TAMAYO

v. con ayuntamiento en la provincia, audiencia terr., ciudad g». y diócesis de Burgos (9 leg;), partido judicial de Briviesca .4 !,2 . SIT. al pie y falda de una pendiente que le defiende de los vientos del N. ; reinan coa frecuencia los del S. y O.; su CLIMA es frió pero s a n o ; las enfermedades comunes son pulmonías y reumas. Tiene 70 CASAS; e s c u e l a de instrucción primaria dotada con 1,300 reales v n . ; una iglesia parr. (San Miguel) servida por un cura párroco, y una ermita dedicada á la V i r gen de las Nieves; fuera dé la población se hallan otras 2 bajo ia advocación de S a n Frutos y San S e b a s t i a n , y contiguo á ella un ant. torreón. El término confina N. C e r e c e d a ; E . Oiía; S. T e r m i n o n , y O. Cantabrana. El TERRENO es e s c a b r o s o, poco f é r t i l , b a s t a n t e poblado de pinos, encinas y robles le cruzan solo algunas veredas. El CORREO se r e c i b e de Oiía.

PROD. c e r e a l e s , legumbres y frutas; cria caza de perdices y palomas, PORL. 25 v e c , 89 almas CAP. PROD. 142,300 r s. IMP. 13,109. CONTR 1,144 r s . 8 m r s .

Esta v. es una de las que pertenecieron á s e n . feudal en la merind. de B u r e b a , y cuenta, segun se c r e e , 430 años de e x i s t e n c i a . En los dias 19 y 20 de. marzo de 1848, que fueron de terror y espanto para los veciudad de esta población , ocurrió un horroroso fenómeno que pudo haberla hecho desapar e c e r de la faz de la t i e r r a dejaremos aqui consignado este acontecimiento de terrible r e c u e r d o , para admiración de la posteridad. Un a r r i e r o que salia de la población principió á s e n t i r que la t i e r r a se conmovía á sus p i e s , y asustado retrocedió como pudo á e l l a , donde contó lo qué ocurría. No tardaron las gentes en convencerse de la certeza de cuanto el a r r i e r o les contaba. Las piedras se sacudían unas con otras; la tierra ostensiblemente se avanzaba hacia el lugar; el v i ñedo y árboles frutales que allí habia desaparecieron, convirtiéndose aquel sitio ameno en peñasco árido y escabroso, las lomas y colinas en llanos, las llanos en terrenos desiguales y elevados. Ninguno conoce sus heredades, por haberse borrado las señales de sus respectivos linderos. Uno busca su heredad del trigo en punto donde á su parecer debia e s t a r , y la encuentra sembrada de p a t a t a s , y asi lo demás; de suerte que nadie absolutamente conoce sus propias fincas. Lo mas particular que ofrece este fenómeno es su larga d u r a c i ó n , sintiéndose por 2 dias continuos, aunque con mas ó menos violencia. El cielo se cubrió como de polvo por aquella parte donde tuvo lugar esta catástrofe, que afortunadamente no llegó e n el pueblo de Tamayo mas que á una casa que derribó; á pesar de su proximidad á Oña, nada percibieron ni sufrieron estos hab. hasta la r e l a c i ón de los de Tamayo.