en la provincia de Pontevedra, partido judicial de Cambados , ayuntamiento y feligresia de San Martin del Grove. Se hallan SIT. entre la península del Grovey la desemí bocadura del r. Umia en la Ria de Arosa, separadas por un | canal bastante profundo ; si bien en el mapa de la indicada • R i a , formado por el Sr. Florez, se denomina Toja pequeña y l Toja grande, los naturales del pais llaman á la primera sim- ‘ plemente Toja , y á la segunda Loujo, en la cual brotan las ^ aguas minerales de que vamos á tratar. La esveo*\on de esta caenisla cs de 1 leg. de circunferencia , mas larg? que ancha, y colocada en dirección de N. á S. Su TERRENO es granítico como todo el de las inmediaciones, y principalmente el de la península del Grove, de la que está separada por un peque ño estrecho poco profundo, que en las bajas mareas puede muy bien atravesarse á caballo las rocas graníticas se descubren solo en las cercanias del mar , pues en e! resto de la isla se hallan cubiertas por una capa de tierra de un pié á dos de grueso, en la que solo veg. tan algunos brezos , heléchos, jaras, zarzas y juncos la pequenez de estas plantas , su color oscuro y la falta absoluta de árboles y matas , dan á la isla un aspecto triste y árido, que contrasta con la hermosa pers pectiva de Irs próximas ti< rras de Cambados. Dicen que antiguamente hubo pinar en la isla , siendo indudable que con poco esfuerzo podrían aclimatarse alli la mayor parte de arboles y plantas que crecen en otras islas de la misma na. En el estremo meridional de la de Loujo ó Toja-grande, surten las aguas minerales desconocidas hasta hace poco tiempo, y cuvo hallazgo es bastante curioso; efectivamente, algunos paisanos Rabian notado que en dicho estremo meridional se sentía calor en la planta del pié desde luego se les ocurrió la idea , tan común en aquellos pueblos , de tesoro escondido, y se determinaron á buscarlo reuniéronse unos pocos, hic í r o n una escavacion, y á poco tropezaron con una agua muv caliente que les asustó, porque creyeron que era cosa de encantamiento. Muy pronto se divulgó la ocurrencia, y un francés achacoso quiso probar las indicadas aguas termales, y le surtieron buen efecto comunicó esla noticia á un curan aero de las inmediaciones llamado Mosquera , y le escitó á rnmdar alli algunos enfermos, con lo que fué estendiéndose la nueva del descubrimiento de estas aguas con la muerte de M isquera quedaron olvidada-; algunos años , y en el de 1 8 30 un cura párroco que recordaba las curaciones conseguidas con su uso, se fué allá con un criado también enfermo, y les probaron bien desde entonces lodos los años han ido algu n s á tomar baños, pero el número de concurrentes se aumen tó oonsiderabemente desde el año 1 8 3 7 , á consecuencia de los ventajosos resultados que ofrecían por lo mismo es deplorable que no haya en este punto los edificios y comodidad que en otros de igual clase y acaso de menos importancia, pues solamente existen algunas barracas y algunas casas de piedra, construidas desde 1 8 4 0 por una empresa particular, habiendo también una capilla para celebrar misa los dias festivos fuera de esto los enfermos carecen de todo auxilio , y mas de una vez se han visto sin pan por no haber llegado á tiempo la lancha que desde Cambados llevaba las provisiones.
Hasta para tomar el bañóse ven precisados á abrir uu hoyo á i r a lera de sepultura que se llena por su fondo de agua mineral.
A pesar de esto el número de enfermos, ansiosos de encontrar salud, Be aumenta continuamente, sin que pueda atribuirse tal concurrencia á elogios interesades, ó á noticias supuestas de sus v i í t u d e s , pues hasta ahora nadie hubo que en ello tuviese’objeto particular.
PROPIEDADES FÍSICAS Y QUÍMICAS DE LAS AGUAS. En cualquier punto del estremo S. de la isla que se c a v e , se tropieza con agua mineral, como hemos insinuado. Sale por entre las hendiduras del granito , y sube hasta llenar el hoyo que se eseabó, estando siempre su superficie mas elevada que la del m a r , y sin variar con el Unjo ni reflujo de este. Al mismo tiempo que el aguase desprenden también burbujas de gas.
Las agua-i son transparentes, sin color ni o l o r , de un gusto muy salado y amargo, su peso específico i ‘o 1 6 5 á 12″ del termómetro C.» Su temperatura vana en los diversos puntos donde se observ \ el pozo en que. se presentan mas calientes, tiene el nombre de Burga , y señalaba el 2 de setiembre 36*, siendo la temperatura del aire 2 1 ° y la del mar 1 5 1/2°. Los Oíros baños variaban entre 20″ y 28° sin que su proximidad a l a Burga fuese indicio de ser mas calientes. El 3 de dicho mes, estando el termómetro al aire libre á 1 6 » , marcaba la Burga 3 3 » , y los demás pozos dos ó tres grades menos que el dia anterior; y vaciándose entonces la Burga se observó que la temperatura del agua al nacer era de 4 6 1/2°. A poco de pitar el agua en contacto del aire, se cubre de una película delgada é iri/.ante, y permaneciendo estancada por algun tiempo , deposita copos rojizos.
, Con |os reactivos químicos presenta los fenómenos siguient s se entüfbfá con el nitrato hanlico precipita abundan t/simamente con el nitrato argéntico, y el precipitado blanco se disuelve en el amoniaco y no en el ácido nítrico. El carbonato sódico, la potasa y el amoniaco, producen un precipitado blanco el agua do cal en corta cantidad, forma una nube blanca que desaparece agitando el líquido; mas añadiendo al agua mineral un volumen igual al suyo de la de c a l , se forma un precipitado permanente. El oxalato anmó>iico la precipita en blanco, el agua filtrada después de esta operación, produce igual fenómeno con el fosfato anmónico. Con la tintura de .agallas loma un color de violeta claro, enrojece con bastante fuerza el papel de tornasol. Si antes de hacer estos ensayos se hierve el agua por algun tiempo, se enlurbia, y después de filtrada no presenta alteración alguna con la adición del agua de cal y tintura de agallas, ni enrojece el papel de tornasol los demás reactivos arriba mencionados, producen iguales fenómenos que con el agua no hervida. El polvo que el agua deposila cuando se hierve , se disuelve con efervescencia en el ácido cloro-hídrico , y la disolución toma un color negro con la tintura de agall is , precipitada por el oxalato anmónico, y filtrada después de esta operación por el fosfato de la misma base. Reducida una proporción del agua mineral á un pequeño volumen, se separa una cantidad bastante grande de s a l , y las aguas madres precipitan abundantemente en amarillo con el cloruro platínico mezcladas con disolución de almidón, toman un color azul violado al a ñ a d i r é una- gotas da la de cloro con las limaduras de cobre y el sulfato acido de hierro, no se alteran.
Todos estos fenómenos indican que las aguas tienen en disolución ácido carbónico libre, cloruro sódico, magnésico, calcico y potásico; sulfato calcico , carbonatos calcico. magnésico y ferroso, y un yoduro. Debiéndose tener presente que todas las aguas minerales de la isla, aun las mismas que usan interiormente, son de idéntica composición , y solo se diferencian en la temperatura.
VIRTUDES MEDICINALES. Siendo la cemposicion de estas aguas muy parecida á las de Bourbonnc Les-Bains, Silvanes, Lacques, Bagners, Batruc y otras que gozan grande reputación en Francia, claro es que deben aprovechar para las mismas enfermedades, y de consiguiente producirán buenos efectos en las afecciones crónicas de las visceras , parálisis, cólicos, reumatismos , tisis pulmonares , hepáticas y mesentéricas , en las afecciones de las vias urinarias, en las Icn orn a s uterinas, en las interrupciones menstruales, enfermedades escrofulosas y raquíticas, en la atonía, clorosis, dispepia y otras dolencias.
Para que dichas aguas puedan producir lodos los buenos resultados que se proponen conseguir los enfermos, necesario es que á su uso se reúnan los medios higiénicos que tanla parte tienen en las curaciones. E s , pues , indispensable un establecimiento regular, donde puedan tomarse los baños con alguna comodidad, y donde al menos se encuentre lo necesario para la vida ; cuidándose mocho de que el agua esté lo menos posible en contacto con la atmósfera para que no se desprenda el ácido carbónico, y precipiten los carbonatos que. á favor de este se hallan en disolución