecto, dispensándose para ellos las leyes del reino, en cuanto que no consentían en España hab. que no fueran católicos ; y con el fin de poder atender á tantos gastos , se consignó por Real orden de 13desetiembre de 1650, la renta del segundo 1 p§ de todo lo vendible en Almadén, Chillón, Santa Eufemia , Belalcázar, Hínojosa, Torrcmilano, Torrefranca. Pozoblanco, Torrecampo, Villapcdroche, Villanueva de Córdoba, Fuenteovejuna, Conquista, Cabeza del Buey, y estado de Capilla, y despues otros diferentes pueblos, cuya determinación produjo , como era natural, multitud de espedientes y ejecuciones, después de diferentes moratorias, y todo menos el objeto propuesto. Repitiéndose las comisiones, y creciendo con el tiempo las urgencias y la dificultad de hacer efectiva la cobranza, vino á determinarse que la dotación de las minas se pagase por la tesorería de rent, de Córdoba. Para que no faltasen brazos, se concedió exención general de quintas, que siendo una de las condiciones del asiento de los Fúcares, aunque con limitación á 300 familias elegidas por ellos , fue estendida á todos los mineros ; acordada en 1776 para las milicias, y en 1792 para las contr.i mandándose en 11 de agesto de 1777 que se publicasen dichas exenciones en los pueblos de mas vecindario de las provincia de Córdoba, Ciudad Real y Badajoz. Pero no bastaron lodos estos esfuerzos paraatracr trabajadores (VER MÁS EN ORIGINAL)