Lugar con ayuntamiento en el valle de Aezcoa, provincia ye. g. de Navarra, partido judicial de Aoiz (5 leg.), audiencia terr. y dióc de Pamplona (7 1/2). SIT. entre dos montañas bastante elevadas que tiene al E. y O. CLIMA frió, y los vientos reinantes N. y NO. Consta de 70 CASAS sólidas de cal y canto con tejado de madera, bien repartidas y espaciosas; hay casa de ayuntamiento; juego de pelota, escuela para ambos sexos concurrida por 65 niños y 30 niñas, y dotada con 1,260 reales; iglesia parr. (San Pedro) de primer ascenso, servida por un abad de provisión del pueblo; una ermita dedicada á San Salvador, y un cementerio; los vec se surten de las aguas del r. Irati que pasa por sus inmediaciones, y de una fuente que existe en medio del pueblo. El término se estiende 1 1/2 leg. de N. á S., y 2 de E. á O., y confina N. los puertos del valle ó montes Pirineos; E. Villanueva; S. Orbara, y O. el puerto de Nabala; comprendiendo dentro de su circunferencia el término redondo de Larrauu, la casa-meson de Zabala, la fáb. de municiones de que se hablará mas adelante, varías bordas y el monte Anzduya poblado de robles, hayas, fresnos, bojes, espinos y otras clases de árboles y arbustos no faltan tampoco canteras de piedra caliza. El TERRENO es de mediana calidad y secano, no obstante de cruzarle los r. Irati y Legarza, que se reúne al primero an» tes de llegar al pueblo, los CAMINOS se hallan en regular estada.
El CORREO se recibe de Pamplona por balijero los miércoles y sábados, y se despacha los mismos dias. PROD. trigo, maiz, avena, patatas, habas, berza, alubias y heno; cria ganado vacuno, caballar, lanar y de cerda; caza de perdices, codornices, palomas, tordos, liebres, corzos, jabalíes y zorros ; pesca de truchas y anguilas, IND. un molino harinero varios telares de lienzo y paños ordinarios, y la fáb. de municiones, COMERCIO importación de granos, vino y aceite, y estraccion de ganados, POBL. 70 vec, 527 almas RIQUEZA con el valle (V. su art.). FÁBRICA DE MUNICIONES Por haberse agotado los combustibles en los montes de la ant. fáb. de Eugui, compró el rey en el año 1784 una ferr.
que tenian los señores condes de Hornano y vizconde de Echanz, donde hoy existe la fáb. de municiones. Sabido esto por el valle de Aezcoa, hizo una esposicion á S. M., manifestando los deseos que tenia de hacerle la concesión de los montes que disfrutaba, bajo la condición de eximirle del canon y pensión anual de 204 florines de á 2 1/2 reales
cada uno, de los cuales 104 percibía la casa de Boncesvales, y los 100 restantes la Hacienda; dejándole sin embargo en el goce de los pastos y aguas para sus ganados. El rey aceptó, y en virtud de la escritura de cesión se halla en el día la nación poseyendo tos montes. Bajo tan buena base se dio principio á la construcción de la fáb., que á poco de concluirse fue quemada por los franceses en la invasión que hicieron en 1794. Por los años de 1800 á 1804 dio principio su reedificación, que concluyó en los de 1804 á 1805; y después de estar ya con los acopios de carbones, menas y»demás, se dio á un contratista que siguió hasta que á su entrada se apoderaron los franceses de ella y continuaron los trabajos del horno, construyendo ademas un fuego de afino con sus martillos mayor y menor; todo lo cual dejaron en el mismo estado en razón de su precipitada salida de España. Desde entonces quedó abandonada la fáb.
hasta el año 1828 que se recompuso lo deteriorado, y volvieron á dar principiólos trabajos, hasta 1833 que cayó en poder de los carlistas; después de la guerra se pensó en la utilidad de emprender las labores, que se continuaron luego de rehabilitarla en I844, habiendo seguido sin interrupción hasta el dia. Los hornos eran 4, 2 de España y 2 de Indias, que tenian entera separación en caudales, productos y empleados; el edificio de los 2 primeros sirve en el dia para fraguas de afino con sus correspondientes martillos, y los 2 últimos son los que están dando productos, que se pueden regular de unos 1,200 á 1,300 qq. de hierro mensuales, y el cual se aplica á toda clase de municiones y ruedas del nuevo modelo para el cureñage de plaza; por junto á los hornos pasa el r. Legarza, del que, por medio deuna hermosa presa, construida á unos 400 pies, se surte de aguas la maquinaria. A la orilla der. del r. están 3 espaciosas carboneras capaces de 23,000 cargas de carbón; en la izquierda hay talleres de carpintería, cerrajería, limpia de municiones, moldería de barro, almacenes y magníficos patios para depósitos, no faltando el suficiente número de casas, tanto para operarios como para los empleados. Se cuentan en la fáb. un coronel ó teniente coronel, director; un capitán encargado del detall, un comisario empleado de Hacienda, un oficial primero encargado de efectos, un oficial segundo pagador, y 3 terceros con 2 meritorios auxiliares, un médico y un capellán, un sobrestante maestro de obras con 2 carpinteros y 2 cerrajeros para atender á las continuas reparaciones de los edificios, maquinaria, herramientas etc, aumentando este número, asi como los canteros y peones,siempre que las labores son de consideración; para el horno hay un fundidor y cargador mayor, y á sus órdenes 4 fundidores y otros tantos cargadores; para la moldería un moldeador mayor con 8 moldeadores ordinarios, divididos en 2 cuadrillas para el cuidado de los montes un visitador con 2 guardas; para la estraccion de minerales un factor, á cuyas órdenes se ponen los correspondientes mineros y peones, según la cantidad que haya de arrancarse, y para entregarse de las menas, carbones etciudad, y disponer su buena colocación en los depósitos, un fiel recibidor de materiales para atender á la conservación de los modelos y construcción de nuevos, un maestro modelista encargado también de la limpia de municiones; y por último, para los ensayos que se hacen del afino del hierro, un martillador con 3 afinadores y 2 aprendices, un maestro tirador de hierro con un calentador y un aprendiz.
HISTORIA. Este pueblo se incendió casualmente en 22 de agosto de 1377, y quedó reducida toda á cenizas. Componíase de 30 casas y 26 horrios, bordas ó chozas. El rey don Carlos II asignó 30 libras carlines de limosna para auxilio de la reedificación. La importancia de su fábrica de municiones le han hecho ¿sufrir mas que á otros pueblos del pais en las diferentes guerras. Fue notable la briosa defensa que en la tarde del 23 de julio de 1813 hizo de esta fáb. el regimiento de León al mando del teniente coronel Aguier, atacado pollos franceses. El año 1833, esta fáb. se hallaba sin un soldado y sin mas armas que algunas escopetas, cuando Eraso se sublevó en Burgate. En este «apuro su director, el coronel Bavona, llamo á su defensa á los vizcaínos en nombre del Gobierno de Isabel II, y reunió mas de 300 hombres.
Dio parte al virey, y este le envió armas para los operarios y empleados, nombrándolo comandante militar de aquel distrito , haciéndole formar una compañía de voluntario’, y reforzándole con 40 carabineros. A fines de noviembre, creyéndose en peligro superior á estas escasas fuerzas pidió auxilio al virey y recibió un refuerzo de 120 hombres á las órdenes del sargento mayor de Avila D. Tomás Viejo. Pocos dias después fue socorrido con 200 hombres mas; pero retirada esta fuerza para escoltar un convoy, el 14 de enero se presentó el grueso de las fuerzas carlistas, y no creyendo conveniente comprometer la fáb., la dejó á cargo de un oficial y se retiró con los archivos la caja y otros efectos; retirándose á la frontera de Francia. Los carlistas en esta ocasión permanecieron pocos momentos en ella, y su director volvió á ocuparla. El 16 ó 17 del mismo mes recibió aviso de ue pronto seria socorrido por el general Lorenzo. A pocos ias se presentó Zumalacárregui á las puertas de la fáb. con mas de 4,000 hombres, ocupando la casa de Zabala y las alturas que la dominan. El director contaba para su defensa con 138 hombres entre empleados y carabineros, con cuyo número era imposible cubrir el punto. A pesar de esto se rompió el fuego de una y otra parte, y á las once de la mañana se le intimó la rendición. Ganó el director todo el tiempo posible en contestaciones esperando ser socorrido; pero al fin tuvo que convenir en la entrega, llevando por base la conservación del establecimiento, la seguridad ae sus hab., de los intereses de la corporación, de la tropa y del ejército, todo lo que así se verificó. De este modo vino la fáb. á poder de los carlistas, y hasta que volvió definitivamente al de los liberales sufrió embates repetidos de unas y otras armas.