(calle de su nombre, núm. 48 tiene 6 p u e r t a s , una principal y 2 colaterales á la iglesia, otra al conv.,otra á la casa de los capellanes y otra á la huerta.) Dio principio á este monasterio Doña Prudencia Grillo, en el año de 1589, estableciendo, las primeras religiosas que vinieron de Avila del conv. de G r a c i a , en unas casas que poseia en la calle del Príncipe, donde permanecieron nasta que la reina Doña Margarita, esposa de Felipe III, las trasladó en 1610 al sitio en que se hallan, construyendo el nuevo monasterio Fr. Alberto de la Madre de Dios , arquitecto acreditado á la sazón. La iglesia se empezó á fabricar en 1639, y se terminó en 1665 habiéndola posteriormente consagrado el Sr. D. Manuel Quintano Bonitaz. La fachada es muy sencilla y el interno de poca estension , pero de buena forma, coronando el crucero una cúpula octágona por el esterior, que sino merece el título de magnífica, que la da Baena, es por lo menos regular. En el retablo mayor , que e s de mala arquitectura, hay un gran cuadro que representa la Concepción, obra del célebre José Ribera, y en el á t i co del mismo una pequeña Visitación de Cerezo. El tabernáculo que está decorado por c a r i á t i d e s , tiene tres pinturas que espresan el Salvador en el frente , y San Pedro y San Pablo en los costados , hechos todos por D. Antonio Palomino. Apreciables son tambien los cuadros de los altares que hay en los cuatro machones que sostienen los arcos torales. El primero contando desde la capilla mayor por el lado del Evangelio, es de Cerezo y en él aparece Sto. Tomas de Villanueva dando limosna á los pobres; el segundo es San Felipe, de Coello; el tercero San Ildefonso, de Agüero; y el cuarto San Nicolás de Tolentino, sacando almas del purgarorio , del citado Cerezo. Existen á la entrada, como en tiempo de Ponz, dos p i n t u r a s ; en la de la i z q . , que e s del estilo de Cano, está San Agustin con su m a d r e ; y la de la d e r . , que el mencionado viagero gradúa con razón de la manera antigua de Becerra manifiesta á San Pablo y San Antón en el desierto.
Subsisten igualmente en el presbiterio dos grandes lienzos apaisados, copia de uno de Velazquez el de la der. del altar, y de o t ro de Ribera el del lado de la Epístola. En el primero se ven los hijos de Jacob , y en el segundo un Nacimiento.
El bello Apostolado que en el último siglo adornaba las paredes de e s t a iglesia no e x i s t e , sucediendo otro tanto con las dos pinturas que se hallaban á los lados de la nave y de las que Ponz hace mucho elogio. Ejecutó los frescos de las cuat r o pechinas truncadas D. Antonio Velazquez. A uno y otro costado del crucero hay tribunas con celosías doradas. Unido á este monasterio se halla un colegio llamado tambien de Sta. Isabel del que se habla en otro lugar. Tiene un solo capelláN