HACHUELO ó JACHUELO

baños como á 9 0 0 pasos de la ald. de Alomarles , agregada al ayuntamiento de Illora , provincia de Granada, partido judicial deMontefrio, brotan penosamente y en un suelo estéril las aguas sulfurosas que constituyen estos ba ñ o s son minerales frios y han surtido prodigiosos efectos en toda clase de enfermedades cutáneas. Antiguamente habia tres recipientes cubiertos, de los cuales dos se llenaban con el agua pura del manantial, y el otro se surtia de sus derrames.

Los que acudían á tomar los baños hallaban algunas comodidades , pues tenían muchas habitaciones en que po- i der albergarse, y un oratorio contiguo , en que se celebraba misa los días festivos; pero ya soto existen r u i n a s ; los vasos | están obstruidos, y no quedan otros vestigios que algunos charcos saturados de fango y cieno. Se hallan próximos á una cañadita sobre la der. del camino que sale de Alomartes para Montefrio en tierras del cortijo del Hachuelo, perteneciente antes á la vinculación de la Sra. marquesa de Guerra, y ahora á los señores Valverdes de Alomartes , en virtud de contrato de venta* Por el fondo de la cañada corre un hilo de a g u a , que lamiendo los bordes de las balsas y mezclándose con las del mineral, desciende á las llanuras de la ald.

de Tocón y con otras que alli se reúnen, desaguan en el arroyo de Mairena. Aun cuando el agua por sí no tiene edor, por bajo del baño reflecta un cerúleo oscuro que el observador atento sabe discernir. Se desconocen las causas que influyeran en el lamentable abandono de tan precioso venero pero su fama y su virtud es t a l , que de grandes dist. envían por cántaros de agua ó fango , y con aplicarlo á la epidermis ó frotarla suavemente con el lodo del fondo de las balsas, han desaparecido los vicios herpéticos mas inveterados y otras especies exautemáticas. En sentir de muchos prácticos, no discrepan mucho estas aguas de las de Carratraca, y si en la actualidad ofrecen un manantial escaso, debe en cierto modo atribuirse al abandono en que yacen y obstrucción consiguiente de canículos que no permiten al liquido insinuarse; pero descombrando aquel fondo , y aproximándose mas al origen, brotarían sin duda aguas abundantes con que cubrir todas las atenciones de los enfermos concurrentes. A las cercanías del venero por el lado de oriente , se está abriendo una mina que confirma la existencia de minerales bajo aquel suelo estéril; habiéndose encontrado di seminadas en aquel recinto piritas de azufre y cobre, que in • dican un núcleo de metal que las arroje. Los antiguos habian ya consumido sus caudales en los subterráneos mismos que hoy despejan los laboriosos descendientes de la célebre Illurco (Illora) El pozo baja en línea perpendicular á unos 1 6 0 pies. A fuerza de brazos se han estraido multitud de escombros con que estaban cegadas las minas, encontrándose huellas é indicios muy marcados de los trabajos costosísimos que en su apertura prestaron los primitivos operarios. Los caños están sostenidos por gruesos arcos q u e , consolidando el pavimento superior, ofrecen sitios cómodos y seguros para el trabajo, y el todo de la escavacion antigua indica buena dirección, y que no se perdonaba medio para descubrir metales.