con frecuencia se lee en las crónicas Ayllon por Aillon , como hoy se escribe: al contarse sus tercios entre los que asistieron á la célebre batalla de las Navas de Tolosa {Romea, tom. 3 , pág. 9 8 ) ; al nombrarlo como punto de donde salió en 1 2 9 5 , uno de los dos judíos que se levantaron con el nombre de profetas revelando cosas secretas , y pronosticando otras, entre ellas la proximidad de la Redención, poniendo asi en general alarma á los judíos de España (Garibay, tom. II, pág. 232); al referir la entrevista que en ella tuvieron la reina viuda de Aragón y su hermano el rey de Castilla, año 1337.
Para que este la protegiese en sus discordias con su hijastro el rey D. Pedro (Garibay, Mariana, Ortiz y Sanz); al mencionarse entre las población Que estaban por el rey I). Enrique contra su hermano el rey D. Pedro de Castilla (Ferreras); diciéndose como se retiró á ella en 1 ¡ 2 7 el condestable D. Alvaro de Luna, por ser de su pertenencia, después del fallo que contra él se hubo dictado (Garibay, .Mariana); al contarse la entrada que en ella hizo Balmaseda en la última guerra civil, sorprendiendo las autoridades, estrayendo violentamente algunos caudales, que repartió entre sus secuaces, y diseminándose luego en todas direcciones ( Panorama Español, tom. I, pág. LíO); y asimismo en otros muchos casos , leyéndose Agllon, resulta la indiferencia con que se ha escrito Ayllon y Aillon (V.).