ZAMACOLA

casa solar de Vizcaya, partido judicial de Durango, anteiglesia de Dima (V.), barrió de Rargondia. En su terr. se halla la famosa cueva de Balsola (parage oscuro), abierta en peña viva, cuya embocadura tendrá unas 30 varas de alto, y lo mismo de ancho. Está sít. al S. cerrando la eminencia de un valle profundo, poblado de castaños, por el cual corre un arroyo que sale de la cueva. La entrada de esta se parece á un pórtico espacioso, donde caben actualmente 2,000 hombres, y si se desembarazara de algunos pedruscos que se han desprendido, seria capaz de doble gente. Tiene varias ramificaciones en dirección diferente; sin que se haya podido reconocer mas que una. por haber entre loshab.’la tradición de que nadie ha podido penetrar hasta el fin de estas cavernas, por temor de ciertos ruidos y gritos violentos que se oyeron desde cierta dist.

á donde han llegado los curiosos observadores sobre esto se cuentan cosas terribles y estravagantes, efecto sin duda del gran miedo de que se hallarou poseídos, los pocos que han penetrado en esta ramificación peligrosa. En el dia se encuentra tapiada en el pórtico su entrada, para evitar que se pierdan los ganados que allí se recogen, y de los cualedebieron ser los huesos que se han visto dentro. La ramificación de la derecha que dirige al E. es la única que está reconocida tiene su salida á 1/4 de hora escaso de la entrada , sobre la misma montaña antes de su salida se ven muchos grajos y cuervos que aturden á los curiosos con desaforados graznidos; y una cantidad inmensa de murciélagos colgados como racimos desde la bóveda y suspendidos unos de otros nace también alli un arroyo de agua muy cristalina, que perdiéndose inmediatamente debajo de las peñas, sale al foso de la entrada de la cueva, donde se recogen los ganados en verano huyendo del calor y las moscas , cuyas picaduras son crueles én estas montañas.

En el mismo terr., á un tiro de bala escaso de la embocadura de la cueva, hay un arco natural de peña viva y de una sola pieza, que atraviesa el monte de un lado á otro, á manera de arco iris, al cual llaman los naturales Jentilzubi (arco de los gentiles). Su hueco ó semicírculo que form a, es como la embocadura de la cueva de 30 varas de altura con otras tantas de estension; está liso por bajo, pero tan escabroso por encima, que apenas pasan las cabras y algún muchacho muy atrevido todo está cubierto de arbustos que hermosean la superficie de modo que á cierta distancia parece un suntuoso arco triunfal, coronado de ramos de olivo y laurel. Cuéntase que á poco trecho del suelo por la parte interior tenia en otro tiempo una especie de cátedra ó pulpito á cada lado, viéndose también la escalera por donde se había de subir. ¿Quién construyó este suntuoso arco? ¿Quién abrió la famosa cueva de Balsola que sobrepuja por su inmensidad á cuantas existen de que tengamos noticias, y que es inespugnable auna la táctica guerrera de nuestros días? No consta, ni será fácil su averiguación.