ABILA (monte)

La radical del nombre Ahila os el hebreo hil: Algunos lo han interpretado Ar.r o Casfellum por la construcción y posición elevadas que les daban los ant. Otras voces se ha traducido Torbellino ó Tifón, tomándolo por su efecto. ipio es arremolinar y levantar á lo alto cuanto encuentra. Y por sor muy común (pie las naciones v los pueblos parlan término en las alturas: ó por la forma délas columnas con que se acostumbran á marcar, como lo haeian los hebreos y los persas, también se ha convertido en Térm. Muchos ín han hecho asi quizá porque las columnas de Hércules indican el de sus trabajos ; y esto monte es una de ellas. Mas el nombre Abita se le dio solo por su elevación. y el verdadero equivalente do la indicada raiz ‘•Vy, esaltiludo , ó mejor el adjetivo excelsas ó elevado , como dijo también Samuel Bochart (altiiin , celsnm) ; y asi es , que los nombres tópicos en que aparece se hallan siempre en eminencias. Respecto á ser este monto una de las columnas de Hercules, como se ve en Estrabon , Plinio, etciudad, ha habido alguna diferencia entre los cosmógrafos de la antigüedad. Buscándolas todos en el último término de la tierra, unos han creído encontrarlas en los montes Calpe y Ahila; otros en dos islotes cercanos á ellos; ya eu el templo de Hércules en Cádiz ele.: quien lomando los montes mismos ó las islas por columnas; y quien suponiendo que fueron colocadas sobre ellos. Empero no es de creer que estas famosas columnas fuesen las que habia en el tomillo de fiados, semejantes á las de Tongis que Procopio menciona, á las luminosas de Tiro que dice haber visto Herodoto, á las de Laccdemoniaque recuerda Pausanias, á las de Creta y otras ; pareciendo mas probable que los Fenicios que encontraron ya en España el culto de Hércules egipcio, al consagrarle este templo, las fabricaran y colocasen en él para su adorno, con la inscripción que esprosaba el costo de la obra (Estrabon). Llevarlas á la isla de Jitnu y á otros puntos fuera del estrecho fué , que, al irlos des cubriendo, como mas occidentales, allí era donde juzgaban debia entenderse el último término de la tierra. P finio dice que los gaditanos las creían en los montes Calpe y Ahila, asegurando por tradición (pie aquel Dios los había separado para dar paso al mar Atlántico, á fin de que se difundiese en las tierras hondas y formara el Mediterráneo, de cuyo hecho se denominaron Columnas de He.rcnl’,s, los cabos del eslrecho como creados á su impulso. El mismo Plinio, Estrabon, Séneca, Marciano Cápela, Livio, Turriano Gra cilio, Viteusa, Xerif, Aledríx, Brion de la Tour, López de Ayala, etciudad, confirman la ant. unión do estos dos montes, ó la existencia de un itsmo entre ellos. Acerca de su separación unos la atribuyen á las colonias fenicias ó sea al Hércules Tirio ó Mpiclinrios (Mt*««/««r); otros al empuje de las aguas ilel Océano causado por el hundimiento de la grande Atlautida (Platón, hist. del atlántico); y otros á un terremoto, lo que la geología presenta mas probable. Sin embargo la verdad filosófica que envuelve la rábula de las célebres columnas , es muy otra de lo que asoma este acontecimiento. El Sol fué adorado por los egipcios bajo el nombre de Hércules, como lo afirma Macrobio, y en España lo fué también: concluida la vuelta con que fecundiza al mundo, creyóse venia á reposar en el Océano cuyas aguas le brindaban eldescanso desde el mismo estrecho; y los himnógrafos viendo en el fin de su carrera ostenta! elevación los encumbrados Culpe y Ahila á que tan propio, es el nombre columnas, según Plinio, los miraron como las simbólicas del término de los tralvijos de este Hércules, (pie, representado como piloto, era el cont¡lanero de lloco y de Van, asi como los atributos de estos indican los Noé y Tabal de la historia, cuya venida á España ningún escritor nacional ha puesto en duda. Solo á estos dos montes que puede decirse cierran dentro de sí por el O. toda la tierra entonces conocida y á los cuales Pimlaro , con tanta precisión, llamó Puertas gaditanas, conviene ser tomados por un monumento consagrado á la puesta del Sol en el fin del mundo ant. Hoy la columna de Hércules africana, como la llama jEstrabon, ó el monte Abila, es conocido con la nueva denominación de Sierra de las Monas.