U n i v e r s i d a d l i t e r a r i a (calle Ancha de San Bernardo, núm. 5 1 , y por la de los Reyes tiene otra entrada entre los números 2 y 4 única que hay al presente hasta la conclusión de la obra). La que existe en Madrid fue creada, como dijimos al fól. 366 del tomo I , en Alcalá de Henares, en el siglo XV. En el citado fól. hicimos una reseña del origen de esta Universidad debida, puede decirse, al célebre cardenal Cisneros, quien puso la primera piedra el 28 de febrero de 1498 y la inauguró en 26 ele julio de 1508, con el título de Colegio mayor de San Ildefonso; por consiguiente nos limitaremos hov á hablar de este establecimiento desde los primeros dias de noviembre de 1836, en que por real orden de 29 del mes anterior se trasladaron , al Seminario de Nobles de esta c o r t e , las facultades de Leyes y Cánones bajo el nombre de Escuela provisional de Jurisprudencia, para la cual fue nombrado rector el presbítero D. Aniceto Moreno, doctor en aquellas ciencias y catedrático de derecho canónico este tomó posesión el 13 de noviembre y fue reemplazado el 13 de abril de 1837, por el doctor don Francisco de Paula Nobar, actual catedrático de Jurisprudencia, rector que habia sido en Alcalá por los anos de 1833 los matriculados en esta escuela, para el curso de 1830 á 37, ascendieron á 506; cuando en Alcalá no pasaban en los años anteriores de 350. Se observó también que las facultades de Filosofía v Teología que habían quedado en Alcalá, encomendadas á un vice-rector que recioia las órdenes del Gobierno por conducto de la escuela, tezalez tenia para el citado curso 133 alumnos, al paso que era mucho mayor el número de los que asistían en Madrid á los Estudios de San I s i d r o ; como no podia menos de ser atendidos los medios que la corte proporciona para seguir su carrera aun á los estudiantes escasos de recursos. Estas observaciones contribuveron á que el año siguiente se trasladaran á Madrid las facultados de Filosofía v Teología, reuniéndose con la escuela en el mezquino y escéntrico edificio de las Salesas Nuevas, donde permanecieron, hasta el año 4843 en cuya época principiaron á establecerse algunas cátedras en el ex-Noviciado de los j e s u í t a s , cedido por real o r d e n , siendo ministro de la Gobernación de la Península el Sr. D. Facundo Infante, de cuvo edificio tomó posesión la Universidad en 10 de mayo de 1842. Este conv.
fundado en 1602 fue obra del hermano francisco Bautista, quien hizo la iglesia de San Isidro, con la que tenia mucha relación la del Noviciado, aunque de mejores proporciones, con una bella cúpula pintada al fresco por Leal, y un magnífico r e t a b l o , dedicado á San Francisco de Begis, en el crucero del Evangelio era un edificio de poca «solidez situado en la calle Ancha de San Bernardo, formando esquina con la de los Beyes, y sobre su arca puede decirse se edificó la Universidad. Cupo en ello gran parte de gloria á los claustrales D. Carlos María Coronado, D. Claudio Sauz y Varea, y D. Antonio Campesino que, nombrados por el claustro para esta comision, miraron los intereses de la Universidad con un celo digno de todo elogio y de las gracias que les dio el Gobierno; si bien solo’ el Sr. Coronado continúa en este cometido, á causa de las variaciones introducidas en la organización del claustro por el plan de estudios de 1845. El arreglo y organización de este establecimiento se debe á diversos señores, de los cuales nos vamos á ocupar por el orden cronológico con que estuvieron en el caso do contribuir á t an laudable objeto, sin que ninguno omitiera nada de su parte para que la Universidad de Madrid llegase al estado de esplendor que todos deseaban.
En 1839 fueron nombrados visitadores los señores D. Marcial Antonio López y D. Manuel Joaquín Tarancon, actual ob. de Córdoba con el mismo fin fue nombrado en 5 de enero de 1840 rector y comisario regio D. Vicente González Arnao, catedrático que habia sido en Alcalá por los años de 1791, y célebre por su vasta erudición y n o t a bles e s c r i t o s , el cual fue reemplazado en 24 de setiembre del mismo año 40 por D. Pedro Gómez de Caserna, catedrático de Jurisprudencia que habia sido tambien en Alcalá, donde siguió con mucho lucimiento su carrera. El Sr. Laserna, entusiasta por los intereses de la Universidad, como lo manifestó aun en medio de los azarosos momentos en que desempeñó la subsecretaría v Ministerio de la Gobernación , hizo varias reformas y dispuso la traslación de los libros y efectos que existían en Alcalá, los cuales principiaron á colocarse unos 3,000 volúmenes, de los mejores y mas necesarios, en un salón habilitado para biblioteca en el edificio de las Salesas, y bajo la dirección de D. Mariano de la Bodega y Meriodo, á quien el Sr. González Arnao habia nombrado bibliotecario. En 27 de enero de 1841 sucedió al Sr. Laserna, en el cargo de r e c t o r , á propuesta del claustro y por real orden de 25 de aquel mes, D. Joaquín Gómez «de la Cortina catedrático de derecho canónico que habia sido en Alcalá no menos celoso el Sr. Gómez de la Cortina solicitó y obtuvo el edificio que hov ocupa la Universidad; en su tiempo se principió el espediente sobre supresión de los colegios de Alcalá, y se cortaron los abusos que se advertían en algunos de ellos, y también en su tiempo formó el claustro (en 1842) un reglamento interior para el régimen de todos los actos académicos y de las dependencias de la Universidad; reglamento que no llegó á plantearse por las variaciones adoptadas por el Gobierno al preparar la publicación del plan de estudios. Por renuncia del Sr. Gómez de la Cortina y real orden de 3 de setiembre de 1842 se encargó interinamente del rectorado D. Eusebio María del Valle, catedrático de economía política , hasta que en setiembre de 1843, y á propuesta del claustro, fue nombrado en propiedad el catedrático de J u risprudencia D. Pedro Sabau y Larroya, quien hizo p r o s perar visiblemente al establecimiento y terminó la traslación de libros y efectos, que aun no pudo recoger el señor Laserna estos se encuentran h o y , así como los interesantes archivos de la secretaría, contaduría y tribunal académico , clasificados y colocados debidamente por el especial cuidado y acertada «dirección del laborioso é inteligente s e cretario general D. Victoriano Marino-, tambien en su tiempo se terminó el espediente que hemos dicho, promovió el Sr. Gómez de la Cortina para la supresión de los cuatro colegios que existían en Alcalá, conocidos con los nombres de Málaga, Verdes, Manriquez y del Bey, y en cuyo espediente trabajaron con celo y buen éxito los Sres.» c a t e dráticos Llórente y Coronado,» dando por resultado la a g r e gación de sus rentas á las dc la Universidad.
Contribuyó no poco á esta organización la reforma que, por reales decretos de 4.° de octubre de 4842, sufrieron las facultades de Leyes y Cánones refundidas en la de J u r i s p r u dencia , de cuya «fusión resultó un claustro de mas de 4 30 individuos que se honraban contando en su seno antiguos catedráticos, magistrados y jurisconsultos de los mas a c r e ditados de la c o r t e , y una juventud numerosa y brillante que se escedia en celo» por el lustre de la Universidad. En la Teología el número de doctores no escedia de 24; pero ent r e efios se contaban sugetos muy recomendables , y eclesiásticos célebres por sus condecoraciones y saber. Para fomentar el espíritu de corporación se celebraban los actos académicos con grande solemnidad y con asistencia del claustro general, á veces tan numeroso que pasaban de 4 00 los graduados asistentes; volvieron á ponerse en uso los trages y ant. ceremonial de la Universidad de Alcalá , fomentando así sus nobles recuerdos y gloriosas tradiciones, á que contribuyó siempre el señor Laserna, quien hizo colocar en el salón principal, y bajo dosel, el hermoso r e t r a to del cardenal Cisneros; introdújose en fin, una especie de fraternidad entre los graduados para honrar la memoria de los compañeros que falleciesen , y al objeto celebraban un oficio de difunto en la iglesia dc las Salesas , asistiendo el claustro de ceremonia, oficiando uno de los individuos y quedando al cuidado de otro de los amigos del difunto el leer la necrología ó panegírico, del cual se depositaba un ejemplar en el archivo. Tal era el próspero estado de la Universidad de Madrid en 4843 , cuando recibió la nueva organización que, como á las demás , le dio el plan general de estudios, fecha de 17 de setiembre de aquel año entonces se le reunieron los colegios de San Carlos y San Fernando, ó sean las facultades de Medicina y Farmacia, como tambien los estudios de San Isidro y las cátedras de H i s t o ria natural, botánica y astronomía, que con sus respectivos establecimientos quedaron agregados á la facultad de Filosofía.
Para llevar á cabo esta hueva organización, fue comisionado en 29 de setiembre de dicho a ñ o , el gefe político Don Fermín Arteta, en calidad de rector y comisario regio, que desempeñó hasta el 17 de noviembre en que tomó p o sesión el señor marqués de Valgornera este renunció en 23 de diciembre, sustituyéndole el mismo gefe político , y en 29 de abril de 1846 entró de rector en propiedad el señor Don Florencio Bodriguez de Vahamonde , fiscal e n t o n ces de la audiencia de Zaragoza, quien continuó hasta el 31 de marzo de 1847, en que fue nombrado ministro de Gracia y Justicia. Por real orden de 26 de abril se encargó i n t e r i namente del rectorado el actual catedrático de Jurisprudencia y diputado á cortes Don Andrés Leal, hasta que , por real decreto de 9 de setiembre, pasó del Ministerio de Comercio Instrucción y obras públicas al rectorado que en la actualidad desempeña, el señor Don Nicomedes Pastor Diaz.
Al principiar el curso de 1846 al 47 se concluyó la parte de edificio que forma la calle de los Beyes , y se»trasladaron á él las cátedras de Filosofía que se hallaban en las Salesas el local que ocuparon estas cátedras es uniforme á las anteriormente construidas el profesor entra por una puerta independíente de la que usa el público , y se coloca en el s i tio elevado desde donde dirige la esplicacion á los alumnos colocados delante de él en anfiteatros. Pero como quiera que para seguir la obra del edificio era indispensable demoler la fábrica ant. del Noviciado , y levantarse conforme a los planos aprobados por el Gobierno, se trasladaron a San Isidro las oficinas de la secretaría general, y se habilito allí despacho para el rector, y un bonito salón adornado en gran p a r t e , con la sillería de Alcalá, construida a fin del siglo pasado en este salón se celebran las reuniones del claustro general v las oposiciones á las cátedras vacantes , no obs tante considerarse, como centro universitario el edificio del Noviciado. Por la organización dada álos estudios en el plan de 4847, cuenta la Universidad con dos institutos de segunda enseñanza, uno en San Isidro y otro en el Noviciado. A la facultad de Filosofía, cuyo centro está en San Isidro , con ef despacho del decano, pertenecen las cátedras establecidas en este edificio, y al Noviciado, las del Museo de Historia n a t u r a l , Botánico y Observatorio astronómico. La facultad de Jurisprudencia y la de Farmacia tienen edificios propios y bien conservados, de los cuales hablamos»separadamente.
QC O QO La reseña que acabamos de hacer de la naciente Universidad de Madrid, indica demasiado loque puede esperarse de un establecimiento que en tan pocos años de vida, y t e niendo que vencerlos infinitos obstáculos de las vicisitudes políticas por donde va pasando, no solo la España sino la Europa entera, ha conseguido progresar y colocarse al n i vel de los mas florecientes de su clase ; gracias al asiduo empeño que» para ello se han tomado los profesores y á la atención que siempre le ha dispensado el Gobierno. Los cuadros que vamos á presentar justifican este aserto. (VER EN EL ORIGINAL)