calle de Capellanes n.» 1). El pensamiento de la creación de esta Academia, establecida en época muy reciente, es muy antiguo, y aun (legó á realizarse, si bien de una manera muy imperfecta.
Hacíalos años 1580 ú 81 existió en Madrid uña Academia de Ciencias dc que no hay mas noticias que haber pertenecido á ella el marqués de Moya y algun otro personaje, y en ellas habia establecidas varias enseñanzas. El duque de E s calona tuvo el proyecto de formar una igual á la Academia Española que no llegó á realizarse. Por aquella época varios escritores ilustrados empezaron á manifestar la necesidad de impulsar en nuestro ¡tais el estudio de las ciencias, considerando muy ventajoso para conseguirlo la creación de una Academia , que reuniese en su seno los hombres mas entendidos en ella. El Gobierno de Fernando VI dio orden al erudito Luzan para que escribiese las bases dc la Academia y propusiese cuanto creyera oportuno para realizar este pensamiento. El celoso comisionado formó el plan, r e dacto los estatutos y aun propuso las personas que debian ser nombradas, sin embargo, nada se hizo por entonces . a pesar de que el Gobierno mandó al estrangero profesores de diversas facultades, asi para estudiar los diversos nielodos de la enseñanza, como para adquirir los aparatos necesarios para las ciencias físicas. Posteriormente llegaron á reunirse en Cádiz, mientras se establecía en Madrid la Academia, los ilustres matemáticos D.Jorge Juan y Don Antonio Ulloa, el Dr. Porcel v D. Pedro Virgilio, en r e p r e sentación de las ciencias médicas, y D. José Garbonell y el marqués de Valdeílores, orientalista el primero, é historiógrafo cl segundo. Apenas se creerá que aun entonces se deshizo todo , hasta que en 1834 á favor del nuevo sistema político que se introdujo , se espidió en 7 de febrero el d e creto de fundación, conforme á la cual, ésta Academia se compone de cuatro secciones, que son 1 . a Historia natur a l ; 2 . a Ciencias físico-matemáticas; 3 . a Ciencias físico-químicas, y 4 . a Ciencias antropológicas. Tiene para su dirección y gobierno un director general, dos s e c r e t a r i o s, un de ellos para correspondencia estrangera, ademas de los presidentes de cada sección, y un reducido número de d e pendientes; pero la Academia «de ciencias naturales en razón de la escasez de fondos con que cuenta, no ha podido p u blicar los interesantes trabajos que existen en su archiv
