AGREDA

3ue principia en Matalebrefas y acaba en Añavieja, esteniéndose de N. á S. 2  leg. y 3 de E. á O. En él se encuentran varías casas de campo destinadas á las  labores, tres de las cuales sirven al propio tiempo de ventas para toda clase  de pasajeros; y algunos despoblados, entre los que llama la atención el  conocido con el nombre de campos de Arabiana, á la falda del Moncayo, en  los cuales hay quien asegura haber existido la ant. ciudad de este nombre: junto á  los mismos se levanta el denominado Cerro de la batalla, por la que se  supone tuvo lugar allí, entre los moros y los 7 infantes de Lara. Corren por el  término el r. Quedes, como ya se dijo , el cual desciende de la sierra del Madero á 2 1/2 leg. al SE. de la v., la cruza por su centro y pasa á Tarazona y á Tudela  de Navarra, donde se une «con el Ebro; aunque de corto caudal, mueve con  sus aguas 9 molinos harineros; y la acequia deS. Salvador que sale de la  laguna de Añavieja á 1 leg. NO., cuyas aguas van conducidas con admirable  artificio por una larga mina, cuya obra recomienda el práctico saber de los ant.; entre ambos riegan toda la parte del term. que es susceptible de este beneficio. Calidad Del Terreno. Es la mitad secano y la otra mitad regadío,  todo de la mejor calidad y cultivado con esmero. Pocos habrá mas deliciosos  por sus estensos campos, por agradables huertos, por sus deh. de ricos  pastos y por sus sus montos poblados de encinas, robles, tomillos, espliego,  aliaga, salvia y camamila (manzanilla), entrelazados con coscojos y enebros,  y todo adornado con miles de manantiales de aguas cristalinas, delgadas y de  un beber delicioso, 3ue se precipitan desde el Moncayo y brotan en las  cabezas e los valles. Caminos. Sirve Agreda como garganta y punto central de  comunicación entre Castilla, Aragón y Navarra; aqui se cruzan las dos  carreteras de Madrid á Pamplona y de Barcelona á Zaragoza, Valladolid y  Galicia que se bailan en mediano estado. También pasaba por esta v. el  camino público y militar romano desde Zaragoza á Numancia y Clunia, cap.  del conv. jurídico eluniense; aun se conserva una columna del tiempo de  Trajano con parte de la inscripción que señalaba la dist. al pueblo mas  inmediato: otro camino conduce á Cervera del r. Alhama. Correos. En su  estafeta se despachan en las días respectivos los correos de Aragón, Castilla y  Navarra para todos los pueblos de la tierra de Agreda. Producciones. En las  tierras de riego, cáñamo, lino, judías, patatas, otras hortalizas, con variedad de verduras tiernas y de buen sabor, sobre todo el cardo que no tiene igual, varios frutales comunes y grandes nogales: en el secano , trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, judias, lentejas, alverjones y yeros: la cria de ganado fino trashumante ha decaído mucho ,» y casi se ha estinguido el de cerda que era numeroso. Industria. La de esta v. decayó considerablemente desde que en la guerra de la independencia la invadieron los franceses, ocupándola tres dias seguidos un ejército de 25,000 hombres, talando y robando cuanto encontraban, y desaparecieron las fab. de paños conocidos con el nombre de Somontes; en el dia está reducida la ¡mi. á varias fab. de [laños comunes, otra de  sombreros, algunos telares de ienzos de cánamo y lino, i alfarerías, 1  botillería, 3 confiteros, 4 cereros, * cerrageros, 20 zapaterías, 2 tenerías, 2  boteros, 6 chocolateros, 17 tiendas de abacería, paños y telas, otros oficios  necesarios y las profesiones mas indispensables. Comercio. Consiste en la  esportacion de frutos sobrantes y en la importación de otros que faltan para  el consumo. Celebra mercado de granos, especialmente trigo, los domingos,  miércoles y viernes. Población y Riqueza. 79» vec: 3,8VJ aim. Cap. Imp. 398,586 reales Historia. Lostres célebres nombres, con que sucesivamente ha  sido conocida esta v.,’parece, que dividen su importante historia en tres  épocas bien marcadas. Con el primero ¡lurci, cuyas raices hebreas indican su  fundación Ibera; fué libre, sencilla, y feliz, y gozó de una edad patriarcal. En  esta paz, fué asaltada por los bárbaros del N. y, recibiéndolos en su seno,  partió con ellos sus heredades , que los Celtas, aunque bárbaros , tampoco  quisieron otra cosa. Se mezclaron sus costumbres, su religión , y sus. castas.  Fué pueblo de Celtíberos, y, como tal, de los mas virtuosos y guerreros. Mil  veces se cubrió con los laureles, arrancados de las manos de los opresores  del mundo. Pero en fin, Livio pudo decir: «Tib. Semp. Graechus Procónsul  Celtíberos victos in deditionem accepit: monumentum que operum suorum  Gracchurim oppidumin Hispania constituit.» Ilurcií sin embargo fué dichosa  hasta cierto punto, en su propia desgracia. Graeo no quiso dejar mal asegurada una victoria, que tanto habia costado al pueblo romano. Entre sus medidas de conquistador político fué una, dejar una ciudad ilustre y fuerte, que representara el poder y la protección del pueblo rey cutre sus nuevos vasallos, mal conformados aun con su suerte. En este caso, Ihirci fué la elegida por el conquistador, para estemonuraerrto de su gloria. «Graccnuris urbs lliberia1 regionis, dicta á Graccbo Sempronio , qua? antea Illurcis nominabalur.» (.Serio Pomjxyo Festo). Desde entonces desapareció la llurei española,en algún modo, pues, aunque conservó sus propias leyes, sus hijos se engrandecieron ya con el nombre de ciudadanos romanos que antes les era tan aborrecido. El nombre Grachuris ya nos ofrece otra ciudad, aunque es la misma, l’n Municipio romano, con el derecho de batir moneda, de las que se conocen hoy tres distintas: una ciudad ya sin enemigos, tranquila y feliz otra vez por largos años, cuya paz no fue alterada hasta que en la destrucción del imperio , tuvo que volver á partir sus posesiones con nuevos bárbaros del N., como lo habia hecho, siendo Iltirci, los cuales , aunque de la misma nación, trajeron nombre distinto ; ademas del derecho de las armas con que solo reclamaron los primeros, estos se asistían también de la autorización de un emperador débil. En el fin déla monarquía Goda, corrió la suerte de todas las de esta nación, al parecer condenada á ser siempre el cebo de la ambición estrangera. El rey D. Sancho la reconquistó el año 912, y cambiado aquel nombro en el de Agreda (V. Graccris), vuelve esta v. á ocupar, con él, un lugar distinguido en las páginas de la historin hispana. En 927 pasó al dominio del rey de Navarra por donación del rey D. Garcí Sánchez y la Reina, su madre, hecha al Aliad de San Millan y á sus religiosos. Mas habiendo vuelto al poder agareno, la ganó de nuevo el castellano, y permaneció en swcorona. En 1171 fué dada en rehenes, con otros pueblos, al rey de Aragón, para confirmar el concierto, que hirieron ambosreyes, contra D. Pedro de Azagra, el célebre vasallo de Santa María que, como libre y exento, noqueria hacer homenago á ningún principe, y según se quejaba el de Castilla , se nabia apoderado de algunos cast. de su reino. Reunidos estos reyes en ella tu 1186 renovaron sus conciertos contra el mismo L). Pedro, que insistía, sin reconocer vasallago, y diciaron una ley, desterrando de los dos reinos todos sus aliados y deudos, que siguiesen su partido. En 1221 fué donde se celebraron con mucha pompa, las bodas del rey de Aragón D. Jayme, que á la sazón no contaba mas que doce años y medio , con la infanta doña Leonor de Castilla. Su fort. fué una de las que el rey D. Alonso se convino entregar en seguridad de lo concertado te Soria, en 125(1, lo que tardó ¡i verificarse hasta el 1262, que las dio á D.Alonso López de Maro, para que las guardase en fieldad, alzándole el nomenage , con que estaba obligado á los reyes de Castilla. En 1283 era esta v. del partido de D. Sancho «contra su padre, y por no caer en el anatema de la bula del Pontífice Martin, que descomulgaba á todos los que siguiesen el mismo partido, tomó la voz del rey D. Alonso. En 1367 quiso D. Enrique apoderarse de ella , pues era lieláD. Pedro; mas lejos de hostilizarla, 600 caballos, que envió al efecto, abandonaron su partido. En 1395 fué donada á Juan Hurtado de Mendoza, mayordomo de la casa real, por el gran favor que gozaba con el rey. Esta v. viendo tan mal pagados sus servicios de (rodos tiempos, y no pudiendo sufrir la idea de sugetarse á señorío particular, determinó defender su libertad hasta con lar armas , siendo necesario: pero habiendo hecho presentes al Rey sus razones, fué revocada la donación, recompensando al Hurtado con otros pueblos. En ella recibió el infante Ü. Juan á su hermano D. Enrique, cuando venia de la prisión de donde salió el 10 de octubre de 1425; y fué uno de los dos pueblos, que se asignaron para residencia de los catorce jueces nombrados para concluir las diferencias entre Castilla y Aragón en 1430. También fué donde se reunieron á principios de 1455 D. Juan Pacheco, marqués de Villena, D. Eerrer de l.anuza y D. Juan Biainontc, comisionados por el rey D. Enrique, el rey de Navarra, y el principeD. Carlos de Viana, para concertar al de Navarra con su hijo: y la donó el rey clon Enrique en 1458 á su privado Miguel Lucas delranzu, natural de Belmonte después de haberle nombrado condestable. En 1465 el mismo Rey habiendo despedido en Agreda la mayor parte de su tropa, premiando a los Grandes, hizo donación de ella al conde de Medinaceli, quien la perdió en 1473, por haberse entregado á la infanta Dona Isabel, movida del ejemplo que ía dio Aranda. En 1592 Agreda fué, donde D. Alonso de Vargas, y su maestre de campo general D. Francisco deBovadilla, reunieron sus tropas, para marchar con celeridad sobre Zaragoza á haMi sentir á este pueblo, entusiasta de sus libertades, el rigor del cetro de Felipe II. En noviembre de 1808, fué ocupada por las tropas francesas, á las órdenes del general Nei, en número de 25000 hombres, las cuales permanecieron tres dias en ella. Esta v. es patria de la venerable Sor María do Jesús Coronel y Arana, de D. Antonio Fuenmayor, que escribió la vida y hechos del Papa San Pió V, y de Don Gil Fadrique de Castejon, autor del diccionario jurídico legal. Su escudo de armas es el monte Moncayo, con una vid frondosa , que crece en su raiz, y se levanta sobre él, cargada de racimos.