Historia de Madrid. Escuelas de Párvulos

 

Esta institución que planteó el fabricante y filantrópico inglés, Robert Owen, y que desde luego admitieron y han mejorado casi todos los e s t a dos de Europa, no era desconocida en España : desde muy antiguo existían entre nosotros las escuelas de párvulos con el nombre de Amigas, en las q u e , sin distinción de s e x o s , se recogían los niños de corta edad , cuyas madres podian dedicarse á á sus quehaceres, sin temer por la suerte de sus hijos ; pero tambien es verdad se exigia una pequeña retribución, que á veces no podian satisfacer, y que era muy escasa la instrucción que se daba en aquellas escuelas.

Desde 1834 principió el Gobierno á mirar con algun interés la instrucción pública , t a n abandonada en aquella época, y desde entonces entró en sus planes el establecimiento de las escuelas de párvulos; mas la situación en que se halló por efecto de la guerra civil, no le permitió realizar este proyecto que confió á la Sociedad Económica Matritense, por real orden de 24 de mayo de 1838 , encargándola formase una asociación destinada esclusivamente al establecimiento y propagación de estas escuelas.  Aquella corporación hizo una invitación general á los habitantes de Madrid, y el 15 de julio del mismo año se instaló la Sociedad para propagar y mejorar la educación del pueblo: 582 socios reunieron muy en breve 1,320 acciones, y en 4 de agosto de 1839 habia 4 escuelas con unos 480 párvulos : la primera se estableció en la calle de Atocha, y á pocos dias se encontraba capaz de competir con las mejores del estranjero : á ella siguieron otras no menos notables y la a b i e r t a con tanta oportunidad en la Fábrica dc Tabacos.

La falta de recursos y la poca seguridad de poder reunir fondos suficientes para sostener las escuelas, obligó á la Sociedad á limitar el establecimiento de las que ella misma consideraba indispensables en Madrid; tambien se vio precisada por varias causas, á suprimirla establecida en Chamb e r í , de manera que desde 1841 al 46, solo mantuvo 5 escuelas, y en la última fecha cedió 2 al ayuntamiento; pero aun cuando la Sociedad nunca pudo organizar ni sostener en esta corte el número de escuelas que exige la población, consiguió el objeto para que fue instituida, pues considerando que la mayor dificultad para organizar la enseñanza de los párvulos seria la falta de maestros, determinó dar ala escuela de la calle de Atocha el carácter de normal, y de ella ha salido un gran número de maestros que repartidos por las provincias, dirigen las establecidas en ellas.  Y no contenta la Sociedad con este medio encargó la formación de un Manual de la enseñanza de párvulos á una comision de que formaba parte el Sr.  D. Mateo Seoane, actual secret a r i o , y que tan relevantes servicios ha prestado á la instrucción del pueblo, con sus grandes conocimientos y asidua laboriosidad.  Publicado este manual, ha contribuido á estender la enseñanza, dándola á conocer hasta en sus mas pequeños pormenores.

A los 3 años de la existencia de esta Sociedad, las suscriciones voluntarias de 20 r s .  Anuales , que al principio ascendían á 1,500 duros, fueron bajando, de manera que en 1844 solo se recaudaron unos 18,000 r s .  , decadencia cada vez mas notable y que hubiera obligado á la junta directiva á suspender en todo ó en su mayor parte la enseñanza, sin los auxilios extraordinarios qué ha sabido proporcionarse: entre ellos debemos citar la donación hecha por su dignísimo vocal D. Francisco del Acebal y Arratia, del sueldo de la plaza de consejero provincial, aplicada por mitad al sostenimiento de las escuelas y sociedad económica.  La Junta ha tenido que luchar tambien con dificultades de otro géner

o , pues habiendo el Gobierno donado en 1845 alas monjas que antes lo ocuparan, el conv.  De la calle de Atocha, exigieron aquellas se sacase del edificio la escuela normal de que hemos hablado; y la J u n t a , que aun cuando hubiera mirado con indiferencia las cuantiosas sumas invertidas en el establecimiento, se hallaba sin recursos para plantearla en otro l o c a l , se vio obligada á resistir las instancias délas religiosas , para impedir Ta completa destrucción de la primera escuela de párvulos de España : e s t a resistencia produjo un pleito, que después de largos trámites y considerables g a s t o s , terminó por un acomodamiento , quedando la escuela en donde fue establecida.

Finalmente, la sociedad sostiene hoy t r e s escuelas que son: la normal, de que acabamos de h a b l a r , llamada de > ir i o , en memoria de un célebre español, establecido en Alemanía, que dejó 40,000 r s .  Con el fin de fundar en España esta clase de instrucción; la s i t .  En la calle del Espino qn tomó el nombre del Sr.  Montesino, y la de la calle de velarde , que lleva el del Sr.  Arias, por los servicios n e c r o s , la Sociedad por estos recomendables vocales de su jun directiva.  , v El número de párvulos que concurren á estas escuetas v. á las que están á cargo del a y u n t .  , es alterable , conforme M A D R I D ; 803 las estaciones, pues disminuye bastante en el invierno por I dias de lluvia ó escesivos trios