montaña volcánica en la isla Gran Canaria: srr. á l leg. Al SO. De la ciudad de las Palmas en el coníin del término á que alcanza su parr. Y donde principia el de la Vega de Sta. Brígida , no lejos del pago que llaman de la Atalaya. Esle cráter, de figura circular, cuyo diároeiro será de inedia milla por la parte superior y de 3,000 pies por la inferior, tiene de profundidad 2 3 de milla cuando menos y se halla á 1 leg. Del mar. Esto, junio con las carnadas de cantos rodados embutidos en cal y zeólita de diferentes especies, que se encuentran desde la mencionada ciudad hasta Telde, debajo de las corrientes de lava que salieron del Volcan y de otros (pie de él dimanaron como el de Montaña Pelada, los de Tapia y Cuevas de los Frailes, prueba que al tiempo déla úllima erupción se comunicaba con el mar, menos dist. De él que en el dia. M. Buoh en su descripción de las Canarias dice: «que la «caldera de Bandama es indudablemente el cráter mas notable »de todos cuantos se han observado en la superficie del globo, »que es mucho mas grande que el del pico de Tenerife, y que• recuerda por su aspecto y profundidad el Lago de Nemi y »mejor aun el de Al bario.» Entro, los diferentes cerros que se levantan en el borde del cráter, el mas elevado es el conocido con el nombre de Pico de Bandama. Esta cresta que se distingue muy bien desde la ciudad tiene 1,722 pies sobre el nivel del mar. Se baja al fundo de la caldera cómodamente á caballo por una senda, aunque pendiente, no muy peligrosa por las diferentes vueltas en que está dispuesta. Cuando recobrado el observador del temor y admiración que le causa el verse metido en aquel crisol, se coloca en medio de él, lo que mas particularmente llama su atención esla constante uniformidad con que en rededor de la caldera están sobrepueslasy formando zonas las diferentes corrientes ó estratos de lavas, cuyas especies pueden reducirse á 3 : la de basalto con sus escorias que forman los bordes y primera zona, la de grunsteniea que está inmediatamente dabajo de aquella, formando la segunda zona y el tránsito de ambas, y la de porfirina que constituye la tercera zona y toca al fondo del cráter. Este volcan formidable que en otro tiempo arrojó por su boca lavas abra-adoras devastando los alrededores, es en el dia un punto ameno y delicioso: á la aridez causada por repetidas tormentas, ha sucedido la mas asombrosa fecundidad , la vegetación mas vigorosa cubre los costados del cráter. Llegando á la cima déla montaña se ve, después del terreno cultivado, una línea de rocas negras y calcinadas, y mas abajo una hermosa quinta rodeada de maizales y un jardín abrigado de todos ¡os vientos, donde crecen y prosperan las plantas «bajo Ja benéfica influencia de una dulce temperatura, y en un sálelo regado por manantialcsque- brotancomo por encanto entre medio de las escorias. En el fondo del cráter se aumenta la sorpresa á la vista de un silio tan particular por su figura, como original por su aspecto; multitud de jardines rodean al observador, cubiertos por un círculo de cielo azul y delicioso. La inalterable calma y el silencio que reina en este parage solitario invita al descanso v á la meditación.
