RIOJA

anl. distr. de España , repartido entre las provincia de Soria, Burgos y Álava , y en el dia, se halla enclavado casi en su lolali lad en la provincia civil de Logroño Se divide la Rioja en alta y baja; la alta se puede designar desde Belorado hasta Logroño, y la baja desde Logroño á Al faro y Cervera del Rio Alhama. Lns sierras mas principales que la dividen son: las llaínadas Idubcdas que corren de O. á E. hasta encontrarse en el Monrayo; los montes llamados de Oca ó mas bien un ramal de ellos, que bajando sus cumbres seguí) se inclinan hacia el N., toma el nombre de lomas , y por úllimo la gran cord, de los monies Oharencs, que principia en estas mismas lomas, y cone de O. á E., abriéndose junto al ant. liilibio para dar paso al Ebro, que desde Los groño, es el limite que tiene por la parlo de Navarra Este territorio forma un valle que naco la figura de una S, cuya long, es de 24 leg. poco mas ó meaos ; comenzando desde Villafranca de Montes de Oca, hasta la v. de Agreda. La lat. es menor y no igual por todas parles, porque por unas se esliende á 10 leg., y por otras á S, y esta se toma desde las cumbres de las sierras que por la mayor parte ciñen á esta comarca, y son muchas y muy altas; con sus nombres peculiares, aunque el ant. y general es de montes Idubedas. Parece que la naturaleza ha demarcado este terr., para tener administración propia y peculiar, sin confusión alguna de límites, y de ella sin duda se partió para crear la actual provincia de Logroño; aunque sus limites no sean tan exactos como los de esta, por razón de haber sido segregados pueblos que pertenecen á otras provincia limítrofes. Cuatro son los limites que constiluven la demarcación de este ten-.: el primero y mas esenciaí, es la cord, divisoria de aguas entre Ditera y Ebro , y que corre desde Villafranca de Montes de Oca hasla Agreda: comienza en un eslremo de aquellos montes y camina de О. и E. por la sierra de Pineda, sierra de Sta. Cruz del Valle, sierra de San Antonio (cerca de dicha ermita nace el r. Tirón], puerto de la Demanda, montes de las Hergijuelas (en que tiene su origen el r. O/a), sierra de San Lorenzo, montes de Vado, sierra de Neíla (donde nace . el r. Kagcrilla, pico de Urbion; montes llamados de San Millan, sierra Cebollera (origen del r. Iregita] , puertos y montes de Piqueras (de los que nace el r. tesa), cumbre de la gargantilla (de cuyos cerros y valles nace el r. Cidacos), sierra Alba, Puerto Oncala, montes de Alhama, puerto de Cortadero, sierra de Almuerzo, ó de los Siete Infantes de Lara, puerto «leí Canto Hincado, sierra de Montenegro (aldea de Agreda), confinante con la ciudad de Tarazoná^ de Aragón El segundo lim. geográfico de I\ioja es de S- á N. otra cord, de montes, quo divide las tierras y pobl entre Burcba y la actual provincia Comienza en los citados montes de Oca, sobre Villafranca y sus aldeas y corre por los montes de Pedroso de Rio Tirón, Belorado. Presnodeitio Tirón, Cerezo, Trebiana, Altable, Pancorbo, Ame jugo, Valverdes y Orón, hasta los de Miranda de Ebro. El tercer lira. es otra cord de montes, conocidos con el uombic de sierra de Navarra: comienza en Buradon sobre la orilla set. del Ebro, mas abajo de Miranda , donde dicen las Conchas de Haro, y camina de O. á E., partiendo aguas por las cumbres, entre Álava y Ríoja, por las sierras de Totonia, munies de San Vicente de ki Sonsierra, sierra de Alíalos, sierra de Berberana , montes de Cipran , de Yecora , de Moredo y de Oyon hasta el cerro de Cantabria, en cuyo punto la linea sigue por el r. Ebro, hasta la ciudad de Alfaro , dividido á Rioja de Navarra. Dentro de eslos lim. hay algunos pueblos segregados por fuero á la provincia de Álava, y por e^to lodo oí pais, entre la cord, y el Ebru, su titula Hioja Alavesa. El cuarto lím. consiste en las vertientes de aguas al r. .4í/»awia, y confín de la provincia de Aragon y Navarra: comienza en la v. de Agreda, última de Castilla en aquel punto , en cuya junsd. nace el r. Aña maza, que con las aguas de otros varios r. de su terr., bajan á engrosar el r. Alhama, mas abajo de Cervera, confinando con Aragón , y desde allí, el mismo r. desciende basta la ciudad de Alfaro ,. confia de Navarra. Entre eslos cuatro limites Osla el nacimiento, curso y fin de los sicle r., cuyos orígenes y formación distinguirán eternamente el lerr. de la Rio ja , de todas las otras provincias españolas, sin que apenas quepa en la geografía otra mejor, ni mas claramente demarcada: estos son : el Tiran , el O/a, que se supone da nombre al distrito ; el Xac/erUla , el Iregua, el Le-a, el Cirfacos y el Alhama, cuyo curso y demás circunstancias se verá en sus respectivos artículos.

El pais es ameno y delicioso, abundante de toda clase de frutos sin necesidad de que lleven ningunos de afuera ; por el contrario surle á los pueblo* inmediatos, singularmente á las Provincias Vascongadas: abunda de pizarra arcillosa y de sal de Glauber. Produce muchos granos y vino, esquisito aceite aunque en poca cantidad, mucho ganado lanar fino, caza, y pesca de los r. mencionados ; toda clase de frutas, menos naranjas y limones ; alguna seda , y muchas especies de hortalizas. Su im consiste en muchas fábricas de aguardientes, paños finos y ordinarios, lienzos de lino y cáñamo, curtidos y loza. Hay en general mils Comkrcio que en otras prov de España y su población segun el Diccionario Universal era en 1833 de 220,000 hab.; pero podrá verse en sus respectivos art., que comprenden 430 pueblos, en una

i superficie de 270 leg. cuadradas. Dividida la Rioja por el Euro, que la baña en dirección de 0. à E. con corla diferencia, se nota que el terr. de la falda meridional de la Sonsierra, hasta el libro ha sido ua bosque .encinal, guarnecido su suelo de coscoja, romero, sabina , enebro, espliego, lomillo , salvia, cantueso y olías planlas aromáticas. Hay en esta parte muchas canteras de piedra arenisca, asentadas sobre capas de greda, y la descomposición de aquellas por los meteoros , y el deslave de estas por las aguas , formas con su mezcla, en los parages bajos , terrenos arcillosos, de color amarillento claro. Las tierras altas, ó son areniscas» de un cascajo calizo, descomposición de las rocas caliza« blancas asnetadas de que se compone la cordillera; y está guarnecida en su cumbre de altas hayas , y en las laderas y faldas de encinas, y su suelo cubierto de bojes. Las rocas escafpadas de estas sierras, que se elevan entre sus arboles, que. se crian en sus grietas sin puntas irregulares, y los arroyos que de ellas se desprenden , conlribuyen á darlec una perspectiva variada, agradable y pintoresca. Hallánse en estas cumbres algunas minas de hierro, aunque abandonadas sin duda, por su calidad agria, y una mina de carbón de piedra. Todo el lerreno es quebrado , lleno de oteros y cerros bien labrados. La cord, de mediodía ó sierras de Cameros , so compone la mayor parle de lierre^ sin las rocas escarpadas que se ven en la de la Sonsierra: en sus cimas y sitios sombríos, se crian bayas , y en sus laderas y faldas y, parages mas soleados, robles ; pero en sus montañas mas elevadas, apenas se cria árbol alguno , y solo produceo alguna plañía lánguida y mezquina ; pero muchas yerbas medicinales, algunos minerales de hierro y cobre , cristal de roca y otras preciosidades mineralógicas, que aun pudieran descubrirse, si las recorriese un hábil naturalista. Los rios que hemos mencionado y nacen de esta sierra, corren con una rapidez perjudicial, producida ya de la altura de su origen , ya del mucho desnivel y declive de su terr. de S. á N. desde la falda de dichas sierras hasta el Ebro, que la baña por mas abajo.

Los naturales son robastos y laboriosos, muy dedicados á la agricultura, particularmente á la labranza de las viñas, y muy adictos al servicio de las armas. tanto los nobles como los’plebeyos; las mujeres airosas, llenas de gracia y muy hacendosos en sus respectivas labores. Por lo que barcal estado de su ind., de su agricultura y de los medios de hacerla mas beneliciosa por medio de la facilidad de estraer sus frutos, debe consultar el lector el Ionio 27 de las memorias políticas y económicas de D. Eugenio Larruga, página âu(i y siguientes.

Histoiua. Es interesante el estudio de los acontecimientos que han tenido lugar en esto pais, y de la variedad de nombres bajo que se ha entendido significado , por la copia de no icias que produce, entre las que se descubre la deles diferentes vicisitudes sufridas por las ciencias histórica y geográlica. Los diligentes y sabios escritores del imperio romano nada dejaron que desear de su época -. sus teílos llenos de punlual descriptiva conducen generalmente como por la mano á las localidades. Si tratan de acontecimientos, los dan aplicados á estas. Aquellos escritores turnaron por base de sus trabajos relativos á España , un pais sin unidad política: numerosos pueblos, diferencias tan marcadas cuanto son numerosas y marcadas las regiones naturales en que se halla fraccionada la Peninsula. La’que actualmente nos ocupa, que cierto escritor moderno, dice, «estar casi ceñida por el Ebro,» no podía menos de ofrecer uno de aquellos pueblos, de leyes, carácter y costumbres especiales. El aislamiento moral y político dé los pueblos de la España primitiva, partía de la diferencia de razas y mayormente aun de exigencias locales. Asi, aunque el origen «de los habitantes de esta region, era el mismo de otras regiones limítrofes, estén Jidas por el interior de la Península, se hallaban díslerminados de los otros con un nombre particular: la distinción local había triunfado de la unidad de origen. Estos habitantes eran celtiberos y eran independientes de la nación celtibera , bajo el nombre de Berimes. Por Estrabon sabemos que los herone.s se hallaban siluados entre los celtiberos (de su propio origen), por S. ; y los cántabros cómicos por N. Mas preciso aun Ptolomeo, nos dijo, que aquellos celtiberos eran los arébacos, y estos cántabros, los antriganes. Ya digiraos en el art. Deronia, como el mismo Ptolömeo menciona tres ciudad de esta región : Tritio el (¿rancie, Oliva y Vera . y que parece haber sido esta última ciudad denominante de la región. En efecto , tratándose de una población de antigüedad céltica, es como si se digéra haber sido esta la preponderante en el pais, y que, habiendo recibido su nombre de la ventajosa posición que tenia junto al Kbro, lo comunicó al terr. que encabezaba. Por Esirabon sabemos que por Vera ó Varia se pasaba el Ebro ; por Plinio , que era de grande importancia sobre este г., llegando hasta ella las embarcaciones desde el Mediterráneo, para lo que andaban 240 millas. Nada mas natural que haber recibido esta población su nombre del г., cuyas proporciones oían, digámoslo asi, su impulso social. La raiz ber es general en la nomenclatura geográfica do tales objetos y situaciones por toda la parle estrema del mundo antiguo, que fue conocida con el nombre Iberia. Debiendo, en este caso , haber existido la céltica Vera ó Varia desde los antiquísimos tiempos en que se introdujera esta raíz en nuestra nomenclatura geográfica , ¿se opondrá la noticia que nos da el señor Llórente de que hubo un tiempo en el cual la cord, de los montes Ovarenses era continuación de la de tiuradun y Üusicrfa de Navarra, por lo que no teniendo salida el t’úiro, tormaba una gran laguna de i leg. de ancho desde los montes de Ircio y Herrera, hasta los de Purtilla y Treviñot Se¿un este escritor el enorme peso y gran cantidad de aguas , socavaron la cord, cutio Buradon y Bilibio y abrieron paso al Ebro para la Rioja. Después corriendo siglos se desgajó la cumbre, so desunió la cord, y desapareció la laguna. Si esta doctrina fuese cierta, y aquella laguna hubieía sido la de que hace mención Posidonio, como existente en su tiempo , no dejaría de existir contradicción entre la antigüedad que hemos supueslo á Varia y la razón denominante espuesta. Mas Posidonío , niEstrabpn, comimicacáudouos la espresion de aquel, dicen que el Ebro tuviese dirección distima ; no hicieron mas que referirnos , como un fenómeno propio y peculiar del Ebro, que sin haber precedido grandes lluvias oí deshielos , se salía de madre é inundaba los campos por largo trecho, cuando soplaba por muchos dias el viento del ‘N. ; cuya particularidad se atribuía á la laguna por donde pasaba , la cual por aquel viento derramaba sus aguas, ó iban á aumentar las del r. Semejantes relaciones, debidas al tiempo de Posidonio, que uo vio por si mismo aquella laguna, ni examinó el fenómeno qua releria, son demasiado peligrosas para que hoy las abultemos; mas bien debemos suponerlas ya abultadas en razón de las fuentes de que hubo de tomarlas aquel antiguo escritor. No negaremos que la doctrina del señor Llórente se apoye en una base física, y sea producida por un detenido estudio geológico del Sais; pero debió ser en su caso mucho mas allá del tiempo e Posidonio, y aun de la que alcanzan las investigaciones históricas. Si esta doctrina es originada de la relación de Posidonío. no se opone ya á la mas antigua existencia de la ciudad Varia á orillas del Ebro. Sí San Isidoro eu sus elunolo

fías hubiese acertado con la de Cantabria, ciudad de este no rare, que dijo haberse llamado asi de Canla-Iberi, esto es, e. del Ebro, no cabria dudar que Cantabria y Canta-Varia o Varia era una ciudad misma; pero ya vimos como debe entenderse mejoría ciudad Drigantia bajo aquel nombre, quu es un pleonasmo formadonor la amalgacion de distintos idiomas-. Briga y Canta ó Carta son voces sinónimas de nuestra apelativa ciudad.

Cuando las sangrientas guerras que despedazaron al imperio romano en su ancianidad le arrebataron la España, mientras la invasión goda establecía la unidad nacional bajo una constitución político-militar, la ciencia geográfica tocó en su mayor abatimiento: los limites de las regiones y sus nombres siguieron el general trastorno. Por ello las relaciones quo mas se aproximan á aquel tiempo , ó que hacen referencia á él, están llenas de nombres bárbaros y de oscuridad geográfica. No asoma ya el nombre de Beronts, célebres en la antigua geografía y en la historia, especialmente en la de las guerras civiles de Roma , pues carao se lee en el fragmento de Livío publicado por Gíovenazo , Sertqrio se apoderó de este pais, porque desde él podia conducir con toda facilidad sus tropas á cualquier parte de España , donde fuese mas necesaria su presencia. Si figuró esta región

en la historia, despues île la invasion dicha, e* preciso buscarla or. la bárbara nomenclatura de la edad media. Asi pudo decir el padre Mariana que «Myro rey de los Suevos hizo guéri a á los de la Rioja: uo so sabe porque causa , solo se refiere lus venció y despojó de sus bienes , y por conclusión los sujetó á su señorío. Llamábase antiguamente aquul pe^ dazo de tierra Rucones ; por lo menos asi la llama el arzobispo U. Rodrigo.» El Abate Masdeu se inclinó ú lo mismo diciendojüobro los años de 561 á o(H, Leovigildo salió á a campaña dos veces, la primera contra los riojános, llamados por San Isidoro rucones, y por el Abad de Y alelara Arayonesa «Pero con esla misma autoridad idice el señor Govautes en el Diccionario de la Academia do la historia) y con las que cita el señor Cortés en el Diccionario Geográfico Ilistói ico, se convence que los rucones eran los del valle Roncal. Este señor encontrando numerosos v muy claro» los testos que hablan de los rucunes para probar que eran los roncaleses, eslrañó que el padre Ik-nao dudase si por rucones podían ser entendidos los riojános. Pero, ni San Isidoro , que es el único escritor que dio este nombre á los pueblos vencidos por Sisebuto, Suiutiki y Myro , ni otro escritor alguno ofrecen esta claridad apetecida. En el artículo Runcal, pueden verse las conjeturas con que sin embargo puede apoyarse esta correspondencia. Se asegura que en tiempo de los godos «á la que hoy llamamos Rioja , llamaban Cantabria , en cuyo sentido el Albeldcnse dijo que D. Sancho Abarca había tomado por la Cantabria desde laciudad de Nagera hasta Tíldela todos las casi ¡líos ó fortalezas.

San Braulio, eu la vida de San Millau, llamó también Cantabria à este pais.» Dase luego grande autoridad á la espi-еыоп del AlbcUeuse, juzgándola decisiva en la materia. Esta autoridad sin embargo, no esaducible por prueba mas que del grande abatimiento en que se hallaba la ciencia

feográfica en aquel tiempo. Antes que establecer por el Ibcldense, que la Cantabria comprendía & Nagera y á Tudela, es preciso confesar, que eran entonces completamente ignorados los Um. de las regiones: á ello obliga la ilustración que posteriormente han dado á la corografía de estas los grandes trabajos do los eruditos que han aprovechado los documentos ant., cuyo estudio no era propio del tiempo en que escribió el mpnge de Albelda.

Es preciso renunciar todavía á la puntualidad geográfica con relación á aquel tiempo. El Albeldense dio el nombre de Cantabria hablando de D. Sancho, como el de Yasconía, refiriendo las cosas de Sisebuto: ambos nombres recibieron de la ignorancia de los tiempos una ostensión geográfica que no tenían; y lo mismo debió suceder con el de los ruconeí No negaremos que este nombre sea el propio de los roncalesos; pero también es preciso convenir que eu San Isidoro difícilmente se concretó á ellos. Los hechos en cuyas relaciones suenan por aquella edad, los nombres de Vasconia, Cantabria y Rucunia, tuerou muy provablemenle generales á lodos los pueblos de esta belicosa parte de la Península. Para escluir de ello á la Rioja se ha dicho también no ser país montuoso , sino un espacioso valle, y que aunque su consideren parte suya las sierras, no forman la principal, ni tampoco en razón de montañas son tan espesas y cerradas, que se puedan comparar con los Pirineos ó con sus valles. No obstante, si nuestro trabajo fuese militar, veríamos no ser muy atendibles estas razones; y como debe tener en esta misma región su base, para que obtenga su debida fuerza la guerra de las montañas que la dominan. El mencionado Sr. Gobantes , habiendo dejado el nombre de Rucones para los roncaleses, y asegurando, que en aquel tiempo era desconocido el de los riojános , pasa á examinar de donde vino al ant. país de los nerones el nombre de Rioia. Dice muy bien, que aun cuando se encuentra el origen claro , evidente, de un nombre, como loca en lo ridículo buscarlo en noticias oscuras, dudosas y aun falsas como las de los que con este Y otros objetos parecidos, trageron á España á Oco hijo del rey Dario, fundando á Oca y dando nombre á pueblos, ríos, familias ect. También estamos de acuerdo en que no sea preciso acudir al vascuence erriq/in, que interpreta tierra de pan, para derivar Rioja. No asi nos conformamos con la etimología que vino á adoptar después de estas justas esclusiones. «Elr. O/o , que nace sobre Ezcaray y pasa por Oja-Castro, por Slo. Domingo y

otros pueblos, y se une al Tirón sobre Aogunciana , poco mas de i leg. al SO. do Haro en donde entran unidos al Ebro, es inJudab.órnenle el que ha dado nombre a este pais.« E-ite respetable escritor no encontró repugnante á su doctrina haber de .naniFestjr pronto que el r. üja es el segundo al O. del pais , y acaso el menor ó uno de los de mas corto curso. Nosotros, en esta consideración, apesar de ni mili diferencia nos merece la opinión del Sr. Gobantes, no estimamos bastante fuertes las conjeturas á que da motivo el r. Oja, para suponer ó admitir, que haya perdido la región un nombre cuya razón provenia del r. bbro, para tomar otro de este peq Jeño afluente de aquel que lo recibe como queda dicho. Lejos de esto creemos que el primitivo nombre no ha hecho mas que degradarse con ei trascurso de Pos siglos, como ha sucedido con la generalidad de los nombres geográficos. Es muy verosímil que la ant. región denominada por la ciudad Varia, que como hemos visto hubo de recibir su nombre de su situación junto al Ebro , venga significada en San Isidoro, entre las conquistas del rey Leovigildo bajo el nombre Varegia ó Areuia. Léese en este historiador Cántabros namque iste obtinuit, Aregiam iste cepit (V. Aregíaj. Aquella degeneración pudo dar muy fácilmente el nombre Rioja. liste se encuentra por primera vez espreso en el fusro de Miranda de Ebro del año 4092 que dice: et omnes homines de térra Lucronii, aut de Náyera ant. du /íio.ra.. Después se latinizó ttibp de Oja. Respecto del nombre Rioja , se dice en el repelido Diccionario de la Academia. bailarse con frecuencia en nuestras historias, habiendo llegado sin alteración á nuestros días, designando un pais fértil y hermoso, un ancho y largo v<.lle. Esia . región que vimos ser importante en la guerra sertoriana; que puede venir significada en las relaciones de las de Sisebuto, Suintila y Myro. bajo los nombres de Ruconia y Basconía; que fue sometida por Leovigildo, si como es tan verosímil debe entenderse bajo el nombro Aregia ; que fue ocupada por los musulmanes, en cuyo tiempo batallando en carnizadamenle sobre ella los diferentes poderes que aparecieron enla Píninsula hicieron célebre á Clavija (V.)., vino aunque no en su integridad, á formar un condado tal vez de institución asturiana.

Los condes de Rioja y Al iva, Didaco y Vigila, acometieron por disposición de Alfonso, en 8á3 á Ab Jala ben Lopia rey de Tudela, v le apuraron considerablemente. Paró después en manos do Sancho I de Navarra , por la tiranía de este rey y su nliado Bermudo de León Con relación á este tiempo, se la tuvo por Cántabra, como á la Vascpna Tudela. Entonces vino al auge de su importancia política. Rioja firmó un gobierno interesante, y pronto suciudad Nagera, fue algún tiempo corte del reino navarro (V. Nagera y Navarra). Por la muerte del rey (Jarcia Sánchez, en la deplorable batalla de Alanuerca, su hermano Fernando de Castilla se apoderó de dicha ciudad de Nagera y oirás población riojanas. Alfonso VI se enseñoreo de otros lerr. después de la muerte de Sancho el d? Peiialcn. La Rioja tuvo un antiquísimo fuero particular á que daba nombre ó que se cita con distinción diciendo, «este es fuero de Rinja>> (Mariana . Según Sandoval los m ignales del reino aconsejaron á Alfonso VI que si quería mantener en la obediencia la gente riojana «mirase qué hi/es habían tenido en tiempo de /os reyes pasados ij aquella* les confirmase, y guardase sus fueros » Por ello les confirmó el dicho, y en 109a lus lüó el faaio-io de qua hablarnos on el art- Logroño. Una escritura de D. Alonso el Batallador, fecha en 4133, manifiesta que la Rioj’i alcanzaba entonces ha-ita Bclorado. Acerca de la esclarecida nobleza do la Rioj’i dijo el citado Sindoval: «no se puede dudar que han queilaJohista hoy muchos descendientes do aquellos aot. y mu/ поЬ’еч varones que tuvo la Ríoja en aquellos siglos.» «Rioja tiene la gloria de ser la cuna del primer retórico de UomaQuintiliano, del primer poeta castellano, Gonzalo Взгсео, y de huber daJo los primeros reyes á Cartilla y Aragón« (Diccionario de la Academia). Rioja enfrió mu^ho en los trastornos del remado de D. Alonso el Batallador y Doña Urraca de Castilla. D. Sancho el Sabio de Navarra la invadió diferentes veces, pretendiendo tener mejor derecho á su posesión que los reyes de Castilla; y después de muchas desgracias, vino á re’nunciar estas pretensiones. No detallamos aquí los acontecimientos ni hace

mos mas que anunciar las épocas ; por cuanto se hallan aquellos en us reseñas históricas de las diferentes localidades en que han tenido lugar (V. Logroño, Nagera ect.) En 1336 volvió à sufrir la Rioja el azote de la guerra. En las del reinado de D. Pedro de Cuslilla fueron grandes sus padecimientos. También tuvo que lamentar las hostilidades navarras en tiempo de Enrique IV. En 4524 fue invadida por los franceses, bn la guerra de la Independencia contra la nuera agresión de estos, manifestó grande entusiasmo contra su injusticia y fue muy trabajada. ТьгпЫеп lo fue en la desastrosa civi| seguida á la muerte de Fernando Vil, en cuya guerra brilló el esforzado riojano D. Mari in Zurbano, quien con sus liijos D. Benito y D. Feliciano, peleó hizarrameiile en defensa del trono de Isabel II y de las instituciones liberales; viniendo por último los tres y el cuñado del primero D. Cayo Muro, á contarse entre las victimas de los lamentables trastornos que se han sucedido á la consolidación de la causa, porque habían derramado su sangre.