PERALADA ó PERELADA

.- v. con ayuntamiento en la provincia, y diócesis de Gerona, partido judicial de Figueras , audiencia terr., ciudad g. de Barcelona, SIT. á la márg. izquierda del r. Llobregat, con buena ventilación, y CLIMA templado y sano, aunque propenso á fiebres intermitentes por su proximidad al estanque de Castellón de Ampurias. Tiene 400 CASAS , escuela de instrucción primaria, un cast. antig., un palacio de los condes de Peralada , una iglesia parr. (San Martin), déla que son anejas las iglesia de Las Costas , San Amans y Las Olivas; se halla servida por un cura de 2.° ascenso de provisión real y ordinaria, y un vicario que forman corporación presbiteral con 6 beneficiados. El término confina con Las Costas de Peralada, Pedrety Marsá, Puig, Barutell y Cabanas; en él se encuentran dos ermitas, dedicadas á San Sebastian y á San Lázaro. El TERRENO es llano y fértil, participa de regadío por las aguas del r. mencionado, sobre el cual hay un puente ; le cruzan varios CAMINOS locales. El CORREO se recibe de la cabecera del partido PROD.  cereales , legumbres, cria ganado lanar, caballar y vacuno; caza de conejos y perdices ; y pesca común del r. POBL. 259 veciudad, 4,295 almas CAP.

PROD.  42.413,600 reales IMP.  310,340.

Peralada es población de muy remoto origen y de notable importancia en la antigüedad. Es cabeza de uno de los condados de institución franca que se formaron en Cataluña, al paso que se iba conquistando este pais del poder agareno.

En 1285 las armas francesas, que invadieron los estados del rey de Aragón se apoderaron de ella, á la sazón fortaleza importante; y fue recuperada por su rey en el mismo año. En los trastornos de Cataluña contra el rey Don Juan II figuró notablemente, y este la sitió en 1474. Defendióla el conde de Campobasso quien cayendo en una encamisada sobre los sitiadores puso al rey én tanto aprieto que desarmado y medio desnudo fue forzado á recogerse, para salvarse , dentro de Figueras. Sin embargo, al día siguiente volvió al cerco , taló los campos y consiguió la rendición de los sitiados. También ha figurado , aunque con menor importancia en los acontecimientos sucesivos. Varios de sus hijos han dado al mismo tiempo lustre al nombre de esta población, entre los que deben citarse el célebre capitán y cronista de Aragón D. Raimundo de Montaner, los viz-condes de Rocabertí y el insigne teólogo fr. Juan Tomás de Rocaberti que costeó la edición de la Biblioteca máxima pontificia, fue gegeneral de su orden, arzobispo y dos veces virey y gobernador de Valencia murió en Madrid el dia 43 de junio de 4699.