COFRENTES

valle de Ja provincia de Valencia, partido judicial de Jarafuel. srr. al SO. de aquella ciudad á la dist. de 14 horas, cerca del límite dé la provincia de Albacete, partido judicial de Casas- Ibañez y de la de Cuenca, partido judicial de Requena, por donde serpentean los r. Ayora, Júcar y Cabriel, formando un agradable laberinto soplan suavemente todos los vientos, y bajo de una atmósfera risueña y despejada, se goza de un CLIMA templado y saludable, siendo algo frecuentes las herpes, que en el pais llaman humor salado, provenientes sin duda de que los vec aprovechan para sus usos ordinarios algunas fuentes saladas que brotan en el valle. Este se prolonga de N. á S. como unas 4 leg. empezando en el monteCherrichaua cerca del r. Cabriel, entre Cofrades y Requena, y termina cerca de Ayora, siempre estrechado entre dos cordillera de montes que corren en la misma dirección, separadas solo entre sí como 1 leg., que será generalmente la lat. de este valle. Sus raices y faldas como también los cerros son de yeso, los cuales varían sucesivamente de altura seguidos de elevados monles hacia el oriente y poniente. Los occidentales se estienden como 1 leg. hasta la raya ó división de las provincia de Albacete y Valencia en los partido judicial antes mencionados, donde forman una barrera impenetrable interrumpida por barrancos, quebradas y gargantas por dos de estas entran los r. Cabriel y Júcar, que unidos junto á Cofrentes, corren con el segundo nombre á desaguar en el Mediterráneo, cerca de Cubera. Los montes orientales del valle comunican con la multitud de aquellos que ocupan mas de 30 leg. cuadradas de superficie, sin colonos y casi sin cultivo, entre los que descuella el elevado Caroche, cuya descripción hicimos en su art. correspondiente (V.) Entre estas breñas casi áridas y desiertas se encuentra e’ ameno y frondoso valle que describimos, y en él 5 v. muy considerables, que en su respectiva posición forman una linea tortuosa tendida de N. á S . , y se denominan Cofrentes (la mas principal y la que le da nombre), Jalance, Jarafuel, Teresa y Zarra, que es el pueblo mas meridional y donde residía antiguamente el gobernador del valle. Casi todas ellas ocupan las cumbres de cerros mas ó menos elevados, teniendo cada una, escepto Zarra, su cast. donde los árabes colocaban sus vigías para avisarse de la proximidad de los enemigos, cuyo ejemplo se siguió igualmente en la última guerra civil. El TERRENO del valle cs casi siempre desigual, dispuesto naturalmente en cuestas, muchas veces rápidas é incapaces de contener las aguas de riego; pero ahora se halla reducido á graderías, y asegurados los ribazos con olmos y almeces, y las áreas horizontales por ind. de los colonos. No permiten que los almeces, que son los que mas abundan, se levanten á ia altura que adquieren comunmente en todo el ant. reino de Valencia cúrtanlos á poco mas de un pie del suelo y solamente les dejan los renuevos que aprovechan para horcas y garrotes; por cuyo medio logran ventajas conocidas, siendo las principales fortificar cad.i dia mas y mas los ribazos con las raices que se muí tiplican y engruesan, proporcionar la cría y corte de las varas para horcas y cayados, é impedir la sombra que los corpulentos almeces echarían sobre los campos. De esta manera han conseguido bastantes y frondosas!» uertas, que se fertilizan con ios r. mencionados de Cabriel, Júcar y Ayora, que corre por todo el valle en dirección de S. á N., y con muchas y copiosas fuentes que nacen en aquel recinto asi es que se ven con frecuencia canales de aguas cristalinas; óyese el murmullo de las que se precipitan por los cerros, y por todas partes se muestra la ind. de aquellos hab. y la fertilidad del suelo. Los CAMINOS del valle son locales, de herradura y en regular estado desde Ayora, pueblo lindante con Zarra, arranca una pequeña carrelera que se une en Almansa con la real de Madrid, PROD. las mas generales son, vino, aceile, miel, cera, seda, trigo, cebada, centeno, avena, maiz, patatas, frutas y hortalizas; se sostiene ganado lanar y cabrio; hay cazado corzos, perdices y conejos con algunos animales dañinos como son lobos, zorros y víboras, y pesca en los r de barbos, y sabrosas anguilas, IND.  la agrícola se halla en un eslado muy floreciente, y una prueba ia tenemos en la perspectiva que presentan aquellas huertas todas niveladas con sólidas calzadas ó con los abundantes almeces, cuyos renuevos asi como los del olmo campestre, saben criar y gobernar de tal manera para las referidas horcas y cayados, inicies produce mas de 8,000 pesos (15 reales 2 mreales cada uno; contando la docena de horcas á 15 reales; pero como alli mismo viven los obreros (pie las benefician y ponen en estado de venderse á los labradores del reino, operación que triplica el valor de dichas horcas y garrotes, quedan anualmente en el valle al pie de 24,000 pesos, provenientes de este art. desconocido en otras parles. A esto deben añadirse las manufacturas de lana donde se ocupan muchos veciudad y se consumen las lanas del pais en fabricar paños y otras telas de que se visten los naturales, enemigos declarados del lujo y del ocio; hay algunos molinos harineros y de aceite y otros artefactos, POBL. A fines del siglo XVI apenas contaban los 5 pueblos del valle unos 1,100 vec, que aumentaron á 1,800 á últimos del siglo pasado, según los datos presentados por el Sr. D. Antonio Cabanilles en su obra tantas veces citada de modo que en cosa de 100 años progresó la población en 700 veciudad Finalmente, según la matrícula catastral de 1842, resultan en las 5 v. 2,220 veciudad, 7,379 almas, esto es, 420 vec mas que en 1797 Ja RIQUEZA y CONTR. las presentamos en los art. de las respectivas población del valle.