NIEBLA (CONDADO DE)

el ant. reino árabe que quedó en la Bética provincia, fue el reino de Niebla, como lo manifiestan varios documentos. Dicho reino fue dado con título de condado, que hasta hoy conserva, como se deduce del siguiente relato, copia de una instrucción de la casa del conde de dicho título. «Este condado pertenece á la casa del duque de Medina Sidonia , con la jurisd. señorío y terr. , alcabalas y demás rentas reales, á escepcíon de los inalienables de la soberanía; y vino de la casa de Medinaceli á la de Medina Sidonia en tiempo del Sr. D. Juan de Guzmau, que es el primer duque de Medina Sidonia y tercero de este condado de Niebla, el cual se compone de 16 pueblos, entre los que hay 3 v. con jurisd. propia é independiente de otro L., á saber •. Niebla, cabecera y matriz del condado, Trigueros y Valverde del Camino, eximidas de jurisd., la primera en el siglo pasado, y la segunda en el presente, en virtud de los reales privilegios que se le concedieron.

«Los 13 pueblos restantes han sido y son ald. sujetas á Niebla, por lo que sus justicias se llaman pedáneas, y solo tienen la facultad de prender los delincuentes, pero no soltarlos, y la jurisd. que ejercen en sus pueblos está reducida á conocer en cosas de corta cantidad. Todo el dicho condado pertenece á la casa del duque con la jurisd. y sen. terr., pechos etciudad, y nombra á su libre elección un corregidor en Niebla y sus ald., un teniente en Trigueros y un alcalde mayor en Valverde.

«En dichas 3 v. nombra anualmente los ayuntamiento, así como los alcaides de sus cast. y toda clase de jurisd. así civil como ecl. por todo el tiempo de su voluntad, teniendo los nombrados voz y voto en cabildo.» Los término del condado confinaban con los de Moguer por el S.; con San Juan del Puerto, Gibraleon, San Bartolomé, Castillejos, El Granado y Sanlúcar de Guadiana por el O.; con la Raya de Portugal, Aroche, Almonaster, el Cerro, Zalamea y Berrocal por ei E. tienen estos término de N. á S. 8 leg., y de E. á O. 45.

Los 43 l. del condado de Niebla pagaban todos los años sus nuevas justicias al duque de Medina Sidonia la cantidad de 2,743 reales en esta forma Rs. Mreales Villarasa 226 » Rociana 454 4 7 Lucena del Puerto 447 » Binares 470 17 Beas.í 349 47 Calañas 348 17 Puebla deGuzman 511 47 Alosno 208 4 7 Paimogo 214 » Sta. Barbara 114 47 Almendro 444 47 Villanueva de las Cruces 423 17 Cabeza Rubia 120 17 2,743 » El nuevo sistema político introducido en la nación ha estinguido todos estos sen., y por lo tanto, cada pueblo se rige con arreglo á las leyes y disposiciones generales, sin que en ninguno exista una jurisd. privativa dependiente de esta ó la otra persona.

HISTORIA. Es Niebla población de grande antigüedad é inaveriguable su origen, sobre el que solo cabe á los eruditos probar mas ó menos generalidad y profundidad de conocimientos Es indudablemente la Hipa ó Ilipla en cuya inmediación el pretor romano Publio Cornelio Escipion Nasica atacó y derrotó completamente á los lusitanos, que habian invadido la Botica, sumisa ya á Roma. (TU. Lio. lib. 25, cap. \ .»J Obtuvo de aquella ciudad el derecho de acuñar moneda, y en sus medallas aparece su nombre Ilipla. Por estas medallas debe corregirse el de Hipa, que resulta en el itinerario romano, habiendo sido aun de las mansiones militares de aquel tiempo. En Ptolomeo se escribió Ilipula ó lllipula.

El nombre Ilipla, sobre ser mas auténtico como resultivo de las medallas, es también mas análogo al de Elepla que tuvo esta población en tiempo de los godos, siendo, ciudad episcopal.

Su primer obispo Basilio asistió al tercer concilio de Toledo el año 589, y tirmó con el dictado de Eliplense. Sin duda seria también de Elepla el presbítero Restituto, párroco de Élepel que suscribió en el concilio Iliberitano (edición de Loaisa). Elepla, cuya dignidad episcopal prueba el engrandecimiento que tuvo en tiempo de los godos, cuando sucumbió á los árabes, no debió obstinarse contra sus armas; y asi conservando su esplendor antiguo , figuró desde luego «entre las ciudad principales de Andalucía con el nombre de Lebla, eu que trocaron el anterior los árabes; asi resulta en la división de España hecha por Yusufe año 747. El trono de Córdoba, del que recibía un gobernador Lebla, la tuvo eu especial aprecio; y én las guerras civiles, que vinieron á despedazar los estados musulmanes, jugó un papel interesante.

Ahmed, apoderándose del pais en 1049, la puso en manos de sus hijos. La importancia de este gobierno se deja ver especialmente después de la elección del califa Hescham (en 1020), al paso que la unidad musulmana se iba fraccionando.

Mientras este califa se afanaba en la guerra de las fronteras, Lebla se contó entre los gobiernos que se negáronla pagar sus tributos á Córdoba, y su gobernador paró al fin en declararse independiente. Otros gobernadores en igual caso se sometieron al califa luego que hubo regresado este á la cap., y recibieron sus amonestaciones; pero el de Lebla, fiado en»su posición, no obstante reconocerle el carácter de imán, continuó negándose á contribuir con tropas ni caudales. Las armas de Hescham lograron someterla el año 4029. Otras muchas vicisitudes cruzó Lebla en aquel tiempo de tantas revueltas; pero la mas notable y desastrosa fue sobre los años de 4154 Por esta época llegaron los almohades sobre ella, y después de un sitio violentísimo dirigido por Abn-Zakarya fue tomada. El cruel vencedor hizo salir fuera todos los varones, los alineó y los pasó por las armas, sin esceptuar ni á sugetos sobresalientes en letras y armas, tales como el jakih Abn-el-llakem célebre historiador y tradicionista, y el virtuoso y esclarecido Abn-Amet-el-llad.

Se hace subir eí número de las victimas á 8,000 hombres.

Las mujeres y niños fueron vendido- en almoneda, pública con todo lo dé sus respectivas pertenencias. El emir Abdel- Murner recibió con disgusto la noticia de tanta crueldad, y procedió contra Zakarya, que de su orden fue conducido preso á Marruecos; mas recobró este su libertad, y las desgraciadas víctimas de Niebla no recobraron asi sus padres, sus esposos ni aun sus intereses. Después de esta asolación traída á Lebla por las diferencias musulmanas, pasando del poder de almorávides á almohades, no tardó ya en sufrir también los mas recios embates de las armas cristianas.

En 4178 fue sitiada por el infante D. Sancho de Portugal; pero no pudo tomarla , habiendo de acudir al socorro de Béjar, que al mismo tiempo fue amagada por los árabes.

La Ilipla antigua, la Elepla media, la Lebla y Libia árabe empezó á denominarse Niebla. El arzobispo D. Rodrigo la sitió y se apoderó de ella en 4234? pero volvió al dominio de musulmanes, del que la reconquistaron las armas del rey D. Alonso el Sabio en 1257. Sus casas y tierras fueron repartidas entre cristianos, á quienes quedaron sujetos sus moradores musulmanes. El infante D. Enrique desde Lebrija el año 4259, según la crónica de D. Alonso el Sabio, procuraba conmover é interesal’ en su rebelión á los cristianos y musulmanes de estas comarcas; pero no fueron apoyados sus intentos. Niebla no era ya aquella población tumultuosa de otro siglo; su carácter habia cedido á las desgracias repetidas, su población era otra, y bien distinta su condición en todos.

En 4369 D. Enrique II la hizo cabecera de cond., creándolo para su hija natural Doña Beatriz de Castilla , quien lo llevó en dote á su esposo D. Juan Alonso de Güzman , tercer señor de Sanlucar, de quienes descienden los duques de Medina- Sidonia y condes de Olivares, Se cuenta que el rey D. Enrique üí tomando á empeño el restablecimiento del orden en los negocios del estado , que durante su menor edad habian sido presa de la grandeza, v en los disturbios que contra esta resolución se promovieron, ajustició en Niebla hasta 4,000 culpables; mas se refieren muchas cosas del tiempo de I). Enrique poco eNActas. Desde que Niebla de ciudad importante y considerada descendió por medio de las guerras , la reconquista y la espuision de los árabes á ser únicamente una v. propiedad de sus condes, es poca ya también su importancia histórica. La historia de Niebla por la duración de estos condes seria mas bien la de la ilustre sucesión de sus poseedores, á no ser aquellos hechos aislados que hava tenido que sufrir por su inmediación á Portugal en las guerras con esta nación, ó en aquellas que han afligido al lodo de la monarquía. Entre estos padecimientos son notables los que la trajo la injusta agresión francesa de 1808.

Sufrió las mayores vejaciones de los franceses. La regencia del reino encargó el mando de Niebla y su cond. á D. Francisco de Copons v Navia, quien tomó posesión de él en 44 de abril de 1810. contando para su defensa solamente como unos 700 hombres de cuerpos dispersos. Copons procuró unir v aumentar esta fuerza, recoger los caudales públicos, mantener libre la comunicación de la corte de Cádiz y aun ostígar á los franceses; todo lo que consiguió, si bien con suerte varia, teniendo á veces que retirarse á Portugal. Los franceses evacuaron el cond. do Niebla á mediados de agos to de 4812 después de haber volado el cast. de esta v. El escudo de armas de esta v. ostenta dos calderas jaqueladas de oro en campo azul con tres cuerpos de sierpe en cada parte de la asa , orlado lodo de cast, y leones, y arriba un cast., desde donde D. Alonso Peroz de Guzman el Bueno, progenitor de los cond. do Niebla, arrojó el cuchillo á los moros para degollar á su hijo