1. en la provincia de Pontevedra, ayuntamiento de Sal Paula Alcalá y el comandante general de artillería D. Joa- I val ierra y felig de San Lorenzo de Salvatierra quin Ponte se distinguieron igualmente; obligando á rendirse á discreción á los carlistas que, ppsicionados en una formidable cueva, con una pieza de artillería de á 4 defendían la entrada del camino desde la peña que lo domina: los capitanes Osma, de artillería y Echague du guias, prestaron en esta operación muy señalados servicio-» Los valientes conducidos por el general en gefe, conde de Luchan.), consiguieron alzar el pendón de la victoria sobre las altas cumbres del monte Ubal. Veinte y cuatro batallones mandados por Ы general carlista M,)rotó defendían tan ventajosas posiciones; Espartero se hallaba al frente de 30 escogidos para vencerlos. Continuó éste llamándolo a una batalla campal y decisiva, pero fue en vano Dedicó algunos días ä allanar varias cortaduras opuestas á su avance por los carlistas, sin que ocurriese mas acción que un combate parcial entre algunas de sus tropas y la brigada de Aleson que fue la vencedor». Al amanecer’del 8 de mayo atacó dcrididamenle á Ramales, cuyos defensores y los de Guardamino contestaron á sus fuegos; pero los del primer punto, llegadas las dos y media de la tarde, vieron quo iban A sufrir un asalto irresistible, v dejándolo incendiado se retiraron al segundo. D. José Fulgosio cargó con un batallón carlista á un batallón de l.’i’ Ii.mii que avanzaba á ocupar á Kamale*, v tuvo que cejar este: mas no tardó en ser obliga lo á hacer lo mismo aquel por 50 caballos de la escolla de Espartero , bizarramente dirigidos por D. Domingo Dulce