SALAMANCA

: ciudad con ayunl., cap. de la prov , partido judicial y obispado de su nombre; residencia de las autoridades y corporaciones superiores de la provincia; del juez metropolitano delegado del arz. de Santiago; del castrense y cruzada; de •a prior de Rollan, perteneciente á las órdenes militar«; drl – , de la Valdohla V San Cristóbal; adm. de rent, y principal de

naárg. der. del r. Tormes, en medio de una especie de herradura ó concavidad que hace el espresado r. á los Ie 27′ y 49» long. O. y 4í° 20′ lat. N. El clima es inconstante, desigual y trio; los vientos mas frecuentes los del N. y O. y las enfermedades mas comunes las afecciones de pecho.

I.4TIÎBTOR De La PoblaciÓn. Enciérrase esta dentro de unas débiles y ant. murallas que dan paso á la misma por medio de las puertas llamadas de Zamora, Toro, Suiíü-Sinritus, Sto. Tomás, San Pablo, los Milagros, San Bernardo, Villa mayor y el Rio, hacia cuyo punto se encuentra el famoso puente sobre el Tonnes, que es una de las antigüedades mas notables de Salamanca. Consta de 27 arcos, teniendo de largo 500 pasos y 12 de ancho. Su construcción es romana, por el estilo del puente de Segovia, Miranda, Alcáatara y otros de la misma época y gusto. Ignórase quien fue el primero que mandó construir este puente, pero sábese de cierto, que fue reedificado en tiempo del emperador Tj-ajano en la forma que hoy se ve, según testimonio del historiador Gil González Dávila ; esta reedificación y otra en tiempo de Adriano constan de dos inscripciones latinas que se hallaban en las casas del señor conde de Fuentes, en tiempos del referido historiador, y son ñ la leira: «/mu. Oesar Divi Nevœ, Filius Neru. Traianus Aug. Germ, P. Л. Trib. Put. Cos II Restituil. M. P. 11.» La de Adriano es: »Imp. Casar Divi Traiani Par Tici F. I). Nervie Nepos Adrianus Aug. Pont Max trib. Pot V Cos III Hestituit CXLIX.a

Forman el cuerpo de la población unas 2,800 Casas, casi todas de ant. construcción, perteneciendo muchas á grandes titulos, que antes residían en la ciudad y hoy se han trasladado á la corte. Generalmente son cómodas y abrigadas, por reinar mas el frió que el calor. Sobresalen como notables la Humada de ¡as Conchas propia del marqués de Valdecarzana, sil. frente del gran edificio de los jesuítas. Tiene aquel nombre por las muchjs conchas que hay diligentemente ejecutadas en los sillares de las paredes esleriores. El escudo de armas que decora la fachada, es del estilo gótico, y eslá ejecutado con sumo gusto y elegancia. El patio es singular por las labores que decoran las columnas, antepechos y demás partes del edificio. También es muy uclable la portada y palio de la casa llamada de la Sal, que tiene grandes y magnificas columnas, cabezas y otros ornatos bellísimos del tiempo del renacimiento. Las» casas del conde de Garcigrande y lade los Maldonados sobresalen por el mérito de eus fachadas, como la de los Espinosas, la de! marqués de Almar/a y conde de Monterey.

Las calles principales son la de Zamora que es recta, ancha y despejada : arranca desde la puerta de este nombre, encontrando en su mitad la plazuela de Slo. Tomás, cuya circunferencia está toda ocupada de edificios y casas notables, desembocando en la plaza mayor. La calle de la Un i es estrecha y en ella tienen sus tiendas muchos plateros y libreros ; va desdo la iglesia de San Martin, contigua á la plaza Mayor hasta la plazuela de San Isidro, que está cerca de la Universidad é iglesia caled. Finalmente la calle del Prior, parte de la mencionada plaza y conduce al campo de San Francisco, donde se halla la plaza de los loros. Mas sobre todo, es célebre en esta ciudad la plaza Mayor, y aunque su arquitectura se resiente de la época en que se realizó tan frandíosa obra, no por eso decae de su mérito. Es cuadra a y tiene un pórtico con 90 arcos que sirven algunos de desembocadero á varias calles. Las casas son iguales, con tres pisos y antepechos de balaustre sobre el cornisamento. Ocupan uno de sus frentes las casas municipales, cuya decoración es una mezcla de columnas, niños y hojarasca, siendo las primeras del orden corintio, teniendo varias en el primer cuerpo y cuatro en el segundo, en el cual descuellan dos bustos de’piedra que representan á Carlos IV y María Luisa su esposa, obra del maestro Alvarez. Ademas de laa oficinas de la municipalidad contiene esta casa las pertenecientes á la escuela de nobles artes de San Eloy. En las enjutas del gran pórtico de la plaza Mayor hay medallones que representan la série de nuestros reyes y de varios españoles célebres, pero son de mal gusto y de un efecto pesado. Con todo, la plaza es muy elegante y tuvo principio su construcción en \’t20 , concluyéndose las 12 casas del pabellón real en 1733 , como lo denota la inscripción que hay en ella

TOMO XIII.

al tenor siguiente: «Reinando Felipe V el Animoso, la M. /„. ciudad de Salamanca empezó esta obra á 40 de marzo de 1720,’ siendo corregidor el Sr. D. Rodrigo Caballero y Lianes intendente general de. Castilla por sus diputados los Sres^ D. Juan de Barrientos de Solis. D. Francisco Honorato y San Miguel, D. José de Gastilla, conde de Francos, Don Juan Gutiérrez y D. Francisco de Soria; y se concluyeron las doce casas de esta línea llamadas el Pabellón Heal, el día 3 de marzo de 1733. Soli Deu honor el gloria. Todos los portales de esta plaza están hoy ocupados por tiendas de comercio.

La ciudad está dividida en tres distritos municipales, gobernados por otros tantos tenientes de alcalde. Tiene regular empedrado y aceras en las calles principales. Está alumbrada por faroles ordinarios, menos los de la plaza Mayor que son de reverbero; finalmente hay en ella una regular limpieza.

Edificios Notables: El genio de las artes derramó en otro tiempo sobre Salamanca el torrente de sus magnificas inscripciones, cubriendo su solar con grandiosos monumentos, que hoy contemplan con admiración y entusiasmo naturales y estranjeros. Entre estas maravillas del arle, que todavía ennoblecen la ant. y famosa ciudad, merece especial mención el edificio llamado del Arzobispo, perteneciente al colegio mayor de este nombre , y en la actualidad destinado á colegio de nobles Irlandeses. Fundólo por el año 1522 Don Alonso de Fonseca, arz. de Toledo. La fáb. es colosal y suntuosa; su fachada inspira ideas de grandeza y esplendor, siendo digno de la mas alta contemplación el palio principal con galena alta y baja. Desde que se penetra en el edificio se conoce el delicado y elegante gusto con que eslá proyectado y ejecutado; las columnas son sumamente airosas, ligeras y esbeltas. Los arcos do la galería baja son circulares, y’ovalados los de la superior, ofreciendo de este modo una grata variedad. Los relratos de medio relieve que contienen los medallones están ejecutados con tal primor y belleza, tienen fisonomías de lanía cspresion y espiritualidad, que vaciados en yeso harían buen efecto en una galería de escultura. Tiene una hermosa capilla con magnífico retablo en el altar mayor, siendo las obras de escultura y pintura de Berruguete y Miguel Ángel. El edificio se conserva en buen estado, ocupando la parlo principal el colegio de nobles Irlandeses y la hospedería el hospital militar.

La catedral es una iglesia suntuosa y de gran magostad, ejecutada según el estilo gótico moderno. Tuvo principio la obra eu 4513 y se concluyó en I73i; lo primero resulla de la inscripción que se lee en una esquina de la portada principal que dice : «Hoc tern-plum incœplum est anno a nativitate Domini MDXIII iliasjovis A moisis Л/а it. La obra se empezó siendo ob. D. Francisco de Bobadilla y bajo cl pontificado del gran restaurador de las artes en Europa, León X. Fue ordenada por el maestro Juan Gil de Onlafion, y ejecutada por su hijo Rodrigo con aprobación del maestro Cobarrubias, gran arquitecto de Toledo y de otros varios que concurrieron á levantar y examinar» los planos de la misma. El templo liene 178 píes de largo y -181 de ancho, sin el grueso de las paredes. La nave mayor tiene do luz 00 pies y 37 y 1/2 las colaterales. El crucero es de 50 pies en cuadro y la capilla mayor de 75 de tirada. Las columna* del crucero tiene 1? pies de diámetro y las de la iglesia 10. El trabajo de la portada es sumamente esmerado; tiene tres ingresos y el del medio está dividido por una columnita, donde esta colocada una estatua de Nlra. Sra. teuiendo encima dos medios relieves que representan el nacimiento do Nuesto Señor y la adoración do los Reyes. Con el mismo gusto están adornadas las otras dos puertas, y en la que lta~ man de las palmas se representa en medio relieve la entrada do Jesucristo on Jerusalen. Todo el interior del templo so baila decorado de cuantas obras y trabajo delicado son propias de estas construcciones. L»a torro junto á la portada principal desdice del conjunto de la obra por ser del tiempo de Churriguera, que desplegó en olla sus extravagantes caprichos. En el terremoto do Lisboa de 17o5 creyeron que la torre se ‘desplomaría y por consejo do un arquitecto estranjero se tomó la entraña determinación de forrarla coa una capa de piedra para evitar su ruina. La igl tiene alrededor un terraplén y espacioso paseo enlosado que le cer->

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can por Jos lados de О. у N. Los ánditos con sus antepecho* trepados que corren «obre los arcos de la nave del medio v sobre las de las capillas al rededor de la iglesia son de mérito y también muchas medallas que representan santos y varones ilustres. Los respaldos de los tres lados del coro son do pésimo gusto; la sillería de ól vale también muy poco , lo mismo que los retablos modernos de mucbas capillas. En otras se ven cuadros, unos copias y otros originales de célebres autores. Entre las alhajas, ornamentos y preciosidades que tiene esta iglesia debemos mencionar la custodia, que es de un gran mérito y del orden gótico. Hecha esta ligera descripción del templo catedral diremos ali^o de la iglesia vieja que parece se hizo por los años 1100. Consta de 3 naves con sus pilares de división y cañas resaltadas. Ы cimborio está »domado con un cuerpo de columnas grandes en la circunferencia interior, y en los intercolumnios de estas hay otros 2 cuerpos de columnas pequeñas, encima las unas de otras. El retablo del altar mayor contiene gran número de cuadros en tabla que representan la vida de Jesucristo. En esta iglesia fue bautizado D. Alonso XI y se enterraron varias personas notables. En una de las paredes del claustro de este templo se conserva orígiral aaa lápida romana que dice:

Julia Basina

II ABITO

Indolgenti

La cosa colegio de San Bartolomé, vulgarmente llamado el Colegio Viejo, es otra de las creaciones osadas, en la que desplegó el genio del artista toda su pompa y bizarría. Tiene aquel nombre por ser su fachada de una gran antigüedad. Se fundó el año de 14(0 porD. Diego de Añnga y Muüonado dándose principio á la fábrica en 1ÏI3, mas el edificio actual de que vamos á hablar se construyó en 4760 con arreglo á los diseños de D. José Ilermosilla. La fábrica es de una arquitectura clásica ; la po-tada es grandiosa sobresaliendo un pórtico de mucho mérito con 4 colosales columnas del gusto jónico compuesto. El claustro tiene galería alta y baja con 16 columnas de una pieza sin las medias de los ángulos; la alta es de un jónico compuesto y la baja del orden dórico, siendo ambas espaciosas y alegres. La escalera principal es del mismo gusto y magnificencia que la del real palacio de Madrid: tiene î ramales simétricos con anchos escalones de un suave declive. Los salones son espaciosos con altas techumbres; en el principal que es la sala rectoral hay una sillería cuyos respaldos contienen miniaturas originales de la China efe una belleza y colorido encantador; regalo que hizo un ob. de Filipinas, alumno que fue de este colegio. En la galería alta so conserva con suma veneración el cuarto que habitó San Juan de Sahagun mientras fue colegial. La iglesia tiene portada y retablo de mal gusto; los cuadros son de mucho mérito. Entre la puerta del colegio y el claustro á laizquierda hay en la pared tres inscripciones romanas, una original y las otras copias de las que se hallaron al abrir los cimientos de la obra. El colegio que acabamos de hacer mención, ha producido en todos tiempos hombres eminentes en diversas carreras, y en prueba de la gran reputación que gozaba en el siglo XVI se le consultó sobre el célebre divorcio de Enrique VIH de Inglaterra con Catalina de Aragón. Loe salones de este edificio están destinados en la actualidad á museo provincial.

La caía convenio de Slo. Domingo y su iglesia es otra de las maravillas de la mas alta importancia que ofrece Salamanca; la obra es muy notable por lo suntuosa. En la fáb. del edificio se advie’rtcn varios géneros de arquitectura , á causa de los muchos años que duró su construcción. La iglesia en forma de cruz latina es toda del estilo gótico moderno : tiene portada bellísima con multitud de labores y estatuas. El bajo relieve del medio que representa el martirio de San Esteban es obra de Antonio Ceroni. En los claustros se ven multitud de cabezas, medallas, bajos relieves y otros adornos graciosos del gusto medio. La escalera Srincipal, la sacristía, la librería y otras muchas piezas son ignas de tan notable edificio. El retablo del altar mayor es de mal gusto, mas las pinturas de la iglesia no carecen de ól por ser de autores de reconocida nombradia. En este conv. parece que tuvieron varias conferencias los hombres mas eminentes de la nación con el célebre Cristóbal Colon,

cuando este gran hombre propuso á los Reyes Católicos »I descubrimiento del Nuevo-mundo.

El colegio de los Jesuítas es otro de los monumentos notables que se alzan en esta ciudad La iglesia y sacristía está hov adjudicada á los capellanes reales de San Marcos, lo reblante del edificio lo ocupa un seminario conciliar. El conjunto de la obra es digna de consideración por la grandeza y bellezas artísticas, empero carece de conformidad por haberse hecho en diferentes épocas, y con diversos gustos arquitectónicos. En la escalera principal hay el siguiente letrero. Esta casa real se fundó en el año de 164 4. futro* sus fundadores con real magnificencia los católicos rey« D. Felipe III y Doña Margarita de Austria. Antes que st fundase esta casa ya habia jesuítas en Salamanca, y ocupaban el edificio que actualmente está destinado á cementerio , habiendo muerto en dicho edificio el célebre padre Acosla , yiagero por América y Europa, y autor de varios tratados importantes. La portada de la iglesia es de mentó. Su primer cuerpo consta de seis grandes columnas corintias , teniendo otras tantas el segundo; encima de este har un gran medallón de medio relieve , que representa U Asunción de Ntro. Señor. La nave del templo es grandiosa, y el crucero lleno de agradable sencillez. En cada lado dividen cuatro pilastras dóricas los arcos de las capillas. U cúpula, desde el anillo para arriba, tiene pilastras y ornatos de poco gusto , y todos los retablos de la iglesia, incluso el mayor y colaterales, son de mal efecto.

El colegio de las órdenes militares de Calatrava, fundado por el emperador Carlos V, es de algún mérito. La fachada es grandiosa, la portada de mediano gusto,peroei lo interior llama la atención una magnifica escalera construida al aire.

El colegio del ttey, restaurado en parte de la total ruins que sufrió en la guerra de la Independencia, llama la atención por la posición culminante que ocupa. En la actualidad está destinado á cuartel de infantería.

El edificio que fue colegio de los Huérfano» tiene una portada de un género muy delicado, que introdujo en tiempo de Carlos V el célebre Berruguete.

Establecimiento* de comodidad y recree pébikt. Empezaremos por el teatro, construido recientemente y que se abrió por primera vez en 484-6. Es propiedad oel hospital civil: tiene foro ancho y espacioso, dos andanadas de palcos , cazuela , tertulia, lunetas y plateas, todo por el estilo de los teatros mas modernos. Esta situado en un e ..tremo de Is población, lo cual no deja de ser defectuoso. La plaza de loros se halla en el llamado campo de San Francisco. Está contruida con toda solidez y á semejanza de la de Ronda, cabiendo en ella unas 8,000 personas. Los café» principals son dos, el uno está en la plaza Mayor, y ocupa el primer piso la sociedad de recreo llamada Circulo, que se compone de las personas principales de la clase media de la pool ; el referido café es ademas juego de billar. El otro está situado en la calle del Prior, habiendo ademas tres casas de billar, que son al mismo tiempo botillerías. Entre los varios mesones que hay en la población, son los mejores el llamado de los JabeI’!•;,’• n la calle del Toro, el del Hincón en la plazuela del Ángel y el de los Toros , que está en la plaza Mayor; en este alio se ve una de las mejores pastelerías de la ciudad, y en U calle de la Nevería hay otra.

KHtableelmlentwi de BenrBccnel*. Los principale son el Hospicio , el Hospital civil de la Sma. Trinidad, fl colegio de Carbajal, el convento llamado de las Viejas y el de las Recogidas. Se ignora el tiempo de la fundación del hospital de la Sma. Trinidad, que se cree fue en la ером de los Reyes Católicos. En lo ant. hubo en Salamanca 3Í hospitales, reduciéndose después al mencionado anteriormente , al do Sta. Maria la Blanca, al de San Uregorio. si del Caballo Blanco y al del Amparo, lodos para hombres, habiendo algunos otros para mujeres; finalmente, el oh. Tavira los redujo á uno , que es el que hoy subsiste con el nombre de la Sma. Trinidad. Tiene una sala llamada de Sil Bernardo, con 22 camas , para hombros que padecen dolencias propias del arte medico, otra con 20сапшраг1 casos de cirugía, llamada de San Vicente; una demedioim con 14 para mujeres, denominada de la Pasion, v otra de cirugía para las mismas, llamada de San Juan de Satwguu.

 

Cuando hay mucha afluencia de enfermos, se ponen intercaladas otras camas entre las anteriores, y ademas se ocupa otrasala llamada de los Dolores. En tiempo de primavera se habilitan dos departamentos para los enfermos atacados de venéreo, cada uno con 18 camas. El establecimiento se halla dirigido por una diputación de 14 individuos, mitad de ellos eclesiásticos, bajo la inspección da la junta de Beneficencia. Los gastos que ocasiona al año ascienden á 80,585 rs , que se cubren con 53,048 que tiene de renta en propiedad tcrr., y el déficit con fondos que proporciona la Diputación Provincial.

Hospicio. Este establecimiento fue fundado por Fernando VJ en diciembre de 1752, y en él se albergan una porción de pobres, á quienes se ocupan en los oficios que cada cual sabe desempeñar, bajo la dirección de un maestro que costea el mismo establecimiento.

El presupuesto de esta casa importa 277,546 reales, que se cubre con 36,033 de rentas propias ; 33,000 procedentes de la venta de efectos que se elaboran en la misma ; 3,000 de donaciones y legados, y 200,493 de repartimiento en la proy._, escoplo el partido de Ciutlad-Rodrigo.

Niñas Esjiósitus. Este establecimiento so encuentra en el mismo local del hospicio, y sostiene por un quinquenio 536 párvulos desde la ed;id de 10 meses hasta lado 7 años; también sostiene anualmente á unos 320 niños en el estado de la lactancia. El presupuesto de dicha casa asciende en el presente año á 203,961 reales, y se cubren con 32,343 do reñías propias, 4,000 de donaciones y legados, y 167,018 que paga la provincia,escepto cl part, de Ciunad-Rodrigo.

Seminario de Carbajal. Fue fundado por D. Antonio de Vargas y Carbajal con el objeto de sostener y dar educación u cierto numero de uinos que después emprenden carreras literarias. Su presupuesto de gastos asciende á 26,879 reales, que se cubre con 24,477 de rentas propias , y el déficit con los fondos provinciales.

Recogidas. Fue fundado en 165S por D. Gabriel Alonso de Solís y su consorte. Sostiene 14 colegialas, que para ingresar en él tienen que practicar ciertas informaciones. Si alguna de ellas después de estar en el establecimiento contrae matrimonio, se le dan en dote 550 reales Importa el presupuesto de gastos anualmente 16,866 reales, y el de ingresos 17,366, cuyo sobrante se da á otro establecimiento.

Caridad (vulgo las Viejas). Fue fundado por D. Bartolomé Caballero Torquemada en 1623. Sostiene 6 colegialas que abonan de 2 á 3,000 reales en concepto de entrada , y se les paga diariamente 2 reales por razón do alimentos, con mas el agua y medicamentos. Él presupuesto anual de gastos importa 6,2H reales, que se cubren con 1,792 de ingresos propios, y el déficit de los foados provinciales.

r •*• iiiiii-r hiiii-iii u« iii- inetrucelon publico. Universidad. La necesidad de encerraren un pequeño cuadro los hechos tan distintos y numerosos que abraza la vida de este célebre establecimiento, en el largo período de muchos siglos, nos obliga á dividir el presente trabajo en las siguientes partes: 1.’ Origen y ojeada rápida de la historia de la Universidad : 2.» Estatutos y privilegios: 3.a Rentas: 4.a Algunos trabajos científicos de la Universidad : 5.a Sus hombres célebres, y 6.« Monumentos artísticos.

Origen de la Universidad. Cuando los pueblos germánicos se desprendieron del Norte destrozando el imperio romano, y consumando la revolución mas grande y terrible que habían conocido los siglos, la humanidad quedó pro

fundamente sumergida en las densas tinieblas de la barbarie. Después el cristianismo depositó en el seno de los invasores, el germen de la inteligencia, y sus divinos dogmas dieron una nueva impulsión á la razón humana, haciéndose sentir nuevos desarrollos en el espíritu de aquellas generaciones. Por esta-razón en el siglo XI ya son célebres las escuelas monásticas de España, Francia, Italia y otros países. El siglo XII dio un gran impulso á la civilización, tranformándose las escuelas en grandes universidades, donde la inteligencia remontó mas alto su vuelo y abarcó todo el vasto dominio de las ciencias. Asi, consta que Salamanca en este siglo tenia ya sus primeros esludios en la ígl. cal., pues en el año de 1179 había en ella Maestrescuela Î dignidad, que si en su origen tuvo anejo el cargo de ensenar, después se eslendió al de presidir á los demás maestros, gobernando las escuelas en nombre del cabildo. Después D. Alonso IX de León, dio aumenlo á estos estudios, que en su mayor parte eran puramente eclesiásticos, planteando la univ. á fines del siglo XII. l’or tanto, es la de Salamanca una délas primeras de Europa. Fernando Ш. por real cédula de 16 de abril de 1243, dio nueva fuerza a los privilegios que su padre había concedido á este establecimiento. Alfonso X I« dispensó poderosa protección, v creó nuevas cátedras, dotándolas á espensas de su tesoro». Ademas , para darlo gran consideración alcanzó del Papa Alejandro IV, que por ып breve espedido en Ñapóles eo 1255, le dioso su auténtica y solemne sanción. Medio siglo después de su creación era ya célebre en Europa, haciéndose de ella en el siglo XIII honorífica mención en el décimo tercio concilio general, y tal era su reputación en el siglo siguiente, que en el concilio de Viena se mandaron establecer cátedras de árabe y demás lenguas orientales, en las cuatro universidades mas famosas de aquella época. París, Salamanca, Oxford y Bolonia. En el siglo XVI llego á su zenit, sufriendo después las vicisitudes inseparables á toda institución humana. En los primeros tiempos do su fundación contó en sus aulas hasta 14,000 estudiantes, conservando de O á 7,000 hasta el siglo XVI. Las familias mas ilustres del reino enviaban sus hijos á estudiar á esta universidad, como igualmente de todos los países de Europa. Los rectores eran las personas mas ilustradas de la nación, habiendo desempeñado este cargo los infantes D. Enrique de Aragón y D Sancho de Castilla.

2.° Estatutos y privilegios. No consta que diesen estatuios á la univ. ni Alfonso IX ni Fernando III ; se sabe únicamenle que su gobierno estaba encomendado á los ob. de Salamanca y deanes de su cabildo. Empero concedieron varios privilegios á los profesores y estudiantes. Sus primeros estatuíoslos recibió de Alfonso X, quien aumento algnnas cáledras como las de lenguas, retórica, medicina, geometría, aritmética y matemáticas. En 1298 Bonifacio vfil la declaró sujeta á su jurisd., regalándole el tomo 6.» de sus decretales y exigiendo se crease una cátedra para la enseñanza de ellas. En 1334 Juan XXII separó de su administración el gobierno de la univ. estableciendo el cargo de cancelario. Benedicto XIII, ó D. Pedro de Luna, ledio constituciones en que estableció el oficio do primíciero y 25 cátedras de propiedad, á saber, 6 de cánones, 4 de jurisprudencia, 3 de teología, una de astronomía, unn de lenguas griega, hebrea y árabe, Ï de medicina, 2 de filosofía natural y moral, 2 de lógica , una de retórica y 2 de gramática. En 1422 Marlino V en una bula dividida en 35 capítulos dio á la univ. un plan completo de estudios y unos estatutos generales con el fin de destruir varios abusos y de dar unidad à las muchas cnstituciones porque se regia. En 1491 Eugenio IV hizo reglamentos por los que obligó á todos los profesores que solo eran bachilleros á recibir el grado de licenciado. Inocencio VIH, A.ejandro VI, Julio U y León X confirmaron ó renovaron todas las disposiciones de sus predecesores. Doña Isabel la Católica en 1485 procuró dar grande impulso á sus estudios.

Doña Juana mujer de Felipe el Hermoso, espidió en 1509 una pragmática para destruirla oposición de los que se negaban á obedecerlo que su augusta madre hnbia mandado. Carlos I aumentó las cátedras y las dotó decorosamente, creando el colegio trilingüe, donde se enseñaban las lenguas griega, heorea é italiana. Felipe II y su sucesor man-»

i modificarlas constituciones de la uoiv. en lo cual se ocuparon posteriormente el célebre Covarrubias y D. Juan de ‘/úñiga. El siglo XVI fue el siglo de oro de esta univ.; después en el XVII y XVIII esperimentó aquella decadencia que afectó profundamente a toda la monarquía y no pudo menos de correr la suerte de esta. Los grandes abusos que entóneos se introdujeron en osle establecimiento dieron catisaá que el señor Campomanes y otros hombres eminentes d* su época formasen nuevos estatutos y diferente plan de estudios que se adoptó en 1771 , produciendo escclentes resultados. Después en -(«8 formo la univ. un plan de matemáticas y de filosofía que fue aprobado por el Consejo. Las imperfecciones del plan de estudios resistieron los métedos de enseñanza que había adoptados y habiendo hecho varias observaciones al Gobierno algunos catedral icos de este establecimiento, fueron atendidas por el ministro Caballero, quien consultó ademas al claustro de la univ. sobre la conveniencia de los medios para modificar la enseñanza general ; después ha evacuado varias consultas sobre tan grave asunto, haciéndolo siempre con lucidez y con gran copia de datos.

Rentas de la Universidad. Se ignora si Alfonso IX asignó sueldos á los profesores que él habia nombrado. El primer instrumento que sobre rentas se conserva, es la real cédula de Alfonso X dada en Badajoz á 9 de noviembre do 1252, en laque fijólos sueldos délos catedráticosáespensas de su tesoro, elemento V ¡i instancias del obispo de Salamanca D. Pedro V amplió las tercias de los diezmos de gran parte de su obispado á la sustentación de la univ. Benedicto VIII le concedió aumento de dotación en las tercias decimales de Armuña, Bañosy Peña del Rey. Estos privilegios y concesiones le fueron quitados por diferentes reyes Й concedidos de nuevo por otros, hasta que en 1810 NapoЮП dio un decreto mandando ingresar en el tesoro público el producto de todos los diezmos, poniéndolo en ejecución el entonces intendente marqués de la Granja. La supresión posterior del impuesto decimal afectó en gran manera los ingresos de este establecimiento. Sus rentas entonces ascendían ¿112,905 reales anuales y en propiedad territorial 64,000. En la actualíadad cuenta con aquella misma renta, que son los réditos de un capital del 3 por 100 que el Gobierno le dará por indemnización como participe lego , con 89,000 de propiedad territorial y 100,000 por ingresos de matriculas y otros concept os.

Algunos trabajos científicos de esta Universidad. El tiempo ha echado un velo á los primeros trabajos de esta establecimiento que parece debieron limitarse á lu enseñanza. En el reinado de Alfonso X créese con fundamento que los maestros de esta univ., enlre los que habia muchos sabios matemáticos, concurrieron a la formación de las tablas Alfonsinas y á la composición del código de las Partidas. 1.a medicina también se restableció en esta época traduciendo varios catedráticos de árabe las obras de Avicena, Averroes y los comentarios de Galeno. Mas de cincuenta doctores de esta univ. trabajaron en el Concilio de Trento. Cristóbal Colon vino á consultar á los astrónomos de Salamanca sobre sus proyectos en busca de un nuevo mundo. En el siglo XV Pedro Ciruelo fue Нел ado esprofeso á Paris á enseñar matemáticas, y Bartolomé Ramos profesor de música fue con el mismo objeto á Bolonia, á petición de su univ. En el siulo XVI se ensenó en Salamanca con aceptación universal el sistema de Copérnico, reputado de herético por muchos hombres de otros países. Los papas Urbano y Clemente durante el cisma de Aviñon sometieron al examen del claustro de Salamanca diversas cuestiones , cuyo fallo fue constantemente respetado. También se le consulto sobre el célebre di v órelo de Enrique VIII dtf Inglaterra y Catalina de Aragón. Benedicto XIII quiso oir su opinión acerca de si el romano pontífice podía dispensar el primer grado de afinidad en linea recta. Igualmente son notables las respuestas que dio la univ. sobre las proposiciones enviadas en 1788 por los católicos de Irlanda, que tenían por objeto marcar los limites de la potestad real y pontificia. Los estrechos li

mites de este escrito no nos permiten entendernos mas sobre este particular.

Hombres célebres. Bien pudiéramos trazar aquí para honra de España, la estensa galería de varones eminentes que han salido de esta unív., pero la naturaleza de nuestra obra nos loimpidf, contentándonos únicamente con hacer algunas indicaciones. En el siglo XIII tuvo ya tres jurisconsultos célebres, Jacobo Ruiz llamado de las Leyes, que fue ayo del rey D. Alonso el Sabio, y los maestros Martinez y Roldan , que todos tres se cree tuvieron parte en la formación de las Partidas. En el sigio XV Alfonso de Madrigal (El Tostado) catedrático de la univ. sobresalió en el concilio de Basilea por el conocimientos que mostró en la ciencia sagrada, en antigüedades y en las lenguas sabias. A fines del mismo siglo, Antonio tic Nebrija publicó una gramática que fue» la primera que en lengua vulgar \ieron las naciones modernas; ásn diccionario latino y á los de Alvarez y el del Brócense debió la Europa la restauración de la lengua latina. Discípulo de Nchrija y escolar de l<i univ. de Salamanca fue el cardenal Giménez de Cisneros , el hombre mas célebre de su época El precitado Nebrija con otros muchos maestros de aquellas aulas dirijió la primera Biblia Poliglota que tuvo la iglesia El célebre Arias Montano fue alumno de la escuelas salamantinas. El maestro Victoria restauró la teología docmática, Antonio Agustín la jurisprudencia civil y canónica, Pedro Ponce inventó el arle de hacer hablar á’los sordomudos. Melchor Cano, Pedro Monzón, Fernando Nuñez. Francisco Salinas , tan celebrado por Fr. Luis de León, el maestro Fernán Pérez de Oliva, tan conocido en la república de las letras. Francisco Sánchez de Brozas, Covariubias, Zurita y tantos otros como pudiéramos citar son hijos todos de esta univ. También estudió en ella el tan conocido Fr. Bartolomé de las Casas. En el siglo XVII produjo el erudito D. Nicolás de Antonio y en el siguiente aMelehdez Vaidés , Iglesias, Cienfuegos y D. Manuel José Quintana. Finalmente, apenar de los estrechos limites de esta reseña, no podemos omitir al sabio y virtuoso obispo Tavira,á quien justamente se ha tributado» el homenaje de llamarle el Fenelon Español. •(‘)•

Monumentos artísticos. La univ. se compone de dos edificios llamados escuelas mayores y «menores; su construcción empezó en 1415 v acabó en 1433. La portada principal se hizo en tiempo délo» Reyes Católicos como lo manifiesta el escudo do armas y las «medallas que representan sus retratos; por último la capilla es obra del año 176″bajo la dirección de D. Simón Gavilán . en cuya época se hicieron igualmente los frescos de la sala de claustro. Lasescue— las menores tienen un claustro de buen gusto con arcos graciosos y molduras esmeradamente laboreadas. El de las mayores es de un sistema sumamente sencillo, elegante y modesto ; los arcos y las columuas son ligeras y graciosas», Y sobre las portadas de las cátedras hay inscripciones de un Intuí clásico, compuestas por el céleble Oliva. La portada es lo mas notable de todo el edificio; obra acabada y perfecta del gusto plateresco , con infinidad de labores, medallones y bajos relieves ejecutados con indecible primor y delicadeza. En diferentes departamentos de este edificio hay pinturas de gran mérito ejecutadas, unas cu Roma y otras en España por los mas célebres pintores de la época en que se hicieron.

Las facultades que se enseñan en la univ. son ; Filosofía qu» se compone de un catedrático de filosolia v su historia; otro de literatura general aplicada á la española; otra de química general; otro de ampliación de la física; otro de economía política, derecho público y administración; otro de lengua griega y otio de historia natural. Cada preceptor tiene 42,000 reales de sueldo y los aumentos que por su antigüedad les corresponde. El número de matriculados á esta facultad en el presente año (1849) asciende á 400. El Instituto agregado á la univ. cuenta con un catedrático de latín y castellano, encargado del primer año y otro de la misma asignatura, que enseña el segundoy tercero Hay cátedras de geografía , historia general y particular de España , de moral y religión, de psicología y lógica, de eletríenlos de física , de historia natural, dos do maternal ¡cas elementales, una de lengua francesa, otra de retórica y poética, y una de cálculos sublimes y de mecánica racional.

;•; Nos creemos en el deber de tributar las precias al Sr. D, Sülnsliano Ruiz , catedrático de la univ. de Salamanca por lo« »efialados favores que nos ha dispensado al suministrarnos todos eslos dalos.

La facultad de Jurisprudencia se compone de dos caleurálicos de historia y efcmenlos del derecho romano; olro de derecho civil, criminal y mercantil de España; olro de inslituciones del derecho canónigo; olro de códigos sepañolcs ; olro de disciplina eclesiástica y colecciones canónicas y uno de práclica forense. La elocuencia forense se esplicá por uno do los preceptores A?, jurisprudencia. Los catedráticos tienen (2,000 reales de sueldo y ademas los derechos que por su antigüedad y categoría les correspondo con arreglo atas disposiciones vigentes. La univ. está gobernada por un rector con el sueldo de 26,000 reales Para el despacho de todos los asuntos concernientes а 1а misma tiene un aecrelario con 8,000 reales , un oficial y varios amanuenses. Para el servicio del establecimiento nay un conserge. tres bedeles y otros empleados. La univ. tiene una biblioteca compuesta de unos 60,000 volúmenes pertenecientes á todos los ramos del saber humano. El local ej grandioso y lleno de majestuosa arquitectura habiendo en el salón principal unos 33,000 libros.

Seminario Conciliar. Fue fundado en 177!) por el señor D. Carlos Deliran obispo de Salamanca. Desde su origen hasla el présenle ha gozado de grande reputación, asi por la ilustración de los profesores que ha tenido, coma per el aprovechamiento do sus alumnos. Las cátedras con que cuenta el establecimiento son cinco de leologia y una de filosofía elemental y el número de sus alumnos es el de 74. Tiene 54 becas cuya provisión corresponde al obispo de esta diócesis El seminario se halla regido por un recluí1; las rentas que posee son unoslO.OOO reales y eldéficit hasla cubrir lodas sus alenciones se satisface con el crédito abietto en el presupuesto general de aillo y clero del reino y también con los derechos de matriculas de los alumnos.

A fines del siglo pasado se fundó cu esta ciudad por el colegio de artificer plateros una escuela de dibujo y matemáticas titulada Escuela de nobles arles de San b’foi/, en la cual hay alumnos de las familias mas distinguidas de la ciudad Ademas de la enseñanza referida se da la dé música y se costean los gastos de este establecimiento con las pensiones que pagan los consiliarios de número, las retribuciones de los alumnos y las rent, de varias memorias pias aplicadas ú este objeto.

La Sociedad Económica fue fundada en 1804 cuando se instalaron las subdelegaciones de Fomento en todas las provincia del reino. Circunstancias agtnas de este lugar han impedido que dicha sociedad hubiera progresado cual era de desear.

KftlnblreliulcittoN de liiHtrueclon primara. Hay un seminario normal destinado ala enseñanza du maestros de primeras letras, gobernado por un director y un vice-Jireclor, y dentro del mismo una escuela práctica de niños á la que asisten unos 130, y sobre 40 alumnos al seminario normal.

La escuela elcniental complela y ampliada liamad.i de la Compañía está dividida en dos aulas, una inferior y otra superior; en ella se enseña gralis á unos 2o’0 niños. El ayuntamiento de la ciudad se titula patrono da dichas escuelas y atiende con los fondos públicos al cosió de lo’las sus atenciones.

La casa hospicio tiene también escuela á cargo de un maestro (ríe enseña á los niños los ramos elementales, y on boras diferentes da lección á las niñas de lectura, escritura y arit mélica.

El seminario de Carbajal deslinado para hijos du arlesanos pobres liene una escuela en la cual se enseñen, ademas do los alumnos del establecimiento. á los niños mozos de coro de la raUdral.

La escuela de nobles y bellas ai les iK» San Eloy cuenta también enlre sus enseñanzas una escuela de párvulos, en la que son admitidos los niños pobres d<; la pobl En el mismo eslablecimienlo hay una escuela elcmcntnl á la cual pasan los niños mas adelantados de la de párvulos.

Hay una enseñanza de niñas costeada por el ayuntamiento y concurren sobre 60. La Junta de Beneficencia sostiene otras dos con fondos de ant. fundaciones dedicados а е,Де objeto.

Ademas de los establecimientos de que hemos beclw mención existen 5 escuelas particulares de niños y porción de -—•- —wall

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con bastante esmero los ramos elemenlalcs de la instrucción primaria, y las niñas aprenden diferentes labores propias de su sexo.

l’AnnoQtíiAs. Desde muy ant. tenia esta ciudad 23 parr., quedando reducidas á 21 en la actualidad, cuyas advocaciones son: la catedral, San Millan, San Bartolomé, San Blas, Sla. María de los Caballeros, San Juan de Barbalos, Stp. Tomé, la Magdalena, San Marcos, Sla. Eulalia, Santi-Spirilus, San Cristóbal, SanUoman, Slo. Tomás, San Pablo, Santiago, San Martin, San Julián , San Justo, San Benito. San Isidoro, la Santísima Trinidad, San Adrián y San Boal. Los templos de estas parr. en general son de escaso mérito artístico lanío inlerior como eslerior, y algunos de tan ant. construcción que se remontan á los tiempos de la repoblación de esta ciudad por el conde D. Ramón ; no es esto decir que no tengan mérito alguno cierlas iglesia, pues la portada de la do San .Martin es de un gusto muy delicado propio de lee construcciones de Alonso Berruguele; liene 4 columnas pareadas en el primer cuerpo y 2 en el segundo , medallas en las enjutas del arco, ocupando el centro del segundo cuerno San Martin á caballo que parte la capa con Jesucristo. La portada de la iglesia de Santi Spirilus es también bellísima y del gusto de Berruguele ; hay en ella una notable inscripción en que se espresan cosas muy ant. del rey I). Fernando el I. Dicha iglesia perteneció en otro liompo á las monjas caballeras del orden de Santiago, y en ella hay enterradas muchas personas de sangre real. En la iglesia do San Julián yace el sepulcro de D. Fraucisco Hamos de Manzano, célebre magistrado que fue senador de Milán, presidente del consejo de Indias y ayo del Sr. D. Carlos IL

Conventos. De frailes. Parece que en lo ant. hubo en esla ciudad 20 conv. de diferentes órdenes. Respecto de los edificios que perlonecieron á ellos, ya se ha hablado en el concepto de que unos son propiedad del Eslado y llenen algún deslino publico y otros corresponden á particulares.

De -.¡lonjas. Él llamado Madre de Dios fundado en \ 543 se compone hoy su comuuidad de 10 religiosas.

El de San Pedro fundado en 1534 solo tiene 4 monjas.

El de las Dueñas 14 y se fundó en ) И 9.

E! do Sta. Clara 8 y su fundó en ШО.

El de franciscas 8 y se fundó en I(¡01.

El de Sla. Isabel 6 v se fundó en 1440.

El del Corpus Cristi 6 y se fundó en Ш8.

El de carmelitas 7 y se fundó en 1570.

El de Sla. l’rsuli 9 y se fundó en 1513.

El de Jesús de 11 y se fundó en 1542.

El de a^uslinas recolólas de Monterrey merece llamar la atención, porque asi en la arquitectura de su iglesia como en los cuadros y esculturas que encierra el templo son obras clásicas y de alio mérito. Tiene la plañía de cruz latina; del guslo greco-romano, cou magnífica linterna. Aumentan su grandiosidad los espacios do la nave, á los que dan ingreso 2 grandes arcos. Enlre estos y las capillas hay pilaslras corintios pareadas desde el suelo al cornisamento, y en las antepilaslras cuadros de gran mérito. El retablo del altar mayor. que todo es de hermosos mármoles, tiene 4 columnas» corintias en cada uno de los í cuerpos de que consta, y en los intercolumnio^ cuadros de elevado mérilo. En las paredes de los lados del presbiterio hay 2 famosos sepulcros cuyas estatuas son de, mármol de gran estimación; représenla la del Evangelio al fundador conde de Monterey, y la del lado de la Epístola l-i condesa su mujer.

Eiimitas YOiUTOiuoS. La llamada de la Cruz contieno como mas notable algunas buenas esculturas. Se halla sil. dentro de la población en’el campo de San Francisco, muy cerca de la plaza de los toros. La ermita de la tercera orden de San Francisco también se halla en el mismo sitio quo la anlerior y enfrenle de la de la Cruz. Nada contiene de notable.

Fuentes. Hay una en medio del campo de San Francisco, próxima á la plaza de los loros. Otra en la plazuela de Sto. Tomé. Otra en la de la Verdura. Ninguna de ellas ofrece cosa notable en su arquitectura, siendo poco abundante’ de agua, lo cual no se hace sentir en la población por tener las delgadas y escelenles del r. Termes.

Alrededores De L * cii’DAD. No merecen mucha alencion los paseos que rodean la población, siendo el mejor el llamado de las Carmelitas, que contiene vanas lilas paralelas de álamos. También es bonito el paseo del Holló, que o^tá en la anl calzada de Salamanca á Madrid, saliendo por la puerta do Toro ; por lo demás se nota cierta monotonía en las inmediaciones de esta población por la falla de arbolado. Los barrios estramuros son: el de Santiago, cuya población de unas 80 casas c=tan habitadas por los empleados y operarios de las fáb. de curtidos; el de la Trinidad, donde radica la iglesia de este nombre aneja á la de Santiago, y consta de 45 casas; el de San Bernardo, ей donde está el cementerio; las afueras de la puerta de Zsmora, cuya población de 40 casas pertenece á labradores; los afueras de San ti Spiritus y Santo Tomás, donde so celebra el mercado de toda especie de ganados y constan do i-3 casas. Por último, la cárcel está desde 1843 en el erlilicio conv. que fue de las monjas caballeras de la orden de Santiago; es de mucha solidez y los departamentos son decentes, sanos, asoados y en bástanle número para llenar las necesidades de un establecimiento de su género.

TÉrmino. El distr. municipal de Salamanca confina por el N. con el de Yillamayor; E. Cabreri/.os; S. Aldeatejada, y O. Tejares. En la parte del S. se encuentra la den. de pasto llamada de Zurgucn, bañada por un arroyo que corre d« E. á O., hacia cuyo punto y en la orilla izquierda del Tor•mes bay varias huertas y una pequeña vega con dos casas, míe se «morón con el nombre de las Salas bajas. En la orilla der. de dicho r. está la vega y cas. de Otea y la deli. de pasto denominada la Alilehuela.»

Calidad Y Circunstancias Bel Terreno. En su mayor parte es de secano, de buena calidad para irigo, garbanzos y otros cereales. Sin embargo, hay alguna tierra de huerta que produce la hortaliza bastante para el consumo de la población, y se riega por medio de norias que se alimentan del Tormos. Los pocos árboles de que está poblado son un su mayor parte negrillos y álamos blancos.

Caminos. Hay uno carretero que se está todavía construyendo desde ésta ciudad á Madrid y pasa por la prov de Avila. Otro a Valladolid, también do ruedas, sin que en su construcción se hayan atendido las reglas del arte, Lo mismo podemos decir del que desde Salamanca va a Zamora y el de Estremadura que pasa por Uéjar. Todos se hallan en mal estado, y por lo mismo se proyecta hacerlos de nuevo sobre ba^os sólidas. La provincia paga anualmente para caminos 30,000 duros. Los demás que conducen á las cabecera do los partido judicial están en malísimo estado.

Correos r Diligencias. Hay diligencia desde esta ciudad á Madrid que sale y entra dos veces por semana. Sale los domingos y jueves á las doce do la noche y entra los martes y sábados á las cuatro de la tarde. El correo llega de Madrid tres veces á la semana y sale las mismas en diferentes dies para los pueblos cabecera de partido.

Producciones. Las principales del torr. son cereales, y especialmente trigo, cebada, algarrobas, centeno, arvejas, guisantes y garbanzos. La тяуог cosecha anual que se coge en el term, municipal de Salamanca es de 16,000 fan. de trigo, 22,000 de cebada, 8,000 de algarroba, 2,000 de centeno, 1,oOO de arvejas y guisantes y 800 de garbanzos.

Industria. La mas notable en esta población son 12 fáb. de curt idos; las hay también do paños ordinarios y de muy buenas mantas que se tejen en la casa-hospicio Existen Ч tab. de sombreros baslos, varias fáb. de loza de igual clase y 4 molinos harineros.

Comercio. Los principales art. que se esporlan de esta población son trigo, cebada y garbanzos. El precio medio del trigo es erde 25 reales fanï; el de los buenos garbanzos 70 y el de la cebada 14. También se esportan ел canlidades’considerables diferentes curtidos elaborados, especialmente suelas, cordobanes, becerros etciudad Se importan géneros calalanes en bastante cantidad También se importa en cantidades respetables las bayetas y mantas de Valladolid y Patencia; los paños de Béjar, Tai-rasa, Alcoy, Hcrves y otros puntos y la loza de Talavera de la Reina.

Ferias т Mercados. De las primeras se celebran 2 en la población; una llamada de Bot ignoro se verifica en la semana de la Pasión; en ella se espenden únicamente art. de sedería , paños y géneros de moda, y la otra, que es la prin

cipal, es desde el 8 al 21 de setiembre; su principal objeto son ganados de todas especies, pero mas particularmente el vacuno, mular, caballar, asnal y de cerda. El privilegio do teuer un mercado franco el jueves de cada semana fue concedido por el emperador Carlos V.

PoblaciÓn т Riqueza. Tiene í,867 veciudad y 13,186 aira. Su riqueza territorial y pecuaria asciende á 4.097,926 reales; la urbana á 122,917, y la ind. y comercial á 4.470,900 reales

Contribuciones. Paga por la terr. 122,000 reales ; para caminos 78,770 ; para establecimientos de beneficencia 15,000; para gastos provinciales 9,000. El Presupuesto Municipal asciende á 400,337 reales, que se cubre con 64,900 procedentes de bienes de propios y el déficit por arbitrios municipales.

Historia. Antes de proceder á reseñar los hechos notables de la historia de esta insigne ciudad, cuyo compendiador D. Bernardo Dorado la presenta en un tomo , y cuyas antigüedades historiadas por el cronógrafo Gil González Dávila al gusto de su época (año 1606) fueron ya argumento para su volumen en 4.», es preciso saber bajo que nombres viene significada en los escritores de todos tiempos, supuesto que nuestra nomenclatura geográfica ha sido sumamente inconstante , cediendo repetidas veces á nuevos idiomas introducidos por los invasores del pais y al idiotismo de los tiempos y de las localidades; habiéndola ademas adulterado no menos el descuido de los copiantes de los mas distinguidos autores- Los diligentes trabajos filológicos dedicados á esta averiguación dan por resultado no una completa mutación de nombres como se observa acerca de otras ciudad; pero si suma variedad de formas en la escritura del mismo. En Polyœno, (Stratag. libro 7) se lee Salntanlida y Salmo lis ; en ¡’oliibiô Elmántica , aunque Cristóbal Ccuario la entendió ciudad distinta ; en el Diccionarie de Urb. de Esteban de Bizancio también Elmántica; enLivio Helmándica; y en Frontín« (dr Limitions), Salmaticr, en Ptolomeo, en Argentina, Salmática;\d de Erarmo, Salmdntica;\ lo mismo que en esta edición de Ptolomeo, en el Itinerario Romano, en el Ravenate, y en las lápidas , que nos indican ser esta la verdadera ortografía. Los antiguos se paraban poco en el uso de las »ocales, por lo que no son de importancia sus permutaciones ; ni lo es la anteposición de Я ó S , empezando el nombro por vocal, mayoimente cuando asisten por otra parte bastantes razones de correspondencia para llamar la determinación de los principios de la ciencia último jue: en las cuestiones de variantes. Si se aduciese por prueba contra la unidad que establecemos en la correspondencia de todos estos nombres , la diferencia cprográfica con que resultan en los escritores de que han sido tomados, tampoco es de fuerza alguna este argumento; pues la circunstancia de mencionar con ellos los historiadores uoa ciudad vaccea y Ptolomeo una vettona, solo acredita que, siendo los vocéeos y vellones puehlos confinantes, balmanlica estaba en el linde ó término divisorio. Como espresó Plinio los limites do las regiones se cambiaban con mucha frecuencia en aquellos tiempos. Hoy mismo vemos con cuanta facilidad se ha alterado y altera ¡a división civil y política de España, aun estando sujeta á un centro de umilad. Cuando la división civil y política española era la división natural de localidades y de razas, de absoluta independencia, los limites era preciso fuesen muclio mas instables, confiados á la suerte de las armasen las rivalidadesy escursioues dcunos pueblos sobre otros: esta guerra era tan propia de aquella independencia indígena, queaunen época bien moderna comparada con la de que tratamos, y cuando va un monarca simbolizaba la unidad, produjo las hermandades de que heñías hablado en diferentes artículos, y las ocasiones para que usté monarca, después de no tener moros á quienes conquistar los pueblos españoles, conquistasen é hicieran suyos los derechos do estos pueblos mismos. La sola lucha entre el poder romano y la independencia hispana tuvo por igual razón en continuo cambio estos limites doscientos años7sin que pueda decirse que hasta haber parado toda la Península eu manos de Augusto, se fijasen los limites de sus regiones. Salmánlica en tiempo de Polybio, á cuyo historiador’siauió en esto Livio, pudo ser vaccea, y en el de Ptolomeo Vetlona. También pudo ser vaccea en’tiempo de Ptolomeo por mas que la situase este geógrafo en la Vetionia; pues la po* ça exactitud quo se observa en au guia geográfica acerca de los limites de las regiones españolas, atribuyendo с. limítrofes de una á otra, induce á creer que se guió por cartas geográficas de España, ea que no estaban deslindadas con claridad : asi hizo á Valencia Edetana, á Sisapo Orelana etciudad Y si Ptolomeo pudo equivocarse ¿no pudo equivocarle también l’olybio, cuyas noticias respecto de esta ciudad consistieron probablemente en las oscuras relaciones do la soldadesca? No es posible por consiguiente corregir aqui uua autoridad por otra; fallando un monumento mas seguro que hiciese aeterminable la cuestión. Sin embargo generalmente se ha seguido á Ptolomeo, y aun los Señores del Diccionario geográfico universal publicado en Barcelona, adoptando la oi>inion de escritores respetables, pereque han desconocido las razones espuestas para situar á Salmáuticu en ellimitede las regiones vaccna y vettona, se han arrojado á decir, que corresponde al centro de los pueblos llamados veclones. (En bivio lib. 35, cap. 7 y ¡\ se ha introducido esta variante del nombre vellones).

Florezadoptó para situar áSalmantiealas graduaciones con que figura enelcódicePlolomaicodeülma.8′JoU’ long M°il)’ l«t. : pero otros muchos códices dan la lal. 41° 50′; y es muy preferible la espresion de estos, ya por ser mas, ya en razón de que es conleslada por la situadodeSalamanca.Tumbion se equivocaron los mencionados señores y otros, diciendo que «bajo el nombro de Klmántica hablan de ella todos los geógrafos y muchos historiadores antiguos.» Solo en el historiador l’olybio aparece el nombre Elmántica, como ya hemos manifestado; puede citarse aun acaso á bivio, que es otro historiador y tomó su relación de Polybio, habiéndose «escrito en su texto Helmándica ; pero ni en un solo geógrafo, fuera del Dice, de orb. de Steph., hemos encontrado una escritura aproximada á esla del nombre Salmúntica. Tampoco sabemüs donde manifestaron sentir Polybio y Eslefano, quo e«íe nombre es orieijo y sitjnifica tierra de adivinación ó cántico proféüco, según lo leemos asegurado. Mas, quien guste ver cuan ligeramente han entrado algunos en el diliciI terreno de nuestra historia, que tantos trabajos filológicos requiere aun para ser practicable, puede concretarseáleerelart. relativoála ciudadque nos ocupa, inserto en el Nuevo Avisador (periódico publicado en Madrid), número del 30 de mayo y siguientes, ano 1843. Allisu autor, después de establecer que no están contestes los escritores antiguos en el primitivo origen de esta ciudad (que no pueden estarlo mas, respetándolo todos por ignorado ; pues todos los antiguos, menos ligeros que los modernos en tales trabajos, callan sobre este estremo;, pasa á decir que «Florez, Mcdiua, Ponz y algunos estranjeros (sin duda no menos incalificables de antiguos que los 1res nombrados), dicen quo fue colonia romana, apoyando sus asertos en que batia moneda en tiempo de Tiberio César, y en el toro ^no de piedra tosca semejante á los famosos de Guisando y de Avil i, que se cuenta entre las antigüedades de Salamanca) blasón de Salamanca como qtte lo era de sus fundadores (¿querrá decir de los romanos?]» Asi parece indicar que para los autores que cita. Salamanca, considerada colonia romana ,que no lo fue) no era do aquellas ciudad de la España antigua que existiendo de antemano, obtuvieron de los romanos e<la categoría, como Sevilla, Córdoba etciudad; sino que los romanos fueron sus fundadores, como de Itálica, Legio etciudad; lo quo es un error en que tal vez no haya nadie incurrido; cayendo mejor los mas en el contrapuesto, ó sea de darla un «origen mythico. Si hubiera dicho que el Toro era blasón de Salamanca por serlo de los cartagineses que la asaltaron, huoiera sido mas disimulable que atribuyéndolo por tal á los romanos. También cita la opinión de oíros que dicen haberle dejado este toro su fundador Hércules, el Tébano, habiendo aportado á España con Jason, Teseo y muchos compañeros de peregrinación. Por fin, sigue la opinión d-г Dprndoquien, segtin este escritor, se valió para penetrar elorigen de la pohl. de Salamanca «de las noticias que dio Ptolomeo« (geógrafo que nunca se metió en tales cuestiones, ni á djr noticias que pudieran servir á semejantes propósitos, considerando solo lase, como objetos físicos, para puntualizar sus situaciones de modo que, aunque los pueblos desaparecieran, estila pudieran ser conocidas y conservadas por la ciencia geográfica , como inscrita en las estrellas). Бп conformidad coa

su doctrina, que califica de la mas comunmente adoptada entre los que se ocupan del origen primitivo de los pueblos, supone que fue fundada Salamanca «á los 2830 años de la creación del mundo, 1000 de la fundación de España (¿qué fundación seria esta?) y H70 antes del nacimiento de Jesucristo» siendo su fundador Teucro, capitán griego, hijo de Telamón, rey de Salamina…» (Al mismo la atribuyen Rui Méndez, Murillo etciudad, aunque fijan la época en 1790 del mundo y 4171 antes de Cristo). De aqui deduce luego su nombre : «nada mas natural, dice, que la apellidasen Salamántira las gentes de Salamina y fa Ática que vinieron á poblarla.»

Después de esta época debería sef cuando tuviese lugar la dedicación dul mencionado Toro «al rey de España Hércules el Líbico, á quien aquellas ignorantes razas elevaron altares, ofreciéndole toros de piedra en toda la Lusitania y aun sacrificándole estas fieras.» Véase como en sentir de esta peregrina escuela fue cuando la Grecia , amaestrada en la geografía y comercio por la Fenicia obligada por sus trastornos civiles, ó movida por los adelantos de su cultura á enviar expediciones á España y establecer colonias en elle, dando lugar á la florida invención de tantos viages y capitanes mylhicos, á lo que ha de atribuirse lo mencionado de Teucro; estos griegos, cuyas espediciones, ora viniesen enviadas por una nación comerciante, ó espulsos poruña revolución social, suponen siempre como causa motriz el progreso político; que habían sabido surcar los mares y penetrar ñaua menos que hasta Salamanca, en la España, cuyo interior tanto tardó aun á ser conocido de los estranjerós, como abierto solo ú las invasiones bárbaras del N. ; que allí entre estos aislados indígenas, habían sabido nada menos que fundar esta ciudad, eran ignorantes razas que pronto habían de elevar altaros á una divinidad que ni se contaba entre las de su patria, ni entre las de los españoles mediterráneos. Otro error mas grave sigue aun á todos estos, pues dicen no existir después «la menor noticia de sus progresos y de loe lances do su niñez hasta los tiempos de Aníbal, que so presta á los ojos del historiador robusta y poderosa, apadrinando con valentía la causa romana.» Es probable que ni supiera Salinánlica la existencia de Roma en los tiempos que so citan, y bien cierto que ni Anibal pensó hostilizar á Roma cuando asaltó á esta ciudad que por lo» mismos tratados d4 Roma y Cart ago pertenecía á la conquista africana , pues está lejos de constar fuese colonia griega, y se halla tan dist. del Ebro y á su der. ; ni al defenderse» ella pensó mas que en la necesidad de hacerlo. ¿Es mas noble que una ciudad española, acometida por la tiranía estranjera, se haya defendido por consideración à otros estranjecos, que no por rechazar una agresión injusta y conservar su independencia? Si no lo os, ¿á qué este absurdo en plumas españolas? Bien pudiéramos esclamar aqui con • cierto escritor: «¡ nsi se prostituye la historia!» Pero la historia conserva siempre su austero carácter bajo el peso que la ignorancia acina sobre ella; y si la filosofía no la da todo el brillo que la es propio, descargándola de cuanto allegadizo la empaña, es porque tanto trabajo necesita una protección de que aun carece. Dejemos ya esta clase de relaciones que solo deben ocuparnos lo necesario para hacer ver los que todavía no conozcan otra cosa cuánto era el atraso de la escuela á que pertenecen, y como nose hice mas que ir cayendo de escollo en escollo si se entra á navegar en el difícil piélago de la historia sin la necesaria luz filológica.

Ya digimos que por lo resultivo de las lápidas debe adoptarse el nombre Salmantina, y que en orden á su corografía por lo rrms cabe suponerla situado en el confín de los vettones, lindante con el país do los vacceos. Por lo que hace á su origen es preciso entrar en las vastas congeturas por medio de las que al través de los tiempos mythicos y al favor de la razón filosófica de las fábulas cube elevar á lo mas remolo el de todas las población de la España primitiva entre las que debe contarse Salamanca; ó pasarlo en silencio res4petando el misterio de las edades como lo han hecho los mas graves escritores que han hablado de esta ciudad: quien gusté тая bien de lo primero pur-de ver las reseñas históricas que dejamos hechas de los Pirineos, y de otros terr. que nos han ofrecido ocasión para ocuparnos de los orígenes hispánicos, y las de Madrid, Lérida y otras pob). meditcrrá»

neas, cuya antigüedad tiene derecho á atribuirse también Salamanca. Si faltan pruebas que acrediten haber sido poblada por la alcurnia primitiva del pais, habiendo tenido este sus aborígenes ú aulhotonas como los que dieron á la Italia y la Grecia los investigadores de sus antigüedades; ó por la que á él condujera el Hércules primitivo histórico, guiado por el Hércules físico prototipo de todos los Hércules, según se apoya en las letras sagradas y profanas , en las tradiciones dé todos los pueblos y aun en la misma naturaleza, menos las hay para contradecirlo; pues por la existencia actual se prueba la anterior hasta lo mas remoto mientras no se acredite otra cosa (V. lo? citados art.). Ya hemos indicado que en nuestro concepto hasta que Aníbal condujo sobre esta ciudad las armas de Cartago, era desconocida á los estranjeros, v por lo mas habría sufrido los asaltos de las tribus nómades, que desprendiéndose de las regiones del N., tramontaron los Pirineos y se derramaron por la Península, sin que obste á olio encontrarla fuera de los terr. á que dichas irrupciones vinieron á denominar célticos y celtiberos. Si fuera cierto que Amilcar В irca hubiese hecho la guerra á los vellones, como se lee en Gornolio Ne

Rote y en Tito Livio, no hubiera sido probablemente Anial el primero que llevo sus ejércitos sobre Salamanca; pero la razón histórica obliga á corregir en ambos historiadores vellones por vellones, como puede verse en la reseña histórica de Belchite y en el art. Veílonia. Aníbal en la segunda campaña que, habiendo obtenido el mando del ejército cartaginés de la Península por muerte de Asdrubal, hizo para amaestrarse y amaestrarlo en la guerra, antes de emprender su grande» espedicion á Italin, penetró por el centro de España hasta el pais de lo.s vacceos, y tomó por fuerza lase, de Salamanca y Toro: Salamanca fue ocupada por invasión repentina ó como por .sorpresa, según la espresion do Polybio y Livio. Plutarco, sin embargo, en su tratado De virtutious mulierum refiere, que «estando Aníbal combatiendo á Salmáutica, ciudad grande é insigne, antes de mover sus armas contra los romanos, los ciudadanos al pronto sobrecogidos del temor prometieron estar bajo la dominación de Aníbal, y que lo darían 300 talentos de plata y 300 ciudadanos en rehenes. Aníbal, satisfecho con^ estas promesas, levantó el asedio; pero no habiendo cumplido los de Salmáutica, volvió sobre ellos y les puso oí) igual aprieto. Los sitiados pactaron con el sitiador que á los hombres libres ó ingenuos se les permitiera salir de la ciudad con la ropa puesta y con sus mujeres; los esclavos y todo lo demás quedaría para botin de sus soldado?. Las mujeres seguras de que á la salida no serian reconocidas, cada cual sacó consigo una espada. Entregada la ciudad al saqueo, cuando los soldados estaban mas cebados en pillar, volvieron lodos los hombres y sus mujeres, y ayudando estas á la acción, se . metieron en la ciudad. atacaron á los cartagineses y salvaron á ledos los que se habían quedado. Aníbal al ver un ejemplar de tanto v.ilor devolvió la ciudad á sus habitantes, y los trató con la mayor consider.icion.» (Cortés Dice, de la Esp. ant.). Ahora cabría preguntar ante todo ¿de dónde tomó esta relación Plutarco? ¿Cuál es la autenticidad del documento que la produjera ? ¿ Lo es el hallazgo de una tabla escrita por el mismo Auibal sobre los sucesos de aquella campaña? ¿Debería retraernos de hacer e¿las preguntas el sentimiento d« españoles? Pero antes es el culto de verdad debido á l.i historia. Plutarco, según ya hemos vi.sto, escribía Di’ virtutibus mulierum; en todos tiempos han encarecido los historiadores á sus héroes ; antes de Plutarco, lo mismo que después, se han engalanado los hechos históricos de las poblaciones; gran número de las españolas honran á sus mujeres contando entre sus recuerdos el de haberlas libertado estas de los moros, ora asomando á sus almenas vestidas de guerreros, lo que apenas cabe decir con la debida autenticidad de Orihuela, ora engañándolos con otros ardides como Jimena Blazquez on Avila, ora degollando á sus walis como cuenta de su heroína Alquezar, ora batallando denodadamente como en otros muchos pueblo*. Ademas, generalmente se ha mal entendido el testo de Plutarco, y ni el mismo profundo y erudito académico señor Cortés ha ido muy acertado en la relación espuesta.

Hay también quien supone que los salmaticenses в consiguieron de Aaibal salir do la e. coa los vestidos puestos so

lamente ; que las mujeres sacaron debajo de los suyos las armas de los maridos, y habiéndoselas entregado, volvieron estos á la ciudad é h icieron gran earn iceria en los cartagineses, que estaban cebados en recoger los despojos; y que hecho esto se huyeron á los món les, donde no pudiendo subsistir por falla de víveres, pidieron perdón al general que les permitió restituirse a sus casas con tal que fuesen mas ñeles á sustratos, y a*i lo cumplieron.» (Cean y otros). Pero es mas notable la inteligencia que le da el Dirionario de Barcelona ya citado; pues, sin hablar déla rendición y salida de los salmanticense*, dice: «en sudefensa se mostraron heroínas las mujeres. Admirado Aníbal de su valor, no solólas perdonó, sino que las concedió la ciudad y riquezas, y desde entonces quedó Salamanca unida á los cartagineses.» Con menos acierto aun, dice por nota al art. Sagunto. «Algunos autores atribuyen á tas salmantinas esta heroica acción ; pero sin negar que puede haberse repetido este lance, hallamos que Plutarco en el libro do las virtudes de las mugeres cap. X, (mejor hubiera d;cho, alf.sponer el rasgo de los salmanticenses, que sontas décimas de que habla), la refiere á lasmujeresde Sagunto • La acción, según el autor de aquel articulo, fue de este modo: «En una ocasión salieron(lossaguntinos) acompañados de sus mujeres y desarmados: loscartagineses creyeron iban á rendírseles, pero cuando estuvieron cerca, lassagunlioas, que llevábanlas armas escondidas bajo sus vestidos, las entregaron á sus maridos,los cuales, armados y auxiliadosdel valor de las mujeres, pusieron en huida á los cartagineses, causándoles una pérdida horrorosa » Esto, dicho asi puramente de Sagunto,puede ser considerado comounade tantas fábulas con que se engalanara la historia de la catástrofe de aquella ciudad (v. Murviedro); pero identificada con la relación atribuida á Salamanca, es un aosurdo. ¿Quién no echará de ver que los ilustrados redactores de este Diccionario, se refieren á un mismo pasage de Plutarco, no para atribuir un mismo hecho ¿ dos ciudades distintas, cuya ligereza salvan, diciendo, aue pudo haberse repelido; sino para consignar en su obra os acontecimientos mas distintos entre si que distintas eran Salamanca y Sagunto, á cuyas ciudades los aplican? La espresion de Plutarco es como sigue-. «De Salmantica =• Cuando Aníbal, hijo de Barca, combatía á Salmanlica, ciudad grande de España, antes que hubiese llevado la guerra a los romanos, temiendo porsí 1оч Salmanticenses, prometieron sometérsele y darle 300 talentos de plata y 300 ciudadanos en rehenes. Mas luego que Aníbal hubo levantado el sitio, mudaron de resolución y se desentendieron de sus promesas Asi volvió el cartaginés sobre ellos y prometió á los soldados el saqueo de la ciudad. Los ciudadanos terrorizados con esto se le rindieron, según varias ediciones griegas, a partido deque ве permitiría salirá los hombres libres con su ropa solamente; según otras ediciones latinas esta fue luna gracia debida ala generosidad de loscartagineses llamados barbaros por Plutarco que escribía para Roma que calificaba de talas a cuantos no eran romanos. Según estas ediciones, Aníbal, habiéndosele rendido los salmanticenses á discreción, permitió á los de condición libre salir con an vestido cada uno, abandonando las armas, sus bienes, su plata, sus esclavos y su ciudad Las mujeres, seguras de que sus esposos serian al salir registrados por los enemigos y que ellas no serian tocadas, tomaron espadas y las ocultaron bajo sus vestidos, logrando sacarlas consigo. Fuera v alodos, Aníbal confió su custodia á una fuerza Massœsyliense (pueblo de la Numidia; algunas ediciones latinas ofrecen con adulteración Massilienseí en un barrio ó burgo estramuros,y entretanto el resto del ejercito se precipitó en confusión dentro de la ciudad, que fue toda saqueada sin orden’ alguno. Los Masscesylienses, impacientándose por ver que con guardar á los prisioneros iban á quedar sin participación en el botin, pararon en descuidarlos y pedir su pnrte. Entonces las mujeres exhortadas por sus maridos y con grandes clamores les dieron las evpadas. Aun las buho que se arrojaron ollas mismas sobre sus guardas: una quitó á I’, ¡non el intérprete la pica de que estaba armado y con la misma le dio en la coraza con que estaba defendido. Los maridos matando á unos y poniendo eu fuga á otros,se salvaron en multitud con sus mujeres. Sabido esto por Anibal corrió en su seguimiento y mató á los que pudo alcanzar en la fuga. Los restantes qui pudieron abrigarse en las montañas inmediatas obligados por la necesidad le eoviaron mensages pidiéndole perdón, y Aníbal se les concedió generosamente permitiéndoles volver á habitar sus casas.» Esla es nuestra versión de Plutarco y tun distinto lo resultivo do ella de cuanto se ha leido por los respetables escritores que dejamos citados á este propósito. La versión latina publicada al trente del testo griego por Ambrosio Fermin Didot, en Paris, 1841, puede trascribirse ademas en nuestro apoyo ••

«saljianticjÍ.—Cum Annibal Darcœ filius, anlequam bellum Romanis in/irret, in Híspanla Salman! icam urbe« magnain oput/naret, metuentea sibi oppidani, promisserunt imperóla se facturas dalurosque Annlbah Irecenta argcnli tálenla, el ¡récenlos ábsides. VI Annibal ab obsidiitne destitit, mulata Salmantiei sententia promtssis non steterunt. ¡laque reversus est, urbemque diripiettdam militibus proposait. IbUumprorsusperlerritibarbareparu stint, ut Leeret liberis corporibus disceder¿ tunicatis, relictaurhe, armis, opibus, et mancipiis. At inaltérés ratee in viras inquisitum sinnulatim, se esploralum nun iri,gladiissumptis occultatisque oíros exeunles comitatœ sitnt. Eijressis ómnibus Annibal custodia; cous« MascESi/lios aitdidit, inquesuburbio eos his stiiiatos conlinuit: reliquit promiscúe urbem diripuernnf. Masœsylii autem maynam agí prcedam cementes, continere sa amplias, nui captivorum custodia; inlenli esse non poluerunt : sed indigne suam ferenles sortcm, ipsi ijuoque abieerunt ut prœdœ parten pétèrent. Inter multeres ciros suos exhorlatœ sunt clamare eisque gladios Iradiderwt : ulquc ade.o nonnullœ ipsit custodes sunt adortie: inler quas una Banoni ínterpreti hastameripuit, eaqueipsam, quamcis thoracelndutum, feriit: vin, alus /ií</-ilis, aliis dciudadcisis, frecuentes una cum mulieribus ejfugerunt. Annibal nuntio rei accepta inseculus, quos in ¡ица arripere potuit, necabit : relilui, montes curn attiglssenl, cisde evítala, post modo supliclbus misis dcprecatoribus, gratia impiinitateque impétrala, in urbem ab со sunt reducti.»

En nuestro espresado art ¡culo Murvicdro puede verse cuan agcnaera de estos tratados la naturaleza de la guerra saguntina ; cuan distinta hubiera sido la base do uua capitulación en ella y cuan numerosas sus condiciones. Tenia dos razones aquella guerra, y ambas requerían la destrucción de Sagunto. Era primero una cuestión local, y cu este concepto debía capitular mas bien con los Turbitanos que con Aníbal, Era después un protesto político para este gran caudillo; y quien debia capitular con él por este e.slrcmo era nada menos que la soberbia Roma. Si existe variante en el texto de Plutarco, tan terminantemente la resuelve á Favor de Salamanca la razón científica, que ya en otro lugar hemos dicho ser el último juez de los vanantes; mas Plutarco está terminante igualmente; y sin disputar la ciudad á que corresponde, solo puede du.larsè la autenticidad de la noticia. Lo quo consta en efecto es, que Aníbal ocupó á Salamanca repenlina invasinne, y continuó á atacar á Toro (Arbucale.}; que entre tanto los salmanticenses huidos de su с. у unidos con los demás cuéceos (pues por tales obliga á considerarlos en aquella época Pulybio), los Carpclanos, con quienes confinaban aquellos por cl S., y los oleadas que lindaban con los carpelanos por el E., formaron un grande ejército, y le alacarón en su regreso á orillas del ‘fajo. Livio hace subir ú 100,000 combatientes este ejército que fuo vencido, según e! mismo historiador, por no haber sabido elegir el campo de batalla.

Aníbal, ocupado después en la guerra aaguntipa , no volvió á asomar por estas regiones. Tan lejos está-de lo probable aquello de que Salamanca quedara desde enlonces unida á los cartagineses. Aníbal no conservó esta conquista ni las demás que hizo en el interior de la Peninsula sino los diasque las ocuparon sus armas. La guerruque pronto sostuvieron e^tas regiones mediterráneas contra los romanos hasta cubrir de oprobio á la misma Roma una sola do sus ciudades (Y. Numancia , acredita que no se doblegaba asi el üenio de independencia indígena a la tiranía cstranjera. Salamanca en todas aquellas sangrientas guerras hubo de correr la suerte común al pni-,; pero no suena por siglos en la historia. Sabemos que existía no solo porque no consta de su mortuorio, consignado en una de las obras modernas diadas, sino porque Ya mencionó Ptolomeo, situándo

la , como hemos dicho, en los vellones que formaban la parte oriental de la Lusitania desde que Augusto creó esta provincia entre las 1res que hizo de España, siguiendo la división ensayada por los pompeyanos; y fueron adjudicados al convento jurídico ó cnancillería que se estableció en Mérida de los tres en que se dividió la Lusitania. Por el Itinerario Romano, atribuido comunmente á Anlouino Augusto , sabemos que era la novena mansion del camino que conducía desde Mérida á Zaragoza por la Lusitania. Aun se conservan restos admirables de la via romana llamada Argéntea por la capa de cascajo menudo y blanquecino de quo estaba cubierta. El portentoso puente de Salamanca , que pasa por el mas antiguo de los monumentos de su naturaleza en España , era parle de esta célebre calzada atribuida con grave error por algunos al codicioso Grasso. En tiempo de Trajanp amenazaba ruina ya este puente, y debió su reedificación á aquel insigne español que tanto enriqueció y hermoseó á su patria con obras colosales. Los numerosos monumentos que Salamanca conserva aun do aquella época prueban también no solo que existió sino hasla haber existido con opulencia. No obstante, desconocemos los documentos porque se ha asegurado que era colonia romana; pues ni la mencionó como tal ninguno de los geógrafos mayores, y á serlo no hubiera dejado de contarla Plinio, al enumerar las colonias lusitanas, y no la nombró de modo ni en lugar alguno : resulla de fas lápidjs. Tampoco desconocemos las medallas que se citan como acuñadas en Salamanca , y asimismo porque se la incluye por algunos entre las’ que obtuvieron de los romanos el derecho do batir moneda. El Ravenate la contó entro las ciudad españolas de su tiempo y con ello probó también su existencia en el siglo Vil. En esla época, como antes habían concurrido las lápidas á recordar su opulencia bajo la dominación romana, aquí aparecen los fastos eclesiásticos en prueba de la que disfrutara en liempo de los godos. Solo с de consideración obtuvieron y conservaron la dignidad episcopal; y entre los 7ö ob. que asistieron al concilio 13.» du Toledo, convocado por Ervíco en el 4.° año de su reinado (OSV, aparece llolcmundo de Salamanca , Holemundus Sainidlicensis, siendo de lujuri.sd de Emérita (Mérida;. Ademas de las memorias de los pastores que ocuparon esta sede, cuyo origen se alríbuyc a San Segundo , puede verse en la ilación de los obisp. atribuida á AVainba, y tal vez bajo el nombre Lampa en la división de obísp. que presenta el moro IViris como obra do Constantino. Conocida es la importancia de que gozaban los ob. y sus ciudad eu tiempo de la decadencia de la monarquía goda-, los «¡o ob. citados, por sí ó por medio de apoderados, 5 abades y 26 palaciegos, disponían de la nación: el gobierno godo paraba en oligárquico para ser pronto abandonado de los mdigtnas y arrollado por el islamismo. Cuando sucedió esto, no consta qué suerte cupo ú Salamanca ni á su prelado ; y por la misma razón es probable que, reconociendo la imposibilidad de resistir á los conquistadores de la poderosa Emérita (los de Muza), ó según otros (aunque con menos verosimilitud) á los do Toledo (los de Tarek;, se entregó á partido, recibiendo las benignas condiciones que facilitaban aquella ilustrada conquista ; y al abrigo de ellas Salamanca no baria mas que recibir una guarnición y pagar ciertos tributos; conservando su religión, sus leyes y su prelado. Tales ventajas se otorgaban á los pueblos que no eran tomados por fuerza de armas. Es verdad que estas capitulaciones debían ser mas propias de aquellas ciudad donde preponderábala alcurnia indígena, mal halladi con el esclusívísmo godo, por lo que Ciirecian de objeto para empeñarse en una defensa obstinada ; y que esta defensa parece mas natural para Salamanca, donde hemos visto un oh. contado en el corto nú.ncro do personas en que vinieron á reconcentrarse la representación y el gobierno de la monarquía; pero también pudo por esto mismo estar mas descontenta de sus abusos la parte hispano-romana sufriéndolos mas de cerca ; abrir sus puertas á los nuevos invasores en vez de sacrificarse en defensa de un gobierno del que se les escluia, y permitir que su ob. fuese á peregrinar como otros muchos á Asturias. Si hubiera resistido Salamanca seguidamente á la entrega de Monda no hubieran dejado de encarecerla los historiadores de aquel tiempo, y nada dicen de ella; acreditando en cierto modo este silencio, que la suerte de Salamanca no mereció especial mención entonces.

Como hasta aliora no ha fallado ó nuestra vista Salamanca y encontramos en una de lae obras modernas citadas, que después de conquistada por Aníbal «con el tiempo Quedó arruinada, y en «748 la conquistó álos moros el rcyD. Alonso el Católico» es preciso confesar que desconocernos los documentos con que puedan acreditarse estas ruinas , reedificación v aun esta conquista tan punlunli¿ada. Por lo mas cabe decir que fue conquistada por Alfonso el Católico, sin determinar fecha, y solo en razón de hallarse en el pais de los mayores combates de este monarca; tanto quo Alfonso, no logrando afianzarlo en su dominio, echó el resto pur dejarlo desierto. En aquella desastrosa temporada para estos países tan batallados, tendría lugar la ruina de Salamanca que tanto se anticipara. Mas siendo asi no hubo de tardar en ser restaurada, figurando después bajo el poder de jos musulmanes. El emir do Córdoba Molíamed, habiendo invadido los estados cristianos hasta Santiago, despidió la caballería de Mérida por Salamanca, al regresar por Talavera (de 863 á 861). Esto no obstante, algunos , adelantando equivocadamente al año 857 la formación de los estados musulmanes, que Fe desentendieron de la autoridad de Córdoba hacia los anos do 1008, suponen que un moro llamado Mozaro se hizo independiente on Salamanca (otros, no nías acertados tampoco, en Talamanca). Ademas en el cuento de Bernardo del Carpió so lee que por los años de 871 el rey D. Alonso el Magno tuvo una junta de grandes en Salanianea para dar cima á los disgustos que mediaban con este personage. Alfonso el Magno conquisto á Salamanca en 868; pero al punto se agolparon los musulmanes á estas fronteras y consiguieron rescatarla. En 038 fue Salamanca el punto de reuniqíi’designado para las fuerzas mahometanas que debían invadir el lerr. cristiano, y en ella los encontró el Califa Abd-el-Hahman con su guardia y la caballería selecta andaluza en primeros de diciembre lio dicho año. En la primavera del siguiente 939 se puso en campaña con una hueste de irlas de 100,000 hombres. ¿Estaría Salamanca destruida y.i en aquella época á causa de las guerras y revueltas anteriores, y deberán entenderse bajo su nombre sus ruinas, sirviendo á la comodidad de un campamento, y los aduores que poblaron las orillas del Tbrmi’S? ¿Quedaría arruinada al retirarse el ejército invasor que lo hizo sin la mejor fortuna? ¿Lo seria al luidodel avance de Ramiro? Asi parece mas probable: pero Bada se puede asegurar. Sampiro, en su Chr., número 23, cuenta a Salamanca entre las ciudad que en la otoñada de dicho año 939, se hallaban desiertas por Us guerras y fueron repobladas por este rey con sus soldados. Sampiro’llama á este ejército de Ramiro A’eifa, tal vez por el nombre árabe de la espada Seif, y Mariana, Ferreras y otros lo entienden por un capitán moro contra el que marchaba Ramiro : aun se ha dicho que este moro habia acudido contra el rev de León , llamado por los condes de C’istilla que se le habían revelado (V. Castilla), y que con este refuerzo destruyeron el terr. de Salamanca.

En el otoño do 1007 el Modhafer con su ejercito musulmán tomó á Salamanca y arrasó sus fortificaciones ; continuando su marcha para Galicia y Portugal. En la primavera de tubo (según el Silense-chr, riúm. 80) el rey D. Fernando, moliendo sus armas contra los musulmanes pasó por Salamanca á internarse en Portugal. Ferreras v varios historiadores anticipan este hecho once años ; Mariana, Diego de Saavedra, Prudencio de Sanduval y otros, hasta diez v seis. Aquí ocurre la misma duda que respecto de la esperlicion del Califa Abd-el-Rahman : aunque el monge de Silos nombra á Salamanca ¿la encontraría Fernando abatida y despoblada? ¿Se habría Imitado el Modhafer ¡í volcar sus muralla.«? El arz. D. Rodrigo la cuenta entre las conquistas de Alfonso VI, pero fue en verso, y á pocos versos preside el cenio geográfico é histórico de Hornero y de nuestro Silio itálico. Se^uu la crónica lusitana, Pelayo de Oviedo y Lucas de Tuy, Alfonso pobló á Salamanca. Este rey después de adquirido el gran poder que le dio la conquista de Toledo (V. Toledo) echando lejos de Salamanca los limites de los

dominios cristianos que cada año habian sido regados con sangre, repararía esta ciudad délos menoscabos sufridos en las guerras anteriores, y la engrandecería como hizo con otras muchas población, por lo que so le considera poblador de toda la Castilla y la L’slrcmadura , habiéndose podido decir de aquí que pobló á Salamanca. Algunos afirman que este rey encargó la reedificación y población de Salamanca a su yerno f). Ramón dcBurgaña, con quien casó á su legitima hija Doña Urraca en 1092 ó 101)3 Cierto autor moderno, siguiendo á Hui Méndez, que escribió sin acierto alguno sobre la historia de Salamanca, y aun dando por averiguado lo queaquel no se atrevió ú calificar mas que de presunción propia, due constar por documentos este hecho y que concurrieron á un tiempo á esta repoblación el referid’o D. Ramón y el conde D. Vela, á quien otros la atribuyen, fijándola en 1109; loque por infundado que sea ha d;ido motivo á otros para creer que el dolor de la cristiandad causado por la muerte de Alfonso VI, y encarecido por los historiadores, no paró en la emigración du muchos de los pueblos mas espuestos á los embates musulmanes , sino que esta misma y SÍd mas motivo que la muerte de aquel rey despobló á Salamanca. Restaurada definitivamente esta ciudad volvió á fijar eu ella su residencia la antigua dignidad episcopal que por tanto tiempo había peregrinado según la suerte de las armas. Al ser erigida la metropolitana de Santiago, se le asignó por suf.agáneala de Salamanca (I123). El arcediano de Ronda dice que lus ob. de Zamora, Avila y Salamanca , en tiempo del arz. D. Hcrnardo (V. Sahasun v Toledo) eran sufragáneas de Toledo, hasta que las adjudicaron á Santiago: Mariana tomó ya cu cuenta esta opinión y dijo: «no se que verdad tenga esto.» El rey D Fernando II de León al reedificar á Ledesmaquitó paite de sus tierras á Salamanca para dar term, á aquella población, lo que produjo luego grandes trastornos; pues disgustados los salmanticenses, cuando vieron al rey embaíazado con la guerra de Portugal, se levantarou contra él. Un llamado Niino Ravia, principal movedor de este alboroto fue elegido capitán: el ludcnse dice que lo titularon rey. Los de Avila les enviaron auxilios; pero el rey D. Fernando acudió pronto; la fuerzas sublevadas le salieron al encuentro; se dio la batalla junto á Yaldnnvsa; los sublevados fueron vencidos y preso y ajusticiado el capitán; \ los demás y la ciudad volvieron a la obediencia. El rey salió dé Salamanca para Zamora (H79) En U98, el rey de Castilla, en guerra con el de León, taló las cercanías de Salamanca. El año 1Î39 (otros dicen el 40) fue muy memorable para esta ciudad por la traslación que el rey D. Fernando III dispuso á ella de la universidad que el rey D. Alonso su abuelo había fundado en Paloncia ano 1208 ().

Antes \ a elrey de León su padre habia fundado en Salamanca cierto principio de universidad para que sus vasallos no tuviesen necesidad de ir á estudiar á Castilla : D. Fernando, sobre susdeseos de aprovechar las grandes ventajas que ofrecía Salamanca para este objeto se propuso ganar las voluntades de los leoneses En el párrafo de instrucción pública puede verse lo concerniente á esta famosa universidad que llegó á hacer á Salamanca una de las ciudad mas célebres y opulentas. En 1283 llegó á encontrarse tan gravemente enfermo en Salamanca elinfanto D. Sancho q’ue casi lo desahuciaron los médicos. Do aquí pasóá Avila, donde convaleciente aun sucedió en la corona por muerte de su padre ;V. Avila). La crónica del rey D. Sancho el Fuerte refiere qile en 1287,agitadas las cosas del reino por la ambición dol conde de Haro, el infante D Juan mandó que desde Ledesma.fuese corrida Salamanca, y que el rey recibió cartas de esta ciudad, avisándole que dicho infante habia mandadla Dií.uo López de Campos lo verificase, haciendo lo mismo que desde Castel-Uodrigo con Cindad-Hodrigo. Salamanca conlinuahJ engrandeciéndose por el impulso de vida y prosperidad que la habia dado el establecimiento de su universidad tan privilegiada y rica, y por la constante munificencia de los rfyes y de los particulares amantes da las ciencias. (V. lo que dejamos dicho sobre los colegios en el 1. citado de este articulo). En 1430 se celebraron Corles en Salamanca, queconcedieron cuantiosos recursos para la guerra contra moros En las graves alteraciones que ocurian en Castilla por el año «IHO, el rey logrando evadirse de los enemigos de D. Alvaro de Luna en Medina del Campo, y á prelestode ir á caza, se huyó á Salamanca (principios de dicho año. Según la crónica de D. Sancho no se refugió en esta ciudad). Los infantes de Aragón y muchos grandes le .siguieron con 600 caba

(‘) (V. el art. de falencia, donde por uno de tantos crrores inevitables en la impresión de estas obras, y que continuamente esumoi rectificando en loa escritores que nos han precedido, restituyendo 1 sus testos la posible pureza, se lia escrito 1Ï6Ï руг IS 12 , la ff’1» de l« «probation pontificia de etu universidad).

llos, resueltos á apoderarse de su persona, y él, no creyéndose bastante seguro en Salamanca, salió para Bonilla. Los conjurados se apoderaron luego de Salamanca entre oirás muchas población; y con todas volvió á la obediencia, habiéndose celebrado las Cortes He Valladolid que empezaron por abril del mismo uño 1440. En los no mentiros disturbios que se movieron en el reinado siguiente D. Enrique IV, por acuerdo tomado en la junta de»Madrid, auo lífiS, pasó con su corte y ejército disponible á Salamanca, aplazando para el mismo panto las demás compañías de armas apellidadas para reducir á los conjurados contra su autoridad, si no lo conseguía por negociaciones de paz. Sulió luego de Salamanca para sitiar»á Arévalo (V.}.

De un modo mas uotab’e suena esta ciudad en el principio tlel reinado de los Reyes Católicos. El partido que se les opuso al pronto, escudándose con el nombre de la princesa Doña Juana, tenia mucho poder en Salamanca , y consiguió mantenerla algún tiempo fuera de la obediencia de estos reyes. D. Fernando pasó ;i ella y la dejó asegurada, habiendo sido saqueadas las casas de los ciudadanos pertenecientes i la parcialidad contraria, que cr;<n en gran número (año I’»7o). En Salamanca, de regreso de Santiago, deteniéndose algunos días los reyes, acordaron el establecimiento de la audiencia de (ïalicia , á principios del año 1Ш. En Ш7 fue Salamanca donde tuvo lugar la muerte del principe Don Juan, tan desgraciada v sensible para toda España. A los 3 dias de haber llegado á esta ciudad con la princesa su esposa, le acometió una fiebre que le acabó en -13 días. El rev llegó de Valencia, donde recibió ‘a noticia de la enfermedad (V. Valencia’, y apenas pudo conocerlo ya el principe : falleció el 4 de octubre , y su cuerpo fue conducido á Avila para sepultarlo en el momist de Sto. Tomás. En Salamanca á donde llegó en 20 de octubre de 1SO»>, el rey Católico mandó pregonar las paces que tenia asentadas con Francia, y que comunmente no fueron muy bien recibidas en Costilla. En 2i de noviembre se asentó en esta misma ciudad concordia entro el rey archiduque (quien envió poderes á sus embajadores!, la reina su esposa y el rey D. Fernando, determinándose cómo habian de entenderse en el régimen y gobierno de los reinos, cuya capitulación fue preeonadá en Salamanca el 6 de enero de 1300, para ser luego desechada por el archiduque. Antes ке festejaron en el mismo año las bodas del rey Católico y Doña Germana. El arz. de Zaragoza con otros caballeros y nobles dueñas salieron de esta ciudad á recibir á la novia en Fucnlerrabia ; el rey y con él las reinas de Ñapóles madre с hija, el duque de Calabria y muchos señores fueron por Valladolid á Dueñas. En Salamanca, á donde llegó por Estremadura , se acabó de concertar el rey Católico con el marqués de Viüena, dándole en recompensa de Villena y de Almansa, sobre lo que valian sus rentas, las población de Tolox y Monda (1S08′. Fernando pasó de Salamanca á Valladolid va Arcos , donde halló á su hija mal acomodada en 4509. En las grandes revueltas que agitaron el principio del reinado de Carlos I con el nombre de Comunidades de Castilla , ocupa Salamanca un lugar muy importante. So levantó con Toledo, Burgos, Avila, ele en 1520, y echó de si á todos los caballeros, esrepttiando solo á Î de ellos. 4 .»Juan Brabo, insigne caudillo de los salmaticenses en aquella desastrosa guerra , que después de vencido y prisionero en Villalar, cuando oyó el pregón que deria en el rollo de la pinza, lugar del suplicio, que él y sus compañeros iban á ser degollados por traidores, respondió aun con altivez mentí»; dando lugar A la memorable advertencia del esforzado Padilla. «Señor Juan Brabo, ayer fue dia de pelear como caballeros, y hoy es dia de morir como cristianos.» (V Vh.i.alar) 2.° D. Pedro Pimentel, primo del conde de Benavente, por cuya mediación no fue también decapitado entonces , para ser victima lamentable de una orden del emperador al año siguiente (V. Simancas). Los padecimientos de Salamanca en aquellos tiempos fueron muy grandes ; fueron los consiguientes á la dominación, flamenca ; i la lucha en que se declararon el

poder aristocrático y el monárquico: ala guerra civil que nrotlujcron estas causas, y al triunfo de la monarquía sobro la grandeza y los pueblos. Sin embargo no dejó de disfrutar Salamanca su antiquísimo voto en Cortes y en la instrucción que dio á Juan Alvarez Maldcnado y á Pedro Serdones de Villaquiran sus regidores y procuradores, que debían representarla en las de Toledo de 1523; usó igualmente los

dictados de muy noble y muí/ leal ciudad. que contaba entre sus numerosísimas reales mercedes. Esta instrucción, que existe original en el archivo del Sr. duque de Frías, puede verse copiada en la preciosa colección do documentos inéditos para la historia de España, debida á la laboriosidad é ilustrada elección de los eruditos académicos de la historia D. Martin Fernandez Navarrete, cuya lamentable pérdida sufrió la literatura á poco de hiiberse empezado esta interesantísima publicación, y á cuya memoria no podemos negar un tributo de respeto; y nuestros particulares amigos D. Miguel Salva y D. Pedro Sainz de Baranda.

En 13 de noviembre de I5V3 se hizo un magnifico recibimiento en Salamanca á la princesa de Portugal Doñn María, habiendo salido Л acompañarla de incógnito el principe Don Felipe, á quien venia de-ainada. Entre el grande aparato de este recibimiento eran notables para nuestro propósito ciertos versos que sostenían las efigies de las diosas Palas y Juno elevadas sobre las manos de un Hércules ce locado en’medio del puente: dábase en estos versos á Hércules por fundador déla ciudad, y se atribuía el puente á Trujano-, el autor de cierta relación de aquel recibimiento se jactó de poder mostrar , si no esceilirsc los fínei de la historia, que la fundación supuesta al puente no era exacta. Se celebraron las bodas , hubo toros ren los que á poco se desgració el duque de Alba , que se halló con su caballo en las astns de uno y fue derribado en tierra), hubo cañas, ingeniosos fuegos artificiales y toda clase de juegos y regocijos; después de lo que los príncipes y su magnifico acompañamiento salieron рагн las Villorías y Medina. En 1bav2 falleció en Salamanca el comendador griego Hernando Pinciano.

En 15IÍ5 el concilio provincial de Salamanca fue uno de los tres principales que se tuvieron entonces en España, conforme á lo mandado en el de Trentp. El año 1626 fue muy funesto para Sa’amanca ; pues se dice que saliendo de madre el r. Tonnes derribó 500 casas y 12 iglesia Llegada la desastrosa guTia de sucesión (calificada de conveniencia por el varón de Jomini ) seguida á la muerte de Carlos II, el ejército aliado, en número do 30,000 hombres, mandado por Galloway y Fagel, y eu gefe por el marqués de las Minas, ocupó á Salamanca cu 1706; mas no permaneció en ella, avanzando sobre Madrid. Los salmanticenses ó salamanquinos , como vulgarmente se han venido á apellidar, luego que se vieron libres, proclamaron á Felipe Aun se formaron algunas partidas en la ciudad que, ocupando los pasos de Portugal, interceptaban las comunicaciones y se apoderaron de una gran suma de dinero que el rey D. Pedro enviaba al ejército. Ninguna ocurrencia de que debamos hacer mención en tan sucinta reseña, como es la de nuestro propósito, tuvo lugar en Salamanca basta la entrada del ejército francés en España, mandado en gefe por Junot, dirigiéndose al Portugal en 18 de octubre de 1807. Esle ejército llegó ú Salamanca en 12 de noviembre de dicho ano, y continuó su marcha, habiendo sido muy obsequiado como en todos los pueblos del tránsito, cuyos moradores

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manca, con grande entusiasmo de sus moradores, en primeros de junio del espresado año, sin que desgracia alguna mancillase el brillo de aquel acto patriótico en pueblo tan ilu:lrado. No es posible dar cabida aqui tampoco á los pormenores relativos á Salamanca en la sangrienta y larga guerra que entonces so emprendiera. En 13 de noviembre riel mismo año llegó á esta ciudad el general inglés Sir Juan Moore con parle del ejército que le era destinado. Las dificultades que retardaban la reconcentración de todas sus fuerzas en situación que le presentaban como crítica l.is noticias de las derrotas sufridas pnr los españoles, falló poco para que lo hiciesen retirarse á Portugal ; mas permaneció con su cuartel general en Salamanca, y levantó el campo en 43 de diciembre, marchando con eus tropas y las del general Hupe camino de Valladolid. Después fue ocupada Salamanca por el mariscal francés Soult, quien se movió con su ejército, según el plan formado en Madrid, cuyo resudado no correspondió por haberse anticipado la célebre jornada de Talavera (V.). El mariscal Ney se situó luego en»Salamanca por disposition de José Bonaparte, habiendo conseguido vencer la bizarra resistencia que opuso á su marcha el esforzado Sir Roberto Wilson, con el escaso ejército du 4,000 portugueses y españoles, eu cl puerto de Baños, douJe se encontraron casualmente estas fuerzas

(agosto de 1800). El general francés Marchand dio en Salamanca una proclama amenazadora, contra el distinguido patriota D. Julián Sánchez, que infundía el mayor desasosiego en los franceses; ademas cogió en rehenes como á patrocinadores de este, á unos cuantos ganaderos ricos de la provincia (el mismo año). Marchando después de la batalla de Tamames (V.) se retiró á Salamanca, donde se detuvo 5 días esperando refuerzos de Kellermann, que no llegaron, y fue obligado á evacuar la ciudad por el duque del Parque en 21 de octubre (1809). Este duque y el general D. Francisco ballesteros que se le había unido con su división, entraron en Salamanca al dia siguiente Î5, entre las ma-; vivas demostraciones de alegría. En 1.° de noviembre se le unió también cu esta misma ciudad la división castellana, al mando del marqués de Castro-Fuerle : el duque contó entonces con unos iii,000 hombres en Salamanca, do donde salió descoso de coadyuvar á la cspedicion del general Arcizaga, cuya espedicion se estrelló en Ocaña (Y.). Salamanca volvió á ser ocupada por los franceses después que el del Parque cejó el 26 de noviembre en el C:irpio, fue sobrecogido en Alba de Tormos el 28, y su ejercito formando tres cuerpos paró dividido asi en Ciudad-Kodrigo, Tamames y Miranda del Castañar, mientras que el general Kdlermann dejaba ocupada la linea del Tormos. Dividiéndose los générales franceses, Dorscune y Marmont, después de haber soconido á Ciudad-Rodngo (V.), para lo que se habían combinado, el primero se’retiió hacia Salamanca y Valladolid i últimos de setiembre de 1811). En medio de tantas vicisitudes conocido es cuánto padecei ia Salamanca pasando de uno á otro poder, tránsitos que por lo mas ьоп tan funestos. Sus conv y sus tan dignamente celebrados colegios, cuyos magníficos edificios embellecían la р»Ы., fueron destruidos por los franceses: de 2o que eran estos, hubo 22 mas ó menos arruinados; entre ellos los de Cuenca y Oviedj, fundación de los ilustres prelados Yillaescusa y Muros; y el del Rey, precioso monumento de tiempo de Felipe II. que recordaba el distinguido genio de Juan Gómez de Mora, autor de su plan. (VER MÁS EN ORIGINAL)