TORRE DE CARTAGENA ó EL ROCADILLO

desp. en la provinciade Cádiz, partido judicial de San Roque, término jurisd. de Los Barrios SIT. en el seno de la bahía de Gibraltar entre los r. Guadarranque y Pulmones. Es el solar de l a c mas célebre de la España ant., presa ya en parte de las aguas del mar que lo baten López de Avala y M. Cantier espresaron descubrirse en las bajas mareas los cimientos del puerto y Jos de algunos edificios particulares. Escasísimas memorias quedan ya en este sitio, arrebatándolas por cada dia el tiempo, de aquella ciudad insigne, cuya fama cuajó en otro tiempo ta historia. Aquí existió la celebérrima Carteia, que no fue Algeciras como pensaron Morales y Lumiares, ni Tarifa como Mariana; ni la misma que Calpe, según han pensado otros, en cuvo caso seria Gibraltar; ni tuvo otra cognomínada en laÓlcadia, lo que también se ha imaginado con ocasión de algunos errores introducidos en el nombre de la antigua Althcenia.

Carteia es generalmente considerada como fundación del Hércules Mefchartos, bajo el que corre personificada la colonización fenicia Samuel Bochan, no contento con esto y queriendo puntualizar mas su fundación, la atribuye á un rey de Tyro; pero Newton niega ya al fundador aquella condición regia, y se limita á suponerlo gefe de una espedicion tyria. Plinio dice que los griegos la llamaron Tartesos ¿se creerá por esto que fuese cap. dominante de la ant. Tartesis, en toda la estension que esta se piementa?

Mas probable seria que lo hubiese tomado del r. Tartesos, como tomó el de Bélica; pero así á la región como al r. hubo de provenir de una razón geográfica, que les era común ; y en ambos significar su posición occidental (V. Tartessis y Andalucía). Si bien pudo llamarse Tartessos esta ciudad en el mismo concepto; si pudo también dársele este nombre con motivo de pertenecer á aquella región, tomando la parte por el todo; lo mas verosímil es que lo recibiese de los griegos por una simple adulteración del ant. Carteia en la región y el r. significó una razón geográfica; aquí, debiendo ser considerado etimológicamente , vale tanto como ciudad; pues su raiz es la voz fenicia sinónima de esta. ¿Se objetará aun á este concepto, y en prueba de lo primero que al llegar los focenses á Tarteso, su rey llamado Argantonio les «brindó con el terreno que quisiesen escoger en la Tartessis, si querían establecerse en ella, como digimos en el a r t . Andalucía? Ya indicamos en el de Cádiz, que la oferta de Argantonio, debe entenderse acerca de las posesiones que pudiese tener en esta región; y habiendo ofrecido allí mismo que en el a r t . Tarteside ó Tartessis nos ocuparíamos de aquel célebre r e y , y de su reino y reinado, y no habiéndolo hecho, por reservarlo para este lugar como el mas apropósito, veamos ahora qué es lo que resulta de la historia sobre estos estremos.

Ya hemos dicho que Argantonio reinaba en Ta, tessos y que ofreció á los focenses territorios en la Tartessis Cicerón, Apiano, Plinio y o t r o s , hablan con admiración de este rey, por sus virtudes y por su largo y feliz reinado. La Tartessos, corte de Argantonio , á la que llegaron los navegant e s focenses, y antes que ellos los samnitas impulsados por un viento subsolano no es problable fuese aquella Tartessos, que dice Estrabon existió en una isla formada por los dos brazos que antiguamente tuvo el Guadalquivir, pasado el lago ligústico hasta desaguar en el Océano; ni seria Cádiz á cuya ciudad se ha dado algunas veces el mismo nombre por una de las razones que hemos citado con relación á Carteia; esto es, por hallarse en la Cartessis ¿ es verosímil que el Samnita Coleo rechazado á su pesar del rumbo de Egipto pasase á tomar puerto á la otra parte del Estrecho ? Ambas espedicíones arribaron á las columnas de Hércules; en ellas estaba Tartessos, y en la antigua Carteia colocada en la bahía de Gibraltar y de cuyos restos nos ocupamos , se cumple todo exactamente. Argantonio pudo ser su rey y ofrecer á los focenses territorios en la pequeña región encabezada por esta ciudad Tartesside ó Tartessis en este concepto , v lo mismo por ser p a r t e de la basta Tartessis llamada después Botica y últimamente Andalucía, que comprensiva de tafitas regiones en aquel tiempo, y cada una de estas regiones de tantas ciudades de absoluta independencia, no podía estar sujeta á un rey. Carteia, colonia estranjera , edificada por fenicios que no dejaron de traer un caudillo ó gefe como lo congeturo Newton no hay dificultad en que lo tuviese. Pero veamos ahora estas noticias bajo otro concepto muy distinto y propio de este lugar.

¿Existió Argantonio? ¿ Beinó 150 años sobre los felices tartessios? Los griegos que publicaron sus virtudes y su a d – rable ilustración, conocidas por medio de aquella rara coincidencia, ¿han presentado una relación verdaderamente histórica, libre de la genial tendencia de aquel pueblo á la fábula?

Todo lo que se dice de Argantonio se autoriza solo con los nombres de Heródoto, cuya inclinación á lo maravilloso le hizo escrupulizar poco por su exactitud las noticias que adquiria y que podían engalanar su historia, y de Anacreonte, si es cierto que en medio de sus cantos dedicados al amor, al vino y á las mesas sybarítícas se acordó de nuestro Argantonio y sus tartessios», como se asegura.

Sobre la florida celebridad mencionada vinieron los romanos á dar á Carteia otra no menos y mas auténtica En el año n i antes de .L. C , el gobernador de las dos provincias españolas Lucio Canuleyo , de orden del senado heredó en esta ciudad á cerca de 4,000 hijos de soldados romanos y de mujeres españolas, entre los cuales estaba aun prohibido el matrimonio el senado, á quien habian acudido uquedosen solicitud de que como á hijos de romanos, se les concediese una ciudad y tierras donde establecerse bajo la protección de las leyes de la república, había venido en la petición Carteia fue hecha colonia latina , siendo la primera que hubo en España en conmemoración del origen de esta dignidad ó g e – rarquia se apellidó de los libertinos su fuero fue estensivo á los antiguos hab que quisieron permanecer en ella (Livio).

Era fortaleza naval como espresa Hirtio, y á ella se refugió Nevo Pompeyo después de la batalla de Munda. Gozó el derecho de batir moneda y «en sus muchas y diferentes medallas, puso grande esmero en simbolizar su «posición local, su religión y sus dioses, su próspero y activo comercio marítimo, y la dignidaddesus magistrados» (Cortes). En ellas aparecen Hércules , Cibeles, Júpiter y Neptuno. Entre sus qaatuorviros contó á los Césares, Germánico y Druso (Florez medallas de Esp. Tab. 15 v 16».