BATUECAS (VALLE DE LAS)

terr.  En la provincia  De Salamanca, partido  Jud.  De Sequeros, término  De la Alberca : srr.  Al S. de e s t e l .  : comprende 2 leg.  De terreno en cuadro , fragoso ó inculto, entrecortado por una multitud de gargantas en todas direcciones, donde abunda el brezo y la jara, la encina y el alcornoque , con otros diferentes arbustos y plantas.  El nombre de las Batuecas es bastante célebre: ha dado lugar á muchos escritos y á consejas y cuentos sin fin , confundiéndolo algunas veces con el terr.  De las Hurdes: éste es esencialmente distinto, aunque todo sea una comarca, y si se quiere de una misma naturaleza, como loesplicaremos en su lugar (V.  HURDES) : las Batuecas eslan aisladas de todo el terreno que las rodea.no tienen población  Ninguna, ni parece que allí haya tocado nunca la mano del hombre, sí se esceptúan las dependencias del célebre conv.  De su nombre , de que nos ocuparemos muy en breve, y que abandonado á consecuencia de la estincion general, sus muros imponen mayor silencio en aquellas desiertas soledades.  Dicho terr.  Está cortado al S. por una cordillera  De montañas, que se elevan repentinamente á considerable altura , ofreciendo en toda su prolongación varios puntos culminantes á manera de obeliscos, que amenazan sepultar cuanto existe á sus pies; no son menos encumbradas las sierras que le ciñen por todas parles, si bien sus cimas se alejan magestuosamente, dando mas ensanche á sus pendientes, siempre ásperas y peligrosas: estas montañas proceden del ramal izquierda  Que arranca desde el puerto de Baños y enlaza después con la sierra de Gata: forman en toda su estension la línea divisoria de las provincia  De Salamanca y Cáeeres.  La convergencia de las espresadas montañas en el terr.de las Batuecas, describe un valle que también lleva este nombre, sumamente profundo, cuyo estremo occidental ofrece una estension de mas de un cuarto leg.  De diámetro, figurando una concha ó anfiteatro , que prolongándose en línea recta al E. cada vez mas estrecho hasta la falda del Cabril, por espacio de 1/2 l e g .  , vuelve después al S. con mil sinuosidades para terminar bastante desahogado en las Mestas, alq.

Del concejo de El Cabezo, en el terr.  De las Hurdes, partido  De Granadilla; dos CAMINOS conducen á este valle: uno que parta de la indicada alq.  Viniendo del S .  , y otro por el N. que arranca desde la Alberca: el primero es poco mas que una senda, muy bueno para los de á pie por su escelcnte piso, casi siempre igual, mas harto peligroso para los caballos, á los cuales ün ligero tropiezo arrojaría con su ginete en los abis

Inos que de trecho en trecho se descubren; no asi el otro camino por el que, si bien se marcha tanto á pie como á caballo con mas trabajo y fatiga, ácausadel suelo pedregoso, de sus vueltas y revueltas y de su poco suave pendiente, está sin embargo libre de precipicios, es ancho, de largas y espaciosas vistas y susceptible á poca costa, salvo alguno que otro paso, de mejorarse en tales términos, que hasta carruages de toda especie podrian subir y descender sin grave dificultad ni riesgo: sobre tan notables ventajas ofrece ademas este camino, la de proporcionar al viajero el indecible placer de descubrir, cuando menos lo esperaba , el grandioso espectáculo que el valle ofrece á sus pies; una gran cruz de piedra llamada de San José, erigida poco mas ó menos al mediar la cuesta, señala cabalmente el punto de vista de que vamos hablando ; las aguas cristalinas que se desprenden ó nacen á cada paso de estas montañas, especialmente las del O., forman desde luego un arroyo bastante caudaloso, aunque estrecho, que recibe también el nombre del desierto, y en el fondo de aquellos riscos y asperezas, se descubre el famoso conv.  De las Batuecas del orden del Carmen descalzo, único edificio que allí existe y que ha dado á este desierto tanta celebridad.

CONVENTO DE BATUECAS: SIT.  á la cabecera  Del valle, se halla cercado su recinto esterior por una gran tapia de cal y canto de 1 2 pies de altura, cuya circunferencia se calcula de 1 leg., encerrando en este terreno, paseos, jardines, una huerta, un olivar de 5 0 0 pies, grandes bosques de muchos y variados árboles entre los que descuellan el tejo, el ciprés, el cedro y otros, y en el centro de esta animada y asombrosa vegetación, el magestuoso templo con todas sus dependencias y las capillitas del desierto.  Luego que se baja la montaña, trayendo el camino de la Alberca, se encuentra la cerca, junto á la cual corre un arroyo perenne que se pasa por un puentecito de un arco, enfilando con la portería, cuya fachada que mira al E., es un arco de bastante amplitud y solidez , sobre el cual descansa una pequeña espadaña, en cuya base hay un nicho ocupado por una estatua de San José, y en la cúspide una campana que sirve para llaman entre el arco y las puertas media un espacio de 1 5 pies de largo y 1 0 de ancho perfectamente cubierto, donde se guarecen los que llegan mientras se abre; á poco trecho de la entrada se dividen 2 caminos ó calles anchas, llanas y en buen estado que conducen la de la izquierda  á la hospedería, y la de la der.  á la portería principal del conv.: esta calle está formada de 2 filas paralelas de altos y robustos cipreses, interpolados de gruesos y copudos castaños, separados unos de otros en proporcionadas dist., cubiertas de una pared pequeña y una espesa linea de boj , que de trecho en trecho se ve interrumpida por arcos perfectamente formados en el mismo arbusto, á fin de dar salida á der.

é izquierda, ya para el olivar que domina por aquella parte, ya para la huerta, que se esliende por la otra ; su anchura es como de 4 varas, su long.  Pasa d?  8 0 0 pies, y el pavimento que se conserva á un mismo nivel en toda su prolongación, está en su mayor parte empizarrado con bastante esmero, encontrándose á un lado una fuente, y por toda ella varias corrientes de agua cristalina, que hacen un efecto muy pintoresco: al fin de esta calle se ve el grupo de edificios que constituyen propiamente el conv., el cual ocupa un paralelógramo de 5 00 pies de largo por 4 0 0 de ancho, y se compone de hospedería, enfermería , largos y estrechos claustros con sus pobres y reducidísimas celdas , habitación de criados, panadería perfectamente montada, molino harinero y de aceite, tinajero para este , gran bodega subterránea, .hermoso lavadero con otras oficinas destinadas á diferentes usos, que seria prolijo enumerar, y por último, el templo que se destaca magestuosamente sobre tocios; llama este desde luego la atención por su altura, por su pendiente casi perpendicular y por su tejado de pizarras pequeñas semicirculares, adaptadas unas á otras en forma de escamas; está rodeado de portales ó claustros perfectamente enlosados, en cuyos cuatro ángulos hay unos altares muy preciosos, representando anacoretas de uno y otro sexo : á sus inmediaciones se estiende un dilatado campo con millares de flores de todas clases, calles y cuadros de boj, perfectamente enlazados, formando infinitas figuras.  Baña estos edificios por el S. el r. Batuecas (V.), y á su márg.  I z q .  , paralelo á ella, se prolonga hacia el O. el paseo llamado de los Cedros, porque le forman 2 filas de estos altísimos y corpulentos árboles, entre los cuales es muy famoso el llamado el bastón, que pasa de 4 0 varas de alto, muy seguido y liso, sin nudos, ni corcohas y una puequeña pero muy linda copa en su remate : á corta dist.  De este sitio y en la misma dirección se halla la célebre ermita del Alcornoque, llamada asi, porque efectivamente forma parte de ella el tronco de este árbol, en cuyo hueco oraba y dormía el anacoreta, cuando era destinado por su regla á aquel punto: ademas de esta ermita hay otras 1 5 esparcidas sin orden en el desierto, todas construidas tosmente para alojarse en ellas los religiosos en ciertas épocas de penitencia: se componen de un portalito y tres departamentos; en uno de estos se colocaba el altar donde se cele braba y veneraba el santo de la advocación de cada una; en otro dormía el religioso, y el tercero servia de cocina, pero todo muy reducido y mezquino: sobre su cubierta tienen una torrecilla piramidal con una campana, y á un lado de la pu erta un ciprés que las señala desde lejos, las adorna y embellece; en la portada de la del Alcornoque se lee esla sublime inscripción: MORITURO SATIS.

Este conv.  Fué fundado por el señor duque de Alba, habiendo precedido un pleito con el pueblo de la Alberca, sobre propiedad del terreno, y por último tuvo que dar dicho señor 8 0 0 ducados por solo el término  Que contiene la gran cerca esterior: en el dia está enagenado y corresponde á propiedad particular.  Todo el terreno de las Batuecas es una deh.  Propia del referido pueblo, cuyos veciudad  Alimentan sus colmenas entre aquellas asperezas.