SIERRA NEVADA

recibe este nombre una gran cordillera de montes , que empezando en el término de la v. de Padul, provincia de Granada, partido judicial de Orgiva á 3 leg. de la cap., corre hacia el E. 45° N. hasta las fronteras del ant. reino de^luroia, ó sea hoy hasta la provincia de Almería , partido judicial

de Gcrgal, térra, de la v. de Fiñana. Alli se enlaza con la sierra de Raza , que después toma el nombre de Filabres, Y va á perderse cerca del Mediterráneo en pequeñas ramificaciones La Sierra Nevada, denominada asi por las nieves y hielos que perpetuamente coronan sus cimas, constituye una de las principales partes del sistema bético, el cuál, sino es el mas estenso de los siete en que se consideran divididas las montañas de la Península ( ‘ ) , es sin duda alguna el mas admirable por su estraordinaria elevación principia en Gibraltar (V. CALPE monte), y continuando por las sierras de Ubrique y Grazalema , Serranía de Ronda, sierra de Abdalagis, entre la cual y la anterior se abre paso el r. Guadalhorce, sierra de Alhama, Tejeda y la Nevada, va á perderse, como digimos antes, en el Mediterráneo, después de haber dejado en todo este dilatado pais considerables ramificaciones. En este número se cuentan como mas importantes, en la parte meridional de Sierra Nevada, la Contraviesa, que le es paralela ; la de Lujar, continuación de la Contraviesa; la de Gador, situado entre los r. Adra y Almería, y por el N. la de Baza y otras, cuyas descripciones se hallan, bien en sus art. respectivos ó en los de las provincia de Granada y limítrofes. Las 48 ó 49 leg. de estension que tiene Sierra Nevada desde el Padul á Fiñana, y las 40 próximamente de N. á S . , pertenecen á la provincia

de Granada, asi como los pueblos situado en sus faldas N. y S.; y solo son de la de Almería el mencionado Fiñana y algún otro que se halla en el estiemo mas O. de dicha provincia

De los que se encuentran situado en las faldas set. de la sierra en su dirección de O. á E . , corresponden los primeros á la fértil vega de Granada, y los últimos al marquesado del Zenet; y los del lado opuesto, los unos al valle de Leer in (V.), entre los que descuella Lanjaron, célebre por sus aguas medicinales, y los otros á las Alpujarras (V.). Alto y magestuoso es el pico de San Cristóbal en las sierras de Ubrique y Grazalema , pues se le divisa desde la Giralda de Sevilla, que está á 25 leg.; culminantes son también las cumbres de la Serranía de Ronda, en las cuales, y especialmente en el parage de la ermita de Ntra. Sra. de las Nieves, no suelen estas desaparecer totalmente en algunos estíos aunque calurosos; pero la sierra mas alta y magestuosa de todo el sistema bético, es la que ahora nos ocupa. Sus empinadas cimas, á la vez que dominan un inmenso horizonte, matizado de pueblos y de cas., con praderas llenas de verdura, e9tan cubiertas» de nieve y de nielos, que á la altura de 9,4 80 pies son perpetuos, apesar del apacible clima del pais pintoresco que las rodea. El punto mas elevado de esta sierra, y aun de todo el sistema bético, es el pico de Mulahacen , cuya altura sobre el nivel del mar es de 1,823toe.sas, ó 4,254 varas, que hacen 42,762 pies castellanos ( » ) , y el picacho de Veleta que está á su inmediación al O. 4,780 toesas, 4,453 varas ó 42,459 pies.

Desde sus cimas se domina casi toda Andalucía y la costa del Mediterráneo , desde Gibraltar hasta Sierra Cabrera, y desde Sierra Morena hasta las llanuras del ant. reino de Sevilla bañadas por el Guadalquivir; y si es admirable que se divise hacia el N. Sierra Morena , que so halla á 30 leg. de dist., mucho mas lo es que por et S. se distingan con suma claridad las costas de África. que dist. 54 leg.

por la linea mas corta, en una estension de otras tantas.

Y mas se descubriera todavía, sino fuera que tan largas distancias, superiores á nuestras facultades naturales ó artificiales, forman un estado de confusión tal, que imposibilita el esclarecer los objetos que se presentan. Magnifico y sorprendente es el panorama que se ofrece á la vista del observador colocado a tanta altura; nada hay sobre su cabeza mas que el firmamento, y como si se revistiese entonces del sublime carácter de»representante de Dios sobro la tierra, admira la grande obra de la creación, y se enorgullece al pensar, que entre todos los seres creados , solo á él le ha sido concedido el privilegio de estudiar la naturaleza , y aun de sorprenderla á veces en el laboratorio de sus misteriosas combinaciones. Granada, la bella Granada con sus jardines y sus rios, y su vega riquísima de 42 leg., aparece’ como recostada á los pies del enorme picacho de Veleta ; por otra parte se ve al Mediterráneo, cuyas hondas espumosas s-> estrellan contra la costa, irse estrechando hacia Gibraltar, y apresurar el curso magestuoso de sus comprimidas aguas; antes de llegar á estas se presentan en vistoso anfiteatro los pueblos de la Alpujarra, pais tan fértil como poco cultivado, tan pacifico hoy como turbulento y aun temible en otras épocas; y en fin, por todos lados se divisan campos lozanos de verdura y llores, alegres pueblos y vistosos caseríos, que deben su existencia, y algunos su prosperidad á los elementos de riqueza con que les brinda la magnífica Sierra Nevada. Asi es que cuando se llega á dominar su cima, se abandona siempre con pesar, y movidos especialmente por dos poderosas consideraciones , la del intenso frió que se siente , y el peligro que se correria permaneciendo alli mucho tiempo, á causa de la prontitud conque sobrevienen las borrascas.

Los parages que en estas dos elevadas montañas, Mulahacen y Veleta, y en sus inmediaciones, se hallan cubiertos de perpetuas y endurecidas nieves, cuyas capas ó estratificaciones se’pueden contar fácilmente en muchas desús quebradas, se llaman en el pais corrales •. el mas considerable de todos ellos es el nombrado de Veleta, el cual por su situación entre el pico de su nombre y el de Mulahacen presenta la figura de un gran circo, en’cuyo centro brotan las primeras aguas del Genil. La nieve, acopiada por los vientos, que encierra el grandisimo depósito de este corral, está tan petrificada, que tiene la consistencia del mármol mas duro y cuesta trabajo hacer en ella la mas pequeña incisión aun»con una herramienta muy fina. No es posible saber la cantidad de nieve que alli está reconcentrada con el trascurso de los siglos; pero tampoco fuera aventurado el suponer, que se halla todavía en su fondo el primer copo que dirigió á aquel punto la mano del Omnipotente, sino es que infiltrada la nieve por la tierra, busca su difícil salida hacia el Genil. En los puntos verticales de los espresados cerros, y 4/2 leg. antes de llegar á ellos es desconocida toda vegetación, y ni aun tierra se ve en su superficie, cubierta de lajas sueltas y sonoras, semejantes al carbón de encina, que son fragmentos de los minerales que constituyen la sierra solo se encuentran á últimos de julio y primeros de agosto, época en que estos puntos son accesibles, en medio de estas lajas en el pico de Veleta, ó mejor dicho en la esplanada que hay antes de llegar al pico, algunas matas de manzanilla muy raquíticas, pero sumamente aromáticas.

La Sierra Nevada está compuesta de gneis folicular, de gneis pizarroso, de pizarrea micácea ó Gusneschiefen de los alemanes, de cuarzo, de Bomblenda, que alternan formando bancos ó grandes masas; y en el barranco de San Juan, situado en la ladera N., hay un gran banco de serpentina noble.

En el Glisneschiefen se hallan granates, y en el cuarzo cristalizaciones de gran tamaño, pero poco trasparentes, y t e ñidas muchas de ellas por óxido pardo de hierro. Son. muy comunes en esta sierra los criaderos de hierro, y aun en el borde occidental de la profunda cavidad llamada Corral de Veleta, se encuentran á cada paso fragmentos de escorias de hierro que acreditan que en tiempos muy remotos se esplotaron en aquellos puntos minas de dicho «metal, y se verificaron fundiciones del mismo. En el dia se laborean varias minas en la ladera que mira al N. y O., principalmente en Lugros y Jerez del Marquesado, pueblos ambos del partido judicial

de Guadix; existiendo también en las cercanías de Alcudia, que corresponde al mismo partido, gruesos bancos de hierro arcilloso. Es de presumir con fundamento que también haya en la sierra minerales de otra especie, como cobre y plata, atendida su estructura, la naturaleza de los fósiles que la constituyen, y la colocación y alternativa de estos. En tiempos muy recientes se han hecho catas y calas en sus dos lad e r a s » y se han hallado pruebas de existir hierro , hierro mezclado con cobre, cobre en combinación con el oxígeno y -con el ácido carbónico y sulfuro de plomo en el barranco úe üenabre. término de la v. de Aldeire, situado en la falda iN. de SIE la sierra, dentro del partido de Guadix, se encuentran minerales de zinc, plomo argentífero y antimonio, en cuya esplotacion se ocupan muchas personas , existiendo restos de grandes trabajos ant.; y junto al mencionado pueblo de J e rez del Marquesado hay también filones de cobre. Algunos rios que salen de la sierra, como el Parro, que pasa por Granada ; el Guadalfeo, cerca de Orgiva, etciudad, arrastran en ocasiones entre sus arenas pagitas de oro que se dedican á coger algunos infelices; mas no se ha podrdo descubrir hasta ahora el sitio de donde proceden, siendo de temer que se hallen muy diseminadas en la roca ó en el criadero , si es que existe, y que por lo mismo no fuese conveniente ni lucrativo su beneficio. La roca eruptiva que ha formado el relievede la sierra, no se halla al descubierto; solo se ve la serpentina en el barranco de San Juan, cerca de Granada, roca de que se ha sacado mucho partido en otro tiempo para la decoración de edificios; pero es de creer que su aparición sea de tiempos relativamente muy modernos, tal vez.

del último período de los terrenos secundarios. Las canteras de Lanjaron son de bellísimo jaspe blanco y encarnado, y las de Escusar son de piedra franca, de las cuales se sacan sillares para construcción.

La dist. de uno á otro de los cerros Mulahacen y Veleta e s , al parecer, de 4 leg. corta; están enlazados en su parte inferior por unas cordillera que forman vertientes entre los dos cerros, unas para Granada y otras para las Alpujarras, las cuales dan principio en el barranco de Pequeña. Este barranco viene á formar en sus primeras vertientes un ángulo que nace de las mayores alturas meridionales de la sierra, pues cada uno de sus lados parece que emana respectivamente de las vertientes de Mulahacen y Veleta, y recoge todas las aguas que bajan de la cordillera que los une, en la cual se encuentra la laguna de la Caldera, que conserva casi siempre heladas sus aguas. El vértice del ángulo llega con su corriente al r. de Orgiva, y en sus costados se descubren algunos L. de las Alpujarras. En las faldas orientales de Veleta se encuentran una porción de praderas, rodeadas de otras eminencias, que vienen á dar origen al barranca de Guadarnon , el cual recoge también las vertientes» setentrionales de dicho cerro, y de parte de la cordillera que lo une con el de Mulahacen. Hacia el lado N. de la misma nace otro barranco, que llaman del Aceral, y desagua en el anterior por encima del de San Juan ; asimismo se encuentra el del Real, que recibe los de Valdcinfierno y Valdecasillas, que corren al O. de Mulahacen y el de Peñapartida.

Por el S. de este gigantesco cerro se desprenden otros muchos barrancos, entre ellos el de Z’revelez; al N. se encuentra la deh. del Calvario, y al E. al pie de un precipicio de 400 varas de altura, la laguna de Bacares, de 200 varas de long., 4 40 de lat. y 45 de profundidad, la cual se seca en los años de escasas lluvias sin embargo, jamas falta el agua en un pozo que hay abierto en su fondo por la mano del hombre , cuyo trabajo se infiere fue hecho por los moros para surtirse de agua en la sequía de los 40 años que esperimentaron en la época de su dominación en E s paña.

En la cima del cerro Mulahacen, que forma una planicie bastante estensa, se hallan también vestigios de muros, formados de piedra de una mole inmensa, casi superiores á las fuerzas humanas, los cuales por sus divisiones y traza parece que indican haber estado poblado aqueL sitio en algún tiempo. Tanto en las inmediaciones de dicho cerro, como en las de Ve!eta, hay otras lagunas menores, cuyas aguas, lormando ráfagas dé colores eu toda la superficie, presentan el aspecto del arco iris. Las vertientes de los espresados barrancos van á parar á las hoyas del Genil, donde incorporadas con las del barranco de San Juan, situado entre el de Guadarnon y el peñón de San Francisco, todos en la parte N. de Veleta forman el r. Genil, ‘que se encamina hacia Güejar-Sierra. Reunidas las aguas cíe los barrancos del Panderon, Cobatillas, Gavilanes y Santiago, constituyen el arroyo de Maitena, que á la dist».

de 4/2 leg. de Güejar se incorpora al Genil. Igualmente le es tributario el arroyo de Aguas-blancas, que nace en la espresa J a jurisd. de Güejar, de varias fuentes de agua cristalina; pero que á 4/4 leg. de Qüentar se enturbia con la agregación de otro arroyo gredoso, desde donde toma el indicado nombre. El Darro, cuyo origen se halla en el término y sierra de Huetor-Santillan, ramificación de la Ne vada por el N., se encamina hacia Granada, cuya ciudad atraviesa de NE. á S . , y á su salida desagua en la orilla der.

del Genil. La loma de Maitena es una cuerda atravesada en la sierra de E. á O., en una estension de 3 leg. próximamente que habrá desde Güejar al marquesado del Zenet.

Del S. del picacho de Veleta sale en dirección al O. otra cordillera, cuyo lim. está en el cerro del Caballo, última eminencia que domina al valle de Lecrin dicha cordillera que tiene por nombre los Toréales de Cartuja, da origen en sus vertientes N. y O. al r. de Dilar, en cuyo principio y en los sitios de las Lagunillas y Borreguiles se hallan hermosas y dilatadas praderas, donde pastan ganados de todas clases, como se observa desde la cueva de la Ermita. Esta cueva , único refugio de los transeúntes en aquellas alturas (pues las ventas, de que luego hablaremos, se hallan á larga dist. hacia el E ) , tiene difícil su entrada y su salida, y solo puede dar albergue con trabajo á 6 hombres tendidos viene á estar hacia el S. y frente á los Toréales de Cartuja, y la forman varias lajas pizarrosas que , como hemos dicho, es 1a única clase de piedra que se encuentra en aquellos par’agés. De las alturas de este sitio, de sus vertientos -etentrionales, y de las que bajan también del Poniente de Veleta hasta llegar al peñón de San Francisco, se forma el r. de Monachíl, que desagua en la vega de Granada, para fertilizar sus tierras como el anterior. Ader mas de los espresados r. Dilar, Monachil, Genil, arrovo de Aguas-blancas y r. Darro, cuyo origen se halla en la parte N. de Sierra Nevada, caminando de O. á E . , todavia se, encuentra en la misma dirección otro r . , el de Guadix, que recoge las aguas del resto de las vertientes del mismo lado.

En la parte meridional, sumamente quebrada, y en la que á cada paso se encuentran cañadas profundas y colinas mas ó menos altas, que pueden considerarse como sierras ó montañas de tercera formación , son muchos los arroyuelos, ramblas y barrancos que resultan de la estructura particular del pais; pero todos ellos se reúnen y forman 2 r. principales, que son el r. Grande de Orgiva ó Guadal feo , en cuyo artículo especial hemos hecho espresa mención de todos sus afluentes y de los distintos nombres con que es conocido, y el de Ügijar, tributario del Adra, el cual forma el lím entre las provincia de Granada y Almería. Las fuentes de agua dulce y cristalina son infinitas, y también abundan las salinosas y termales, cuyo uso es muy eficaz para la curación de varias dolencias, por inveteradas que sean. Los célebres baños de Graena, 1 leg. al O. de Guadsx; los de Lanjaron en el estremo opuesto, ó sea en la parte meridional de la sierra; los de la Mala, 2 leg. al S. de Granada; los nacimientos de Portubus, Alcolea, Mecina-Bombaron, Valor y Paterna , pertenecientes á la Alpujarra ; los de Dolar y Ferreira al N . , todos son de virtud especial y producen saludables efectos en el tratamiento de muchas enfermedades. Como en el art. de la provincia de Granada, sino en los de los respectivos pueblos, hemos hecho un análisis mas ó menos detenido de cada una de estas aguas, indicando ala vez su aplicación á determinados padecimientos, nos creemos ahora dispensados de repetir dichas noticias.

Éntrelos diversos pasages, gargantas y puertos que se hallan en Sierra Nevada , son los principales el puerto de la Ragua ó de Laroles y el del Lobo ó de Berchul, los cuales sirven para la comunicación de las Alpujarras, situado al S., con los pueblos del marquesado de Zenet, que corresponden al part de Guadix-, y los del de Baza, todos colocados al N. El primero, esto e s , el de la Ragua, único transitable en el rigor del invierno, situado entre los término de Laroles, Bayarcaí y Ferreira, suele quedar cerrado por varios dias y á veces por un mes en los inviernos de muchas nieves, y cuando esto sucede es muy peligroso pasarlo por haber parages donde la nieve sube á mucha altura. Con el objeto de evitar estos peligros, se construyeron á principios del presente si «lo , y sobre terreno seguro, una serie de atalayas como de cuatro varas de elevación á todo lo largo del puerto y á la der. del camino marchando de las Alpujarras al marquesado , y adernas dos ventas convenientemente situadas estos postes ó pilares sirven de guia á los tragineros , quienes gradúan la posibilidad del tránsito por lamparte que las cubre de nieve, y desechando el camino, que está mas bajo, marchan en dirección de aquellas sin esperimentar contra tiempo. A pesar de esto tiene á su cargo el puerto de la Ragua algunas víctimas, porque los transeúntes confiados en los dias serenos se encaminan á aquella altura , y en su dilatada travesía de 2 leg. se improvisan tan fuertes chubascos de ventisca , que cegado el camino por la nieve que cae y la que aglomeran los vientos traída de los cerros inmediatos, les obliga a sucumbir si no vienen á estar cerca de las espresadas ventas. El otro puerto, esto es, el del Lobo , se j encuentra entre los término de Nechite y Aldeire; y, sea ó no I rigoroso el invierno, se pone intransitable desde que prinj cipian las nieves en noviembre hasta que comienzan á der- ] retirse en abril. Ademas de estos dos puertos principales, se atraviesa también la sierra en la estación de verano por hombres escoteros y aun sobre bestias del pais, para pasar á Granada desde los» pueblos de las Alpujarras, por varios senderos, siempre difíciles y peligrosos, que hay á las inmediaciones de Veleta y Mulahacen, á descender al término

de Güejar-Sierra, que se halla á la falda opuesta , á la vista de dicha c .  de este modo se ahorran unos una jornada y otros aun mas, pues desde muchos puntos se hace toda la travesía en menos de un dia.

No hay en esta sierra grandes bosques y espesuras porque está muy cultivada y muy poblada; «sin embargo, á poca dist. de casi todos los pueblos se hallan montes de encina mas ó menos considerables, que por lo general pertenecen á los-propios, y no faltan tampoco trozos de monte bastante estensos , de robles, castaños , fresnos, cerezos y manzanos silvestres, alisos , tejos y bojes; los álamos blancos v negros son muy corpulentos en los sitios húmedos ó de riego, y especialmente en las riberas del Genil; entre los árboles de fruta se crian nogales de gran tamaño, cuya madera es muy apropósito para muebles de gusto. El TKRIIUN’O, aunque escabroso , es fértil y de escelentes produc-‘ ciones de todas clases, cereales, hortalizas, legumbres y frutas, como detalladamente se espresa en el artículo de la provincia de Granada; cria naturalmente un número considerable de plantas aromáticas y medicinales, buscadas con avidez en las respectivas épocas por herbolarios y botánicos, aquellos para utilizarse de las que les son conocidas, v estos porque siempre encuentran algo nuevo, digno de estudio , en este manantial inagotable de rica y variada vegetación.

Sus hermosas praderas y sus deh. ofrecen pastos sabrosos y abundantes para toda clase de ganados, espej cialmente el lanar; en el verano suben á disfrutarlos eu toda la estension de la sierra no solo los de los pueblos de la costa, sino de los que se hallan entre esta y aquella los mayorales dejan abandonadas las toradas por dos, tres y cuatro meses , y cuando ya amenaza la intemperie, vuelven á recogerlas para trasladarlas á otros puntos. La caza es también abundante y variada , y no faltan en los principales r. anguilas, truchas y peces de distintas clases. Las faldas de la sierra, laboreadas en bancales por su escesivo declive, donde alfombran el suelo verdes prados surcados por cristalinos arroyos; donde crece la vid enlazada al moral y al olivo , al «limonero y al naranjo; donde se goza en fin , de una temperatura tan benigna, que por diciembre embalsama la atmósfera el aromático perfume del azahar y de la rosa, ofrecen sorprendentes paisages y productos riquísimos, apesar de los cuales, los habitantes viven sumidos en la miseria, por falta de caminos que faciliten la esportacion.

Y es de notar , que mientras la suave temperatura que se goza en las faldas de la montaña , fomenta el desarrollo de multitud de plantas propias de los paises mas cálidos, á mayor altura solo se observa la escasa vegetación de las tierras polares, sino es que las perpetuas nieves que cubren algunos puntos, impida toda clase de vegetación.

En esta escala gradual y admirable de temperaturas, es muy común observar, que mientras una planta inmediata á los ventisqueros de nieve, está naciendo, otra igual, mas separada de ellos, está al mismo tiempo retallando; otra, colocada en sitio mas bajo y abrigado, se encuentra en forma de capullo; y por fin, la que está situado en el llano, defendida de los vientos y recibiendo la benéfica influencia del sol, ha adquirido todo su desarrollo y llegado al estado de la florescencia Cuanto pudiéramos decir de la ind. y del comercio que se ejerce en los pueblos de la sierra, no seria mas que una repetición de lo que dejamos espresado en el artículo de la provincia de Granada á él, pues, remitióles á neslros lectores para dicha clase de noticias

ALPUJARRAS

tiene este nombro nn distr. ó ten. moa

Asimismo se consideran como pueblos de la Alpujarra, Berja, y Dalias por tener su situación en el escabroso terreno de donde toma su denominación, y también porque dependieron en otro tiempo del corregimiento de Ugijar. Antigua

mente se consideraban como pueblos del mismo terr., Caralauna, Bayacas y Soportujar

Comprende este terr. varias sierras de considerable altura, que forman grupos compuestos de muchas cordillera, que toman nombres particulares , como sierra Bermeja, sierra do Gador etciudad (•). Esta última y la Contraviesa; llamadas por los árabes Monles del Sol y del Aire, que son el núcleo ó armazón de las Alpujarra», forman parto del sistema bélico (•’), que si no es el mas estenso, es sin duda el mas notable de todos los demás por su elevación , y pueden considerarse como dos estribos muv altos en linca paralela á la sierra Nevada, entre esta y el»Mediterráneo. El Terrl.no do las Alpujarras es áspero y de suyo muy quebrado , á eseepcion del pequeño valle de Andarax , por cuya causa !a mayor parte está inculto; pero en aquellos parages que han sido susceptibles de recibir la benéfica impresión de la mano laboriosa del hombre , allí ostenta la naturaleza lo mas rico y variado desús frutos , y ofrece el cuadro mas encantador con que pueden blindar para que se elija por morada («»). Cortado este terreno por valles profundos en dirección de N. á S., es abundante de aguas, eonioqueenél brotan muchas fuentes que forman arroyos, ríos, y vistosas caseadai. Despréndeilsc de las cordillera de sierra Nevada el r. Almeriaó Andarax, que se une al nombrado de Obanes , y ambos desembocan en el mar, junto á Almería: los de Adra y Alboloduy, cuyas descripciones particulares hemos publicado: el de Nechile que se incorpora con el de Valor, cuyo origen se halla en la misma sierra: el de Berrhul y el del Barranco de Poqueira, que se juntan á las inmediaciones de Orgiva, desde donde toma ya este nombre, y va á desaguar junio á Motril. En el puerto llamado de la Bagua nace un r. poco caudaloso, escepto en el invierno en que recibe aumento su corriente, y se denomina también de la Ragua; fertiliza y liana el pueblo deBayarcalylosterm.de Laroles, Piccna, Cherin, Lurainena, hasta llegar junto á Darrical, donde se une al de Valor. Este traesu origen del barranco de Mecina-Hombaron, y antes de unirse á dicho r. de la Ragua, baña los término de Ya tor yJorairata, pasando por Iscariantes, última forl. que tu vieron los moriscos en este partido y cuyas ruinas existen todavia: recorre luego la pequeña vega de Benivar y fuentes do Marbella, que son baños medicinales en término de Berja, y va á desaguar en el Mediterráneo por Levante. Y por último los r. denominados de Paterna y Laroles, que se reúnen á los dos últimamente mencionados en las inmediaciones de Darrical. Todos estos r., y otras muchas corrientes que seria muy prolijo enumerar ahora, puesto que en los art. de los pueblos por donde pasan, hemos de hacernos cargo de ellas, llevan por lo común muy poca agua fuera del invierno, á escepcion del r. de Orgiva, que en algunas épocas del año se necesitan vadeadores para pasarlo por no haber puente alguno , á pesar de que por espacio de muchos años se exijió un impuesto para formar el que se principió, y en una de las avenidas del r. quedó tan destruido, que apenas se conocen en la actualidad sus cimientos.

Fertilizado, pues, el Irrr. délas Alpujarras, con tantos manantiales de ricas y cristalinas aguas ; reúne ademas el privilegio especial de hallarse refrescado con los ventisqueros de las sierras, y caldcado por los aires calurosos del África. Asi (pie en un solo día se puede pasar desde una playa ardorosa, cubierta con el verdor de los trópicos, hasta las cumbres heladas donde llega á desaparecer la vegetación; siendo tan vario el aspecto que ofrece la naturaleza, que en muy pocas horas se pueden recorrer lodos los climas,

C) La importancia que por si tienen las sierros enclavadas en el lerr. de las Alpujarras, nos obliga á dedicarles art. separados, en los cuales descenderemos a examinarlas circunstancias particulares que concurren en cada una de ellas.

(«) No existiendo en nuestra Península una cord de montañas de donde parlan , romo ramilicaeiones suyas, la mutliiud de crestas y elevados cerros de que está critado e1 terr. español , pueden referirse á seis los sistemas montañosos que en él existen. 1.» Sistema Pirenaico; 2.° Ibérico; 3.» Carpelano-Belónino 4.» Lusitano; 5.’ Mariánico; 6.» Retiro.

(***) Como pruc’a déla fertilidad del lerr. de lai Alpujarras, basla decir que en la v. de Ugijar , cap. de su ont partido un marjal que comprende 25 varas en cuadro de tierra , vale por lu común en venia 1,200 hasta 1,500 is. , y prod. en rtnla anual 1 lj2yilan.de trigo.

desde el ecuador á las regiones polares, son muy pocas las plantas que no pueden cultivarse al aire libre. Cerca de la costa prospera el algodón y la caña dulce, y lian llegado á aclimatarse un gran número de vegetales de la zona tórrida, como los míanos, el café y el añil. Las últimas plantas que allí se encuentran son las dolos montes Hiperbóreos, el andrósaco setcntrional, la sablina de Noruega, la sagifraga ó quebranta-piedras de Groenlandia, mezcladas y confundidas con los sauces herbáceos de la Laponia. Las principales prod. son el vino, aceite, cebada, centeno, almendras y seda: los pastos son admirables, y con ellos se mantiene mucho ganado lanar y de cerda, cuyos pemiles son esquisitos: hay una multitud de yerbasy plantas medicinales; aguas minerales-ferruginosas en el término de Bcrchul, que producen un asombroso efecto en las enfermedades gastritis crónicas y epatitis del mismo género ; bosques de árboles frondosos y frutas delicadas; cantoras do piedra esqulsila, y minas do diferentes clases, especialmente de galena plomiza en sierra de Gador (V.) en tanta abundancia , que este pais que antes parecía ser la cuna de la escasez y de la abyección, y cuyos moradores proletarios , entorpecidos con el narcótico de la miseria, yacían en el estupor de la molicie y en el olvido; esto pais, repetimos, descubiertos los inmensos tesoros encerrados en las metalíferas entrañas do la privilegiada sierra de Gador, ha cambiado enteramente de aspecto, y se halla transformado en otro de opulencia, do riqueza y de ilustración.

Cruzan osle torr. varios caminos principales de N. á S. hacia la cosía: 1.» en su parle mas occidental, el que va á parará Motril desde Granada: 2.» el que con la misma procedencia pasa por I’adul, Mondujar, Tablale.Lanjaron, Torniscón y se dirige á Albuñol: 3.» ol do l’gijar á Uerja y Adra: y 4.° el que desdo Granada, pasando por Guadix, Abla, Gergal y otros pueblos va á parar á Almería. Adornas de estos caminos, siempre difíciles por lo escabroso del terreno, hay otros de comunicación do pueblo á pueblo, por lo regular en mal estado, que so ponen intransitables en ciertas estaciones.

La elevación arramblada ó entrecortada de todo el pais, en que apenas so observa un pequeño llano, le constituye naturalmente fuerte y defendible á poca costa; por eso ha sido en distintas épocas teatro délos notables acontecimientos de (pie vamos á ocuparnos.

Histoma. Estrabon miró esta montaña, como un ramal del monte Orospeda, siendo uno de sus cabos Sierra Morena, y avanzando otro por el S. hasta al Calpe. Ptolomco dejó al Orospeda en la Tarraconense, y contando entre los dos montes de mas nombradla de la Bélica, el llipula que coloca á los 7° 20′ de long., y 37″ 30′ de lat. (según la edición Argentina), cuya altura de polo es la misma do Nebrija y Carisa;esleessi¡i duda el nombre con que so conoció en loant. la montaña do las Alpujarras. Aunque Estrada supone haberse llamado del Sol; según el testimonio do Plinio, este monte, es decir el Mons Solorius del que sin duda hablará Estrada , era el que dividía á la España Tarraconense de la Bélica , llamándose hoy Sierra Nevada; pues esta sierra es la que forma el oriente de la ant. Botica, y la divide de la Bastitania. Tampoco en la interpretación de la voz Solorius que presenta Estrada dlciéndola del Sol, puede determinarse con seguridad: San Isidoro de Sevilla, en sus etimologías, dice, llamarse Solorius á singularitate; porqne esel que se eleva sobre todos los montes de España; ó porque apenas aparece el sol, ó antes de aparecer ya le inflaman sus rayos. El nombre que corrompido hoy, so dice Alpujarras , fue dado á esta montaña por ios árabes : Bomey, con Mr. do Sacy, supone que Suar el Kaisiy otros revoltosos de la Andalucía oriental, levantaron por las serranías de Granada algunas fort., llamadas A l-Bordjela (Cast. de los aliados), do, cuyo nombro estragado ha venido á formarse el de A /pujarías, Xer¡T*Aledrix y Conde han congeturado mejor llamarse Alpujarras de Al Bug scharra que so interpreta sierras de yerba ó de pastos. No encontramos fundamento alguno á la opinión de los que suponen venir el nombro Alpujarras do haber poblado estas montañas un moro llamado Ahrain Alpujar: ni por ser tierra guerrera, como dice Nebrija, ni tampoco encontramos bastante razón en la corruptela que quiere traer Cortés do llipula, llipuja, Alipuja-acra, Monte llipuja; pues no se olrece, como se haya traducido la voz inons en aera, aunque se presente propia la aplicación de ambas voces unidas ili y aera equivaliendo á decir Mons altus en el idioma que se habló después de la época en que se estendieron asi la raiz iíi ohil, como acra en el terr. ibérico; pues si bien es natural la conversión da las raices ili y acra en Mons altus, y J/ohí a/fus en Monte alto» no lo es que de Monte alto haya venido al segundo y á decirse ili acra en ol tercero. El moro Rasis ensalzando á Abdalaziz, dice, no haber quedado nada en España de que no se hiciese dueño, escoplo las montañas de Asturias; no obstante Elorian de Ocampo afirma, que gran parta de estas sierras quedó sin ser conquistada á causa de su aspereza. Nótase, en la hisl. de Bcn Ketib Alsalami, la mucha población de este terr. Eran sus moradores estraordinariamenlo belicosos. Rebeldes al emir de Córdoba, capitaneados por Suar ben Hamboun el Kaisi que se titulaba rey de las Alpujarras, alcanzaron una gran victoria en las campiñas al S. del Guadalquivir, matando 7,000 hombres al walide Jaén Gaud bcn Abd el Gafir que quedó él mismo prisionero ; y se tendieron por toda la provincia (año 890). Despechado Abdalá, acaudilló fuerzas , v buscó el encuentro del Kaisi que le esperaba en la falda do la Alpujarra: fue el Kaisi batido, cayendo prisionero, y presentado al emir, le mandó cortar la cabeza, que envió á Córdoba Con la noticia de su victoria (por los meses de junio ó julio del mismo año). Algunos historiadores le traen sobre lósanos de 891 tomando á Granada; pero es un error cronológico. Almed bcn Mohamed el Hambdani, fue nombrado por la morisma serrana su caudillo (año 919), y fortificó crecido número de castillos en las Alpujarras. Las tribus de estas montañas so manifestaron contra el nombramiento del califa Soleiman, hecho en Córdoba (año 1009). Los edrisilas dominaron todas sus vertientes menos el torr. de Almería Encontráronse los alpujarreños bajo las banderas del caudillo Mohamed ben Said en 1162, marchando contra los almohades hacia Granada. Entregó el rey moro las Alpujarras á los Reyes Católicos, después de tomada Baza (año U90). Bebdáronse los alpujarreños al siguiente año, y no logró pacificarlos el rey D. Fernando, sino con mucho trabajo, y nombró un gobernador para este pais. Varias veces repitieron el grito de libertad contra un yugo que no podían soportar; pero la rebelión mas considerable fue á mediados del siglo XVI. Beunidos los principales en Cadiar, pueblo situado en la cslremidad de la montaña, nombraron por su rey (ano 1569) á D. Femando Valor , joven do mucha intrepidez y talento, de edad de 25 años; siendo descendiente de los reyes de Granada, tomó el nombre de Aben-IIumcya que había sido el de sus abuelos; empezó el uso de sus facultades, y se gobernó con tanto secreto que la corle de Felipe II nada pudo penetrar cuando ya lodos lo.* hab. de las Alpujarras estaban armados. El marques de Mondejar, entrando en algunas sospechas, pidió mayor número de tropa; pero Deza se opuso por competencias particulares entre ellos, y se negó el refuerzo. AbenHumeya que trataba apoderarse de Granada, hizo sus tentativas para ello;.y entonces fue cuando el Rey mandó fuerzas para Granada. Entre tanto Abcn-Humeya fortificaba los desfiladeros y las gargantas por donde se debía pasar para llegar á las Alpujarras, y puesto al frente de un cuerpo díó el mando de otro á Aben-Farax, primer motor en la insurrección. Visitaron los pueblos, destruyeron los altares é imágenes, convirliendo en mezquitas lasigi.j dando muerto á los sacerdotes y á todos los que no querían abrazar el mahometismo. El marqués de Mondejar, luego quo recibió los refuerzos, salió á sofocar la rebelión: halló alguna resistencia en las montañas; pero al fin Aben-Humeya tuvo que retirarse á lo mas inaccesible de ellas, y en poeos meses fueron reducidas las Alpujarras y sometidos los rebeldes. El rey Felipe queriendo evitar nuevas sublevaciones, mandó que los prisioneros mayores de once años, sin distinción do seio ni condición, fuesen vendidos como esclavos, lo que irritó á los moros de tal manera, que volvieron á las armas. Mondejar no tenia para pagar los soldados; perdió su autoridad, y se desertaron no pocos, saqueando los pueblos y matando a muchos moros, por lo cual acabó de escitar la rebellón bajo las órdenes del mismo Aben-Humeya. La guerra se hizo con gran calor: el marqués de Mondejar trataba con notable consideración i los vencidos, en la persuasión de qus muchos eran cristianos, (bajo este nombre habían fraguado su conspiración); pero acusado de inteligencias con ellos, no dio cuartel á los vencidos, ac«¡on bárbara que le desacreditó. El marqués de los Velcz entró en las Alpujarras, donde tuvo varias acciones con los moriscos, peleando estos con el judicial de lbiza: corresponde á la jurisd. y feligresia de la v. de Pilma. Tiene un oratorio público servido por un teniente ó vicario delegado del cura de la matriz (V.).

ALMERÍA

r. tiene su origen en las faldas meridionales de Sierra-Nevada , al E. de lav. de Laujar, cuya vega ciñe también por el E., en el partido judicial de Canjayar, provincia de Almería, y recibe las vertientes de las sierras de Gador, Baza y Alhamilla. Su nombre ant., y que aun conserva en una ostensión de 3 ó 4 leg. desde su nacimiento, es el de Araja ó Andarax; cuya última denominación se atribuye á los árabes, pues la primera se lo (lió en memoria del r. Arajes, en las sierras de Armenia, según opina el Dr. Orbaneja en su obra de la vida de San Indalecio, y se lee en Almería Ilustrada, parte!.*, cap. s.». Corre por un espacio de tu leg. próximamente , hasta desembocar en el mar á 1/2 leg. E. de Almería. En el verano no lleva aguas, pues se distraen y consumen en el riego de las vegas de los muchos pueblos sit en sus riberas; pero en el invierno es bastante caudaloso, arrastrando las grandes avenidas de esta estación y del otoño, un limo ó tarquín que dejan depositado en las tierras de sus márg., el cual forma su mas esquisito abono, prestándoles una fertilidad asombrosa. A 4 leg. del mar, ó sea desde las angosturas llamadas de Gnlachar, recibe el nombre do r. de Al meria, y atraviesa en direcion de N. á S. uno de los valles mas fértiles y pintorescos. Son varias las ramblas que desaguan en este r., principalmente por su margen izquierda; pero las mas notables son la de Gergal en el term. de Sanlafó de Mondujar, y la de Tabernas, en el de Rioja, que en tiempos lluviosos aumentan considerablemente sus aguas, sin que por esto sea, ni haya podido ser navegable en lo ant., como se ha dicho por algunos, aunque fuera por barcos pequeños. También recibe las aguas del r. Albotoduij (V.). Su profundidad es muy corta, porque las corrientes arrastran las tierras y arena que tienen siempre cubierto su álbeo, y desdo Gador, sobre todo, por la estension y naturaleza del cauce, se filtra en las arenas, y desaparece la mayor parte del agua: á su desem

bocadura en el mar tiene el cauce unas 620 varas de anchura, de modo que era necesario un caudal muy considerable de agua para que pudiesen llegar allí embarcaciones. En la orilla der. se hallan situado los pueblos de Ragol, Gador, Benahadux, Huer^al y Almería ; y en la izquierda los de Benlarique, Tcrque, Santafé de Mondujar, Hioja, Pechina y Viator, sin contar otros muchos que en uno y otro lado se encuentran, mas 6 menos dist., y en situado mas elevada que sus márg. No tiene puontes: solo se conserva cerca de su nacimiento, inmediato á Laujar, para ir aBenecid, uno bastante sólido, de manipostería, de un solo arco, de unos 20 pies de elevación, que parece del tiempo de la dominación de los árabes: esti algo deteriorado, y seria conveniente so reparase, pues ahora solo sirve para el paso de los veciudad de Laujar, cuando van á cultivar sus tierras el otro lado, ó sea la izquierda del r. No cria pescados, á escepcion de algunas anguilas en las acequias.