CÓRDOBA

provincia interior de España , de segunda clase en cuanto á lo civil y administrativo; corresponde en lo judicial á la audiencia terr. de Sevilla, en lo militar á la ciudad g. de Andalucia como una de sus comandancias generales y en lo ecl. 111 pueblos pertenecen á la diócesis de Córdoba, 9 á la de Alcalá la Real, 3 á la de Sevilla y 2 á la de Llerena.

SITUACIÓN Y CLIMA. Se halla casi en el centro de la Andalucía con inclinación al N. entre 37° 12′, 38° 44′ lat. y los 0″ 1 6 ‘ , 1″ 52’ 30″ long. occidental del meridiano de Madrid. Tiene 348 leg. cuadradas de estension, en cuyo espacio comprende 5 ciudad 61 v., 7 L. y 52 ald., que forman 77 ayuntamiento está dividida en 15 partidojüd., á saber Aguilar, Baena, Bujalance, Cabra, Córdoba, Fuente-Obejuna, Hinojosa, Lucena, Montilla, Montoro, Posadas, Pozoblanco, Priego, la Rambla y Rute; siendo las dist. que median entre estas población, las que de ellas hay á la audiencia terr. y ciudad g., á las cap. de las provincia confinantes y á lo corte, las que se espresan en el siguiente estado. (Ver en el original)

Disfruta de clima sumamente apacible y benigno , con especialidad durante la hermosa estación de primavera. Dividida naturalmente por el Guadalquivir en dos porciones, la parte N. es sierra fria y algún tanto desagradable en el invierno por la aspereza del terreno, ocupado todo él por las cimas ó degradaciones de la Sierra Morena la mitad meridional es hermosa campiña donde se dejan sentir los calores del estio con bastante intensidad, resultando de ello que las enfermedades que padecen sus hab. con mas frecuencia, son tabardillos, afecciones de pecho y calenturas intermitentes, no faltando tampoco las tercianas y catarros, aunque no sean por lo regular de carácter maligno. La suavidad con que es combatida comunmente de todos los vientos, la pureza de la admósfera, su cielo en estremo alegre y despejado, y por último un suelo cubierto de robustos y frondosos árboles de diferentes especies, y de matizado de infinidad de flores olorosas , hacen que casi todo el terr. que comprende, sea de los mas deliciosos de la península, habiendo sido con razón el pais predilecto de cuantas naciones vinieron á España en los tiempos antiguos.

CONFINES. Siguiendo el orden establecido en los demás artículos de esta clase qua van publicados, nos parece oportuno tratar aqui de las diferentes divisiones que ha tenido su terr.

desde el año de 1789 hasta nuestros dias. Muy poco se ofrece que decir sobre este particular, pues han sido tan leves las alteraciones que ha sufrido la provincia civil que nos ocupa, que sus límites son próximamente en la actualidad casi los mismos que tenia el antiguo reino de Córdoba.

La primera división terr. que presentamos á la consideración de nuestros lectores, es la de España dividida en provincia é intendencias, trabajo apreciabilísímo formado por el ilustrado j ministro conde de Floridablanca en dicho año de 1789, para cuyo examen creemos suficientes las noticias contenidas en el siguiente (Ver en el original)

Dividida ia península en departamentos en el año de 1809, se formó uno de todo el territorio que comprendía el reino de Córdoba con el nombre de departamento del Guadalquivir y Guadajoz; confinaba al NO. NE. con el departamento del Guadiana y Guadagíra, y el de Ojos del Guadiana; al E. eon el del Guadalquivir alto; al SE. con el del Geni!, y al S., SO. cou los llamados del Salado y del Guadalquivir; conservando por todos estos puntos iguales límites que en la demarcación anterior.

Posteriormente, ó sea en 17 de abril de 1810, el rey intruso D. José Bonaparte decretó la división de España en prefecturas, distribuyendo el terr. que abrazaba antes el reino de Córdoba, en una prefectura y 3 subprefecturas, Córdoba, Lucena y Ecija , residiendo la capitalidad de aquella en la ciudad que actualmente lo es de la provincia y de la cual toma nombre. Siguiendo esta división cambiaron notablemente sus límites, pues confinaba por el NO. con la prefectura de Mérida cuya línea divisoria arrancaba desde el punto en que el r. Guidalmez se une con el Zuja; seguía la dirección de este último r. hasta su nacimiento al O. de Coronada; marchaba dejando al E. á Ca- ¡raberuela en la prefectura de Córdoba, y terminaba entre Guadalcanal y Ateniz. Por el NE. confinaba con la prefectura de Ciudad-Real, siendo sus límites el r. Guadalméz, desde su desembocadura en el Zuja; hasta su nacimiento que se halla al S. de Fuencaliente y muy próximo al r. de las Yeguas, hasta el cual debia prolongarse la línea divisoria. Por elE. confinaba con la prefectura de Jaén, y sus límites eran el r. de las Yeguas desde el punto mas próximo al nacimiento de! Guadalméz basta su embocadura en el Guadalquivir, bajaba esta línea divisoria, siguiendo el curso de este r. hasta la confluencia del r. Salado <le Porcuna; luego se dirigia hacia el S. pasando al E. de Ntra. Sra.de la Estrella, de Cañete, de Torres, de Valenzuel.

a, de las ventas de Doña Maria , de Campo de Nieves, de las Hileras y de Carcabuey, que está algo mas al O., donde terminaba, quedando todos estos lugares comprendidos en la prefectura de Córdoba. Por el SE. confinaba con la de Granada, cuyos límites los determinaba la línea que partía desde el punto en que acabamos de dejarla al E. y muy cerca de las Hileras, entre Priego y Alcalá la Real continuaba hacia el S. pasaba al E. del mismo Priego, de Almedinilla de la ermita del Higueral y de Iznajar; aí»0. de Montefrio y de Algavinejos y concluía en el r. Genil á la mitad de la dist. que hay entre ios pnentes de Iznajar y de Loja. Por el S. confinaba con la prefectura de Málaga, siendo sus límites el r. Genil, desde el sitio en que se le incorpora el Salado hasta la mediación de los dos puentes ya espresados. Finalmente por el SO. confinaba con la prefectura de Sevilla, partiendo la línea que las separaba desde un punto situado entre Guadalcanal y Alanis; se dirigia hacia el SE., pasaba al N. de Alanis, de San Nicolás del Puerto, de Constantina, delasNavas, de la Puebla de los Infantes yde Peñaflor, que quedaban comprendidos en dicha prefectura de Sevilla; encontraba el Tajo en la emboc embocadura del Genil, y seguía la dirección de este último r. hasta pasado Ecija, en el parage en que el Salado se reúne con el mismo Genil.

Otras dos divisiones del terr. español en provincias tuvieron lugar en los años de 1822 y 1 8 3 3 ; pero como los límites con respecto á la provincia de Córdoba han sido siempre casi los mismos que tuvo el antiguo reino de este nombro , nos parece suficiente manifestar que en la actualidad confina por el N. conlasprovinciade Badajoz y Ciudad-Real; por el E. con la de Jaén por el S. con las de Granada y Málaga, y por el O. con la de Sevilla. El lím. sept. empieza al O. del pueblo de Cuenca y en la sierra inmediata , y siguiendo por las lomas occidentales del r. Zuja, va formando arco hacia el E. por toda la sierra del Pedroso y por encima del cast. de Madroñiz se dirige luego al E. á buscar el r. Guadalméz. por debpjo de Palacios; sigue la orilla izquierda de este rio aguas arriba encima de Sta. Eufemia por el Peñón de la Cruz y la cordillera que está al N. de Guadali mez , pasando por encima de San Benito , por el Puerto-Mochuelo al S. de la Garganta hasta el nacimiento del arroyo de los Molinos de la Ribera, y por la sierra termina en el nacimiento del Guadalméz y el de las yeguas. El lim. oriental es desde el nacimiento de dicho r. siguiendo su orilla der. hasta su desagüe en el Guadalquivir , y atravesando este r. por frente del Salado ó de Porcuna , continúa por la orilla izquierda de este hasta mas abajo de Lopera, punto en que se separa hacia el occidente pasando al O. de Valenzuela, E. de Albendin , y por la parle del E. del r. de Priego hasia su nacimiento. Desde aqui dirigiéndose al arroyoSoleche va entre él yel delllígueral hasta el r. Genil con inclinación al N. de Iznajar , cruza este r. por frente del arroyo Pescejil, y sigue por él hasta las sierras inmediatas en el término de la provincia de Málaga. El lím. meridional empieza en este punto hacia el O. por la Meseta que divide aguas al Genil y al Guadalhorce, pasa al N. de Villanueva de Tapia , Alimaiíes y Rincón hasta un poco al N. de Alameda.

Empieza el lím. occidental que se dirige como al NO. á pasar al N. de Cazariche, al E. de Herrera la Salada y Pozoancho, cortando el arroyo Salado en dirección al O. del Palmar y la Luisiana, siguiendo luego en linea recta á buscar la confluencia del r. Genil con el Guadalquivir; pasa entre la Puebla de los Infantes y Hornachuelos , por el nacimiento del arroyo de Guadalora , San Basilio del Tardón al E. de San Nicolás del Puerto ; corta el r. Bembezar al E. de Alanix, y por encima del cerro de Caraveruela termina en la sierra al O. de Cuenca.

La circunferencia común de la provincia de Córdoba tiene 84 leg. de veinte al grado, y su mayor long. es de 2 9 leg. de N. á S. desde la torre ó cast. arruinado que da nombre á las sierras del Castillejo, en los confines del término de Chillón, pueblo perteneciente á la provincia de Ciudad-Real, hasta la confluencia del arroyo Saucedilla con el Genil. Su mayor lat. es de 1 9 1 /2 leg. de oriente á occidente, como se podia comprobar tirando una linea desde el r. Zuja , en el término de la ald. de Prados, del partido de Fuente- Ohejuna hasta el nacimiento del Guadalméz, tocando en la Venta del Cerezo, del partido judicial

de Montoro.

CALIDAD Y CIRCUNSTANCIAS DEL TERRENO. Divídese generalmente la provincia de Córdoba , como ya indicamos, en sierra y campiña , terrenos ambos fértiles, pero mucho mas el último.

La estension de la parte de sierra consiste en 228 leg.

cuadradas, y la de la campiña cu 120 leg. de la misma clase, estando esta mucho mas poblada que la primera , si bien una y otra , según su feracidad , son capaces de mantener mayor número de hab. que los que en el dia existen. Los montes Marianos , que forman la tercera cordillera subalterna que se separa de la Ibérica , y divide las aguas entre el Guadalquivir y Guadiana , atraviesa esta provincia , distinguiéndose en los Pedroches con el nombre de PuertoCalatraveño. Arranca de las cercanías de Alcaráz en los confínes de la Mancha, y se pierde en el occéano con el cabo de San Vicente. La denominación de montes Marianos viene á esla estensa cordillera , que por corrupción ha degenerado en la de Sierra-Morena , del pretor Cayo Mario , que sabiendo que por ellos vagaban muchos bandoleros lusitanos molestando á los subditos del imperio , robando ¡asininas y perturbando á los que las beneficiaban , con algunas tropas de celtíberos logró esterminarlos.

Desde la orilla sept. del Guadalquivirá mayor ó menor dist.

«de ella, principian á elevarse insensiblemente los fragosos cerros y empinadas montañas de Sierra-Morena , que dividen profundos valles hasta llegar á los Pedroches, llanura notable que se encuentra en ella y á que sirve de término por el N. la pequeña sierra llamada de Guadalméz ó del Mochuelo. Entre los ramales que se desprenden de esta cordillera y en los valles que estos forman están situado varios de los pueblos que , fuera de los que se hallan en la citada llanura , ocupan la parte montuosa y áspera de este terr. La elevación del llano de los Pedroches sobre cl álveo del Guadalquivir, es considerable, pues llegará á unos 729 pies , á los que si se añade la altura de Córdoba sobre el occéano, que es de 840, resulta ser la de los Pedroches de unos 1,575 pies. Pocas son las cimas majestuosas que se observan en casi toda la estension de la sierra de que se hace mérito , antes bien es generalmente ondeada y descubierta, sin que su aspecto presente sino muy rara vez la grandiosidad propia de la mayor parte de las montañas. Casi todas sus pendientes son largas y bastante suaves estando en lo general .cubiertas de jaras , coscojas, brezos , madroños y otros artmstos.

Las quebradas que en ella se encuentran indican una conformación esquistosa que encierra prodigiosa multitud de niquelo sulfurado, minas de azogue, de plomo y aun de plata.

Nacen de ella muchas corrientes abundantísimas de esquisitas aguas que van á parar al Guadiana y el Guadalquivir, observándose con sorpresa que muchos arroyuelos que al parecer debían dirigirse á este último r., toman su curso hacia los montes opuestos y se deslizan por las cañadas , indicando al hombre las comunicaciones mas fáciles de unos L. á otros.

Esta parte de la provincia está dividida para el cultivo en pequeñas propiedades , produciendo proporeionalmente mas granos que la campiña, aunque á costa de muchas labores y abono en valdios inmensos, que en el concepto de algunos son la causa de la pobreza de la sierra , porque nada producen, y repartidos pudieran ser de mucha utilidad en grandes deh., y por último en considerable porción de tierra estéril é infructífera.

Por lo general abunda en aguas , muchas de ellas minerales, en varias especies de árboles, frutas, pastos, hortalizas , yerbas medicinales, leña , miel, cera , grana kermes y toda clase de caza mayor y menor. En la parte de sierra que • comprende el término de Córdoba se encuentran algunos pinares y castañares , encinas , avellanos , alisos , algarrobos, almezos , alcornoques , nogales y otros árboles y plantas de que se podria sacar mas utilidad. En los terr. sept. de la misma abundan las encinas en los meridionales los olivos. Para hacer plantíos de estos se han ido arrancando las viñas «n muchas partes, pero por otras se van poblando de ellas varios desmontados. Las tierras inmediatas á los pueblos se labran mejor que en la campiña, y asi es, que por una ifan. ó menos de semilla con que se siembra una de cuerda, se suelen coger veinte, treinta y aun mucho mas de grano. Las labores fuera de los ruedos se reducen por lo común á cortar el monte en marzo y abril para pegarle fuego después en el mesdeagosto ; arrojan la semilla á su tiempo y le dan una reja para cubrirla. Estos terrenos asi labrados, que es á lo que llaman rozas , cuando son buenos suelen producir veinte fan.

y aun mas por una de semilla, que por sembrarse muy clara ocupa una gran porción de tierra. Con esta operación muy perjudicial por cierto, se destruyen los chaparros que cortan y queman sin consideración al fruto que pudieran dar en lo sucesivo, ni á las maderas por su corlo valor , el que se au mentaría sin duda si hubiese medios fáciles de conducción.

Uno de los objetos que para común utilidad deben llamar la atención de los naturales de la sierra , es la asignación de sitios donde paste el ganado cabrio, por el grave daño que ocasiona á los montes. Para renovar estos, y que el referido ganado se aproveche de los retoños ,», incendian todos los años por el estio grandes porciones de terreno, y estendiéndose el fuego á veces mas de lo que intentaron sus autores, devasta leguas enteras, como acaeció en el aíio 1820, abuso digno del mas eficaz remedio. Abunda Analmente la sierra de canteras de hermosos jaspes, que no se benefician , y de otras especies de piedras, siendo la mas común en el terr. de los Pedroches la conocida con el nombre de Sal y Pez

(Continua en el original)