(calle del Arenal, número 13, donde está su puerta principal hay otra en la plazuela de San Ginés, número 4 , y o t r a , cerrada, en la calle de Bordadores, número 16). Dicen los historiadores de Madrid que fue muzárabe esta p a r r . , y que los reyes ant. la reedificaron , poniendo en en ella sus armas. Levantó en 1 493 la capilla mavor un veciudad de Madrid, y fue demolida con lo d e – mas del edificio en 1 462, construyéndose en seguida el templo actual, en el término de tres años, á costa de un rico feligrés, llamado Diego de San Juan. Sufrió la mencionada iglesia un incendio en 1824, día dc San Roque, pereciendo en esta ocasión el gran cuadro del altar mayor, obra de Francisco de RizL. Es clara, espaciosa, y de tres naves, y está cerrada con un cascaron en el crucero. La capilla mayor tiene un cuadro g r a n d e , y de medio punto, que representa el martirio del titular, «San Ginés de Arles, aunque la primera dedicación de esta iglesia fue, según Quintana, á un San Ginés, martirizado en Madrid por los años de 362; sobre el referido cuadro hav ángeles ejecutados por D. Pedro Herm o s o , y florones en fa arcada. Es notable, entre las capillas de que tratamos, la del Sto. Cristo, que es de crucero con cúpula, y fue reedificada en 1056, habiéndose renovado la ant.
en 1 300 reinando D. Pedro; tanta es la antigüedad de este sanitario.
Las pilastras y demás ornatos del cuerpo de la capilla, que describimos, fueron delineados por D. Francisco Sánchez.
El retablo y presbiterio son de mármoles, consistiendo su inepto mas en la materia quo en la arquitectura. Obra de Alfonso «ergaz es cl crucifijo que hav en dicho altar, á los lados del c»al se ven cuatro ángeles «de b r o n c e , que se atribuyen á Pompeyo LeonL. Los dos retablos colaterales tienen marcos de mármol con adorno* de bronce. En el que está al lado de la Epístola se halla un cuadro que representa á Jesucristo desnudOj sentado sobre una p e ñ a , y e s , como dice Ponz, de lo mejor, mas espresivo, y bien colorido de Alonso Cano.
La decoración de esta capilla» consiste en pilastras istriadas dc orden dórico, y el correspondiente cornisamento. Completan el ornato las pechinas y cúpula pintadas al fresco, viéndose en la última la resurrección. No existen ya las pinturas de Jordán y de Andrea Vaearo, dc que habla’Ponz al describir este sagrado recinto. Pasando á examinar las demás capillas y retablos, se encuentra bastante que observar.
En el collateral del lado del Evangelio está Ntra. Sra. de «»alvaneda, obra de Alonso de los Rios, y los santos que adornan el mismo altar son de D. Valeriano Salvatierra. En una de las capillas, a l a parte del Evangelio ,< se halla una escultura de San José, ejecutada por D. Juan Adán. Ha «esaparecido ]¡, pintura al fresco hecha por Ignacio Ruiz, y retocada por Palomino , en la capilla de los Remedios, y lo Mismo ha sucedido con varios cuadros dc mérito de «que «abia Ponz; subsistiendo en la sacristía el entierro de Cris- °> de D. Pedro Ruiz González. Ni por su materia, ni por v,’l ^ l ^ e c t u r a es digna de ser mencionada la torre de esta pero aunque ligeramente hablaremos de ella, por tener a Particularidad de que su chapitel cs un verdadero paraayos , en el que hace veces de aguja la c r u z , y de conduel e s 0 cadenas las a r i s t a s , habiendo sido notada esta cirnnstancia la primera vez por un mongo de San Martin, á l’mcipios de este siglo, y posteriormente por los veciudad del arrio, que en algunas ocasiones se han alarmado viendo ^minadas las esquinas ó aristas del espresado chapitel. lia sino publicado uii folleto sobre este a s u n t o , y en el año pajado de 1S1-7 dio á luz el señor cura varios documentos s o – ) r e la materia. Está servida por el párroco, 3 tenientes, agonizante, sacristán mayor, 1 colector, 1 beneficiado y 7 capellanes de número se halla en su distrito la capilla de Sta. Catalina de los Donados, con un rector