PARROQUIA DE SAN ANDRES (HISTORIA DE MADRID)

P a r r o q u i a d c S a n A n d r é s ‘^plazuela de SU nombre, núm. 49, con 4 puertas; una que conduce á la capilla de San Isidro, otra por donde se piden los Sacramentos, otra principal y otra tapiada á la calle de los Mancebos tiene 2 puert a s cerradas ; y á la plazuela de la P a j a , núm. 9, otra abierta.)

Sc ignora su fundación, siendo la primera noticia que de esta parr. existe el haber sido enterrado en su cementerio San Isidro labrador por los años de 1430. Fue capilla de los reyes Católicos, por cuya razón se aumentó la iglesia que á la sazón habia, con el cementerio , y se hizo la tribuna cerrada con cristales que subsiste á la p a r t e de la Epístola. En 4656 se arruinó la capilla mayor que estaba donde ahora el coro, y en 4 657 se construyó él templo actual que es pequeno y de ninguna consideración por su arquitectura. Hállase la capilla mayor en el terreno que ocupaba el cementerio antiguo, de manera, que la primitiva sepultura de San Isidro , que según hemos indicado quedó comprendida en el recinto de e s ta parr. en tiempo de los Reyes Católicos, desde la última reedificación se encuentra en el presbiterio á la parte del Evangelio, cubierta con una reja que todos los años el dia de San Isidro está levantada. En el fondo de la referida sepultura se ve una losa de mármol puesta en el siglo pasado, en la que hay una inscripción que recuerda haber estado sepultado en este sitio el virtuoso patrón de Madrid. Pocos son los objetos artísticos que en e s t a iglesia se hallan dignos de particular mención; la bella imagen del titular sobre el nicho de la p u e r t a , es obra de Manuel Pereira de quien es igualmente la efigie de Sta. Maria de la Cabeza , que se halla en una hornacina al lado de la Epístola en la embocadura de la capilla mayor. Hace juego con dicha efigie al lado del Evangelio otra de San Isidro», que tiene la particularidad de representar al santo con unas vestiduras de escultura semejantes á las que cubrían el sagrado cuerpo de aquel, cuando fue sacado de la primitiva sepultur a . Curiosa es una arca que esta parr. posee por haber estado en ella el cuerpo ele dicho santo, atribuyéndose su construcción al tiempo de Alfonso VIII, sobre lo cual hablan largamente Pellicer y Rosell. A la derecha de la puerta principal de esta iglesia subsiste en un nicho el sepulcro de un niño de la casa del Infantado, hecho por invención de Don Pedro Arnal y con escultura de Vé*rgaz. Aunque esta parr.

es pobre en su a r q u i t e c t u r a , se halla adornada con dos capillas que pudieran honrar á una c a t e d r a l , y son la titulada del Obispo, y la de San Isidro.

Antiguamente existia en Ja parroquia de San Andrés, que acabamos de describir, una capilla al lado del Evangelio del primitivo presbiterio, correspondiendo á la p a r t e del N. de la indicada parroquia; pues como ya hemos dicho, la capilla mayor de San Andrés se hallaba hasta mediados del siglo XVII donde ahora está el sotacoro. No es posible fijar la época de la fundación de e s ta capilla, que ocupa el mismo sitio de la que se llamó después del Obispo, aunque algunos autores respetables, como Bleda, Rosell y otros dicen, que la erigió Alfonso VIIL. De todos modos, es un hecho incuestionable , que el precioso cuerpo de San Isidro Labrador, después de haber estado 40 años en el cementerio descubierto de San Andrés y de haber sido trasladado, como re; fiere Juan Diácono, á un sepulcro de piedra que se fabrico entre el altar del titular y un collateral dedicado á San Pedro, se colocó en la capilla susodicha, en la que se le daca culto público , siendo visitado por los reyes siempre que venian á Madrid. En v i r t ud de u n breve espedido en lo-o por León X , levantó el licenciado Francisco de Vargas una capilla en el mismo sitio que ocupaba la a n t e r i o r ; y habiendo fallecido anuel antes de que fuese terminada, la concluye, el obispo dePlasencia Don Gutierre de Carbajal, hijo au ilustre fundador, de cuya circunstancia tomó el nomDre qm, hoy lleva. Estuvo espuesto á la veneración publica en nuevo edificio el glorioso sepulcro del insigne patrón de ^ drid 24 años, al cabo de los cuales fue de nuevo traslaaau al presbiterio de la contigua parr.; y la capilla que ha,ta eu toncesse tituló del Cuerpo de San Isidro, tomó la advocación de San Juan de Letran, que es su verdadero nombre, si bien es llamada vulgarmente del Obispo, á causa de que la terminó y dotó el mencionado D. Gutierre. Mientras duró la obra de la parr., en 1557 volvió á ser colocado cl cuerpo de San Isidro en la capilla, cuya historia hemos referido aunque ligeramente, la cual consta de una sola nave cubierta con bóvedas del estilo gótico ú ogival, y está enriquecida con un retablo y tres sepulcros delrenacimiento, obras tan apreciables, que los mas acérrimos partidarios del gusto clásico no han podido menos de admirarlas y dc perdonar al artista, el que se apartase de las severas reglas que prescribe el espresado gusto, en obsequio de lo armonioso y rico del conjunto, de lo bien calculado del efecto, y de la»verdad, bizarría y conveniente actitud de las figuras principales. Por minuciosa y exacta que sea una descripción de semejantes obras, nunca llegara á dar una completa idea de ellas; pues solo viéndolas, y esto repetidas veces, se comprende el pensamiento grandioso del artista y el primor en la ejecución de los detalles. Indicaremos sin embargo lo mas notable que en esta capilla se halla. En primer lugar, llama la atención la bellísima puerta dc dos hojas que está en el ingreso de la capilla, no en el interior, como dice alguna obra M A D R I D . 711 moderna, no teniendo presente que así estaba en tiempo de ceeess ssee halla independiente. Muchos objetos artísticos han Ponz, ppeerroo no en el día. Obsérvanse cn los postigos de la desaparecido de la corte en este siglo esquisitas pinturas referida puerta, entre muchas v muy buenas escultura dos pasages del Antiguo Testamento, que son, Moisés orando mientras el pueblo de Israel pelea, y Josué deteniendo el sol; en la parte superior se representa á un ángel armado, echando del Paraíso á nuestros primeros padres. Hay ademas medallas, escudos de armas y otros ornatos hechos como todo lo referido, con inteligencia y prohgidad, según espresa acertadamente el erudito Ponz. Se conserva dicha puerta en buen estado, porque la resguarda una verja de hierro. En la entrega 18 del Renacimiento se dio á luz en julio de 1847 una lámina que representa esta hermosa puerta, acompañada de una exacta y estensa descripción de la misma, escrita por Don Manuel de Asas. El retablo mayor es, como dice el mencionado Ponz, de los que mas trabajo de escultura tienen en España. Consiste en cuatro cuerpos con multitud dc columnas talladas en los tercios inferiores; hay en los intercolumnios diez bajo-relieves que espresan pasages de la vida y pasión de Jesucristo, rematando el todo con un Padre Eterno, que no inspira, ciertamente, tanta devoción como otros de su misma clase. Completan el ornato escudos de armas con tenantes de muy buen efecto.

Sobre la cornisa hav otros tenantes del tamaño natural, los cuales, en la magnífica obra monumental que publicaron eu París los señores Escosura y Villamil, se ven convertidos en personas que se asoman á la balaustrada y forman corros, en la perspectiva que formaron de esta capilla dichos señores.

En los estremos del ábside hav dos sepulcros simétricos de mármol blanco, decorados por columnas jónicas y otros muchos ornatos. En el de la parte del Evangelio está sepultado el licenciado Francisco de Vargas, cuya estatua se ve en el arco sepulcral de medio punto, y en el lado opuesto se halla el busto dc su esposa. Mas suntuoso que los referidos cs el monumento que encierra los restos del Obispo Don Gutierre en la pared del cuerpo de la capilla, en la banda de la Epístola. Muchas veces hemos tenido la satisfacción de examinarle y siempre hemos hallado en él nuevos obje tos que contemplar. Desde la inscripción que se encuentra cn la base y está rodeada de innumerables, diminutos y Preciosos niños, hasta el estremo del segundo cuerpo, no fiay una sola pulgada (como dice con mucha razón el señor Villamil, este distinguido, activo, laborioso y anreciable pmtor y escritor, enla España monumental) «donde el cincel no haya impreso su huella.» Las repisas, los pedestales, l a s columnas, los cornisamentos, la vuelta del arco, todo e n fin, está cubierto de mil suertes de esculturas lindísimas Y bien entendidas ; la estatua del tamaño natural del prelado, la alfombra de su reclinatorio, los bultos de los tres familiares, los mancebos que tocan y cantan, las mugeres llorosas, las figuras alegóricas, en fin, son obras dignas del mayor aprecio y es necesario palpar y examinar la materia para creer que «es mármol, pues solo en cera parece que se podrían ejecutar tantas, tan prolijas y tan bien acabadas bellas esculturas, notables edificios ; pero mientras se conserve la parroquia de San Andrés con sus gratos recuerdos Y sus dos riquísimas capillas, no ha perdido Madrid una de las bellezas artísticas que mas honran la población.

Suntuosa y rica es la capilla de San isidro que se halla á la parte del Evangelio en la referida parr. de San Andrés.

Dióse principio á su construcción en 1657 , colocando la primera piedra en presencia de Felipe IV y de su segunda esposa Doña María Ana de Austria, el patriarca de las Indias D. Alonso Pérez de Guzman, el dia 12 de abril del espresado año. Con arreglo á los diseños que trabajó Fr. Diego de Madrid, dirigió la obra en un principio José de Villareal , que falleció por desgracia antes de terminar la capilla, entrando á sucedcrle Sebastian de Herrera Barnuevo, el cual no tenia en arquitectura tan buen gusto como en pintura y escultura. En los 12 años.que duraron los trabajos, se invirtieron 1L.960,000 reales Hízose dicha obra á espensas del monarca y de la villa de Madrid, habiendo contribuido con sumas cuantiosas los vireyes de Méjico, Nueva Granada y el Perú. Fue trasladado al nuevo y magnífico edificio el cuerpo de San Isidro con mucha ostentación el dia 15 de mayo dc 1669 , reinando Carlos II, á la sazón do menor edad. Consta esta grandiosa capilla de dos piezas ue forman unidas un paralelógramo rectángulo. Es cuadra- „a la primera, y tiene decoración de pilastras de mármol sobre un pedestal de igual materia, viéndose las paredes, cornisas y bóveda recargadas con multitud de ornatos, entre los que se ostentan los blasones de la casa de Austria y los de la v. de Madrid. Tres medios puntos hay en cada lado, correspondiendo á una puerta el del centro, y conteniendo un cuadro cada uno de los dos restantes ; en el primero, á la derecha, entrando por el arco toral de la parr., se representa á San Isidro haciendo salir agua milagrosamente para satisfacer la sed de su amo; este cuadro y el de la misma banda , cn cl que se ve al rey D. Alfonso VIH reconociendo cl cuerpo de San Isidro, son de Juan Carreño. En los de la pared opuesta espresó Francisco Rizi la batalla de las Navas en el uno, y el milagro del pozo en el otro. La segunda pieza es ochavada, y constituyen principalmente su decoración 14 columnas exentas c istriadas de mármol negro, con basas y capiteles dorados, que inclinan al orden compuesto y sientan sobre el pedestal de mármol que circunda las dos estancias de la capilla. En los 10 intercolumnios hay nichos de medio punto, que ocupaban las beUas efigies de santos labradores que fueron trasladados á San Isidro el Real en tiempo de Carlos III, cosa estrafia á la verdad en un soberano espléndido, amante de las artes y que podia valerse de Mena y de otros buenos artistas para decorar la espresada iglesia de San Isidro, sin despojar esta capilla de las esculturas que tanto realce la darían. Cada santo labrador tenia debajo una breve, pero curiosa noticia de su vida , espresándose en ella la circunstancia que mas le asemejaba con San Isidro. Hasta hace pocos anos se conservaban estas noticias; pero al presente se hallan cubiertas con el nombre del santo que llena cada hornacina, pues han sustituido á las ant. bellísimas estatuas varias imágenes sobrantes de las iglesia demolidas. En los mismos intercolumnios por bajo del cornisamento, subsisten los cuadros de la vida de lá Virgen, que fueron encargados en 4658 á Francisco Caro, el cual murió, faltándole que hacer dos ó t r e s , los que ejecutó Alonso del Arco. Cierra esta pieza una alta cúpula que consta de cuerpo de luces, cascaron y linterna, y está llena, como su anillo y el cornisamento de la capilla, de infinitos estucos, bien ejecutados algunos y de razonable dibujo, pero que manifiestan el d i ferente gusto que tenían Villareal y Herrera Barnuevo el primero, contemporáneo y subalterno del gran Velazquez, como observan los ilustrados redactores de la España artística y monumental publicada cn P a r í s , mostró en los pedestales y en otras partes y miembros de esta gran c a pilla su estilo ajustado á la severidad clásica; cl segundo, licencioso en demasía, dio un paso avanzado en la senda de la corrupción, recargando con adornos supéríluos este r e c i n t o , por muchos conceptos notable. Elévase aislado en el centro de esla segunda estancia el retablo dc mármoles, decorado en cada uno de sus cuatro frentes con dos c o lumnas e x e n t a s , no arrimadas como dicen algunas descripciones, y terminado con una cubierta calada llena de figuras doradas. Cien años ocupó este retablo cl cuerpo dc San Isidro Labrador, y en su lugar se halla una efigie del mismo santo , hecha por D. Isidro Carnicero, cuando se trasladó á la iglesia del colegio imperial el referido y sagrado cuerpo, en atención á que se estipuló que habia de seguir dedicada al esclarecido patrón de la corte la capilla que vamos describiendo. Está unida á la parr. de San Andrés, por el lado del N., y presenta descubiertas sus 3 fachadas de E., S. y O. con pilastras compuestas pareadas en los ángulos, y columnas en las portadas en la primera y última de las indicadas fachadas; sobre cuyo cornisamento corre un antepecho calado, coronado por jarrones y pirámides. Las p i l a s t r a s , el cornisamento y el antepecho con su adorno, son de granito llamado comunmente piedra berroqueña. Esteriormentc se halla adornado el cuerpo de luces de la cúpula por-16 estatuas de piedra, que representan los Apóstoles y los Doctores, y están colocadas en hornacinas ó los lados de las 8 ventanas del espresado cuerpo. Los buenos c r í t i c o s , Ponz y F a b r c , y los autores de la España monumental, no menos entendidos en arquitectura que los p r i meros , opinan que, si bien se apartó el artista en esta grande obra de la buena senda que habia sido trazada por Herrera, hay sin embargo solidez, buena construcción y regularidad clásica, suficiente para comprender la ordenación del edificio sin que lo impida la profusión del ornato, observándose que lucen las pinturas por cl escaso viudo del cornisamento. En la parte material es un conjunto de gran magnificencia la espresada capilla, en una cíe cuyas portadas íiay una imagen de Ntra. Señora, obra de Pereira.

Está servida la parr. por el cura propio, 1 teniente mavor y colector, 2 tenientes de Sacramento, 2 agonizantes», 1 mayordomo de fábrica, 1 sacristán mayor y 6 sacerdotes de número la capilla del Obispo tiene 1 capellán mavor y otro de número, y la de San Isidro 1 capellán. Se hallan eii el radio de esta «parr. el Colegio de San Ildefonso (vulgo Doctrinos) con I rector; la iglesia dé San Francisco el grande con otro rector la iglesia de la V. O. T. dc San Francisco con 4 vicario y 1 sacristán mavor; el hospital de la misma Orden Tercera con 1 capellán mavor»y 2 penitenciarios ; la capilla de Ntra. Sra. de la Soledad (vulgo do la Paloma) con 1 r e c t o r ; la iglesia de los Irlandeses con o t r o ; la capilla de San Isidro de la Sacramental con 1 capellán ; la ermita de San I s i d r o , estramuros, con 1 capellán, y la capilla del cementerio de San Miguel y San Justo con otro capellán.