Biblioteca del museo de ciencias naturales (historia de Madrid)

Por falta de local esta biblioteca se halla distribuida en el edificio del Jardin Botánico (paseo del Prado), y en el del Gabinet e de Historia Natural (calle de Alcalá, núm.  19).  En el p r i mero se han colocado la mayor parte de libros relativos á la ciencia de las plantas; siendo muy notable esta sección de nuestra librería por las escelentes y costosas obras, muchas de ellas iconográficas y en gran número pertenecient e s al siglo pasado; bien que en estos últimos años se han adquirido algunas de las modernas mas necesarias al e s t u dio descriptivo general y al peculiar de las plantas españolas.

Es igualmente adquisición reciente la libreria del difunto profesor de agricultura D. Antonio Sandalio de Arias que el Gobierno ha comprado á su viuda para aumentar nuestra biblioteca de Historia Natural.  La parte de ésta d e positada en el Gabinete, se compone de obras de química, física, mineralogía, geología, zoologia, botánica y no p o cos volúmenes relativos á otras materias bien distintas.  Como en la sección depositada en el Jardin , sucede aquí que la mayor parte de las obras son antiguas , pero por lo r e gular selectas y de bastante coste.  Para el servicio de las cátedras y tareas prácticas de clasificación, se han comprado modernamente varios tratados descriptivos que por su escesivo precio no están al alcance de las facultades de los discípulos, tales son la Iconografía de Geoffroy Saint H i l a i r e , l a s de las aves de Temminke,la d é l a s aves de África de Levaillant, la del reino animal de Cuvier por Guerin , la de los peces de Cuvier y Valenciennes , el viage al polo Sud y á la Occeania de Duihont ü’Urville , la parte malacológica de la Historia Natural de la Argelia, laHerpetologia de Dumeril y Vibron, la Sinomimia insectorum de Schornher y varias otras , que j u n t o con las láminas zoológicas de Aquiles-Comte , que nos trajo de Paris para el mismo servicio el aprecíame y entendido director general de Instrucción pública D. Antonio Gil de Zarate, queda bastante cubierta la falta que hace ocho años imposibilitaba casi la enseñanza práctica de la zoologia en el museo.